Capítulo 25
Shadow y Silver se reunieron con Valtor, ansiosos por saber qué había pasado con Sonic. Shadow les explicó la situación con una expresión inquieta.
- De hecho, Sonic está siendo poseído por un demonio. - dijo Valtor.
Silver se inclinó hacia adelante, ansioso.
- ¿Un demonio? ¿Qué significa eso? ¿Cómo podemos detenerlo?
Valtor suspiró.
- Significa que Sonic está siendo controlado por una fuerza oscura y poderosa. Algo que no es de este mundo.
Blaze se unió a la conversación.
- ¿Sabemos cómo empezó todo?
Valtor sacudió la cabeza.
- No lo sabemos con certeza. Pero necesitamos encontrar la fuente de su poder y cortarla.
Shadow cruzó sus brazos.
- Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para detenerlo. No podemos permitir que siga controlando a Sonic y causando daño.
Silver reflexionó sobre el demonio y Sonic.
- Tenemos que intentarlo. No podemos dejar que Sonic siga sufriendo. Creo que puedo ayudar a investigar sobre la posesión demoníaca y la conexión entre Sonic y el demonio.
Valtor asintió.
- Hazlo, Silver. Cualquier información que puedas encontrar puede ser crucial para detener al demonio.
Blaze se dirigió a Silver.
- Puedo ayudarte a investigar. He estudiado sobre criaturas sobrenaturales y puede que encuentre algo útil.
Silver consideró.
- Podríamos buscar en los textos antiguos sobre demonología. Tal vez encontremos alguna pista sobre cómo detener al demonio.
Shadow asintió.
- Vamos a reunir a los demás y nos preparamos para cualquier cosa. No podemos dejar que Sonic siga sufriendo.
Mientras Valtor y Shadow se preparaban para reunir a los demás, Blaze se acercó a ellos con una expresión inquieta.
- ¿Dónde está Amy? - preguntó.
Valtor se encogió de hombros.
- No conozco a nadie llamado Amy. ¿Quién es?
Blaze lo miró con angustia.
- Es una amiga cercana de Sonic.
Silver se unió a la conversación.
- Si ella no está aquí, algo debe estar mal.
Valtor se puso serio.
- Entiendo. Bueno, si Amy es importante para Sonic, debemos encontrarla. Shadow, tú y yo vamos a buscar a Amy, mientras Silver y Blaze investigan sobre la posesión demoníaca.
Shadow asintió.
- De acuerdo, Valtor. Vamos a buscar a Amy. No podemos dejar que esté en peligro.
Shadow y Valtor buscaron por todo el refugio, pensaron que probablemente ella se escondió, pero no la encontraron en ninguna parte.
- ¿Dónde podría estar? - preguntó Shadow, frunciendo el ceño.
Blaze se acercó a ellos, preocupada.
- ¿La han encontrado?
Shadow sacudió la cabeza.
- No, no está en el refugio.
Blaze se angustió profundamente.
- Tenemos que seguir buscando.
De la nada apareció Metal Sonic, con el cuerpo de Tails debilitado.
- Creo que él sabe que pasó con Amy.
Shadow se acercó con confianza.
- ¿Sabes dónde está Amy?
Tails escupió sangre.
- Tontos... debieron haberla protegido mejor... él ya habrá cumplido su objetivo.
Shadow se consumió por la furia.
- ¿Qué objetivo? ¡¿Qué le hizo a Amy?!
El zorro escupió más sangre.
- Sonic.exe... la mató...
Shadow se enfureció aún más.
- ¡¿Qué?! ¡No puede ser! ¡Amy no puede estar muerta!
Tails soltó una risita, su voz débil pero llena de sensación de victoria.
- Sí, Shadow. Amy está muerta. Y pronto, todos estarán bajo nuestro control.
Valtor se interpuso, intentando calmar a Shadow.
- Shadow, no dejes que te provoque. Tenemos que encontrar una forma de detener a ese demonio.
Pero Shadow no escuchaba nada más, estaba consumido por la rabia y el dolor.
- ¡Voy a matar a Sonic.exe!
De repente, Rouge apareció, con una expresión preocupada.
- Lo siento, amigos. He tenido que llevar a Knuckles a una habitación segura.
Justo entonces, uno de los guardias del refugio se acercó con Vanilla en brazos.
- He encontrado a Vanilla escondida en una de las habitaciones. Me dijo que Amy la escondió allí y que peleó contra Sonic.
Valtor se sorprendió.
- ¿Peleó contra Sonic?
El guardia asintió.
- Sí. Cuando salí de la habitación, había un poco de sangre en el suelo. No sé qué pasó, pero parece que fue una pelea intensa.
Shadow se sintió como si su mundo se hubiera derrumbado. La noticia de la sangre en el suelo y la pelea intensa con Sonic.exe lo hizo sentir una mezcla de rabia, tristeza y culpa.
- ¿Por qué no pude protegerla? - se preguntó, su voz apenas audible.
Su mirada se dirigió hacia el suelo, como si buscara respuestas en las sombras. Su respiración se volvió agitada, y su puño se apretó con fuerza.
- Debo saber qué pasó. - dijo, su voz firme pero llena de emoción.
Se acercó al guardia.
- Cuéntame todo. ¿Qué viste exactamente?
El guardia se mostró nervioso pero comenzó a explicar.
- Verá, Shadow, cuando entré en la habitación, vi a Vanilla escondida en un rincón. Me dijo que Amy la había escondido allí y que había peleado contra Sonic. Es todo lo que sé.
Shadow escuchó atentamente, su mente procesando la información. Se mantuvo en silencio, procesando todo. Su mirada seguía clavada en Tails, pero ahora estaba llena de desprecio y tristeza.
Valtor se acercó.
- ¿Qué vas a hacer ahora? - preguntó a Shadow.
Shadow se volvió hacia él.
- Voy a encontrar a Sonic.exe y hacerle pagar por lo que hizo.
Blaze se unió.
- Estoy contigo, Shadow. Vamos a hacer justicia.
Rouge asintió.
- Debemos ser cuidadosos, pero no podemos dejar que Sonic.exe siga libre.
El grupo comenzó a planificar su próximo movimiento, decididos a detener a Sonic.exe y poner fin a su reinado de terror.
****
En el castillo Mobotropolis, Sonic.exe subía por las escaleras, se acercó a una puerta y abrió, se trataba de un cuarto con una cama y varios muebles.
- Despierta, querida... quiero verte.
De repente, una figura se movió entre la oscuridad. Sonic.exe se acercó, su sonrisa crecía en su rostro.
- Ah, Amy... mi querida Amy. - susurró.
Sonrió de forma siniestra.
- Nadie más puede tenerte, solo yo. - decía, con una obsesión enfermiza.
Amy abrió su único ojo, que era negro con una pupila roja, las extremidades de su cuerpo estaban cosidos, y la parte de su boca también. Su mirada era vacía y sin vida.
- Sí, mi amor. - respondió sin emoción. - Estoy aquí para ti.
- Juntos, gobernaremos este mundo.
La eriza tomó su rostro, él sonrió y la observó, comenzó a acariciar su pierna.
- Vas a actuar como mi amante. Si haces algo indebido, te castigaré.
- Te prometo que lo haré, amo.
- Así me gusta.
Él acarició su cabello.
- Tú eres mi alma gemela y tengo algo especial para tí.
Amy se levantó, con interés de saber que tenía para ella. Sonic.exe abrió la palma de su mano y apareció un collar con una cerradura y una llave.
- Te colocaré esto. Como muestra de nuestro amor.
Ella miró el regalo, aunque no tenía expresión alguna en su rostro, su mirada lo decía todo.
- Estoy dispuesta a demostrarte mi amor.
Sonic.exe sonrió y le colocó el collar, le puso la cerradura y la aseguró con llave.
- Recuerda... nadie más puede tocarte ni hablarte, solo yo.
Ella tocó la cerradura, la acarició con las yemas de sus dedos.
- Lo recordaré siempre.
Entonces el cobalto tomó sus manos y las besó. Amy sintió su aliento cálido, pero no se opuso cuando él entrelazó sus dedos con los suyos. Sonic.exe dejó sus manos y la abrazó, comenzó a acariciar su espalda con una intensidad que la hizo sentir incómoda.
De pronto, los colores del ojo de Amy comenzaron a parpadear con una frecuencia frenética, alternando entre un negro profundo con una pupila roja brillante y un blanco puro con un verde esmeralda. La transición era tan rápida que parecía un destello de luz. Simultáneamente, su cuerpo se tensó y su mirada vacía se transformó en una expresión de rebeldía.
Con un movimiento brusco, Amy empujó a Sonic.exe, separándose de él. Su mano se levantó en un arco perfecto y descargó una bofetada contundente en la mejilla de Sonic.exe, el sonido del impacto resonó en la habitación.
La bofetada pareció sacudir a Sonic.exe, su sonrisa se desvaneció y su mirada se oscureció. Amy se mantuvo firme, su respiración agitada, mientras su ojo continuaba parpadeando con un ritmo errático.
El rostro de Sonic.exe se contorno a una de ira.
- ¡¿Qué te pasa?! - gritó, tomándola por los brazos con fuerza.
Amy se sorprendió por la reacción de Sonic.exe. Él la tiró al suelo y sacó un látigo, algo dentro de ella se quebró. Sonic.exe la miró con frialdad.
- Eso no se hace.
Él se acercó, alzó el látigo y comenzó a golpearla. Amy lloraba, pedía perdón una y otra vez. Ella, aunque no podía sentir su corazón, en el fondo sentía que tenía que actuar, pero fue consumida por el miedo. Después comenzó a enojarse, alzó su mano y agarró el látigo. El rostro de Sonic.exe se contorsionó con una expresión de furia, soltó el látigo y golpeó el suelo con su puño.
Amy temblaba, no se esperaba para nada que él actuara violentamente contra ella. Cuestionó el hecho de que se comportó así solo por una bofetada. Su rostro se tensó, mostrando una expresión de ira.
Agarró con fuerza el látigo, lista para devolverle el golpe. Sonic.exe se sorprendió, podía ver una chispa de rebeldía que no había visto antes, su rostro se tensó, mostrando una expresión de ira y sorpresa. Cuando ella estaba a punto de golpearlo, un jarrón se cayó y se rompió. Los dos se quedaron paralizados, se miraron entre sí y se alejaron.
- ¿Por qué no puedo sentir mi corazón? ¿Qué me está pasando? - pensó la eriza.
- Tengo que mantener el control, no puedo dejar que ella me domine. - pensó Sonic.exe.
Los dos reflexionaron sobre lo que acababa de pasar, ni el uno ni el otro se dirigía la palabra. Ella soltó el látigo, dejándolo caer.
- No vuelvas... a tratarme así. - dijo con su voz llena de ira.
Sonic.exe estaba a punto de enfurecerse más, pero comenzó a reflexionar sobre su comportamiento, quizás no debió actuar de esa forma.
Ella cruzó sus brazos y miró a otro lado.
Hubo un silencio incómodo.
- ¿Por qué lo hice? ¿Qué carajos me pasa? Solo fue una bofetada.
- Supongo que él está enojado conmigo. Pero tampoco debió tratarme así.
Sonic.exe se acercó.
- Perdóname, no debí reaccionar así. - dijo con su voz llena de ansiedad.
Se inclinó ligeramente hacía adelante, evitaba el contacto visual. Su rostro estaba tenso, con las cejas ligeramente fruncidas y la mandíbula apretada, pero sus ojos mostraban un destello de arrepentimiento.
Amy lo observó, no sabía si aceptar su disculpa. Sonic.exe estaba ansioso.
Después de unos segundos, ella suspiró.
- Está bien, te perdono. - dijo con su voz llena de resignación.
Sonic.exe se alivió, se sentía agradecido.
Los dos se acercaron y se abrazaron, compartiendo el silencio que quedaba.
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