Al dia siguiente

-¿Así que eso paso?- preguntó Sakura con sudor.

Las tres chicas estaban con Ayamiko en el parque esa mañana ya que la Uchiha quería hablar con ellas muy seriamente y les contó todo lo que pasó la noche anterior.

-Pues eso es lo que pasó. Mi mama me dijo que no lo divulgara a todo el mundo, pero que tenía libertad de decírselo a las personas con las que confiara de verdad. Ella dijo que Itachi Nii-san encontrará una solución con el Hokage y que no debo preocuparme mucho por esto. Pero aun tengo un mal presentimiento acerca de esto.- dijo Ayamiko con una expresión complicada.

Esto preocupó demasiado a las tres viajeras ya que eso significaria que esa masacre no sólo sería un hecho, sino que podría adelantarse ya que se suponía que ocurriría en unos años. Sakura era la que más sudaba ya que uno de los motivos de que se adelantara era ella misma por el hecho de que querían que fuera la prometida de ese maldito. Sabía que si él se enteraba, parte de su venganza iría en su contra. Pero no debería importarle ya que ese emo no tendría oportunidad contra ella por el momento.

-Bueno, estamos agradecidas de que confíes en nosotras con tan sólo dos días de habernos conocido. Ten por seguro que te apoyaremos en esta complicada situación y si necesitas de un lugar donde quedarte mientras pasa todo esto, hay un sitio muy especial al que podemos ir.- dijo ella con una sonrisa.

-¿Cuál?- preguntó Ayamiko con curiosidad.

Justo en ese momento, cierto rubio apareció ante ellas con una gran sonrisa mientras el Sandaime lo seguía con una sonrisa de abuelo.

-¡Chicas! ¡Tengo algo super genial que contarles!- grito Naruto mientras se acercaba a ellas.

Las cuatro vieron cómo el rubio y el Hokage se paraban delante de ellas y Ayamiko miró al anciano con una mirada fija. Hiruzen sabía que ella había escuchado todo sobre el golpe de estado y sólo le asintió para calmarla. Ayamiko soltó un pequeño suspiro un poco aliviada y miro a Naruto para preguntarle:

-¿Y qué es eso que quieres contarnos, Naruto-san?-

-Oh, es bueno ver que has logrado conocer al joven Naruto-kun, Ayamiko-chan. Tenía pensado presentartelo en algún momento, pero veo que estás tres jóvenes se me adelantaron. Bueno, resulta que llevaré al joven Naruto-kun a su nueva residencia y con su nueva tutora. El me dijo que quería que ustedes lo acompañaran y por eso hemos venido a buscarlas.- dijo Hiruzen dándoles una sonrisa de abuelo.

Las tres viajeras sonrieron al saber que Naruto estaría con Kaguya-sama en el escondite de su padre y Ayamiko ladeo la cabeza un poco confundida por esta información. 

Rato después, en el escondite Namikaze

El grupo conformado por Naruto, Sakura, Ino, Hinata, Ayamiko y el Hokage habían llegado al escondite del Yondaime con un rubio enérgico y maravillado por el lugar.

-¡Es genial, Dattebayo! ¿En serio voy a vivir aquí?- gritó él con gran emoción.

-Así es, Naruto-kun. Este lugar está bajo mi responsabilidad por la persona a la que le perteneció antes y he decidido dejartelo a ti. Tiene todo lo que necesitas para vivir cómodamente, desde enseres domésticos, hasta varias recamaras listas para ser usadas. No tendrás problemas para vivir aquí, excepto los asuntos del dinero y los alimentos, pero te apoyare con eso.- le dijo el Sandaime con una sonrisa.

-¡Me encanta, dattebayo!- gritó el rubio con pura alegría.

Las demás sólo pudieron sonreír por la bola de alegría que era Naruto y siguieron caminando hacia el recinto del Yondaime. Cuando entraron, fueron recibidos por la hermosa peliblanca que les dijo con una sonrisa:

-Bienvenidos. Es un placer poder recibirte, Naruto-kun.-

Naruto la miró con los ojos abiertos y preguntó con confusión:

-¿Cómo es que estás muy pálida?-

Kaguya sólo se rió un poco ante la pregunta y Ayamiko se acercó a ella con una mirada seria mientras decía:

-Usted no parece una persona común en el mundo shinobi. Siento que no es todo lo que vemos de usted y que le falta una parte muy peligrosa de su persona. ¿Quién es usted en realidad?-

Kaguya miro a la pelinegra con una mirada serena y sonrió mientras comenzaba a caminar, diciendo:

-Veo que eres capaz de observar lo que las personas no pueden mostrar fácilmente. Eso es algo que ningún Doujutsu puede descubrir, sólo alguien con un ojo único capaz de ver la verdad en las personas. Déjenme presentarme a los dos jóvenes que apenas me conocen. Mi nombre es Kaguya Ootsutsuki y soy algo así cómo un ser de otro mundo.-

Naruto y Ayamiko se detuvieron en seco y Naruto preguntó con estrellas en los ojos:

-¿Dices que eres un ninja súper cool que vino de otro mundo?-

-No en realidad. Soy un ser que llegó de otro planeta hace mucho tiempo. Soy de un clan que desafortunadamente viaja entre los mundos, consumiendo planetas para obtener poder.- explicó Kaguya con una mirada triste.

-¿Consumir planetas? ¿Y qué hace usted aquí?- preguntó Ayamiko mirándola con cautela.

-Digamos que yo soy un caso especial en mi clan. Hace mucho tiempo, cambié mi opinión sobre las prácticas de mi gente y decidí vivir en paz en este mundo. Aunque sucedieron algunas cosas que complicaron todo, pero logré perseverar de alguna forma. Ahora, estoy aquí para ayudar a este mundo en lo que pueda.- explicó Kaguya mientras se sentaba en el tatami que había en la sala.

-¿Ayudarnos de qué manera?- preguntó Naruto sentándose delante de ella.

Kaguya tomo una taza de té y luego de tomar un sorbo, dijo con tono muy serio:

-Cómo dije, soy de un clan que consume planetas para obtener poder. Por lo tanto, mis acciones pueden provocar que los demás en mi clan vengan a este mundo para terminar lo que debía hacer. Por eso, preciso de ayuda para proteger este mundo y que ustedes puedan seguir con sus vidas.-

-¡Eso es terrible! ¿Hay alguna manera de saber cuándo aparecerán?- preguntó Hiruzen con preocupación.

-Puede ser hoy, cómo puede ser en unos años. Su llegada no es predecible y lo que precisan es el Shinju.- explicó Kaguya con una mirada seria.

-¿El Shinju?- preguntó Ayamiko con interés.

-El árbol que puede producir un fruto capaz de otorgar un poder cercano a los dioses. Mi clan ha usado el árbol para ascender en poder poco a poco hasta que alguno de nosotros logre alcanzar el estado de dios absoluto. Pero para eso se precisa que el Shinju consuma la vitalidad de todo el planeta en que es plantado para poder crear el fruto.- continuó explicando Kaguya con tristeza.

Todos se miraron con terror ante esta información y Naruto le preguntó a Kaguya con una mirada penetrante:

-Pero tu ya no quieres hacer eso, ¿verdad?-

Kaguya lo miró con una sonrisa y dijo con honestidad:

-Ya no deseo hacerle daño a este mundo… al menos esta parte de mi. Pude ver en un adorable chico la belleza de este mundo y la esperanza que puede traer para el universo, por lo que ya no deseo seguir con las prácticas de mi clan. Pero no creo que los demás piensen igual. Por eso, decidí permanecer aquí para guiar a jóvenes con un gran potencial para que puedan proteger este mundo de ellos. Por ahora, estaré aquí con el apoyo del Sandaime para cuidar del joven Naruto-kun y ayudarlo en su camino.-

Esto hizo sonreír a Naruto y dijo con alegría:

-¡Eso es bueno! ¡Oye, Jiji! ¿En verdad me dejaras con ella? ¡Es una buena persona y me agrada por lo que quiero quedarme con ella!-

Hiruzen lo miró con una sonrisa de abuelo y dijo:

-Ese es el plan, Naruto-kun. Ella se quedara aquí contigo cómo tu tutora para que te cuide mientras vivas aquí. Espero que no le causes problemas.-

-¿Quien? ¿Yo? ¡No te preocupes, Hokage Jiji! ¡Yo jamás metería en problemas a alguien que es amable conmigo!- dijo Naruto con una gran sonrisa.

-Permíteme dudar de eso.- dijo el Sandaime con el ceño fruncido.

Todos no pudieron evitar reírse e Hiruzen dijo luego de calmarse:

-Bueno, ahora los dejare un momento mientras disfrutan de la nueva residencia de Naruto-kun mientras yo hablo un momento con Ayamiko-chan.-

La pelinegra lo miró con los ojos abiertos por eso, pero siguió al Hokage hasta el exterior de la residencia mientras Naruto exploraba la casa en compañía de Kaguya y las chicas. Cuando estuvieron solos, el Hokage le dijo con un tono muy serio:

-Estoy al tanto de que escuchaste lo que los Uchihas planeaban contra la aldea.-

Ayamiko sólo asintió dando a entender que era cierto y el Sandaime suspiro mientras continuaba:

-Es por eso que debo decirte esto ya que eres una persona muy especial para nosotros: es muy probable que tu clan no siga existiendo.-

Ayamiko abrió los ojos por estás palabras y preguntó con asombrosa tranquilidad:

-¿No hay otra manera, viejo?-

Hiruzen sólo suspiró con cansancio y dijo con tristeza:

-Itachi me dijo que los planes de su padre y el resto del clan no serían posibles de detener con palabras. Tu padre está tan cegado por el orgullo y poder de los Uchiha que no funcionara tratar de convencerlo de que detenga su golpe de estado. Es por eso, que tu hermano Itachi fue convocado esta mañana al consejo de los mayores para encontrar una solución a este problema. Por extraño que parezca, tu hermano sugirió que el clan debía ser erradicado, dejando sólo a las mujeres, a los niños y a los ancianos con vida en pos de un nuevo futuro.-

Ayamiko lo pensó un poco y luego levantó la cabeza mientras decía con tranquilidad:

-Pienso que es lo justo. El mayor problema del clan son los hombres que ostentan un grado demasiado alto de codicia por el poder. Hay algunas excepciones en el clan cómo mi hermano y Shusui Nii-san que poseen un gran sentido de la justicia y el honor, pero el resto de los hombres Uchiha son una lamentación por culpa de su machismo y sed de poder. En ese grupo se encuentra mi lamentable hermano gemelo.-

Hiruzen la miro asombrado de tal manera de hablar, sobre todo de su propio clan y sonrió mientras decía:

-Creo que tienes razón. Es por eso que he decidido que si ocurre algo peligroso en el clan, quiero que vengas aquí con tu madre para que estén a salvo. En este lugar hay sellos que impedirán que lleguen a ustedes y al menos así, ustedes podrán sobrevivir. Ya hable con Kaguya-sama sobre esto y está dispuesta a acogerlos en este lugar para protegerlos.-

Ayamiko lo miró con un asentimiento, lo cual calmó un poco al pobre anciano y de esa manera, volvieron con los demás para seguir observando el lugar donde viviria Naruto.

Mientras tanto, en el bosque de la aldea

Itachi estaba delante de un sujeto enmascarado con una mirada fría y dijo con resignación:

-Esta bien. Haré lo que me pides. Pero debe quedar en claro que mis hermanos deben permanecer con vida. Si accedes a esa petición… ¡exterminare a todo el clan Uchiha!-

El enmascarado sólo permaneció en silencio por un momento, aunque dentro de la máscara había una sonrisa macabra en su rostro y entonces, dijo con un tono imponente:

-Excelente.-

Esa noche

Ahora mismo, Ayamiko estaba caminando de noche pasando por el complejo de su clan, cuando vio cómo su hermano Itachi aparecia ante ella con una mirada muy seria. Ayamiko sólo lo miró con ojos fijos, lo mismo que hacia el y la niña sólo asintió mientras decía:

-De acuerdo. No te preocupes por mí ya que Sandaime Jiji me dio un lugar donde ocultarme. Sin embargo, quiero que nuestra madre también venga conmigo.-

Itachi la miró con una pequeña sonrisa de orgullo y se agacho para estar a su altura mientras decía:

-Siempre supe que eras el futuro de nuestro clan. No te preocupes. Llevaré a nuestra madre al escondite del Yondaime cuando pueda para que ambas estén seguras. También, debes saber que Sasuke sobrevivirá ya que exigí esa condición. Te pido que lo cuides por mi, por favor.-

Ayamiko suspiro ante esto ya que intuía que su estupido hermano caminaria por el mal camino, pero miró a su hermano mayor con ojos calmados y le dijo con seriedad:

-No puedo prometerte nada, Nii-san. Si mi hermano camina por el camino de la venganza, que se que lo hará, es su decisión. En ese punto, yo no puedo entrometerme ya que sé cómo es él y no va a querer mi apoyo para nada. Lo más que puedo hacer es vigilarlo lo mejor que pueda para que nada le pase por ahora. Ya si él toma el camino de la oscuridad, no sera mi problema.-

Itachi asintió y de ese modo, Ayamiko dio media vuelta para correr hacia el hogar de Naruto. Itachi la vio irse con una expresión triste y luego se colocó su máscara de Anbu para comenzar con su miserable misión.

Mientras tanto, en la residencia de Naruto

En el lugar estaban reunidas nuestras tres heroinas ya que Sakura intuía que la masacre ocurriría en esos días y habían logrado que sus padres les permitieran pasar la semana con Naruto en su residencia. Las tres estaban en una habitación compartida para ellas y estaban despiertas mientras conversaban entre sí.

-Es posible que la masacre ocurra esta semana. Gracias a que pude escuchar la conversación de Ayamiko con el Sandaime, sabemos que Itachi actuará contra su clan en cualquier momento.- dijo la pelirosada con un suspiro.

“Lo cual aún nos sorprende cómo es que un simple muchacho pudo masacrar todo un clan el solo.” dijo Saiken.

-Es impresionante el descubrimiento de que puedes conectar tu audición, tu voz y tu olfato con tus pétalos. De esa forma, puedes espiar a cualquiera con sólo enviar un pétalo a esa ubicación.- dijo Ino con el ceño fruncido.

“Nya, podrías compararlo con la conexión de Pain y sus seis caminos. Tienen el mismo método.” dijo Matatabi.

-Y además, que puedas crear clones con tus pétalos cómo si fueran clones de sombras. Mientras más fortalezcas tu Kekkei Kenkai, más clones podrás crear.- dijo Hinata con una sonrisa.

“Lo cual le facilita el poder crear clones cuando no posee tanto chakra cómo Naruto. Claro que no son cómo los Kage Bunshin, pero aun así poseen bastante similitud.” dijo Kurama con una sonrisa.

Sakura hizo aparecer un pétalo de su bolso y lo miró con una sonrisa mientras decía:

-Debo admitir que es un Kekkei Kenkai maravilloso. Cubro muchas cosas que tienen otras líneas de sangre con él y me ha estado ayudando en esta nueva oportunidad. Pero volviendo a lo que hablábamos, es posible que en algún momento aparezca Ayamiko para mantenerse a salvo durante la masacre.-

Justo en ese momento, sintieron que alguien entraba al escondite gracias al sello que lo cubría y las tres fueron hacia la entrada para encontrar a Kaguya allí mientras miraba a una Ayamiko con rostro serio en la puerta.

-¿Qué ocurre, querida? ¿Qué haces aquí a estás horas?- preguntó la hermosa peliblanca mirándola con preocupación.

Ayamiko sólo miró a sus tres amigas y dijo con seriedad:

-Esta noche… mi clan será exterminado.-

Esto hizo abrir los ojos de todos y Kaguya suspiro mientras decía:

-En ese caso, entra para que puedas mantenerte a salvó.-

-Debo decirle que es posible que mi madre también aparezca. Le pido que la reciba también para que pueda sobrevivir al exterminio.- dijo Ayamiko mientras entraba.

-No te preocupes. Ella será bienvenida también.- dijo Kaguya llevándolas a la cocina.

Les preparo una taza de té para que pudieran calmarse y Sakura le preguntó con interés:

-¿Crees que Itachi eliminara a todos los Uchiha?-

Ayamiko la miro con calma y dijo:

-No a todos. Además de a mi madre y a mí, decidió no matar a nuestro hermano, Sasuke. Él quiere que él viva y me temo que no será algo bueno. Sospecho que él será testigo de la masacre y sabrá que fue nuestro hermano el responsable. Eso hará que busque venganza sin duda.-

Las tres se miraron con expresiones complicadas ante ese hecho ya que eso significaba que el camino de oscuridad de ese maldito ya no tiene vuelta atrás sin importar que. Entonces, notaron cómo cierto rubio aparecía con un poco de sueño y preguntaba:

-¿Qué pasó? ¿Por qué están todos despiertos?-

Noto a Ayamiko en la casa y preguntó preocupado:

-¿Qué haces aquí, Ayamiko-chan? ¿Por qué no estás en tu casa?-

Ayamiko bajo la mirada ante su pregunta, cuando la mayoría sintió cómo entraba alguien más al escondite y Kaguya les dijo con seriedad:

-No se muevan de aquí. Yo me encargo.-

Dicho esto, salió de la cocina para encarar a la persona que entró y los cinco niños se miraron mientras Naruto volvió a preguntar:

-¿Alguien puede decirme qué está pasando?-

Ayamiko lo miró con ojos serios y dijo con total calma:

-Es algo que no deberías saber aun. Es algo que no quiero que te afecte porque eres importante para mi y no quiero que arruines tu vida por algo así.-

Naruto la miro con algo de enojo y dijo con voz alta:

-¿De qué hablas? ¡Eres mi amiga y si algo te pasa, debo saberlo! ¡No importa lo que sea, te ayudaré a solucionarlo cómo tu amigo!-

Ayamiko pudo sentir sus mejillas sonrojarse y en ese momento, Kaguya reaparecio con una hermosa mujer pelinegra que Naruto pensó que era la hermana mayor y gemela de Ayamiko.

-¡Hija! ¡Gracias a Kami que estás bien!- dijo la hermosa pelinegra abrazando a Ayamiko.

-¿Hija? ¡De ninguna manera! ¡Se ve tan joven cómo para ser su hermana mayor!- grito Naruto con los ojos bien abiertos.

La pelinegra lo miró con sorpresa por un momento, pero luego sonrió con dulzura mientras decía felizmente:

-Oh, es muy dulce de tu parte llamarme joven. Se nota que realmente eres muy expresivo con tus opiniones. Me recuerdas a una gran amiga que hice cuando era una kunoichi. Es un placer conocerte al fin, Naruto-kun. Mi nombre es Mikoto Uchiha, la madre de Ayamiko-chan.-

Naruto la miro asombrado de que Ayamiko tuviera una madre tan joven y hermosa, pero luego sonrió mientras decía:

-Bueno, entonces es verdad lo que me dijo el abuelo de que los hijos son el vivo reflejo de los padres. Después de todo, Ayamiko-chan es tan linda cómo su madre.-

Esto hizo sonrojar aún más a la niña Uchiha y Mikoto noto esto con diversión mientras decía con tono picaro:

-Oh, veo que mi hija ha llamado la atención de un lindo chico. Eso me alivia ya que así puedo dejar a mi linda niñita en buenas manos.-

-¡Mamá!- gritó Ayamiko totalmente roja.

“Nya, la niña Uchiha ya está marcando territorio. Si no se dan prisa, es posible que se los quiten.” les dijo Matatabi a las tres viajeras.

“¡Cállate, Matatabi!” dijeron las tres con molestia.

Todos se rieron ante esto, pero Kaguya dijo con seriedad:

-Bueno, sugiero que volvamos a dormir ya que mañana será un día muy animado. Necesitarán de mucha energía para enfrentar lo que vendrá mañana y sospecho que no será nada bonito.-

Mikoto asintió a sus palabras y así, Kaguya condujo al dúo de mujeres Uchiha a una habitación mientras las tres viajeras volvían al suyo para reanudar su conversación. Cuando estuvieron solas, Ino preguntó con seriedad:

-¿Y ahora qué? ¡Ese maldito ya está en camino a su oscuridad y eso conllevara a que pueda volver a suceder lo mismo! ¿Qué planeas hacer de ahora en adelante?-

Sakura suspiro y miro al cielo nocturno a través de la ventana mientras decía:

-Lo que vinimos a hacer desde el principio: mantener a Naruto con vida. Lo he estado pensando y creo que debemos ayudar a Naruto con su camino ninja lo mejor que podamos. Podemos ayudarlo en varios aspectos que mejor se nos den. Por ejemplo: yo puedo darle apoyo en la enseñanza, fortaleciendo su inteligencia. Lo importante es encaminarlo a ser un ninja fuerte más temprano para que no sea menospreciado de nuevo y al final, pueda enfrentar a ese maldito más fácilmente.-

-¿Y eso incluye lo que Kaguya te dio para Naruto-kun?- preguntó Hinata señalando la mesa.

Sakura y las otras dos miraron el frasco dodne estaba el Rinne Sharingan y la pelirosada asintió mientras decía:

-Efectivamente. En algún momento le otorgaremos este regalo para que obtenga lo que ese maldito jamás mereció. Sin embargo, lo mejor será esperar a que pase la conmoción de la masacre o podríamos tener problemas. Esperemos un año para ver si Tsunade-sama regresa y si lo hace, dejemos que ella sea la que le trasplante el ojo. ¿Esta bien asi?-

Las otras dos asintieron y de ese modo, decidieron dormir para saber que pasaría mañana.

Continuará