Capítulo 3
Capítulo 3:
❝Sobre como nuestra patética villana debe encontrar una nueva morada❞
Nuestra patética villana se abraza las rodillas contra el pecho mientras piensa cómo salir de su actual situación. Necesita un nuevo apartamento… o directamente una casa propia. Cualquier cosa le servirá, siempre y cuando tenga un techo con el que cubrirse de la lluvia y el frío. O quizás podría crear un quirk que le permitiera crear su propia casa, ¡cómo en Fortnite! ¡O en Minecraft! Aunque, claro, debería pensar con detenimiento cómo hacer algo así, y para eso debería examinar los juegos en cuestión, y para hacer algo así necesitaría su computador, que no tiene consigo en ese momento.
Suspira fuertemente y saca su libreta para anotar. “Qué hacer” escribe con temblorosas manos, y lo piensa unos momentos, “conseguir una casa: barata, pequeña, con wifi”. Observa sus manos unos momentos antes de seguir. “Computador gamer”. Y ahora observa el cielo. “Una cama cómoda”. “Y un ventilador”, porque se acerca verano. Observa su descuidada lista y lo piensa unos momentos.
“Por ahora me quedaré en un hotel” piensa y se pone de pie mientras guarda nuevamente su libreta. Y, entonces, mientras se dispone a buscar un pequeño hotel que acepte su patética presencia y su sucio dinero, mientras se acomoda su bolso, mientras da unos cuantos pasos, un vulgar ladrón como cualquiera corre al lado de ella y le arrebata su única posesión. Este repentino acto la pone nerviosa, no por su dinero, pero por su USB y sus anotaciones.
Lastimosamente, su callada actitud le impide siquiera gritar por ayuda. Está dispuesta usar nuevamente el quirk de Kamui Woods, pues es el más conveniente para inmovilizar a su ladrón. Sin embargo, antes de poder pensarlo correctamente, las vendas que antes la salvaron inmovilizan al villano y recuperan su bolso casual. Dichas vendas lo liberan de inmediato, y el sujeto sale corriendo.
—¿No deberías detenerlo y llevarlo a la cárcel? —pregunta, con un eterno tono tranquilo, indiferente y desinteresado, señalando al lugar donde antes se encontraba el villano.
—Déjaselo a otro héroe —responde simplemente, devolviendo el bolso.
—Gracias. Adios.
El cabello de héroe se eleva y sus ojos brillan antes que ella pueda volverse invisible una vez más. Se mira las manos, confirmando que sigue siendo bastante detectable a la vista, y ante esto arruga la nariz.
—No tienes licencia para usar tu quirk.
—Vaya problema. ¿Qué harás al respecto? ¿Llevarme a la cárcel?
—No… Con una condición.
—¿Qué quieres?
—¿Cuál es tu nombre?
—Hana —miente habilmente, desviando la mirada—. Akahashi Hana.
—¿Qué hay de tu quirk?
—No.
—¿No?
—No te lo diré.
En un ágil movimiento le pica los ojos y aprovechando el momento se vuelve invisible y camina tranquilamente, sabiendo que su quirk no puede ser anulado pues “no entra en su campo de visión”.
—Oe, eso es jugar sucio —reclama, golpeando el aire con sus cintas hasta encontrarse con ella. La atrapa fácilmente y la atrae a él. Ella se resigna y vuelve a ser visible.
—Solo quiero irme a dormir, Eraserhead. Por favor, déjame libre. Hablaremos otro día.
—No me parece un trato justo.
—Como sea, no pienso hablar hasta que me dejes libre. Necesito un hotel… o un motel, que seguro es más barato. Mañana buscaré una nueva casa, y luego un computador, luego una cama… —guarda silencio unos momentos, y eleva sus cejas al darse cuenta de su error—. Ah. Claro. Que boba soy. ¿Cómo podría tener una computadora sin un lugar donde colocarla? No podría jugar en el suelo —saca nuevamente su libreta y vuelve a anotar “escritorio”, “silla”, “refrigerador”—. Gracias por eso. Ahora, héroe, ¿podría ubicarme en un hotel, o motel, que seguramente es más barato? No busco un lugar de cinco estrellas, solo uno con wifi.
—Realmente eres un caso perdido, eh.
—Si tú lo dices.
—No hay hoteles ni moteles baratos en la zona, y ya no pasan trenes a esta hora.
—¿Me vas a proponer algo cliché como que me quede a dormir en tu casa?
—¿Aceptarías algo cliché como quedarte en mi casa?
—Con mucha gratitud, sí.
—Bien. Sígueme. Pero manten esto en secreto.
—No aflijas. No tengo intenciones sucias como delatar tu ubicación.
—Te daré el beneficio de la duda, niña.
—Agradezco tu confianza.
Ambos caminan tranquilamente por lo que queda de parque, en silencio. Kana coloca una mano sobre sus quebradizos labios, y duda unos momentos sobre si leer sus pensamientos o permanecer eternamente cuestionando sus intenciones; no piensa que lo haga totalmente de buena fé, no hay nadie que haga algo como eso solo porque sí, sabe que la vida no es un tierno anime de romance en la que el verdadero amor surge luego de intercambiar una mirada y unas pocas palabras. Aunque sea un héroe, sigue siendo un humano, y los seres humanos no pueden dejar de tener un poco de maldad albergada en sus corazones.
El pro héroe se quita los gogles unos momentos para intercambiar rápidas miradas con nuestra patética villana. Sus cansados ojos negros se topan con sus cansados ojos ámbar, y ella le observa fijamente por largos momentos.
—¿Cómo un hombre tan poco atractivo como tú puede ser un héroe tan genial?
—¿Ah? —gruñe, molesto por el comentario.
—Todos los héroes son guapos. Y los que no son guapos usan una máscara que luce cool. Tú, en cambio, eres poco atractivo. No feo. Solo poco atractivo. Mira tu cabello, tus ojeras, tu bigote y barba te hacen ver sucio.
—Bueno, tú tampoco tienes la apariencia más encantadora —se defiende de inmediato.
—Tienes razón… Pero yo no soy una heroína.
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