✨XI: Un pasado inesperado pt2✨
Hace cien años.
Aldea de cristal.
Shitomi caminaba por los caminos de piedra de aquella aldea. Ésta era situada a una larga distancia de la aldea guardián, aquella donde el bosque era en su mayoría espeso.
Su misión era buscar a Jongho, el cual era muy famoso por ser capaz de crear todo tipo de gemas y joyería con poderes sobrenaturales; incluso podía crear espadas y cetros. Su papel era importante, pero claro que para un trabajo de él debías ser sincero; pues el podía leer las intenciones, así que mentirle era un grave error.
Cuando por fin llegó al comienzo de la aldea; miró con curiosidad a las personas que se encontraban laborando en cultivos y en el pequeño mercado que ésta ofrecía. Luego de caminar por casi dos días y acampar en la intemperie, Shitomi llegó a la cabaña de dicho alfa, tocó la puerta de manera insistente; un claro aviso que era Shitomi.
Un molesto y confundido alfa abrió, sus ropas se encontraban sucias por trabajar desde el amanecer y en su rostro habían rastros de sudor, mirando sorprendido a quien estaba del otro lado de la puerta. Su vieja amiga. -Shitomi... Que sorpresa.
-Jongho, Hola. - saludó con una sonrisa, entró de lleno a la cabaña y las luces tenues le recibieron junto a un desorden total, muy normal en su amigo de infancia.
-Ha sido un tiempo... ¿A qué se debe tu honorable visita?
Ambos tomaron asiento en el viejo comedor, las sillas eran cubiertas por una almohada de cuero en la parte del asiento y en las patas llevaban una goma para que estas no se dañaran en el piso que igualmente era de madera.
-Bien... Vengo a solicitar de tus poderes... Necesito que crees algo que sea protector, fiel y puro.
-¿Qué es lo qué quieres específicamente? ¿Te envió algún guardián...?
Ella le sonríe negando. -Claro que no... Es algo con el cual se protegerá al próximo legítimo del poder espiritual... No puedo hablarte más sobre esto solo necesito que hagas tres gemas; una azul, otra morada y la otra dorada.
-¿Tres... Qué tramas?- preguntó mientras sacaba el boceto de algunas gemas de las cuales había creado. Quizás el hecho de ser amigos era ventaja para no preguntar más, Shitomi siempre decía lo justo y necesario. -Escoge el diseño... - terminó cediendo.
Aquello sacó una sonrisa en Shitomi, revisó el boceto que le había sido entregado y su atención se colocó en una en específico. -Quiero este diseño en las tres. ¿Cuándo estarán listas?
-Por las cualidades que deseas, significa que las tres deben conectarse cuando estén en las manos correctas, Agregaré pequeños detalles de los cuales te enterarás en cuanto te las entregue. -guiñó su ojo, y señaló el diseño de la gema deseada con un alfiler.
-¿Entonces...?
-Ven dentro de siete días... Las tendrás al atardecer.
-De acuerdo... Por cierto deberías de comer más, estas todo flacucho.
-Calla mujer, tu estás peor... -molestó. -Nos vemos pronto.
Shitomi rió divertida mientras se alzaba de su silla. -Adiós Jongho.
Ambos se despidieron, Shitomi retomó su camino; era exhaustivo viajar dos días solo para estar una hora allí.
Regresó a la aldea guardián y se encerró en su cabaña, estaba ansiosa de lo que ese viejo podría lograr.
Siete días después.
-Aqui tienes... - Jongho entregó las tres gemas colocadas en un bello collar bañado en oro.
Aquello dejó sorprendida a Shitomi. -Son hermosas... ¿Qué les hiciste?
-Tienen la capacidad de crear un campo de energía fuerte, nada podrá ingresar si éste se activa. El responderá cuando esté con su dueño, puede elegir hasta tres; sin embargo el verdadero solo es uno así que si es puesto en uno que no lo es puede quemar al ser puesto. El medirá el corazón noble de la persona y de acuerdo a ello podrá ser elegido.
El tercero es un poco diferente... Está creado para quien comparta la vida con el omega.
Cuando la marca sea realizada debes entregárselo. -explicó.
-¿Cómo... Supiste eso? -dijo impresionada Shitomi.
-Pude leer tus intenciones la vez anterior... Debes querer mucho al legítimo como para querer este tipo de collares.
-Tu lo has dicho. -aceptó rendida.
La plática fue extendida, Shitomi estuvo contenta con el resultado y agradeció a su viejo amigo por el arduo y perfecto trabajo.
Entonces fue así como las tres gemas fueron creadas.
La gema morada fue entregada a ChoA, luego esa sería entregada a su segundo dueño... Quién sería el legítimo.
La gema azul se quedó con Shitomi quién establecería la conexión al bebé recién nacido.
La gema dorada aún no era entregada a su verdadero portador. El alfa del omega legítimo era el único dueño de ese collar y Shitomi lo había guardado con ella todo ese tiempo.
La verdad sería contada en su debido tiempo aún si algunas personas estuvieran en contra de ello.
Actualidad
-Está despertando. - ChoA habló a la beta que estaba al cuidado del omega. Sowon movió el paño húmedo pues JiMin aún seguía con temperatura.
Bajo la atenta mirada de ambas el omega se removió en la cama, su ceño se frunció en cuánto sus ojos se abrieron, la claridad le molestó al principio, pero al menos podía despertar, no queriendo recordar como tuvo miedo de estar encerrado en la oscuridad, donde pensó que jamás saldría.
Entonces aquello que fue inesperado para él, salió de sus labios, siendo consciente de que no era solo su omega llamándolo sino él también, quería verlo. -Y-yoonGi...
Aquello descolocó a ChoA, no se esperaba que ese nombre saliera primero de la boca de JiMin, no cuando ella estaba frente a él. No cuando según ella no había una buena relación...
JiMin miró fijamente a su madre, recordando lo que Shitomi le había dicho en medio de su letargo; y que ahora cuando veía a su progenitora la incomodidad era evidente, pero no dejaría que esta lo descubriera.
En su lugar una sonrisa fue extendida. -Mamá.
Al parecer su madre no se dio cuenta de que fingía porque se acercó a besar la frente de su hijo y le sonrió. -JiMin, al fin despiertas.
Aquello le hizo fruncir el ceño confundido. -¿Cuánto dormí?
-Dos días. - JiMin miró de donde provenía aquella grave voz, sonrió tímido al ver en el umbral de la puerta a cierto alfa.
-YoonGi hyung. - dijo con toque nostálgico y de alivio, esperando que él no se diera cuenta de que lo había llamado al despertar, porque no podía borrar aquellos recuerdos de ese mismo alfa, llorando y con una tristeza al verlo caer en ese estado, porque lo único que le mantuvo fuerte en ese tiempo fue nadie más que YoonGi.
ChoA se levantó cuando entendió la clara mirada de YoonGi sobre ella. -De acuerdo iré a buscar que hacer.
-Gracias. - el alfa habló con tranquilidad, pues en ese tiempo donde JiMin estuvo dormido pudo comprender muchas cosas que antes se negaba a aceptar; entró de lleno a la habitación, su sonrisa no se perdió en ningún instante. No cuando la felicidad de ver a JiMin bien crecía dentro de sí.
Cuando se encontraron solos, JiMin pudo soltar su respiración. Fingir era trabajo difícil.
-¿Estás bien?- YoonGi le miró preocupado, pero aquella sonrisa logró calmarlo un poco.
-Ahora lo estoy... -JiMin borró su sonrisa cuando reparó en algo; una imagen vino a su mente, YoonGi había sido lastimado también. -Hyung, u-usted... S-su herida.
-¡Oh! No es nada, soy inmortal recuerdas. - si bien YoonGi rió por lo último, el omega no lo hizo, no cuando recordó aquellas palabras.
«Te casarás con él para obtener la inmortalidad
Ellos quieren aprovecharse de ello...»
JiMin aún no sabía que quería decir con: ellos.
-JiMin... ¿Sucede algo verdad?
El alfa miró ésta vez serio al omega, éste asintió suavemente. -Es algo delicado... Hablaremos luego de eso.
-De acuerdo. - dudó. -Me preocupaste mucho Jiminnie.
Jiminnie...
Aquello movió algo dentro del omega. Pero cuando el alfa se dio cuenta era demasiado tarde. -Hyung...
-Eish, yo... No quise...
JiMin rió conmovido al ver el leve rubor en las mejillas pálidas de YoonGi. -Shht. - calló poniendo su pequeña manita sobre la boca del alfa. Éste lo miró aún más sorprendido. -Me gusta... -sonríe. -Me gusta como suena Jiminnie.
El omega le miró tímido, a veces no podía controlar a su alocado corazón. Pero debía hacerlo...
-¿Entonces está bien?- el alfa preguntó mirando fijamente al omega.
JiMin solo pudo asentir, aquella mirada le estaba provocando muchas cosas. Pero nada se comparó a cuando sintió los finos y tibios labios sobre su frente. El alfa le había besado tan suave y delicado que cuando reaccionó, YoonGi estaba cerca de su rostro. Aún no. Se dijo asimismo. -YoonGi...
Pero él no se movió ni un centímetro. -No vuelvas a preocuparme de esta manera otra vez... - susurró. -La próxima vez no podré controlarme Jiminnie.
El omega no podía saber a que se refería, no cuando los ojos de él estaban puestos sobre sus labios.
Aquello le descolocó un momento, carraspeó nervioso y trató de retroceder, aún cuando su cuerpo estaba débil, intentó separarse, no podía permitirle besarle, no cuando aún habían cosas que aclarar y hablar. El alfa al parecer entendió y se separó rápido.
Cuando el omega estuvo sentado pero con su espalda recostada sobre el acolchonado respaldo de la cama, se permitió mirar aquellos ojos ahora de un tono gris. Siempre se había preguntado por qué cambiaban de color.
-JiMin...
-Descuida, es solo que debo hablar contigo sobre algo y dependiendo de eso, podré tomar mi decisión.
-¿Y por qué no me lo dices ahora? Digo... Yo también debo hablar contigo...
-Porque es algo delicado... - movió su mano invitando al alfa a que se acercara, éste se acercó y tragó en seco cuando JiMin posó sus labios sobre su oído. -Debemos hablar hasta que mamá se vaya... Ella no debe saber nada. -Susurró. -¿Entiendes?
-Lo hago... - el alfa susurró igual; se alejó quedando en la posición inicial. -Debes tener hambre. ¿Te traigo la comida?
El omega asintió. -Si... Solo no me traigas demasiada. -advirtió, recordando la vez anterior.
YoonGi le sonrió cómplice. -Vendré enseguida.
YoonGi se levantó, pero la voz de JiMin le detuvo, sonriendo se giró poniendo atención.
-Podemos... ¿Comer juntos?
El corazón de YoonGi latió desmesurado y ni hablar de su lobo quien movió la cola contento. -Claro.
-Te espero entonces.
Y con eso, YoonGi salió de la habitación, se encaminó por los pasillos que ahora le parecían eternos, cuando por fin llegó a las inmensas escaleras las bajó corriendo y dobló dirigiéndose a la cocina.
Ésta se encontraba sola y limpia pues a esa hora las betas y omegas se encontraban descansando, YoonGi comenzó su labor. Sirvió en un plato hondo, sopa de verduras, sabía que el omega tenía el estómago sensible en esos momentos así que no podía comer cosas pesadas. Tomó la bandeja de plata y colocó el plato con la sopa; tomó dos manzanas y las partió en rebanadas perfectas y las colocó en un plato llano; lo último fue servir jugo de naranja.
-Señor YoonGi. - la voz de Jihyo, una de las cocineras encargadas de la cena, le sacó un brinco del susto. Se giró para mirarla enojado.
-Casi me matas del susto. ¿Qué quieres? -dijo al ver la timidez en ella.
-Yo vine por agua... ¿Eso es para el joven JiMin? - preguntó curiosa, no evitando que frunciera el ceño confundida por el jugo de naranja.
-Si ¿por?
Ella negó divertida. -Si toma jugo de naranja le hará daño, por su estado es mejor tomar té o agua. -Ella retiró el vaso de la bandeja para colocar la taza de té verde.
-Este le ayudará a relajar su estómago.
-Oh, gracias... No sabía.
Jihyo tomó el vaso de agua y se preparó para salir. -Cualquier cosa no dude en llamarme.
El alfa asintió agradecido. -De acuerdo, puedes retirarte.
Él también se preparó para salir, agregando un poco de comida para él. -Llevaré pastel para apantallar que no puede comer.
Una sonrisa malvada se formó y tomando la bandeja salió de la cocina para dirigirse de nuevo a la habitación del omega.
Cuando llegó, el omega se encontraba aún en la posición anterior pero se le notaba perdido. Aquello removió algo en YoonGi pues se había dado cuenta cuánto odiaba ver de esa manera al omega.
-¡Traje la comida Jiminnie! - exclamó sonriendo. El omega salió de su letargo y miró al alfa quien se iba sentando ya en la cama, esta al ser muy grande dejaba que pusieran la gran bandeja y ellos se acomodaran frente a frente, JiMin ya se sentía mejor así que dejo sus pensamientos de lado para así disfrutar un momento al lado de YoonGi.
El aura entre ellos ahora era más llevadera y tranquila, parece que ambos a pesar de sus miedos y batallas, comenzaban a entenderse y dejarse llevar.
Ellos comenzaban a aceptar su destino.
¡Hola de nuevo!
Gracias por la espera... Aunque en mi defensa les estaba preparando el maratón así que empecemos.
1/3
Les dejo al Yoonmin😍
Gracias por leer💙 TENEMOS PORTADA NUEVA! Gracias a DejaVu_Editorial y Antnellavx 💙☺
Hotcakeworld✨
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