🎫 MORGAN STARK - Prometo contarles todo
[ Iniciando secuencia...]
EPISODIO TREINTA Y CUATRO
La primera vez que volé en un helicóptero, recuerdo que tenía miedo, pero también estaba extasiada de emoción.
Ahora la emoción era más contingente.
El hecho de que S.H.I.E.L.D tuviera mi caso, me preocupaba por los enlaces que se desarrollarían.
Pase mi mano por la cara y bufé.
— ¿Está todo bien? —la pregunta de Scott me hizo suspirar.
— ojalá fuera así —y limitarme a responder con una aspiración que creía que jamás llegaría.
— ¿Algo en lo que pueda ayudar? —
Sonreí— a menos que sepas algo sobre S.H.I.E.L.D. y sus secretos, me sería de mucha ayuda para saber a quienes me estoy confiando —
— bueno, no yo, pero el señor Pym sí —antes de que pudiera reaccionar, Pym fulminaba a Scott con la mirada.
— yo no sé nada —
— sí que sabe —Scott reía— solo que no te lo quiere decir, porque… —Scott frunció su ceño y respiro hondo— escuché, creo que nunca me ha gustado los momentos incómodos —dijo Scott con sinceridad— Hank Pym siempre dijo que no confiara en un Stark —soltó— pero te conocí a tí, bueno primero a tu padre, él sí era una especie de patán —
Fruncí mi ceño y ladeé mi cabeza con ofensa.
— pero no del malo —se excusó de inmediato, suspiro— él hizo lo posible por asegurar este mundo, como todos nosotros —expresó— tu padre se aseguró de hacer lo posible, incluso llevándose su vida —baje mi mirada— asegurar la supervivencia de nuestra especie, de todos, no sé qué clase de visión tengan ustedes de él, pero Tony hizo lo posible para salvarnos, indirecta o directamente, dejó a su familia... —
— ya escuchamos tu sermón Scott —se apresuró a decir Hank con pesadez..
Levanté mi mirada para ver a Hank y frunciendo mi ceño hablé— Scott es la primera persona que habla sobre lo que mi padre dejó —el dolor era imposible de redimir, tan solo el hecho de pensar de que él pudo haber estado conmigo, así como Hope estaba con su padre— sobre lo que amo, es la primera vez que escucho a alguien hablar de mi padre con tanto sentimiento —reprimi mis labios y desvíe mi mirada— pero cuando oigo decirles que fue un buen hombre, que fue un héroe o que lidio como todo un verdadero hombre —solté una risa seca y mire por la ventana— no sé a quién piensan engañar con esas palabras, ni mi familia se atreve a hablar de él de esa manera —
Sentí el toque de una mano cálida en mi pierna y mire como la señora Pym me sonreía— has sufrido mucho, pequeña —
¿Sufrir mucho?
— supongo que sí —
— sé que usted desapareció de la vida de su hija por un tiempo —pertinentemente investigue sobre la vida de los Pym y descubrí sus documentos secretos, no tanto para llegar a los de S.H.I.E.L.D pero sí para saber sobre sus decretos públicos y cómo desapareció con el tiempo el señor Pym y su hija se quedó trabajando con el aprendiz de su padre, pero nunca más se volvió a hablar de Jannette en la vida de Hope, ni en la vida de Pym— era un agente de S.H.I.E.L.D, así como Pym —
Sé que era imprudente, pero era mi manera de desviar el tema.
— lo era —separó su mano de mi rodilla y se incorporó— desaparecí en una misión —
— ¿Una misión? —
— no es necesario hablar de eso —se interpuso el señor Pym.
— no, es necesario —aclaro— conozco tus intenciones, Morgan Stark, sé lo que quieres con el mundo cuántico —frunci mi ceño.
— ¿Querer? —
— viajar en él —termino diciendo— la cuestión ¿Por qué? —
¿Cómo lo supo?
En el helicóptero se promulgó un silencio, un silencio que no me dejaba pensar en otra cosa y que provocaba un nudo en mi garganta, apenas sonreí y respondí— parece que no necesita hackear a nadie, señora Pym, solo necesita su mente para eso —
Sonrió de lado— años de ser madre, me enseñaron a leer las mentes de los jóvenes y niños, pero no soy tu madre para saber el final de tu necesidad —
Respire hondo y baje la mirada— de ninguna manera te ayudaré a ir al mundo cuántico —y pronto el señor Pym se exaltó.
Levanté mi mirada con el ceño fruncido, mientras el señor Pym me discriminaba con la mirada— está prohibido viajar por el mundo cuántico —
— Hank —regaño la señora Jannette.
— Morgan —la voz de Scott me hablaba, volví mi mirada a él y descubrí la extrañeza en ellos— ¿Qué piensas hacer? —
¿Mi plan se estaba derrumbando? Reprimí labios nuevamente para no romper a llorar de la histeria, pero mi silencio dijo mucho más de lo que pensaba.
— Morgan, ¿Es por tu padre? —Scott lo había descubierto.
Incómoda en mi puesto decidí ignorar su pregunta afirmativa y opté por quedarme mirando el horizonte.
Al final, no importaba que sucedería, de una u otra forma, lo haría, me refiero a viajar al mundo cuántico, aunque viajar en el tiempo a través de este solo para ver a mi padre, sonaba mejor.
Esa idea aún rondaba en mi cabeza. Y no podía dejar de pensar en él
Al poco tiempo de haber entrado en una gran incomodidad por el silencio rotundo que había, se nos informó que descenderiamos dentro de cinco minutos a la plataforma de la estación improvisada en la isla Tristán.
A la vista se podía apreciar. Está a casi 3.000 km de distancia de tierra firme y no cuenta con un aeropuerto.
Descubierta en 1506 por el navegante portugués que le dio su nombre, Tristão da Cunha, empezó a estar habitada de manera estable a principios del siglo XIX, cuando fue anexionada por la Corona británica en 1816. Por aquel entonces, los británicos no querían que el archipiélago fuera utilizado por los franceses como base para intentar llevar a cabo una operación de rescate de Napoleón, confinado en la isla de Santa EElena Desde entonces ha mantenido una población estable de unos 280 habitantes en su asentamiento de Edimburgo de los Siete Mares, llamado así en honor a la visita que hizo el Príncipe Alfredo, Duque de Edimburgo, en 1867, en su vuelta al mundo.
Tristán de Acuña está situada en las coordenadas (37°06′S 12°16′O / -37.100, -12.267) 37º06' de latitud sur, 12º16' longitud oeste en mitad del Atlántico Sur, a 3360 km de Sudamérica y a 2816 km de Sudáfrica. El territorio habitado más cercano es otra isla, Santa Elena, a 2161 km al norte. La isla principal, de unos 98 km², tiene un relieve muy montañoso debido a su origen volcánico, pero existe una zona llana en la costa noroccidental, denominada The Hillpiece, lugar donde se encuentra Edimburgo de los Siete Mares.
Descendimos al poco tiempo, en el que Hank y su familia algo disconforme conmigo, se desabrochaban sus cinturones para salir del helicóptero.
Con el helicóptero tocando tierra, no faltó mucho para ver a Richard en la puerta del helicóptero abriéndola para mí.
Baje del helicóptero sin mirar a nadie y camine en línea recta con Richard a mi lado y el señor Barnes esperándome. Respire con dificultad, pero desvíe mi mirada para no llorar, no quería que empezarán a preguntar sobre el por qué, solo le límite a caminar entre ambos caballeros y despejar mi mente con la mirada del área que se había reservado solo para nuestro descenso.
Pero Scott no planeaba dejarme así nada más— Morgan, Morgan, espera —agitado y con falta de aire se interpuso entre nuestro camino y fue Barnes quién interpuso su mano en el pecho de Scott para no dejarlo acercarse, miraba al pobre Scott con su ceño fruncido, mientras yo no me atrevía siquiera a hablar con él— Morgan, escucha, puedes confiar en mí, créeme, yo te ayudaré en lo que sea, pero debes decirme la verdad —
¿La verdad?
Cerré mis ojos con pesimismo y retracte mis labios.
— Morgan —
— ¿De qué hablas? —y Richard estaba ahora igual de intrigado que Scott.
Bufé— no importa, ella no quiere hablar ahora —pero Barnes aún así seguía defendiendo mi silencio y agradecía eso.
Realmente lo hacía.
— bueno, me gustaría saberlo, ¿Sabes? Si voy a entrarle a algo al menos quiero saber de qué trata —
— entonces no debiste venir —inquirí con sequedad.
Para entonces había vuelto mi mirada a Scott recogiendo valentía y dignidad, aún así sentía como poco a poco mi ojos se aguaban, como el cristal se interponía en mi s retinas.
Scott con compasión y sus labios entreabiertos negaba con la cabeza— Morgan, créeme, lo que menos quiero es hacerte daño —
Asentí— lo sé —
— escucha, sea lo que sea no pretendo dejarte sola en esto, pero —entonces miro tras de mí y volvió su mirada a mí— si quieres el apoyo de Hank, Janette y Hope, debes demostrarle buenas intenciones y puedo ayudarte con eso —toco su pecho— de hecho creo que todos aquí podemos —y miró a Richard y Barnes— puedo abogar por ti frente a Hank y las chicas, pero si no sé lo que está sucediendo ¿Cómo podré siquiera ayudarte? —y al final Lang tenía razón.
Había ocultado esto a todos, por temor a que al final me delataran o me dijeran cosas negativas que afectaría mi visión de lo que quería.
El hecho de que muchas cosas se interponen en mi camino y que mi vida ahora era entregada a Industrias Stark y también a la prensa, me dificulta mis desapariciones. Porque ahora no era un punto dudoso, sino algo que estaba creciendo y se estaba revelando, las personas ahora cuestionan mis estudios y mi manera de manejar la empresa y cómo poco a poco las demás industrias fueron quedando en el olvido. Mientras que Industrias Stark crecía cada día más y más, llegando a creer muchos que no podría con la carga.
Pero se equivocaban, porque sí estaba lográndolo con la ayuda de mi madre, con la ayuda del consejo, con la ayuda de Richard y con la ayuda de Peter, quién como parte del consejo y también de los laboratorios me mantenía al tanto de todo, aunque nunca me verías hablar con él por los pasillos.
Y si tenía ese círculo de confianza en el trabajo ¿Por qué no tenerlo en este proyecto que tenía en mi cabeza?
Por eso, asentí frente a Scott— cuando lleguemos al cuartel, prometo contarles todo —
Scott asintió y sonrió— no te arrepentirás —aseguro y salió de mi vista volviendo a dónde Hank y Hope
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