Al escuchar el ultimo timbre del día me hace sentir algo vacía y no se el porqué, guarde de forma perezosa mis cosas en mi mochila. Solté un suspiro antes de salir del aula, era una de las ultimas en salir a los largos pasillos de Ashton High, pero me desvié un poco hacia el aula de música. Necesitaba desahogarme y para mí la mejor manera siempre ha sido tocar el piano.

Cuando llegué las luces se encontraban apagadas así que las encendí iluminando el lugar, camine decidida al hermoso piano de madera que se encontraba en medio de la sala, rodee algunos atriles antes de llegar a este.

Al llegar trace una línea invisible con mi dedo índice desde un costado del piano, acariciándolo con anhelo.

Tome asiento, en ese momento sabía que canción tocar y que cantar ante tal melodía.

Acaricie con lentitud cada tecla del piano sintiendo su helada superficie en la ñema de mis dedos, respire hondo antes de comenzar a tocar una melodía que tal vez pocos o algunos deberán reconocer.

Su melodía comienza lenta y en su cuarta nota mi voz comienza a inundar la estancia completa.

Qué pena que no seas la infinitud.

El tiempo desgasta hasta él propio tiempo, que si algo fuese alguien, fueras tú, ojala te siga escuchando en el viento.

Mi piel sigue teniendo tu necesidad. Mis manos siguen buscando tu cuerpo, mi mente no sabe lo que es la paz.

Sigo buscando sombra en el desierto.

Dime, ¿Quién ama de verdad?

Y deja de lado los argumentos, si no nos queremos ni nosotros, ¿porque regalar nuestro tormento?

¿Por qué buscamos la mitad?, si estamos de sobra enteros por dentro.

No quieras con él corazón tan roto.

Si amarte es exigir, te no te quiero.

Perdóname, pero quiero aprender a tocarte y no sé.

Tengo más miedo por ti que por mí, joder.

Tengo que aprender a quererme y no a querer.

Si me pierde en ti, ¿dime quien me encuentra?

Si solo soy feliz, cuando está abierta tu puerta.

Si éramos un sueño, dime, ¿quién nos despierta?

Sigo sola en él banco porque nadie se sienta.

Quiero reflejarme en tu mirada una vez más.

Que pueda abrazarte y no me vueles, mi gyal.

Quiero ver como tu cuerpo va.

Quiero ver como ti cuerpo va.

Quiero reflejarme en tu mirada una vez más.

Que pueda abrazarte y no me vueles, mí gyal.

Quiero ver como tu cuerpo va.

Quiero ver como ti cuerpo va.

En esta pequeña pausa que hice, sentí como una energía fluía de mi cuerpo, como lazos negros se deslizaban por el suelo haciendo temblar todo a su paso, pero escuchar como todo a mí alrededor vibraba un poco no me hizo detener, solo continúe con el resto de la canción.

Una batalla entre mis miedos contra tu verdad.

¿Quién salta al vacío teniendo él de adentro?

Juro que hice las maletas queriendo volar...

Y las deshizo él temor a lo que siento.

Dime, ¿Quién ama de verdad?

- En eso una pequeña lagrima se deslizo por mi mejilla haciendo sonreír con melancolía -

¿Quién no se va romper por dentro, cuando tengas alas de dar encontrar de tu propio tormento?

Quiero reflejarme en tu mirada una vez más.

Que pueda abrazarte y no me

Vueles, mi gyal.

Quiero ver como tu cuerpo va, perdiéndose en él mío sin saber a dónde atrás.

Quiero reflejarme en tu mirada una vez más.

Que pueda abrazarte y no me vueles, mí gyal.

Quiero ver como tu cuerpo va.

Quiero ver como ti cuerpo va.

Quiero reflejarme en tu mirada una vez más.

Que pueda abrazarte y no me vueles, mí gyal.

Quiero ver como tu cuerpo va.

Quiero ver como tu cuerpo va, perdiéndose en él mío sin saber a dónde atrás.

Quiero reflejarme en tu mirada una vez más.

Que pueda abrazarte y no me vueles, mí gyal.

Quiero ver como tu cuerpo va.

Quiero ver como ti cuerpo va.

Cuando termine de toca las últimas notas, todo quedo en un silencio sepulcral. Cuando escuche unos aplausos a mi espalda pegue un pequeño brinco por el susto.

Me voltee con brusquedad - Me asustaste - Digo levantándome y tomando mi bolso para irme.

- No era mi intención - Se disculpa, cuando camine hacia la puerta (Donde se encontraba él) lo observe con detalle, su cabello rubio oscuro se encontraba un poco despeinado, sus ojos demostraban una profunda oscuridad, su tez es blanca y me acabo de dar cuenta de que es más alto que yo, alrededor de dos cabezas creo.

- Tranquilo - Digo volviendo a mirar sus ojos.

- Tráiganla - Escuche como un hombre gritaba.

- ¿Te sucede algo? - Trata de sonar preocupado pero pude detectar un deje de gracia en su voz.

- Yo... eh nada - Sus ojos, sus malditos ojos me llevaron de nuevo a un recuerdo que trate de olvidar para siempre. Pero, me acabo de dar cuenta de que no es posible olvidar algo que te marco de por vida.

- Te encuentras algo pálida

- Tranquilo, me encuentro bien - Digo dispuesta a irme de ese lugar lo más rápido posible.

Antes de que pudiera huir del lugar él me sujeta el antebrazo deteniéndome, lo mire confundida al sentir como un escalofrió recorrió mi cuerpo.

- Solo quiero saber tu nombre - Dice tranquilo antes de soltarme.

- Lucy Silverstone

- Un gusto señorita Silverstone - Extendió su mano y la tome con algo de duda - Soy Wyatt Mikhailou, mucho gusto - Le da un corto beso mi mano antes de soltarla.

Mire por un segundo el pasillo a través de la puerta, pero para cuando regrese la mirada hacia él. Ya no se encontraba por ningún lado, confundida salí lo más pronto del lugar.

Al abrir la puerta de salida del instituto, el frío de otoño golpeo mi cuerpo haciéndome estremecer.

¿Por qué no me traje un abrigo hoy?

Cruce mis brazos escondiendo mis manos para calentarlas un poco antes de comenzar mi caminata hasta my home sweet home, espero y la casa se encuentre sola.

Me coloque los audífonos mientras que caminaba por el aparcamiento hasta salir completamente del instituto, le di la opción de reproducción aleatoria haciéndome que la melodía de Wow de Zara Larsson.

Tarareo y bailo un poco mientras que camino. Amo esa canción, no sé por qué pero me dan ganas de cumplir el significado de esa canción. Yo le diría la canción prohibida, sonrío abiertamente disfrutando la canción.

Al terminar la canción, casi me caigo. Si, casi me caigo. No me había dado cuenta de que mis agujetas se encontraban sueltas, me quite los audífonos así luego no me enredaría al levantarme.

Me agache en cuclillas a amarrarlas - Es raro que se soltaran así de repente - Digo en voz alta - Juro a verlas visto antes de salir, bueno no importa ¾ Digo al terminar y colocarme totalmente de pie para luego seguir mi camino.

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo haciéndome temblar levemente, la sensación de ser observada se hizo presente en todo mi cuerpo, mire a mi alrededor y es realmente extraño que no hubiera nadie en toda la calle o me haya cruzado con algún ser vivo en estas tres manzanas que he caminado, son apenas las cinco de la tarde; sin embargo todo estaba cerrado y el clima no favorecía la situación.

Cuando iba a retomar mi camino escuche un grito, mire a mi alrededor pero de repente una nieva espesa apareció en todo mi alrededor, el sentimiento de miedo me invadió haciendo que mi corazón latiera más rápido.

- ¡Ayuda! - Volvieron a gritar, pero esta vez lo escuche más cerca - Por favor, no - Su voz cada vez más cerca, mire a mi alrededor pero no había nadie. Camine algunos pasos más, no podía ver más allá de cinco metros. La niebla cada vez se hacía más densa.

- No supliques o te dolerá más - Escuche una voz más gruesa que la anterior, pero esta vez supe de donde provenía.

No se cómo, pero me encontraba enfrente de un callejón sin salida. Cuando logre ver lo que sucedía en él, quede totalmente petrificada. Se encontraba un hombre apuntando a un chico que no pasaba de los veinte o eso creo, observe mejor al hombre que sostenía el amar y pude ver como una sombra le susurraba algo a en su oído.

Como si quisiera tentarlo - Hazlo - Pude escuchar cómo le susurraba - Hazlo - Volvió a insistir y esta vez el hombre no dudo y disparo.

Solté un grito de sorpresa lo cual provoco que el sujeto con el arma se diera cuenta de que lo había visto.

- Corre - Escuche como alguien susurraba en mi mente.

No le di demasiadas vueltas y salí corriendo lo más rápido que podía, pero tenía una leve ventaja que había niebla y eso me ayudaba a que no supiera hacia donde iba.

Corrí las tres manzanas que me quedaban por llegar a mi casa, cuando llegue a la esquina de la cuadra donde vivía me detuve. Porque mis piernas flaquearon un poco y mi pecho ardía a causa de mi respiración irregular, sentía una presión en mis oídos por el rápido latir de mi corazón.

Coloque mis manos sobre mis rodillas tratando de recuperar el aliento, cuando sentí que podía continuar. Me erguí al tratar de continuar con mi caminata me estrelle contra alguien.

- Perdón - Me disculpo de inmediato.

- Tranquila, iba algo distraído - Al escuchar su voz gruesa, me dio la sensación de que lo conocía. Pero no sabría decir de donde, lo observe y su cabello como la noche se mecía un poco por el viento, su tez es blanca. Pero cuando mi vista cayó sobre sus ojos de color violeta me invadió de inmediato una incomodidad.

- Yo... Si me disculpa debo seguir mi camino - Pase por un lado a paso rápido, no espere su respuesta.

Cuando faltaba solo dos casas para llegar a la mía, me voltee para mirar y él aún seguía ahí mirándome, como si esperar algo. Trague grueso al girarme y seguí con mi camino.

Cuando llegue a mi casa volví a mirar hacia la esquina y él aun seguí ahí mirándome, con rapidez saque las llaves para poder entrar. Pero mis manos se encontraban temblando, no sabía el por qué.

Cuando las logre sacar de mi mochila se me cayeron, me agache para tomarlas pero...

-Corre - Me levante rápidamente mirando hacia mi alrededor, el extraño hombre ya no se estaba.

No me espere más, trate de calmar el temblor de mis manos pero es algo que no me funciona muy a la buena. Cuando logre entrar, solté un suspiro de alivio. Que día tan raro, pero mi realidad hizo de las suyas al escuchar como mis padres discutían en la cocina.

Por lo que veo ellos no se han dado cuenta de que llegue, seguí mi camino hacia las escaleras para poder irme a mi habitación.

- ¿Por qué no te largas de una vez? - Grita mi madre furiosa.

- No olvides que te puedo echar del lugar y aun así no lo he hecho - Recalca mi padre en el mismo tono.

Al escuchar esas palabras hizo que mi mundo se me viniera abajo, no podía creer tal cosa. Termine de subir las escaleras, camine a paso rápido a mi habitación. Pero al pasar por la de mi hermano, me di cuenta de que él se encontraba sumergido en el videojuego y no sabía nada de lo que sucedía abajo.

Al entrar a mi cuarto me recargue en la puerta deslizándome hasta sentarme y poder abrazarme las piernas.

- ¿Por qué lloras? - Pregunta una voz en mi habitación.

- No estoy llorando - Respondo rápidamente, para cuando caí encuentra de que no está sola en la habitación. Me levante rápidamente escaneando con rapidez la habitación, pero solo alcance a ver como una sombra salía por mi ventana.

Sin saber qué hacer, camine rápido hacia ella y la cerré para luego cerrar las cortinas.

Me senté en mi cama y podía escuchar como mi madre le gritaba algo a mi padre, luego escuche unas pasadas por el pasillo de las habitaciones. Mi puerta fue abierta con brusquedad y yo quede atónica.

- Llegaste - Afirma pero sonó como si lo preguntara con confusión.

- Eh! Si - Digo apretando un poco los labios.

- Alístate que cenaremos a las ocho - Dice antes de cerrar la puerta.

Me recuesto en la cama soltando un suspiro recordando lo que me paso hoy. La confusión de ver a ese hombre de ojos violeta todavía sigue en mí o al ver como una sombra le susurraba algo hace persona con el arma.

No entiendo que está sucediendo, ¿Cómo una sombra puede susurrarle algo a alguien? O ¿Cómo un hombre puede tener los ojos violeta? O ¿Cómo alguien puede esfumarse como si nada?

Preguntas y más preguntas, pero ninguna con una respuesta.