Capítulo 30
La pareja corrupta y sus aliados se reunieron en una playa alejada, listos para embarcarse hacia la isla de Fiona. Amy miró el mar con una expresión inmutable, mientras una chispa de energía oscura brillaba en sus ojos.
— Allá debe estar la isla. — dijo Sonic.exe, revisando las coordenadas en su dispositivo. — Debemos ir derecho.
Sally se acercó, su mirada brillando con intensidad.
— Tendremos que volar para llegar ahí. No hay tiempo que perder.
Sonic.exe asintió, su mirada fija en el dispositivo.
— Sí, es la única manera de llegar a la isla de Fiona. Preparémonos para volar.
Tails y Cream llegaron, listos para unirse a la misión.
— ¿Estamos listos para partir? — preguntó Tails, su voz ahora oscura y peligrosa.
Sonic.exe asintió.
— Sí, es hora de ir a la isla de Fiona. Vamos a llevar a cabo nuestro plan.
Scourge, sin embargo, se mantuvo alejado, su mirada llena de desconfianza.
— Iré por tierra. — dijo, su voz firme. — No necesito sus habilidades corruptas para llegar a la isla.
Sonic.exe se rió.
— Como quieras, Scourge.
La pareja corrupta y sus aliados se elevaron en el aire, listos para volar hacia la isla. Scourge los observó mientras desaparecían en la distancia, luego se dirigió hacia la orilla del mar, buscando un camino para llegar a la isla a pie.
La soledad de Scourge se reflejaba en su rostro, mientras se embarcaba en su viaje solitario hacia la isla.
Finalmente, la pareja corrupta y sus aliados llegaron a la orilla de la isla, donde Fiona los esperaba.
— Bienvenidos, mis aliados. — dijo Fiona, su voz suave y melodiosa. — Juntos, conquistaremos este mundo y estableceremos un nuevo orden.
Sonic.exe se inclinó, mostrando respeto hacia Fiona.
— Estamos listos para seguir tus órdenes. — dijo.
Fiona sonrió, su mirada brillando con poder.
— Comenzaremos pronto. — dijo. — Pero primero, debemos prepararnos para la batalla que se avecina.
Luego, Fiona los llevó a su base, una estructura imponente y secreta en el corazón de la isla. La pareja corrupta y sus aliados se maravillaron con la tecnología avanzada y la magia oscura que rodeaba la base.
Fiona les mostró la sala de control, donde una pantalla gigante mostraba un mapa del mundo.
— Aquí es donde monitoreo todo lo que sucede en el mundo. — dijo.
Luego, los llevó a la sala de armas, llena de artefactos oscuros y poderosos.
— Estos son algunos de mis juguetes favoritos. — dijo, sonriendo.
Sonic.exe se impresionó con la colección.
— Estos artefactos son increíbles. — dijo.
Fiona sonrió.
— Sí, son muy útiles en mi plan de conquista.
Finalmente, llegaron al laboratorio de Fiona, donde una máquina impresionante zumbaba y brillaba en la penumbra. El aire estaba lleno de un suave humo azulado que parecía danzar en el aire.
— Bienvenidos a mi laboratorio. — dijo Fiona, su voz suave y melodiosa. — Aquí es donde hago mis experimentos más interesantes.
Sonic.exe se adelantó, su mirada escéptica.
— ¿Qué tipo de experimentos? — preguntó.
Fiona se acercó a la máquina.
— Esto es mi máquina de realidad alterna. Con esta máquina, puedo crear mundos enteros, realidades alternas donde todo es posible.
Amy se adelantó, su mirada oscura y peligrosa.
— ¿Qué quieres decir? — preguntó.
Fiona sonrió.
— Quiero decir que puedo crear mundos donde Sonic sea el rey, donde Amy sea la heroína, donde Sally sea la villana... o cualquier otra cosa que se les ocurra.
La pareja corrupta y sus aliados se miraron entre sí, sorprendidos y escépticos
De repente, la puerta del laboratorio se abrió de golpe y Scourge irrumpió en la habitación, corriendo con toda su velocidad. Fiona se volvió hacia él, sorprendida, y luego una sonrisa se dibujó en su rostro.
— Scourge. — dijo Fiona, su voz suave y melodiosa, llena de nostalgia. — No esperaba que llegaras tan pronto.
Scourge se detuvo frente a Fiona, jadeando ligeramente. Su mirada se encontró con la de Fiona, y por un momento, el tiempo pareció detenerse.
— Fiona. — dijo Scourge, su voz firme, pero con un toque de emoción. — Ha pasado mucho tiempo.
Fiona se acercó a Scourge, su mirada brillando con recuerdos.
— Sí, han pasado años. — dijo. —Pero parece que no has cambiado mucho.
Scourge sonrió ligeramente.
— Tú tampoco. — dijo.
La pareja corrupta y sus aliados observaban la escena, sorprendidos por la conexión entre Fiona y Scourge.
Sonic.exe se adelantó, su mirada curiosa.
— Fiona, ¿cómo conoces a Scourge? — preguntó.
Fiona se volvió hacia Sonic.exe, su sonrisa aún presente.
— Scourge y yo tenemos un pasado compartido. — dijo. — Un pasado que creí que estaba enterrado.
Scourge asintió, su mirada aún fija en Fiona.
— Sí, tenemos mucho que hablar. — dijo.
La tensión en la habitación se disipó, reemplazada por una sensación de nostalgia y curiosidad.
Sonic.exe se volvió hacia Amy, su mirada discreta.
— Amy, ¿quieres salir de aquí un rato? — preguntó.
Amy asintió, su mirada entendida.
— Sí, necesito un descanso de toda esta tensión.
Sonic.exe se dirigió hacia la puerta, seguido por Amy.
— Nos vamos a la playa. — dijo a Fiona y Scourge. — Necesitamos un poco de aire fresco.
Fiona sonrió, su mirada distraída por la conversación con Scourge.
— Claro, vayan. Nosotros nos quedamos aquí.
Scourge se volvió hacia Sonic.exe y Amy, su mirada breve.
— Cuidado. — dijo.
Sonic.exe asintió, su mirada seria.
— No te preocupes, Scourge. Estaremos bien.
La pareja salió del laboratorio, dejando a Fiona y Scourge sumidos en su conversación.
****
Una vez fuera, Sonic.exe y Amy se dirigieron hacia la playa.
Amy se sentó en la arena, mirando el mar.
— Me alegra haber salido de ahí. — dijo.
Sonic.exe se sentó junto a ella, su mirada en el horizonte.
— Sí, necesitábamos un descanso.
Amy se volvió hacia Sonic.exe, su mirada seria.
— ¿Qué crees que está pasando entre Fiona y Scourge?
Sonic.exe se encogió de hombros.
— No lo sé, pero parece que tienen un pasado compartido.
Amy asintió, su mirada pensativa.
— Sí, parece que hay mucho más de lo que sabemos.
La pareja se quedó en silencio por un momento, disfrutando del paisaje y la compañía mutua.
Los erizos se tomaron de las manos y se acercaron al borde del mar, sintiendo la brisa salada en sus rostros. El sol brillaba sobre ellos, calentando su piel.
Se quitaron los zapatos y, con un suspiro de relajación, metieron sus pies en el agua fresca y cristalina. El oleaje suave acariciaba sus pies, creando un momento de paz y tranquilidad.
Amy se rió con picardía y metió sus manos en el agua, luego las alzó, salpicando a Sonic.exe con gotas de agua fresca. Sonic.exe se rió y trató de esquivar las salpicaduras, pero Amy era demasiado rápida y siguió salpicándolo.
Juntos, crearon un juego divertido y espontáneo, olvidándose de todo excepto de la conexión que compartían.
De repente, los dos perdieron el equilibrio y cayeron a la orilla, riendo y enredados el uno en el otro. Amy terminó encima de Sonic.exe, su cabello mojado cayendo alrededor de su rostro, y su ojo brillando con diversión.
Sonic.exe la miró, sonriendo.
Con suavidad, Sonic.exe comenzó a acariciar la espalda de Amy, sus dedos trazando círculos suaves y relajantes en su piel. Amy cerró el ojo, disfrutando de la sensación, y se recostó ligeramente contra él.
El sonido del mar y el calor se unieron para crear un momento de paz.
Pero cuando Sonic.exe aumentó la intensidad de su toque, Amy abrió el ojo, ligeramente incómoda.
- ¿Quién más te ha tocado así? - Sonic.exe preguntó de repente, su voz ligeramente celosa.
Amy se sintió sorprendida por la pregunta y respondió rápidamente, como si temiera que Sonic.exe se enfadara.
- Nadie.
Sonic.exe sonrió, satisfecho, pero su mirada seguía siendo intensa.
- Mejor que sea así. - dijo, su voz baja y peligrosa.
Amy se sintió incómoda por la intensidad de su mirada y el tono posesivo de su voz. Se sentía atrapada y controlada, como si Sonic.exe estuviera tratando de marcar su territorio. La sensación la hizo sentirse inquieta y ansiosa.
Se levantó y se alejó un poco más, tratando de crear algo de espacio entre ellos. Sonic.exe la observó alejarse, pero no mostró ninguna preocupación ni remordimiento por su comportamiento.
En cambio, se encogió de hombros y se volvió hacia el mar, como si la distancia creciente entre ellos no le importara en absoluto. Su actitud despreocupada y distante solo sirvió para aumentar la sensación de malestar y confusión en Amy.
Amy se detuvo a una distancia segura y se volvió hacia Sonic.exe, su mirada evaluadora. ¿Qué estaba pasando con él? ¿Por qué se estaba comportando de esa manera?
- ¿Por qué te pones celoso? - Amy preguntó, su voz ligeramente temblorosa.
Sonic.exe se encogió de hombros.
- No estoy celoso. Solo quiero asegurarme de que nunca me dejes.
Amy se sintió aterrorizada con la respuesta de Sonic.exe.
- ¿Y que pasa si tú me lastimas?
Sonic.exe sonrió, su mirada aún posesiva.
- No te preocupes, Amy. Yo soy el único que puede protegerte... de ti misma.
La declaración de Sonic.exe hizo que Amy se sintiera atrapada y controlada. Su corazón comenzó a latir más rápido, y su mente se llenó de dudas.
Amy trató de sonreír y cambiar de tema, pero la sensación de malestar persistió.
- ¿Qué pasa si Fiona necesita algo de nosotros?
- No importa. Estoy contigo ahora. Eso es lo que importa.
La respuesta de Sonic.exe solo aumentó la sensación de inquietud en Amy.
Advertencia
Sonic.exe la miró fijamente, su mirada intensa y penetrante.
- Ven aquí. - le ordenó con una voz baja.
Amy se estremeció al escuchar sus palabras, pero se sintió irresistiblemente atraída hacia él.
Se levantó y se acercó a Sonic.exe, como si estuviera bajo un hechizo. Sonic.exe sonrió ligeramente al verla acercarse, y extendió su mano para tomar la de ella. Amy se la dio sin resistencia, y Sonic.exe la atrajo hacia sí, acercándola a su pecho.
- No te escapes de mí. - susurró Sonic.exe en su oído, su aliento cálido haciendo que Amy se estremeciera de placer.
Amy se sintió atrapada en una red de pasión y sumisión, incapaz de escapar de Sonic.exe.
- ¿Qué pasa si no puedo escapar? - preguntó Amy, su voz apenas audible.
Sonic.exe sonrió.
- No necesitas escapar. - respondió, su voz baja. - Estoy aquí para protegerte, para mantenerte a salvo.
Sonic.exe la besó suavemente en la frente, luego en los labios. Amy se sintió envuelta en un abrazo cálido y protector, pero también sintió una corriente de miedo que la recorría por dentro.
La playa parecía desvanecerse a su alrededor, dejando solo la sensación de sus cuerpos entrelazados. El sonido de las olas rompía en la orilla, un ritmo constante que acompañaba el latido de sus corazones.
En ese momento, Amy supo que estaba perdida, atrapada en la red de Sonic.exe. Y no sabía si quería escapar.
Luego, con un movimiento suave y controlado, la acostó en la arena, su cuerpo sobre el de ella. Amy se sintió envuelta en una sensación de seguridad y control, su corazón latiendo con una velocidad que parecía igualar la de Sonic.exe.
Sonic.exe se movió sobre ella, su cuerpo acoplándose perfectamente al de Amy. Los suspiros de Amy se entrelazaron con los de Sonic.exe, creando un ritmo que parecía acompañar el latido de sus corazones.
- Eres mi creación perfecta, en este infierno, eres mi paraíso. - susurró Sonic.exe, su aliento cálido en la oreja de Amy.
Amy se estremeció de placer, pero luego recordó la realidad de su situación.
- No puedo escapar de ti, ¿verdad? - preguntó, su voz apenas audible.
Sonic.exe sonrió, su mirada brillando con una luz peligrosa.
- No. - respondió.
Finalmente, Sonic.exe terminó, y su cuerpo se relajó sobre el de Amy. Pero en ese momento de tranquilidad, una sonrisa siniestra se dibujó en su rostro.
No le importaba que Amy no fuera completamente humana, que su corazón no latiera con la misma fuerza que antes, que su piel estuviera pálida y fría al tacto. No le importaba que fuera un cadáver viviente, un ser creado por su propia mano.
Para Sonic.exe, Amy era perfecta, justo como la había creado. Y en ese momento, supo que nunca la dejaría ir. La oscuridad de la noche parecía cerrarse sobre ellos, y la playa se convirtió en un cementerio de sueños y esperanzas. La relación entre Sonic.exe y Amy seguía siendo una danza macabra, una danza de amor y muerte.
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