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Capítulo 27 (Un estúpido)

Milk

— ¡Eres un estúpido! — le grité y empujé con las fuerzas que tenía gracias al enojo.

Hace unos pocos minutos Vegeta había llegado, le pregunté porqué llegó tan tarde, él no quiso responderme pero de alguna manera logré sacarle información, dijo que venía de un puente. Quise saber porqué fue allí, él me dijo que quería tirarse, yo exploté de la preocupación y comencé a llenarlo de preguntas.

Estaba triste, lo supe desde el primer momento que vino.

Él me dijo que había hablado con Bulma luego de que las clases terminaran. Me contó todo lo que pasó.

Fue entonces que mi furia me cegó, y aquí estamos.

— ¿Acaso perdiste la cabeza? — me acerqué a él y comencé a sacudirnos sosteniendo sus hombros — ¿Cómo pudiste decirle eso? — lo solté y le obligué a que me mire a los ojos debido a que tenía la cabeza gacha.

— No sé.. — susurró esquivando mi mirada.

— Si no sabes ¿Por qué lo hiciste? — me imaginé a Bulma en estos momentos — Oh dios, no me quiero ni imaginar a Bulma cómo se ha de encontrar ahora. — me puse pensativa.

— Pero ¿Qué querías que le dijera? ¿Qué seríamos felices y estaríamos juntos para siempre? — comenzó defendiéndose.

— Pero hay formas Vegeta.., existen formas para hablar con una persona sobre ese tipo de cosas. No rompiendo el corazón de alguien sabiendo lo que siente. Eso.. eso es inhumano, tú no eres así. — solté un suspiro. Él volvió a agachar la cabeza.

— Conociéndola ella no hubiera hecho caso, es terca, ella pensaría que realmente tendríamos una oportunidad para estar juntos cuándo no hay.

— Debiste poner cómo se sentiría ella primero, la pobre estará sintiéndose horrible y estará odiándote.

— ¿Crees que tampoco me duele? — sentí lo ofendido que sentía — Odié cuándo la vi llorar, odié verla llorar, pero odié mucho más al ser yo el causante de verla así. — dijo él, noté la desesperación en sus ojos — Yo.. yo en serio la quiero, no quiero esto tampoco, pero pensé que era la mejor opción porque así ella podría alejarse.. y olvidarse de mi. — se sentó en el sillón más cercano, sus brazos se apoyaban de sus piernas y su cabeza colgaba de su cuello.

No supe qué decir, él tenía las razones de sus acciones, las hizo con un propósito, él no quería lastimar a nadie, aunque lo hizo, pero fue por una buena razón.

— Yo necesito olvidarla también. — pasó sus manos por su rostro — Jamás debí poner mis ojos en ella sabiendo mi horrible destino.

Me senté junto a él dándole consuelo, pasé uno de mis brazos alrededor de su cuello mientras daba suaves caricias.

— Todo saldrá bien. De alguna u otra manera lo estará. — le dediqué una sonrisa leve, él sonrió levemente también.

— Gracias.

El sonido de unas llaves nos alarmaron, nos paramos de dónde estábamos esperando recibir quiénes venían.

La puerta se abrió dejando ver a nuestros padres. Mi madre nos dedicó una sonrisa para luego acercarse a nosotros.

— Aquí estabas. — se acercó a Vegeta para poder examinarlo y luego abrazarlo — Todos estábamos preocupados por ti.

Vegeta correspondió al abrazo. — Ya estoy aquí.

— ¿Dónde estabas? — le preguntó.

— Estaba terminando unas cosas en la librería de la escuela. No tenía batería. — eso alivió a nuestra madre, sonrió.

Nuestro padre no dijo nada, sólo le dedicó una mirada para luego irse subiendo las escaleras.

Siempre ha sido así con él. Desde que Vegeta y yo empezamos a crecer...

Mi mamá lo siguió.

— Todo va estar bien, hablaré con Bulma más tarde. Tengo que terminar algunas cosas. Chau. — le dí una pequeña palmada en su espalda para luego dirigirme a mi habitación.

(•••)

Vegeta

Eran las ocho de la noche, y me encontraba en mi habitación reflexionando que pasó el día de hoy. En mi mente no salían las palabras de Milk y mías, las que usé hoy en la tarde.

"Nunca te quise"

Que idiota.

Me eché en mi cama boca arriba mirando el techo, tenía otra reunión con esa tipa mañana. No es para nada mi tipo, es muy.. común.

Unos leves toques llamaron mi atención, tocaban mi puerta. Grité un "Adelante"

— ¿Interrumpo algo? — era mi madre, ella sonrió y entró.

— No, estaba.. pensando. — me senté en el borde de mi cama invitándole a sentarse igual. Me agradaba su compañía y la extrañé mucho desde la última vez que la vi hace meses.

— ¿Cómo estás? — pasó su mano por mi hombro dando pequeños masajes.

— Sé que quieres saber qué me pasa. — fui al grano, la conozco y sé que quiere saber qué me pasa.

Ella soltó una pequeña risa — Me atrapaste.

Sonreí — Todo está bien..

— No me trago el cuento que te quedaste en la librería de tu escuela. Siento que pasó algo más. — se acercó a mi, empezó a alzar las cejas dando a indicar otra cosa mientras sonreía.

— ¿Qué tratas de decir? — desvíe la mirada sintiendo un suave ardor en mi rostro.

— Mmm.. — con sus dedos comenzó a pinchar mi estómago, provocando que aleje sus manos porque me era un tanto incómodo. — Oh vamos, te gustaba que te haga eso cuando era un niño. — hizo un pequeño puchero.

— Si, pero ya no soy un niño. — dije.

— Lo sé — volvió a acercarse a mi — Entonces, bebé grande. ¿Qué te tiene tan pensativo? — jugó con mi cabello.

— Nada, sólo la Universidad. — mentí.

— Mm.. — dudó — No lo creo, tienes buenas calificaciones y por la Universidad no habría mucho de qué preocuparse.

Agaché la cabeza porque volví a sentir mi rostro arder.

— ¿Es una chica? — susurró mientras sonreía. Automáticamente me paré de la cama.

— No, no es una chica, y no estoy interesado en ninguna. — crucé mis brazos dándole la espalda.

— Oh vamos hijo, sabes que puedes contarme lo que quieras. — me obligó a sentarme otra vez. Relajé mi tensado cuerpo y me dejé llevar por sus masajes en mis hombros.

No sabía si decirle, era algo complicado y no quería ser regañado por ella cómo lo hizo Milk.

— ¿Entonces? — preguntó ella — ¿Me dirás quién es?

Mordí mi labio dudando en si contarle o no.

— Es.. agh — me detuve — Él te mandó a que me busques, ¿No? — cambié de tema.

— ¿Él? — luego entendió — Tu padre no me mandó, yo vine sola por mi cuenta porque sabía que algo no andaba bien. Pero él se preocupó mucho por ti cuando no llegabas a casa. — se aferró a mi.

— No lo creo. Él dejó de preocuparse por mi desde hace mucho. — solté un suspiro.

— No digas eso, él sigue preocupándose por ti como siempre lo ha hecho. — acarició mi cabello.

— Como sea.

No lo creía. Si se preocupara por mi, no estaría siempre viajando y mandando dinero solo cuando le decimos. Nos llamaría para preguntarnos qué tal estábamos. O aunque sea que mandara una carta. Pero no. No hizo ninguna de esas cosas. Ni lo haría.

— Olvidemos eso. — oh no.

— Quiero dormir, mañana tengo clases. — estaba dispuesto a dormir de una vez. Pero ella lo impidió.

— Eso no jovencito, soy tu madre y aquí nadie duerme hasta saber quién es la chica que te está quitando la cabeza. — me obligó volver a sentarme.

Bufé — No es una chica.

— Vegeta. Soy tu madre, y yo sé prácticamente todo lo que te pasa, bueno, no todo, pero sé cuándo algo te pone inquieto. Y no es la Universidad. — cruzó sus brazos sin quitarme la mirada.

— ¿Si te digo que es me dejarás luego tranquilo?

— Por supuesto.

— Si, es una chica. — ella sonrió — Listo, ya hablé, buenas noches. — me metí entre las sábanas rápido antes que vuelva a decir algo al respecto.

— ¡Hey! — sentí cómo se volteaba a ver mi cuerpo enrollado — No hemos terminado.

— Dijiste que si te decía que era, iba a dormir. — me defendí.

— ¿Cómo se llama? ¿La conozco? — comenzó con su cuestionario.

— Mamá..

— ¿Es bonita? ¿Estudia en la misma escuela que tú?

— Mamá..

— ¿Es mayor que tú?

— ¡Mamá!

— Cariño, vamos, dime. — me abrazó a pesar de tener las sábanas encima.

— Nada va a cambiar.

— Algo me dice que algo malo pasó entre ustedes.

— No.

— ¿Son pareja?

— No.

— ¿Entonces?

— Es.. complicado.

— ¡Oh! — sentí que se volvió a sentar. — Pero Vegeta, tú te vas a comprometer. — sentí su tono triste.

— Ese es el problema. — alejé las sábanas y me senté quedando en frente de ella — Nosotros.., no, ella.., agh.. no sé cómo decirlo. Sólo sé que soy un estúpido.

— No digas eso. No lo eres. — me abrazó — Cuéntame qué sucedió.

— Le dije que solo la utilice para pasar un buen rato. Ella sabe que me voy a comprometer y.., no quería darle fé de que tendríamos una oportunidad para estar juntos. Entonces.., no sé, pensé que quizás, diciendo que yo nunca la quise y que sólo la usé sería la mejor manera para que ella se aleje y se olvide de mi. — solté un suspiro aferrándome a ella — No sé cómo tuve la valentía para decirle todas esas cosas y más en la cara. Te juro que me sentí una completa basura al hablarle así a una mujer — descansé mi cabeza sobre su hombro, reviviendo el momento en el que le dije eso, un mal sabor apareció en mi boca. — Especialmente cuando se trataba de la mujer que quiero. — susurré sólo para que ella lo escuchara.

(•••)

Desperté temprano, lo primero que hice fue darme una ducha rápida, me aliste para hoy, y bajé sosteniendo mi mochila conmigo para que luego de desayunar me vaya de frente a clases.

Iba a comenzar a tomar mi desayuno.

Mi sorpresa fue encontrar a mi padre sentando en uno de las sillas de la mesa leyendo el periódico mientras tomaba café, el agradable olor de aquella bebida no tardó en terminar en mis fosas nasales, olía bastante bien.

— Buenos días. — saludé, a lo que él respondió con lo mismo.

Me serví mi rutinario jugo de naranja, no acostumbro a tomar café, pero me gusta. Luego un sándwich con trozos de manzana. El sándwich lo guardé en una bolsa de plástico para comerlo después.
Llevé todo a la mesa, guardé el sándwich en mi mochila, y me senté en frente de él.

Comía en silencio.

— Hoy vamos a volver a tener un almuerzo con los padres de Mia y ella. — dijo él sin despegar el ojo del periódico.

Hice una mueca mientras comía los trozos de manzana.

— ¿Qué? ¿No te agrada?

— No.

— Que pena, así son las cosas.

— No es justo que tengan que atarme a una persona que ni conozco. — bebí mi agrio jugo.

— Por cierto, también tendrás que dejar ese sueño de ser ingeniero, porque trabajarás en la empresa.

Escupí mi jugo por tal sorpresa. — ¡¿Qué?! — golpeé el vaso fuertemente contra la mesa.

Él no dijo nada por lo que hice. — Lo que escuchaste.

— ¡Es injusto! — grité — ¡No sólo vas a atarme con una desconocida! ¡Sino también quieres quitarme la carrera que quiero estudiar! — él siguió sin decir nada. — Adivina qué, aceptaré amarrar mi vida con esa tipa, pero no te voy a permitir que me quites mi sueño. — lo enfrenté.

Él alzó una ceja al ver mi actitud.

— ¿Me estás alzando la voz? — dejó su periódico.

— ¿Qué? Ya no soy un niño al que podías gritar cada vez que tu maldita cabeza te permitía. — sonreí. Eso lo terminó por acabar la paciencia y una fuerte bofetada cayó en mi cachete izquierdo.

— ¡Qué esta sea la última vez que trates de contradecirme! ¡Soy tu padre y tengo el control de tu vida! ¡Y todo esto acabará hasta que yo lo diga! — gritó. A lo lejos pude ver que mi madre y Milk bajaban y vieron la escena, al verlo y escuchado los gritos, ya se habrán imaginado que acababa de pasar.

— ¡Vegeta! — Milk se acercó a mi a verme. Mi madre hizo lo mismo. Sentía mi mejilla arder.

— Oh dios.. está rojo — dijo Milk.

— ¡¿Cómo te atreves a golpearlo?! — le gritó mi madre a él.

— ¡Todo esto es tu culpa, mujer! — le señaló, luego a mi — ¡Por malcriar unos niños!

— ¡Te recuerdo que los dos somos los padres! ¡No puedes hablar así!

Ellos siguieron discutiendo. Sigilosamente sostuve a Milk del brazo y la arrastré hasta afuera de la casa. No quería que escuchara las discusiones de ellos. Eso la ponía nerviosa.

— Vegeta, no podemos irnos así como si nada.. — dijo ella preocupada.

— Déjalo.

— ¿Como estás? ¿Te sigue doliendo? — se refería a mi reciente golpe.

— No, ya pasó. — de mi mochila saqué el empaque de sándwich y se lo di — Cómelo.

— Pero.. es tu merienda para más tarde. — dijo.

— No importa. No has desayunado. Tengo dinero para comprar más luego que estemos en clases.

Ella lo recibió y empezó a comerlo con hambre. Sonreí con burla. Y comenzamos a caminar hacia la preparatoria.

(•••)

— Oye Vegeta. ¿Estás disponible para ir a hacer artes marciales después de clases? No tengo nada que hacer.

Bufé — Estoy ocupado.

— ¿Por qué? — ¿En serio tenías que ser tan irritante Kakaroto?

— No te importa. — crucé mis brazos.

— ¡Diez vueltas, ya! — gritó el profesor.

— Oye Kakaroto. Te reto, el primero que termina las diez vueltas en el campo le compra la merienda al otro en la hora del almuerzo. ¿Trato? — todos comenzaron a correr.

— ¡Trato! — y él empezó a correr.

— ¡Hey! — y tuve que seguirlo.

(•••)

Aunque él llevaba cerca de la adelantera. La barriga me gruñía, no terminé mi desayuno y eso no me daba energías suficientes.

Al dar cumplir la quinta vuelta. Pude ver que él dejó de correr rápido cómo antes para comenzar a trotar. Y no estaba solo, estaba acompañado, era nada más y nada menos que Bulma. Ambos conversaban. Sabía lo lenta que era ella.

Algo dentro de mi se oprimió cuando vi que ella lo abrazó. Y él correspondió. Alcé una ceja molesto. Fue que saqué energías de dónde no tenía y comencé a correr rápido. Apropósito choqué mi hombro con el de él logrando distraerlo de su entretenida charla.
Sonreí. Me fijé sobre mi hombro y vi como se despedían, mi sonrisa se extendió al ver que él la dejó y comenzó a correr atrás de mi.

¿Será que me puse celoso?

Hola!

Quería decir algo antes de acabar este capítulo. Y es que estoy algo indecisa acerca de mi estadía aquí.

Esta historia no está a mucho de acabar, al igual que Apuesta Mal Hecha.
El problema es que no estoy segura si seguir escribiendo, es decir, cuándo acabe con estas dos historias ¿Que haré luego?

Tengo como dos o tres historias en mente. Pero no estoy segura si les llamará la atención. Es más, ya las tengo en borradores xd

Es aquí dónde ustedes me ayudan dándome ideas para nuevos proyectos.

Pueden dejarlo en los comentarios o escribirme en privado.

Y si sienten que podrían ayudarme con el trama con una de las historias que tengo en borradores, les puedo decir, pero por privado 😂

¡En serio me ayudaría bastante su colaboración!

Amenos que quieran que me vaya para siempre :) okno
Pero esta cuenta seguirá intacta, aunque claro, con todas las historias terminadas.

Espero su comentario al respecto, buenas vibras y gracias! ✌💕💕

¡Nos leemos!

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