✨' Capítulo 002
Una sola vez en la vida pudo sonreír sin necesidad de sentir miedo o escalofríos. Aquella oportunidad fue mágica y hasta cierto punto importante, pues su corazón dió un pequeño brinco y no por sensaciones malas, al contrario, esa vez fue de nerviosismo y mucha vergüenza.
Era la única ocasión en la cual pudo decir abiertamente que le gustaba ese ángel de orejas grandes y sonrisa extraña, en aquella oportunidad, se permitió ser medianamente normal.
Ser hijo de Asmodeo, jamás fue algo bueno o increíble y por más de que deseara no haber nacido, ya era demasiado tarde. Ahora lo único que podía hacer, era actuar en contra de todo lo que claramente estaba bien para él. Porque sí, su padre sabía perfectamente quien fue el responsable y ahora que podía mover a su gusto a su único hijo, sonreía en victoria.
A pesar de esas cadenas, él lo veía como si fuera un pedazo de carne que podía manejar a su antojo.
—¿Me has entendido?— balbuceo lleno de rabia.
—Sí padre, hará lo que me pidas.— se negó a observarlo, pues sabía que no podría ocultar su cara de asco.
—Mas te vale, porque no voy a permitir que mi único hijo sea un marica.— escupió sangre a los pies de Baekhyun. —Recuerda que tengo vigilancia sobre ti.— sonrió enormemente dejando a la vista sus horribles dientes puntiagudos.
Asmodeo estaba en su forma original de demonio y aunque Baekhyun ya lo había visto en el pasado, no dejaba de darle asco, pues era horroroso y muy desagradable.
No tenía alternativas, estaba encadenado igual que su padre, y aunque estás fueran invisibles solo vivía para un propósito en sí. Causar la muerte del hijo de Samael.
La historia de sus padres no valía la pena, pues siempre tenía que existir un tercero y esa era la maldita maldición con la que había nacido el mismo Baekhyun.
No fue concebido por algún clase de amor, al contrario, solo fue un producto más de su padre para poder cumplir con lo que él claramente no podía. Y aunque estuviera encadenado, él podía mandar a todos lo que quisiera para acabar con su enemigo del amor.
Ahora que veía el panorama y que por supuesto podía respirar lejos de ese sitio, se sentía mal. No quería morir, pero tampoco quería matar a alguien que claramente no conocia, pues su padre solo le dijo lo básico, además, Samael tenía más hijos y matarlos a todos no sería aceptable o coherente.
Tenia que inventarse un plan lo más rápido que pudiese, pues si era cierto que su padre lo mantenía bajo vigilancia, pero también tenía entendido que no todos los que estaban con él pensaban lo mismo y ahí es donde recordó a su medio hermano Kyungsoo.
Aunque los años habían pasado, tenia entendido que estaba un poco cerca y que por supuesto el podría ayudarlo a pensar en algo diferente para no acabar muerto y en garras de Asmodeo, porque aunque fuera su padre, eso no le quitaba el derecho de matarlo en cuanto se enterará que lo desobedeció.
Así que se dirigió a las vías para poder salir de ese maldito sitio lúgubre y con olores asquerosos.
Con su rostro impecable y postura poderosa camino despacio por el pasillo de las almas en pena, a lo lejos podía ver claramente al barquero con nuevas almas dispuestas a pudrirse en ese horrible lugar.
Se lamento profundamente, cada alma mantenía recuerdos hasta que se hundían por si solas en ese maldito río rojizo, después se convertían en un estorbo.
—¡Hey Baek!
Hizo una leve mueca, ahora no estaba como para mantener una conversación decente con alguien y más si este era un lambe pelotas de su padre.
—¿Qué quieres?— cuestionó sin necesidad de parar su caminata.
—E oído sin querer la conversación que tuviste con tu padre.— troto hasta poder llegar a un lado del más bajito. —Y se que no tienes una gran primera impresión de mí, pero, e estado trabajando duro desde antes y descubrí algo.— con cuidado tomo el brazo de Baekhyun para que se detuviera. —Asmodeo sabe perfectamente que tú no eres capas de matar y mucho más si este es el hijo perdido de Samael.
—¿Qué?— esa información si le intereso. —¿Cómo es eso posible?— se zafó despacio del agarre para poder acercarse más a ese idiota. —Ten en cuenta que padre mantiene vigilancia en mí todo el maldito tiempo y si sabe que estás hablando cosas de este tipo te va a matar.
—No.— sacudió su mano derecha. —Es por eso que e estado lamiendo sus bolas desde hace mucho y aunque no estoy orgulloso para nada, de algo me sirvió.— sonrió.
No sabía si creerle o no, y aunque sus palabras fueran en cierta parte interesantes, la pizca de duda estaba ahí en lo más profundo de su estómago.
—Si me llegas a mentir, ten por seguro que voy a matarte.— y no estaba mintiendo, pues era un amenaza en toda la extensión de la palabra.
Si de algo estaba orgulloso era de eso, jamás faltaba a su palabra y es por eso que confesó hace mucho tiempo que le gustaba ese ángel.
—Entiendo, entiendo.— puso sus manos al frente como defensa y las movió de un lado al otro. —Por ahora es mejor salir de aquí y hablar en otro lado. La vigilancia a subido desde que mantuvieron cautivo a un maldito guardián.
Eso era nuevo, en ese horrible lugar existían miles de cosas desconocidas y aunque fuera hijo de un demonio poderoso, eso no significaba que podría saberlo todos con tan solo un chasquido de sus dedos.
—Bien, sígueme. Estaba a punto de ir a las vías para ir a la tierra.— empezó a caminar de nuevo sin esperar al contrario.
Al parecer un alma interesante estaba bajando de barco, porque un guardia de su padre lo estaba escoltando como si fuera un delincuente más, y aunque no era de su incumbencia, le interesaba, algo de esa alma se le hacía conocida. Lo único malo que no sabría jamás es como era en aspecto ya que estás solían ir levitando en forma de humo espeso.
—La academia sin dudas fue una mala experiencia para los omegas, ¿Has notado que nadie aparenta ser lo que debería?— se metió las manos a los bolsillos de su pantalón.
—No.— negó sin importarle realmente.
—Eres mitad omega al igual que yo y aquí eso no es nada, pero en la tierra es todo. Lo malo es que si te emparejas con alguien, automáticamente te conviertes en todo aquí y eso es lo Asmodeo no quiere.— lo miro unos instantes, esperando a que por lo menos notará algo en sus palabras.
Cuando vio que nada paso, suspiro y dió un paso para poder meterse en el portar que daba directo a las vías del infierno.
—¿Una marca?— se cuestionó a sí mismo en el instante en que también dió el paso para entrar.
[•••]
El mundo humano era espectacular a sus ojos, tan libre y lleno de personas com capacidades de decidir sobre sus propias vidas, algo que claramente Baekhyun no tenía, pero que sí anhelaba con todo su pobre y herido corazón.
—El aire está lleno de asquerosidades.
Eso lo sabía a la perfección, los humanos tenían la oportunidad de redimirse, sin embargo, les valía demasiado que su ambiente fuera inestable a causa de esas decisiones.
—Ya lo sé.— se burló. —Tantas oportunidades que tienen y las desperdician de esta manera.— suspiro. —A diferencia de nosotros, ellos tienen el libre albedrío.
—Eso me pone celoso.— se sincero abiertamente. —Tener que vivir bajo tus propias reglas y por supuesto decisiones...— luego negó. —Lastima que son seres incapaces de ver más allá y cerrarse solo a una familia.
Baekhyun lo miro atentamente, claro que entendía a lo que se refería, pues le hubiere gustado estar en los zapatos de esos seres, ser libre y tener que hacer solo lo que tú corazón te dictaba, era quizá lo mejor.
A comparación de ellos, que seguían reglas de un demonio lleno de venganza.
—Ven, hay que ir a ese lugar.— le enseño una tarjeta pequeña dónde describía el sitio exacto al que irían.
—Lo haré, pero antes quisiera divertirme un poco.— sonrió ladino. —Me enteré que por aquí abundan omegas sin hogar.— relamio sus labios. —Las voy a utilizar un poco antes de encontrarme contigo.
—Bien. Pero no llegues tarde.— con seriedad se dió la media vuelta y camino lejos del contrario.
Pues no le interesaba para nada lo que haría, utilizar omegas para un bien sexual no era parte de sus planes, así que utilizaría ese tiempo para visitar a su medio hermano Kyungsoo.
Tenía cosas de las que hablar con él, ya que al estar más tiempo en el tierra, sabía cómo moverse para encontrar a ciertas personas que podrían ayudarle.
Cada demonio tenía un trabajo y el suyo era crear caos en las parejas para que después se puedan saciar con nuevos serés. No era tan malo a como sonaba, debido a que podía ver más allá de lo que cada ser era.
—Hola bonito.
—Ahora no, tengo cosas que hacer. — volvió a su camino sin importarle lo que Kris tenía para decirle.
—Vamos Baekhyun, hay cosas de las que hablar.— se acercó de nuevo al más bajito. —Me enteré que Asmodeo te encargo asesinar al hijo de Samael.
Paro en seco. Esa información no todos la tenían y para ser Kris, algo debió de hacer antes.
—¿Qué más sabes?— cuestionó.
—Muchas cosas y entre esas te recomiendo que no te dejes influenciar por el lambe pelotas de Lucas.— en un movimiento para nada sexy a ojos del contrario se acomodo su cabello. —Es un principal espía de Asmodeo y no dudo de que le haya dicho que te siguiera a todos lados para mantenerlo informado.— le guiño el ojo a un joven omega que iba pasando a un lado de ellos.
—Ustedes los alfas son seres asquerosos.— le comento con una mueca de asco. —En todo caso, se bien que de nadie debo confiar y eso significa que en ti tampoco.— cruzo sus brazos en un claro gesto de molestia.
—Te equivocas.— se agachó un poco para estar a su altura. —Yo soy diferente.— en un pestañeo sus ojos cambiaron de color a uno amatista.
—Me sorprendes.— sonrió de lado dejando ver también sus ojos color rojo intenso. —Un hijo de Gabriel entre las filas de Asmodeo.
—Me resulta una falta de respeto que pienses así, pues mi padre es Samael.— levantó sus cejas al ver el rostro contrario lleno de sorpresa. —Lo sé, es impresionante.
—¿Cómo es que no se han dado cuenta de eso?— cuestionó bajando la voz.
—Porque mi madre es Lilith y ya sabes que ella sigue enamorada de ambos, por lo cual parecerme un poco a ella me a dado el pase a las filas de Asmodeo.— se encogió de hombros.
—Vaya.— se quedó pensando demasiado en lo ciego que Asmodeo era, porque sí. Mantener a los hijos de Lilith frente a él no era una buena idea.
Samael seguía con vida y estaba libre, solo que nadie sabía cómo exactitud dónde se encontraba, al contrario de Asmodeo que era un blanco fácil, pues se encontraba bajo las tierras de Egipto encadenado a la espera de su tan anhelada venganza en contra de Tobías y el Arcángel Rafael.
—¿Entonces por qué quiere matar al hijo de Samael?— no entendía ahora el objetivo, sabía que Asmodeo era un idiota, pero matar a seres que no tenían la culpa era detestable.
—Aqui es donde se vuelve interesante todo.— Kris chasequeo sus dedos frente al rostro de Baekhyun para hacer que todo se detuviera por unos minutos. —La historia es realmente buena, mira vamos con Kyungsoo, él sabe un poco más al respecto.— le guiño un ojo para después mover sus manos en círculos y así abrir un especie de portal que los llevaría directamente al baño de donde sea que se encontrará Kyungsoo.
—Me parece asqueroso esto, pero está bien, peores cosas salen de Asmodeo.— se burló dando varios pasos hasta el portal.
Dónde claramente sonrió el cambio, un leve mareo y luego el olor asqueroso del baño.
—Odio estos lugares de comida súper rápida.— Kris a su lado estaba asqueado, por lo que se tapo la nariz y abrió la puerta chirriante dejando ver qué sí, ambos se habían trasladado a uno de los baños asquerosos de dónde solían bailar omegas desnudas.
—¿Que hace Kyungsoo en este lugar?— cuestionó Baekhyun apretando sus fosas nasales para no oler nada.
—Puede que este de visita, en este lugar trabajan los demás hijos de mi querido amigo Tao.—hizo una mueca cuando sintió algo bizcoso bajo la suela de su zapato. —Vamos ya no aguanto este lugar.— y así fue como camino hasta la puerta del baño para poder salir y respirar el aire decente del sitio.
—Deberías mejorar tu maldito don. Esto da asco.— rodó los ojos una vez inhaló el aire lleno de sudor, alcohol y por supuesto semen de todos esos seres hambrientos.
—Lo sé, pero aún me cuesta.— se sincero abriendo paso, para poder caminar hacia la oficina de Tao. —Hay que tener cuidado, aquí también vienen los espías de Asmodeo, si te ven haz cómo que realmente te interesan esas omegas.— sentenció.
No podían darse el lujo de ser descubiertos de esa manera. Pues era importante que los demas observarán a Baekhyun hacer maldades, así no tendría problemas con el séquito de lambe pelotas.
—Descuida, se lo que hago.— le guiño un ojo a un alfa que claramente lo estaba observando y comiendo con los ojos. —No me apetece regresar a ese lugar, es demasiado asqueroso y ver a Asmodeo chorrear sangre maloliente, no gracias.
A ojos de los demás alfas, Baekhyun era un manjar divino, su silueta era capas de hacerlos desear hasta lo más impuro, sin hablar de su belleza inigualable, la cual pocos demonios poseían, así que sí, le encantaba ser idolatrado por seres de más bajo rango.
—¿Quién es Tao?— se animó a preguntar, pues al parecer el camino que Kris tomo es el más largo.
—Es solo un omega cualquiera.— abrió la puerta para dejar pasar primero al más bajo y por supuesto alejarse de todo el bullicio que esos asquerosos estaban provocando.—Solo que este es muy inteligente y a sabido controlar el dinero de los demás, de una manera medio decente.— se encogió de hombros.
—¿Es un proxeneta?— miro a lo lejos, ese pasillo era oscuro y la única luz que había estaba a punto de desparecer, pues parpadeaba incesantemente.
—No.— sonrió levemente. —Él trabaja para Peache's Corporation. La cual se dedica exclusivamente a la ayuda de omegas sin hogar, les brindan un trabajo medio decente y bueno, en el bajo rango les dan la libertad de escoger dónde quieren ganar dinero. Pero, la mayoría de omegas mujeres prefieren vender su cuerpo, mientras que los omegas hombres deciden generar sus ingresos en otro tipo de ambientes, que a mí parecer es mucho mejor.— luego se encogió de hombros. —Cada uno hace con su cuerpo lo que le plazca y nosotros no somos precisamente los mejores para criticarlos.
En esa parte tenía mucha razón, pues ellos mantenían más su libertad al igual que los humanos, en este caso llamados betas.
—Es aquí.— anuncio tocando levemente la puerta.
—Demasiado lúgubre.— comento de la nada.
—Es mejor así, da mas impresión de privacidad y más cuando los demás seres no saben que nosotros estamos entre ellos.— abrió la puerta una vez gritaron desde dentro.
—¡Kris! ¡Que bueno verte!
La voz desconocida fue la primera que escucho Baekhyun, y aunque no le importaba la curiosidad pudo más en él, así que entro y cerró detrás sí. Obviamente el lugar era mucho más cómodo y limpio que todo lo demás, cosa que agradecía, pues estaba arto de estar entre la inmundicia extrema.
—¿Baekhyun?
Volvió en sí, al escuchar la voz de Kyungsoo, era muy bueno verlo después de tantos años, tenían cosas de las cuales hablar, pero también sentía esa necedad de desahogarse con la única persona que lo entendía al cien por ciento.
—No has cambiado en nada.
Se dejó abrazar con una pequeña sonrisa, estar cerca de alguien que le inspiraba confianza era lo mejor que tenía en su sucia vida.
—Tú tampoco lo has hecho.— cerró los ojos en un suspiro, sin dudas lo necesitaba, tantas cosas que paso en tan poco tiempo no le daban las energías suficientes como para alimentarse de más emociones. —Se que un demonio no dice estás cosas, pero, me alegro de verte, te extrañe demasiado.— se sincero completamente.
Y aunque a Kyungsoo le pareció extraño, sentía como que en verdad todo lo que transmitía Baekhyun no era de un ser infernal en lo absoluto.
—Dame cinco minutos y nos vamos ¿Sí?— amablemente le pidió al contrario, pues aún tenía cosas que conversar con Tao.
—Claro, no hay problema.— asintió el rubio mientras se separaba del abrazo.
—Un hijo de Asmodeo en mi oficina, eso sí que es lo más interesante que me a pasado el día de hoy.
Rodó los ojos, no tenia sentido pelear por eso, cuando claramente Kris se estaba burlando de sus palabras.
—No te esponjes Baek, él sabe que cada uno de nosotros no somos precisamente terrenales.— se movió de la oficina hasta poder abrir el pequeño bar que mantenía Tao en ese sitio. —Sientate, hay cosas que a nosotros no nos interesan.
Kris tenía razón, así que le hizo caso y se dejó caer en una de las sillas que estaban a un lado de las paredes, cruzo sus piernas al igual que sus brazos y miro a Kyungsoo tomar su pose de seriedad.
—Necesito el dinero, Boomerang Corporation, no a estado del todo bien por lo tanto se a asociado a Peache's, para poder ayudarlo.— suspiro. —Chanyeol necesita el dinero y ese idiota de Lucas debe pagar.
Algo que llamo la atención por completo de Baekhyun, fueron esos dos nombres.
Uno era de ese ángel que le gustaba en la academia y el otro era el idiota lambe botas de Asmodeo.
Se acomodo en su asiento y miro a Kris, quizá y solo quizá podría meterse en eso sin que se dieran cuenta, por qué por una parte volver a ver al ángel sería bueno para cerrar ese pequeño capitulo y por la otra dejar morir a Lucas en manos de Asmodeo, era muy tentador.
—Bien, pero recuerda que debe pagar antes de que Minseok se de cuenta, sabes que él es mi mejor omega y si se lo voy a prestar es para que cumpla con su deber.— saco unos papeles para que Kyungsoo los firmara.
—Espera.— Baekhyun se levantó de su asiento causando que todos lo miran con sorpresa. —Yo les ayudo, deja en paz a ese tal Minseok y usame a mí.
—¿Estás seguro?— cuestionó el de ojos grandes. —Esto es importante y no pienso arriesgarme por un capricho.— amenazó.
—Tranquilo Kyung, se lo que hago, además eso me ayudaría a mi también.— sonrió divertido.
—Bien.— le firmó los papeles y luego se los entrego a Tao. —Aun así recibiré el dinero, lo estaré esperando.— con eso dicho cerraron cualquier tipo de trato.
Y aunque Baekhyun no sabía de que iba eso, le serviría alejarse de todos los espías de Asmodeo y no solo eso, cerrar el capítulo con ese ángel le ayudaría a dejar de lado esos extraños sentimientos que le provocó al escuchar su nombre.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro