1 mes después...

En un lugar completamente blanco...

—¡Mierda!... —exclamó Naruto, mirando al frente.

El Jinchuriki se veía golpeado y lleno de heridas, mientras que frente a él se encontraba una réplica de sí mismo, en las mismas condiciones. La única diferencia era que los ojos de la réplica eran de color rojo y negro.

—¡Eres un impostor, finges ser lo que no eres! —declaró el Naruto de ojos rojos.

—Debo derrotar a mi maldad interior... Este tipo dice ser mi versión más real... —pensó Naruto, frunciendo el ceño—. Pero... en verdad es muy fuerte....

—Naruto, ¿de verdad crees que es justo? Das tu vida y sacrificas todo por un montón de imbéciles. ¡Nadie en Konoha vale la pena! Recuerda lo que nos hicieron en la anterior vida: te llenaron de heridas, te castigaron por lo que no hiciste, ¡incluso te castraron! —dijo el clon, observando al rubio.

—¿Y qué? La gente le teme a lo desconocido. Lo que hicieron estuvo mal, pero solo actuaban bajo el miedo —declaró el Jinchuriki.

—Jajaja... ¿Actuaron bajo el miedo? Más bien bajo el odio. Estar asustado no justifica maltratar hasta el cansancio y por deporte a un niño. Y en esta vida... nunca dejaron de despreciarte, ni siquiera cuando los salvaste de Shukaku.

—Es verdad, pero así es la vida de un ninja. Lo hago porque es lo correcto. Mis valores me piden buscar la paz; no lo hago por aprobación. ¡Es mi deber ninja! —dijo Naruto antes de lanzarse a atacar.

Ambos Narutos chocaron sus golpes una y otra vez en aquel plano mental, donde todo se volvía estruendoso. Ninguno parecía tener ventaja.

—¿Y entonces para qué quieres ser Hokage? ¿No lo hacías para que todos te respetaran y quisieran? —cuestionó el Naruto malvado, antes de darle un golpe de gancho al estómago.

—Y-yo... Eso era lo que quería en mi otra vida —exclamó antes de golpear el estómago de su yo malvado—. Ahora, no busco la aprobación... ya tengo la de la gente que necesito...

—Mientes, y lo sabes.

—Ahora quiero ser Hokage para traer esperanza a este mundo. Quiero serlo para proteger. Ya pasé una vida en la que fui un adicto. Ya pasé una vida en la que lo perdí todo. Ya pasé una vida en la que no valoré lo suficiente lo que tuve hasta que lo perdí —exclamó el Jinchuriki, recordando las muertes de todos sus compañeros en su vida anterior... Sasuke, Sakura, Gai-sensei, Lee, Kakashi... todos sus compañeros, incluso Hinata, quien lo había acompañado en sus peores momentos.

La maldad pateó en el estómago a Naruto, haciéndolo retroceder varios metros.

—¡Qué importan ellos! Ahora todos te ven como su enemigo. ¡Y Hinata no ha hecho más que arrastrarte a esta vida! ¡No te merecen!

Naruto se levantó nuevamente, apretando los puños.

—¡Yo sé que...! Si ellos estuvieran en las mismas circunstancias que yo, cargando el mismo peso que yo ahora mismo, sé que todos harían el mismo sacrificio. Desde Kiba, Shino y Sakura, hasta Shikamaru, Karin y Lee. Todos ellos fueron mis amigos reales. Me enfoqué en un sueño absurdo de ser Hokage para ganar aprobación, cuando ellos ya me la daban —un rasengan se creó en la mano del Jinchuriki.

Ambos Naruto se lanzaron el uno al otro con la misma técnica, chocándola entre sí.

—Hace tiempo que ya no me importa ser Hokage... Ya ni siquiera es mi sueño. Me hubiera gustado serlo, como un símbolo, alguien que ayudara a traer la paz. Pero ahora tengo un deber más importante. Ser Hokage solo es un capricho que realmente no necesito —declaró Naruto, mientras cruzaba golpes con su otro yo.

—¡Jaja! ¡Mientes! ¡Tu trabajo de ahora no te satisface!

—Mierda... Mi odio y mis emociones negativas son muy oscuras... Debo dominarlas...

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En el exterior se podía ver a Yagura y a Roshi, quienes observaban con atención al rubio, quien simplemente meditaba.

—Se está tardando... Ha enfrentado a su versión malvada hace días, pero no consigue derrotarla —comentó Yagura.

—Tal parece que su oscuridad es muy fuerte... Debió tener una vida difícil —comentó Roshi antes de suspirar.

Después de algunos minutos, Naruto abrió los ojos resignado.

—Necesito tomar un descanso... Siento que no estoy logrando nada —admitió el rubio, poniéndose en pie. Luego puso una mirada incómoda—. Tal vez un enfoque diferente me ayude a hacerlo mejor.

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Mientras... En el Valle de los Lobos.

—¡Ugh!— Hinata hizo un gesto de dolor mientras estaba en lo alto de una enorme roca.

La mujer se encontraba en posición de loto, con sus manos en las rodillas.

Ella estaba cubierta de pies a cabeza con hormigas del diablo, las cuales recorrían todo su cuerpo... Al menor movimiento, recibía una picadura.

Hosenki había vertido una solución líquida que servía para aumentar la sensibilidad de la piel; esta le permitía sentir mejor la presencia de la energía natural... Pero, a su vez, hacía que las picaduras dolieran más.

—Vamos mocosa, controla por completo tus impulsos... Quédate totalmente quieta. Ya aprendiste a sentir y reunir la energía, si te enfocas sabes quedarte quieta, solo te falta controlarla— ordenó el lobo mientras ella lo intentaba.

Aun así, en este punto era muy difícil estar quieta... Sus instintos querían destrozar a las hormigas, sentía impulsos de hacer algo extremo; incluso si se quedaba quieta, parecía como si sus músculos tuvieran vida propia, palpitaban, querían moverse por instinto...

Ella tenía que concentrarse en mantener total calma y quietud... Aunque era muy difícil.

La primera parte del entrenamiento era para que la energía natural fluyera en ella, esto gracias a su contacto con la naturaleza...

Debido a que el Valle de los Lobos no contaba con algo como el aceite de los sapos, no había una forma de que el candidato sintiera la energía natural solo untándose un poco de aceite... Por ello, el método se basaba en entrenamiento físico intenso en contacto con la naturaleza, era el contacto natural de un depredador, mediante instintos, acciones y personalidad...

Hinata ya sabía cómo debía sentirse la energía natural, al menos su cuerpo ya lo sabía... Después de todo, fue ella quien curó su brazo izquierdo... Fue eso lo que estuvo comiendo...

—Siente la naturaleza... Siéntela...— Pensó Hinata mientras soportaba las picaduras de las hormigas...

Ella se sumergió por completo en su mente...

Las picaduras de las hormigas cedieron mientras ella respiraba de forma imperceptible... —Grr...—

—¡¿Eh?!— Hosenki se sorprendió al ver cómo las hormigas caminaban libremente sobre ella sin picarla... Había logrado quedarse quieta... No era la primera vez, pero era cuando más debía estar atento.

Pero... Esto pasó muy rápido cuando unas manchas redondas de color rojo se formaron alrededor de los ojos de la chica, el cabello se empezó a erizar y hacerse más largo, las garras de sus manos se volvían más afiladas y los colmillos crecían más de la cuenta, saliendo por encima de sus labios, las orejas se pusieron en punta...

—¡Juanita! Absorbe menos! Estás dejando que tu cuerpo absorba más de lo que debe!—

Las hormigas empezaron a picar una y otra vez mientras ella liberaba gruñidos y hacía un gesto de ira, arrugando su nariz; era como ver un animal enojado... Al abrir sus ojos, estos tenían la esclerótica roja, y su iris era blanco y sus pupilas se habían tornado rojas, con un brillo misterioso.

Pero Hosenki rápidamente convocó lo que parecía un bastón negro y le propinó un golpe en la cabeza.

—¡Ach! ¡Oye!— Exclamó Hinata mientras todas sus facciones extra desaparecían y sentía decenas de picaduras, por lo que rápidamente empezó a sacudirse para quitarse las hormigas.

—¡Estabas perdiendo la consciencia, mocosa! No dejes que tu salvajismo te domine, debes hacerlo a conciencia, no dejes que tu cuerpo lo haga automático. Si eso pasa, empezarás a absorber energía natural de más y te empezarás a transformar. Ya sabes atraer la energía natural, pero te falta control. ¡Mucho control!—

Hinata suspiró.

—Sí que es difícil... el chakra natural me nubla...—

—Tienes suerte, tu cuerpo es muy resistente y tu chakra lo suficientemente denso para que la energía natural no te consuma rápidamente en el intento... O terminarías siendo de roca en segundos— aclaró el lobo. —Hazlo de nuevo... Controla tus movimientos y mantente calmada—

—Sí... — Ella se volvió a sentar en la misma postura, a lo que el anciano lobo vertió nuevamente la sustancia sobre ella, haciendo su piel más sensible, luego soltó agua dulce y finalmente vació un frasco de hormigas sobre ella.

Nuevamente las picaduras vinieron mientras ella se esforzaba por no moverse...

El instinto de las personas sería apretar los músculos, quitar las hormigas, o simplemente temblar ante sus poderosas picaduras... Peores que una hormiga bala.

Pero si apretaba los músculos o los contraía solo un poco, causaría movimiento que haría que las hormigas la picaran; si temblaba por el dolor, lo harían igual...

Debía permanecer quieta, ignorar el dolor por completo... Dominar su cuerpo para negarle cualquier movimiento, hasta el más mínimo, su respiración debía ser imperceptible para los insectos...

Una vez llegada a esa quietud extrema, donde las hormigas ya no le hacían nada, ella soportaba hacer cualquier mínimo movimiento... Se enfrentaba a sus pensamientos profundos, a su sed de sangre contenida, a sus instintos que estaban completamente reprimidos... Si los dejaba salir, se terminaría moviendo así fuera solo un poco, causando una picadura...

Pero si los mantenía a raya... Debía evitar que estos tomaran su mente... Los pensamientos llenos de sed de sangre, siendo alimentados por la energía salvaje que absorbía... Esto daba paso a una ansiedad por matar, por destrozar todo lo que se le cruzara... Esta represión consumía su mente poco a poco... Lo que poco a poco la hacía entrar en un estado salvaje a medida que absorbía energía natural, poco a poco empezando a transformarla mientras su consciencia desaparecía...

Pero... ¡TACK!

—¡Ach!— Ella se despertó de golpe al sentir un garrotazo en la cabeza y toda su energía siendo absorbida mientras los instintos se disipaban.

—¡Que no te dejes dominar!— regañó el anciano.

—¡Lo siento!— exclamó ella con una gran gota de sudor en la nuca, esto mientras soportaba las picaduras.

En eso, una figura apareció en el área en un destello naranja, se trataba de Naruto quien apareció cerca de ella, puesto que ella tenía un sello Hiraishin tatuado en la espalda... Era una precaución que habían decidido tomar.

—¡Holaa! ¡Cómo es...! ¡AGH!— El Jinchuriki recibió un golpe en la cabeza de parte de Hosenki.

—¡Intruso!— Exclamó colocándose sobre su cabeza y empezando a darle muchos golpes seguidos.

—¡Auch! ¡Auch! ¡Cálmate viejo! ¡Auch!—

Hinata rápidamente se apresuró a tomar a Hosenki por la cintura mientras lo alejaba de Naruto, al cual le puso una mano en el hombro.

—Basta maestro, él es mi pareja!— exclamó ella mientras el anciano se calmaba.

—Oh... Qué malos gustos tienes... Tiene cara de furro...—

—¡Mira quién lo dice!— exclamó Naruto, quien ahora tenía varios chichones en la cabeza.

El sabio lobo solo suspiró antes de notar algo importante... Hinata lo estaba sosteniendo y había tocado a Naruto... Y ella hace un momento estaba llena de hormigas diabólicas...

—¡AAAGHHH!—

Un poderoso grito de dolor se escuchó por todo el valle, esto de parte de Hosenki y Naruto.

Minutos después...

—Diablos... ¿En serio te estabas aguantando estas picaduras todo este rato?— exclamó Naruto, quien ahora estaba en pantaloneta en el interior del río, esto para asegurarse de que no quedara ni una sola hormiga pegada a su cuerpo; además, también su ropa, la cual había lavado allí y la había dejado sobre una roca caliente.

—Diablos niña, ¿sabes lo horrible que es quitarte esas hormigas con mi pelaje viejo? ¡No estaba mentalmente preparado!— dijo el anciano también saliendo del agua totalmente empapado.

—Lo siento...— dijo ella con una gota de sudor en la nuca.

Naruto finalmente suspiró antes de verla desde el río.

—Vaya... Te ves más fuerte... Tu brazo está sano... No imaginé que estarías haciendo un entrenamiento de Senjutsu, Shion me dijo que estarías aquí, y que sería algo intenso— dijo Naruto sorprendido mientras observaba a su novia.

—Eh... Sí, la verdad es que ha sido toda una aventura...— admitió ella —Aún me falta aprender a equilibrar la energía...—

El lobo maestro se empezó a sacudir el agua mientras la miraba.

—Llevas casi 11 semanas de entrenamiento, no te preocupes mocosa, la primera parte le tomó 5 años a mis demás aprendices, y tuvieron que ser suavizados o incluso usar chakra en sus primeros intentos, y esta segunda parte vas mejor que cualquiera de ellos— admitió el maestro a lo que Hinata hizo un gesto de sorpresa.

—¡¿11 semanas?! ¡Ya había perdido la noción del tiempo!— exclamó ella, para luego ver a Naruto—. ¿Tú ya pudiste controlar el chakra de Kurama?... ¿Hemos tenido noticias de Bee?

Naruto se frotó la nuca, avergonzado.

—Si te soy honesto... No, apenas he logrado proyectarme a mí mismo... Pero no he podido vencer mi lado malo... Y sobre Bee... Aún no hay noticias... —admitió el Jinchuriki.

Hinata suspiró antes de cruzarse de brazos.

—Debemos terminar nuestro entrenamiento lo más pronto posible. Que no haya señales de Bee es preocupante... Pero sería más preocupante que aparezca y no estemos listos... —dijo ella, mientras miraba a su maestro—. Voy a volver a intentarlo, necesito más agua con azúcar.

—Bien, continuaremos —declaró el anciano antes de mirar a Naruto—. Muchacho, lo mejor es que no vuelvas a interrumpir el entrenamiento, ya tendrán tiempo después.

Naruto la miró por un momento, viendo su determinación y decisión de entrenar hasta el cansancio...

—No parece que sea buena idea interrumpir el entrenamiento ahora... —pensó Naruto antes de suspirar—. Nos vemos luego.

Finalmente, él desapareció en un destello naranja con una sonrisa...

...

...

¿Alguien más notó que olvidó su ropa junto al río?

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En Konoha.

Naruto apareció en la oficina Hokage, donde lo esperaban Danzo, Jiraiya y Kakashi.

—¿Y bien?... ¿Dónde está Hinata? —preguntó Kakashi—. Evitaré preguntar por qué estás empapado y en traje de baño...

Naruto notó esto antes de palmearse la cara. En un santiamén tomó un pergamino, lo abrió y convocó una gabardina. Se la puso con una mirada incómoda.

—No ha terminado su entrenamiento, y me parece que es primordial que lo termine antes de ir a la isla... —declaró Naruto—. Yo tampoco he terminado... No es buena idea ir ahora.

—¿Ella dijo eso? —cuestionó Danzo con seriedad.

—No le dije la verdad... Le dije que no teníamos noticias de Bee, aunque ya sabemos dónde está desde hace una semana... Pero ya sabemos que es una trampa. No podemos tomar una decisión tan impulsiva como atacar así y no quería preocuparla —habló el Jinchuriki con seriedad—. El entrenamiento que está haciendo será importante para esta batalla... Esperen 2 semanas más... solo eso necesitamos.

—Pero Naruto... ¡Están tardando demasiado en tomar acción! ¿Y si Madara va por Bee primero? —cuestionó Kakashi.

—Es una posibilidad... No lo niego, pero... Si esto es una trampa de Los Ocultos, como ya sabemos que muy probablemente lo sea, créanme... Ellos no la dejarán actuar tan fácilmente, y Madara no va a ser tan estúpida para ir sin un plan... Ella debe estar quieta planeando algo... —declaró Naruto.

—Bien... Confiaremos en tu juicio, pero lo mejor será que ambos concluyan sus entrenamientos lo antes posible —declaró Kakashi.

—Por cierto... ¿Aún no despierta la mocosa asesina? —cuestionó Danzo.

—No... Y no parece que vaya a hacerlo pronto... Tsunade no ha vuelto a reportar ninguna anomalía, como que se levantara, que dijera algo o frecuencias extrañas en sus signos vitales... Está profundamente dormida —declaró el rubio, antes de agachar la cabeza—. No podemos depender de ella para esta pelea.

—Así parece... —dijo Jiraiya, algo preocupado.

—Solo esperen... 2 semanas bastarán —declaró Naruto con seriedad.

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Mientras... En algún lugar alejado, una cueva oscura.

Se podía ver cómo una esfera metálica rodeada de energía morada estaba en e centro, rodeada por 4 figuras holograficas.

—Aun no hemos tenido ningún rastro de ningún enemigo, ni Madara ni el Kitsuné o al Shinigami—Dijo Romura mostrándose aburrida.

—Llevamos más de 2 meses liberando rumores y liberando información anónima... Tu plan no está funcionando Hank— Dijo Kaydō mostrándose molesto, pero el Jinete del aire solo suspiro.

—Eso solo significa una cosa... Saben que es una trampa, se están preparando, de todas formas tendrán que venir tarde o temprano si quieren a Hashibi. Es mejor que ustedes 2 no se confíen, no sabemos lo que pretendan— Hablo con seriedad mirando a Azami y Romura.

Ante aquel análisis todos parecieron cambiar su compostura.

—Como puedes saber eso? Estás muy seguro de tus palabras— Cuestino Kishan mirando fríamente a su compañero, cosa a la cual las otras 2 Jinete y Kaydō estaban esperando respuesta.

—cuando me enfrente al Kyubi... Tuve la sensación de que ya me conocía, parecía saber lo peligroso que era antes de siquiera enfrentarnos, con solo verme se oculto... A pesar del gran poder oculto que tiene, en ningún momento pensó que podría ganarme, puede ser que sea bien sensor... Pero, estoy seguro de que el sabía lo que estaba enfrentado... Tengo la teoría de que ellos ya saben de nuestra existencia— Hablo Hank con seriedad mientras se llevaba la mano al mentón.

Todos se quedaron en silencio, pero finalmente la mirada de Hank se poso sobre otro de sus compañeros.

—Tu que opinas... Azami? Tu tuviste un encuentro cara a cara con su compañera— Cuestino el peliblanco.

La Jinete del rayo se quedó en silencio sin decir nada, parecía soml analizar.

—Cuando fui a matar a la Hyuga en el país de rayo... Ella me miró con un profundo odio y temor al mismo tiempo, su reacción cerebral... Indicaba que estaba muy alterada en mi presencia. Pero, sinceramente atribui eso a su estado, completamente herida y acababa de perder un brazo. Aún así, tuve esa sensación de que me odiaba— Comentó la mujer.

—Ellos 2 han interferido demasiado... Tengo la sensación, de que no es casualidad... Además, he estado analizando lo ocurrido con Orba— Agrego Hank a lo que Kaydō se fijó completamente en el.

—A que te refieres?—

—La mocosa que se enfrentó a Orba... Dijo algo muy interesante "iba a robar algo de Konoha, y engaño a Kakashi de que le iba a revelar secretos"— Empezó Hank a lo que Kishan levanto una ceja.

—A que te refieres? Ve directo al grano—

—Piensenlo un momento, le hermandad fue destruida, esa mocosa no tenía conexiones con nadie en el exterior tal y como ya nos lo dijo Azami, no era más que una rata de laboratorio encerrada en un bosque perdido en las profundidades del mundo... ¿Cómo es que si quiera conoció a Kakashi?... Simple, ella desapareció de la vista de los 7 pecados luego de pelear contra el Kyubi y la Hyuga. Pelea, dónde gracias a Azami, sabemos que Kakashi estába en las cercanias.— Análiso el Jinete para luego apretar el puño —En serio, ustedes creen que esa mocosa iba a robar algo de Konoha cuando ya no existía la hermandad? Cuando nadie la conoce? Exponiendo su cara de esa forma?... Je... Es absurdo.—

Una vez hecho ese análisis, todos los demonios parecieron sorprendidos...

—Ya veo...— Agrego Azami mientras daba continuidad —Ella debió encontrarse con Kakashi, debieron haber hablado y hacer algún tipo de alianza... Luego fue al bosque de la hermandad nuevamente... Justo donde estaba el niño zorro y la niña Byakugan... Entonces, ahora sabemos que los 3 están vivos... Probablemente, la hermandad de asesinos también lo este, en algún lugar... Después de todo, Naruto pudo teletransportarlos, aunque esa parte solo es especulacion, puesto que pudieron haber escapado por caminos separados, pero, la unica forma en que escaparan es que supieran que iban a ser atacados, lo que coincide con el sexto sentido de esa mocosa—

—Asi es... Ahora, solo miremos lo siguiente... Naruto tenía un sello de suprecion, para usar el Hiraishin alguien tuvo que romperlo... Uno de los pecados capitales era capaz. Cómo dices... Debieron escapar al saber que serían atacados por un arma de gran escala. Ella tubo que haberles dicho, no me cabe duda, según lo que dijiste de ella, quería liberar a otros asesinos cuando era niña... Porque los dejaría morir con tanta tranquilidad? Claramente no lo hizo— Contesto Hank.

Romura se acomodo los lentes analizando la situación.

—Ahora que lo pusiste de esa forma Hank... Es muy sospechoso, las memorias de Orba muestran que ella estaba moribunda al momento de acabar la pelea... Crees que haya tenido algo que ver con Naruto?—

Hank frunció el seño antes de contestar —No lo creo... Estoy completamente seguro de ello. Porque... Ella le mintió a Orba sobre su propósito en Konoha, detallo innecesariamente como salió de la hermandas antes de que explotara... Cuando dijo que era mala mintiendo. Claramente, esto solo le deja una conclusión, ella ya sabía de la existencia de Orba y estaba intentando proteger el secreto y muy probablemente al propio Kakashi, quien supongo también sabe de nositros... Probablemente ella ya sabía que lo que le dijera a Orba lo sabríamos nosotros, por lo que sabe de la existencia de Kaydō... sin mencionar que te menciono antes de matar a Orba... pero simplemente tome eso como que oyó tu voz al usar la energia de Orba—

—Porque no dijiste nada de esto antes Hank!? Si ya lo sospechabas!?— cuestiono Kaydō notablemente molesto.

—Queria confirmar mis sospechas primero... El hecho de que ellos se hayan tardado en tomar acción cuando a estás alturas ya deberían saber la ubicación del Hashibi, me deja en claro que saben que es una trampa... Saben que los queremos muertos, y saben de nuestra existencia y lo peligrosos que somos— Dijo el Jinete del aire para luego sonreír por primera vez —En efecto, ella fue una mala mentirosa... Gracias a su error y el de Naruto al encontrarse conmigo, sabemos esto—

—Te vez extraño cuando sonríes Hank...— Comentó Romura con una gota de sudor en la nuca.

—En ese caso, nuestro plan es claro... Deben matarlos en la isla tortuga, prepárense para lo que sea que estén pretendiendo... Y finalmente, una vez acabemos con ellos y con Madara... Vamos a matar a Kakashi, no sin antes sacarle la verdad, dónde está Goremane y que otros aliados tienen, mataremos a todos y todos sus cercanos, por precaución— Ordenó Kaydō.

—Me parece una acción inteligente— Contesto Hank asintiendo con la cabeza.

—Pero, porque no mejor capturamos ahora mismo a Kakashi y le sacamos esa información!? Sabemos dónde está, sabemos que podemos matarlo ya mismo, si el sabe algo, entonces lo haremos ahora— Propuso Kishan, pero Kaydō lo rodeo de su energía antes de hacerlo caer al suelo mientras se retorcía —AGH!—

—Idiota, si hacemos eso, van a saber que nosotros sabemos de su alianza, sabrán que tramamos algo mas... No deben sospechar, así mantendremos parte del elemento sorpresa... Sin mencionar, que no sabemos si ellos tienen más aliados que Kakashi... Si hacemos eso, los aliados podrían tomar precauciones. Hay que hacerlo cuando ellos desaparezcan del mapa!— Una vez dicho esto, Kaydō solto a Kishan quien respiro pesado.

El demonio supremo se fijó en Romura y Azami.

—Acaben con ellos... Sin piedad ni juegos, muerte rapida y limpia—

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Una semana después...

En un plano completamente blanco, se podía ver cómo Naruto luchaba ferozmente contra su parte malvada.

—¡Ya ríndete! ¿Acaso nunca vas a admitir que esto es ridículo? —exclamó el Naruto malvado mientras observaba al original.

—¡Nunca! Ya llevamos mucho tiempo peleando... ¡Entiéndelo, yo no soy tú! ¡Soy mejor!

—¿Mejor? ¡Siempre pierdes! ¡No has logrado nada! Dejaste morir a Hinata, dejaste morir a Rumo, dejaste que Konoha fuera arrasado por Shukaku y Orochimaru, dejaste que esta otra Hinata los matara a todos. Luego, permitiste que te sacaran de la aldea, permitiste que te derrotaran los Pecados Capitales. ¡Permitiste la muerte de Obito! ¡Permitiste que capturaran varios Jinchūriki! ¡Permitiste que se perdiera el tiempo aquí "entrenando"! Todo por un poder que nunca podrás dominar.

Naruto se quedó en silencio, agachando la cabeza.

Naruto sonrió mientras recordaba a Hinata, Jiraiya, Kakashi, los otros tres Jinchūriki, Mei, Haku, Aneko, Itachi, Karin, etc.

—Sí... He cometido... muchos errores... Pero eso me hace quien soy. Eso me hace querer mejorar. ¿Y sabes algo? No me arrepiento de nada. Ya está hecho, y sé que llorando sobre el pasado no lograré nada. Lo que quiero decir es que...

—¡Cállate! —exclamó el Naruto malvado, lanzándose con un rasengan en mano.

Naruto cerró sus ojos mientras podía ver varias siluetas allí...

Sus padres... Sus compañeros de la otra vida... La otra Hinata... Tsunade, Jiraiya, Obito... Incluso a Sasuke con un aspecto de 12 años...

—Yo... Me perdono a mí mismo y sigo adelante —declaró Naruto, abriendo sus ojos mientras algunas lágrimas salían de sus ojos...

—¡AGH! —El Naruto fue abrazado por el verdadero... Sus ojos oscuros y rojos se deshicieron, siendo normales...

Él soltó una lágrima antes de desaparecer también.

—Je... Así que no era matarme a mí mismo... —pensó Naruto, finalmente abriendo los ojos ahora frente a la jaula de Kurama.

—Jeje... Así que finalmente dejaste de perder el tiempo, mocoso inútil —dijo el zorro mientras Naruto empezaba a caminar hacia la jaula.

—Aquí vamos... —pensó él mientras abría su chaqueta, dejando ver el sello en su abdomen.

Kurama pudo ver cómo la mano del rubio se llenaba de sellos y cinco flamas de chakra en sus dedos... Se trataba de la llave del sello, otorgada por Jiraiya.

El Jinchūriki colocó su mano sobre el sello y empezó a girarlo...

*clank...*

La cerradura chirrió mientras empezaba a abrirse lentamente en espiral.

Finalmente, el cerrojo se deshizo... Y la puerta se abrió totalmente. El rubio caminó en dirección a Kurama con una sonrisa.

Ambos se miraron con determinación, extendieron el puño... Sus puños chocaron y finalmente Naruto sonrió antes de voltearse.

—¡Ya estamos listos, Kurama! —exclamó mirando a la puerta.

—¡Sí!—

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En el exterior, Yagura y Roshi se vieron sorprendidos al ver cómo el Jinchūriki del Kyūbi era rodeado por un aura completamente dorada, con una gabardina del mismo color.

—¡Estamos listos!

—¡Qué poder tan increíble!

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En el valle de los lobos...

Hinata estaba en una gran roca, en la costa... Ahora, no tenía hormigas... Estaba enfrentando una tormenta mientras el agua azotaba contra ella...

Pero ella no se inmutó... Simplemente permaneció quieta, ignorando la lluvia... Era como si ella misma fuera una roca.

—Paz... —pensó Hinata

Hosenki observó con una sonrisa, mientras unas marcas se dibujaban en la parte inferior de sus ojos. Eran como varias puntas que descendían suavemente donde deberían ir sus ojeras...

Las facciones empezaron a cambiar: las garras, los colmillos, las orejas, el cabello... Pero ella permaneció tranquila.

—Yo puedo... —pensó mientras su mente se empezaba a llenar de una inmensa oscuridad... Podía ver una niebla roja...

En un lugar completamente negro, ella se encontraba en su forma base... Con los ojos cerrados.

—¡Matar!

—¡Torturar!

—¡GRR!

Ella podía escucharlos... Eran sus instintos. Al abrir los ojos, pudo ver una versión de ella misma, con un aspecto completamente salvaje, andando en cuatro patas y con una mirada llena de salvajismo.

—¡ASESINAR!

—¡RASGAR!

—¡DEGOLLAR!

—¡HAMBRE!

Hinata solo respiró mentalmente mientras se colocaba en pose de loto, solamente enfocandose en ella.

—No soy yo... —habló mientras la bestia seguía gruñendo y más palabras sonaban en su cabeza.

La Hyūga solo sonrió mientras sentía cómo aquella neblina roja la empezaba a rodear... Empezaba a sentir cómo fluía a través de ella de forma suave y armoniosa...

Poco a poco, las voces empezaron a desaparecer mientras ella sentía cómo su cuerpo se sentía más fuerte...

—Yo... Soy una con la naturaleza... Y una conmigo misma...

Finalmente abrió sus ojos con una sonrisa, estando frente al mar, mientras mostraba sus ojos, que eran de un tono rojizo con pupilas negras.

Se puso de pie mientras era cubierta por un aura de rayos de color negro muy oscuro.

Una ola viajó en dirección a ella, pero ella desapareció en un destello oscuro... La roca donde se encontraba se despedazó.

Lo siguiente que se pudo ver fue cómo la enorme ola fue partida por la mitad mientras ella estaba a más de 30 metros del suelo.

—¡YA ESTOY LISTA!—

Mientras Hosenki observaba desde su lugar con una sonrisa orgullosa.

—¡Lo lograste, mocosa! ¡Eres la primera sabia de las bestias!

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Mientras... En un lugar lejano.

Se podía ver lo que parecía una cueva... Era un lugar enorme pero oscuro.

Una figura caminaba por allí. Usaba una túnica negra, su piel era blanca, cabello cubierto con una capucha y usaba lo que parecia una mascara de madera blanca, eraun hombre que se desplazaba en silencio.

—Un mal presagio se acerca... Puedo sentirlo, tal parece que esos demonios van a hacer de las suyas —comentó con una voz calmada, pero a su vez mostrando seriedad.

La figura dio varios pasos más, mientras apretaba los puños.

—Va siendo hora... de que un dios intervenga —dijo antes de salir de la cueva, viendo un enorme paisaje que era una región montañosa.

La batalla más peligrosa de todas estaba muy cerca...

Fin Capítulo 79