Capitulo 10: 🌀
Intrigado seguía al hombre quien aseguraba sin duda alguna qué yo le había robado su cuerpo. Entre las miles de flores de variadas tonalidades apareció una banca larga de madera con techo. Ahí nos detuvimos y él me ofreció asiento. Me senté y él lo hizo a mi costado, teniendo tantas preguntas que no sabía por cual empezar.
— Me costó mucho encontrarte, pero al fin pude hacerlo — decía el hombre cruzando sus piernas.
— ¿Quién eres tú? — regrese a preguntar lo mismo que le hube preguntado antes.
— Ya te lo dije, pero para que obtengas una respuesta más clara, te lo responderé de nuevo — carraspeo su garganta -. Soy el verdadero Jungkook, el dueño del cuerpo que tú ocupas.
Lo que decía no me estaba haciendo sentido. Jin me certificó qué este cuerpo jamás tuvo otro portador. Pero ahora que recordaba, Jin siempre lucia sospechoso cuando yo le hacía ese cuestionamiento.
— Esto es solo un sueño — dije negando con la cabeza —. Voy a despertar dentro de poco — afirme cerrando los ojos, pero nada cambiaba.
— Yo soy real Walter, al menos en este mundo, y me estoy contactando contigo porque necesito tu ayuda.
— ¿Mi ayuda? — junte el entrecejo.
— Así es. Me robaron mi cuerpo porque no deseaban que yo salvará a Jimin, pero tú lo hiciste y ahora la cumbre está atada de manos.
— ¿Conoces a Jimin?
— ¿Qué si lo conozco? — rio sarcástico —. Es por él que estoy aquí. Por amarlo tanto que no permití que pereciera.
— No puedo creer eso como cierto — negué por mi propio bien, ya era demasiado con lo que tenia que manejar —. Solo estoy aquí por una misión.
— ¿Y porque piensas que se te dio esa misión? ¿Crees que a todo el mundo se le otorga algo así? — indignado negó de lado a lado con la cabeza, empujando el interior de su mejilla con la lengua —. No seas un iluso al pensar que eres especial por estar aquí, porque de hecho no lo eres. Eres solo un títere para la cumbre, para Jin.
— Dame pruebas de que lo que dices es cierto — le rete.
El hombre se quedo callado, pensando quizás en la nada. Entonces ahí creí que yo había ganado.
— ¿Has escuchado cuando te llamo? ¿Te han ocurrido cosas inexplicables cuando estas junto a Jimin? ¿Te sientes pleno a su lado, y piensas que ya no necesitas a nadie más cuando lo tienes a él?
— Pueden ser coincidencias...
— Has tenido sueños con Jimin ¿verdad? — pregunto alzando sus cejas pensando que había ganado cuando me vi sorprendido —. Pues no son sueños, son recuerdos. Jimin y yo nos conocemos desde hace muchos, muchos años. Pero él no me recuerda porque sus recuerdos han sido borrados por la cumbre.
— ¿Qué es la cumbre? — pregunté para ya salir de dudas.
— El organismo que regula lo que hace Jin, y también lo que haces tú o lo que hacia yo cuando aún caminaba por la tierra.
Este sueño era mucho más largo y confuso que cualquiera que hubiese tenido. Necesitaba despertar antes de que este hombre pudiera desquiciarme.
— Respóndeme algo...si este cuerpo es tuyo, ¿qué hago yo entonces usándolo?
— ¿A ti hay que repetírtelo todo?, ya te dije que mi cuerpo fue robado, ¡fue robado por Jin!
— Lo se, pero lo que todavía no entiendo es la razón de: ¿porque te lo robaron? — pregunté al unísono del sonido de una alarma del reloj. Del reloj de muñeca que el supuesto Jungkook cargaba consigo.
— Ya es muy tarde, debo irme — dijo observando su reloj.
— Pero acabamos de empezar...
— El tiempo pasa rápido aquí — menciono de pronto, levantándose de la banca con apuro —. Te prometo que te explicaré todo, pero por ahora nuestra reunión acaba aquí.
— ¿Volveré a verte? — indague levantándome de la banca a su par.
— Así es. Por favor mantén a salvo a Jimin y cuida de él. No le digas a Jin que te encontré o hará algo para desaparecerme — decía al mismo segundo en donde el viento desde el cielo creaba una especie de torbellino, el cual estaba arrasando con la luz amarilla y pura, como también con el campo de miles flores; flores qué eran arrancadas desde la tierra y revoloteaban ahora por el aire —. Mantén los ojos abiertos Walter.
El torbellino se trago al hombre haciendo que este desapareciera. Eso me asustó y pretendí correr, pero esa decisión la había tomado demasiado tarde, el torbellino me había alcanzado. Sintiendo el viento furioso golpeando mi rostro tapando también mis oídos con su aire, me dejé halar desde el suelo hacia los cielos y luego desperté de día, en mi cama y con la alarma de mi teléfono sonando.
Había sido una aventura fuera de serie, pero ahora recordaba una parte muy importante en la que ese hombre había hecho énfasis. Ese Jungkook afirmaba amar a Jimin, ¿pero de que manera?
Nuestro cariño era solamente de amigos incluso de hermanos, porque ahora sentía que él era lo único que tenía. No comprendía nada y mi cabeza estaba doliendo, aún así el aroma de flores silvestres permaneció sobre mis ropas, haciéndome sentir familiarizado con el olor.
Tomaba clases personales con Jin. Él me explicaba sobre los honoríficos qué se utilizaban en el idioma coreano, en donde aun yo fallaba al mantener una conversación con alguien. Estaba aburrido y el tiempo andaba más despacio, apartándome de las posibilidades de un pronto mañana, un nuevo día rejuvenecedor. Pues lo que iba de hoy me mantenía ocupado con pensamientos contrarios, los cuales permanecían en mi mente combatiendo unos con los otros. No tenia idea de cual iba a ser el ganador.
— Walter Jungkook, ¿estas atendiendo a lo que digo? — pregunto Jin cuando ya era bastante obvio que me encontraba divagando.
— Si...claro — conteste sin convencerme ni a mi mismo. Así que di un suspiro y me prometí ser más sincero —. Lo lamento, tengo la cabeza en otro lugar.
— ¿En qué estrella estas viajando ahora Jungkook?
Jungkook...
Le había prometido a ese hombre que no le mencionaría nada a Jin, pero tenía en mente que al menos podía hacer insinuaciones.
— Jin ¿qué sucederá cuando enamoré a Sunjin? — hice el cuestionamiento.
— Bueno, volverás a tu cuerpo y a tu tiempo Walter Jungkook — respondía al estar borrando lo escrito en el pizarrón.
— ¿Y quien determinará cuando sea el momento en que Sunjin se enamoré de mi? ¿Ustedes leen mentes?
— ¿Ah?, no claro que no. Pero ¿piensas que ella ya se enamoró de ti? — Jin se volvió hacia mi, y sujeto un cuaderno para escribir de nuevo en el pizarrón.
— No lo sé. Tal vez en unos meses eso ocurra, pero ¿Quien se quedará en mi lugar en este mundo?
La tensión pude sentirla en mis manos. Lo normal era que Jin respondiera a mis cuestionamientos al instante, pero esta vez no lo hizo, solo continuó escribiendo como si no hubiese escuchado mi pregunta.
— ¿Eeh? ¿Jin? — insistí, creyendo ahora que de verdad no había podido oír mi pregunta.
— Nadie. — respondió, sin girarse a verme.
— ¿Disculpa? — pretendí no haber oído.
— Nadie se quedará en tu lugar Walter Jungkook.
— No lo entiendo, ¿que sucederá entonces con Sunjin? ¿Con la gente de este tiempo? — continúe preguntando, porque la respuesta de Jin no me era lógica.
— Ellos continuarán con sus vidas, todo seguirá su curso natural — menciono, dejando el plumón a un lado del pizarrón, caminando ahora hacia el escritorio frente a él.
— Pero de ser así, no tiene ningún sentido lo que estoy haciendo...
Mi misión carecía de un objetivo coherente al parecer.
— Walter... — sonrió incómodo — ¿porque te preocupa tanto esto?, nada de este mundo tiene que ver contigo. Es tan solo una misión que debes cumplir si deseas volver con tu familia...¿Qué ocurre?
— Es solo que pienso que Jimin podría extrañarme cuando me vaya. — use el nombre del joven porque sabía que algo no estaba andando bien.
— ¿Extrañarte? — carcajeo tumbándose en su asiento —. Si tanto te preocupa el muchacho podríamos borrar sus recuerdos cuando te hayas marchado. Para él será como si nunca hubieses existido.
¿Cómo si nunca hubiese existido?, yo no deseaba eso.
— Pero, yo no deseo eso — musite para mi, pero él me escuchó.
— ¿Entonces que deseas?
Tanto tiempo era ya en que no me formulaban esa pregunta, que ahora no sabia que contestar, ¿que era lo que yo deseaba?
— Deseo ver de nuevo a mis hijos — respondí con tono melancólico. Sabiendo que de no acatar lo que Jin me ordenaba, ya no volvería a ver los rostros de mis pequeños.
Decidí terminar la conversación ahí y le pedí a Jin que continuará con lo que él quería explicarme. Las clases siguieron por al menos veinte minutos más, y luego de eso partí de vuelta a mi habitación alquilada. Allí busque el baño compartido y me incline un tanto en el lavabo para contemplar mejor mi imagen. Esas pequeñas manchas rosadas y algunas rojas permanecían ahí en mi cuello y clavículas. No tenían explicación, pues yo no tenia ventanas en mi alcoba como para que los insectos pudieran entrar a pincharme.
"Es por él que estoy aquí. Por amarlo tanto que no permití que pereciera"
Ahora que lo pensaba mejor, yo había dormido en la habitación de Jimin, en donde sí se encontraban ventanas. Eso tenía más sentido que las cosas extrañas que estaba comenzando a imaginarme.
Mi padre me había dicho alguna vez que los sueños solo eran eso (sueños). El mundo ficticio que me planteaba mi mente por las noches no era habitable, porque simplemente no existía. No hay materia orgánica que pudiese pisar ese suelo de fantasía. Yo tenia que ser el único que controlará este cuerpo, y estaba decidido a eliminar de mis recuerdos cada cosa que esa imagen de Jungkook me hubo dicho.
Jimin podría vivir feliz y por siempre sin tenerme entre sus recuerdos, y eso estaba bien para mi.
Estaba bien para mi, pero no para el ser quien luchaba con controlarme...
Cepillaba mis dientes anhelando qué la pasta dental refrescara mi boca. Terminé todo lo que tenia que hacer en el baño y le escribí un mensaje a Sunjin antes de dormir. Ese día Jimin no me habló.
Me metí a la cama y pensé en reírme de algo tan simple y banal como lo era preocuparse por sueños. "Solo me lo estoy inventando todo", "nada que no existe puede herirme". Pero estaba olvidando algo crucial, y eso era que desde el primer momento en donde se me dio la oportunidad de vivir otra vida en otro tiempo, todas las leyes humanas y normales desaparecieron. Si Jin era capaz de desaparecer y aparecer objetos inanimados usando sus manos, entonces también podía existir un Jungkook en un mundo paralelo ¿no?
Lo pensé demasiado, pero entonces hube cerrado los ojos y caído de vuelta en el agujero negro de los sueños. Las galaxias eran infinitas quizás, pero no tanto como los hechos demenciales qué me ocurrían. Abrí los ojos y me encontré con una calle desolada, apenas con algunas iluminaciones. Pocos autos transitaban y no había nadie que pudiera tener cerca. El gélido suelo de concreto quemó mis dedos del pie, ahí fue cuando comprendí que me hallaba descalzo y sin abrigo, solamente usando mi pijama...yo había salido de la habitación de alguna forma quien sabe como, y había caminado hasta la parada de autobús.
Tiritando corrí por las calles, usando mis propios brazos para abrigar a mi pecho el cual se moría de frío. Cruzando las sombras de la noche me encontré con mi residencia, y fue el guardia de seguridad quien pudo auxiliarme. Ayudándome con la puerta principal y luego con la puerta de mi propio cuarto alquilado pues no conservaba llave alguna conmigo. Me pregunto muchas veces por lo sucedido, pero yo solo desvíe las preguntas afirmando qué todo se trataba de un maldito estado de sonambulismo, de hecho yo también quise creer eso, hasta que comenzó a ocurrir todas las noches.
A veces me despertaba antes de llegar a la parada, y en otras ocasiones estuve a punto de subirme al autobús cuando entonces me despertaba en el acto y tenía que correr de vuelta a la residencia. El guardia de seguridad, un hombre mayor, me aconsejo al decirme que debía buscar ayuda porque algo malo podría llegar a pasarme. Él tenía razón en su criterio, pero yo concluí en que debía hacer cosas distintas para que esto no me ocurriera más. Primero, compré medias gruesas con las que me iba a dormir, también dormía ahora usando abrigos y hasta bufandas, siendo lo más importante la idea de cerrar la puerta con llave y esconder dicha llave para mi mismo, o para este sonambulismo extraño que intentaba llevarme lejos de la cama a altas horas de la noche. Eso funcionó el primer día y de igual forma el segundo, pero el tercer día, un domingo, algo peor y más extraño ocurrió...desperté en la entrada de Gamcheon.
Anonadado pensando que esto era un sueño, gire mi cabeza hacia todos lados esperando que alguien saliera detrás de los arbustos para decirme que todo era una broma. Pero es que a estas horas de madrugada no habitaba ni un solo alma en las calles, y yo me encontraba de nuevo solo y mucho más lejos que las otras veces; era desconcertante.
— *Te dije que tenias que cuidarlo* — escuche esa voz fastidiosa en mi oreja.
— ¿Qué? ¿Quien anda ahí? — pregunté al parecer hablándole a la nada. Me encontraba solo.
— *Sino te acercas a Jimin, yo lo haré por ti* — hablo de nuevo ese ser invisible que solo habitaba en mi cabeza.
— Me estoy volviendo loco... — chille casi en un llanto, halándome de los cabellos, completamente desconsolado.
— *No estas loco Walter, pero debes ayudarme. Jimin debe saber la verdad*
— ¿Y cual es esa verdad? — exprese con la voz ronca. Mis cuerdas vocales estaban siendo lastimadas con el tétrico clima invernal.
Mi gire hacia la derecha, luego hacia la izquierda y camine en círculos buscando al hombre que me hablaba, pero no había ni rastro de ese tal Jungkook. No podía descansar, no podía dormir bien, mi relación con Sunjin no iba con buen pie y no lograba concentrarme en clases. Ya no estaba hablando con Jimin, pues desde esa vez en donde dormí en su casa ni él ni yo mantuvimos contacto por teléfono. Lo creí mejor así ya que él de todas formas iba a olvidarme, pero esa voz en mi cabeza me empujaba hacia el peliplateado a como hubiese manera, quería que le dijera la verdad, pero ¿Cuál verdad?
Si ese Jungkook existía y conocía a Jimin desde hace años entonces él sabía cosas que yo no. Tal vez también Jimin sería capaz de recordarlo y eso es lo próximo que deseaba intentar, por el bien de mi descanso y mi cuerpo congelado.
Muchas gracias por leer, mil besos!! ✨❤️❤️.
Me encantaron las fotos que publicaron hoy sobre el álbum nuevo de Jimin, aquí anexo mi favorita 🤭.
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