Hope Wright.

—Y ¿Qué opinan?— mis palabras captan la atención de las dos personas que son mis padres.

Porque ese silencio que se formó hace quince minutos es algo incómodo, ni siquiera sabes si tus padres realmente te apoyaran. Papá, un hombre de cuarenta y cinco años, que tiene una que otra cana asomándose por su cabello café claro, me observa con su mirada intimidante

Así como los ojos de mi madre me detallan, mi hermano posa su mano en mi brazo lo miro y me sonríe tratando de calmarme me repito una y otra vez «ellos te van a apoyar» si lo han hecho durante toda tu vida.

—Mi niña ¿Y qué decisión tomaste?—inquiere mi papá.

¿Mi padre me apoyará? Es algo que ni siquiera puede asimilar, ni tampoco es creíble.

—Aún ninguna, papá, primero quería hablar con ustedes.

—Hope. —habla mi mamá— tienes mi apoyo. Ojalá no lo hubieses ocultado, mi niña, así no estarías en esta posición.

Mis ojos se empiezan a llenar de lágrimas de felicidad, Mike lo nota y se acerca aún más donde estoy para pasarme su pañuelo, por lo que lo recibo y limpio mis ojos. En los momentos difíciles es donde trato de no perder la poca esperanza que me queda.

—Bueno Hope —mi padre se levanta y acomoda las mangas de su camisa —no paro de estar orgulloso de ti y me alegra saber el hecho de que lleves mi sangre mi niña.

Se me acerca así que me levanto de la silla y me abraza, cosa que obviamente no rechazo. Alcanzo a escuchar como su corazón late rápidamente, y como el olor a su colonia llega a mis fosas nasales. Es deliciosa, mi papá tiene un buen gusto por las lociones.

Nos separamos y...

—Bueno esta noticia merece una celebración—menciona mamá mientras se limpia las lagrimas.

—Mamá...

—No voy aceptar un no como respuesta, Hope.

—Bueno, señora.

Por otro lado mañana debo ver a mi novio, pero no quiero verlo porque es el causante de uno que otro hematoma que tengo en mi cuerpo. Se podría decir que al principio lo amaba pero, con el tiempo fue sucediendo ese típico cliché aunque nuestra relación era por una obligación... Siempre habrá un pero. Al comienzo nosotros estábamos juntos porque queríamos nos encariñamos el uno del otro, aunque a la hora que conocí a su familia todo cambio teniendo consecuencias, puede que mis padre vivan cómodamente por ello pero...

Después le presenté a la mía e inició el verdadero martirio, porque de un momento a otro Thomas comenzó a tener ciertos comportamientos extraños conmigo, sin saber el motivo primero discusiones, una pareja normal lo hace porque ninguna pareja es perfecta, con el tiempo poco a poco fue incrementando de una manera nada sana, creería que bastante tóxica porque el necesitaba ayuda pero tiene ese pensamiento machista que un hombre no puede ir al psicólogo, luego sacaré tiempo para mí porque si lo necesito, pediré ayuda y no me avergonzaré por ello.

Las marcas coloradas que hay en mi cuerpo, afortunadamente no son notables, ya que están ubicadas en partes dónde se encuentran cubiertas por la tela de la ropa que traigo puesta . Me dirijo hacia la cocina para ayudar a mi mamá en lo que necesite, toca seguir como si todo estuviera marchando bien porque estoy segura que me ignoraran como suele hacerlo en algunas ocasiones.

Muevo mi cabeza en negación, respiro hondo y me relajó, para crear una sonrisa de alegría. —fingida.—porque mi vida es perfecta. 

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Theo Miller.

Los flashes de las cámaras no dejan de dispararse encima de mí, ya que, estoy en una sesión fotográfica y eso que relativamente es tarde, pero en este mundo ya estoy sumergido, está sección es para una campaña de una revista y ya hace algunos días atrás debía estar lista pero mi agenda siempre está ocupada, luego te acostumbras a esta vida, cuando te vuelves una figura pública importante a nivel internacional.

Mañana tengo que viajar a Italia para un desfile de modas, he sido contratado, por una diseñadora de modas muy importante, es conocida como la reina de la moda, ella personalmente pidió mi presencia y por obvias razones no iba a negar aquella petición. 

Hago las debidas poses para que el equipo pueda captar cada ángulo, y no voy a negar que soy atractivo, nunca lo haré. Juego con la chaqueta de cuero, mientras tengo un camarógrafo de frente y uno a cada lado.

Con mi mano derecha peino mi cabello, las chicas de producción en vez de estar haciendo su trabajo son como unas adolescentes con sus hormonas a flor de piel, mirando cada gesto que hago, sonrío y al momento logran captar lo que acabo de hacer.

—Bueno Theo, ya te puedes ir y gracias por venir. —dice la señorita Olivia, dueña de la revista donde pronto apareceré.

—Fue un placer señorita Olivia —Le guiño y ella se sonroja un poco.

Me dirijo hacia mi camerino para cambiarme y arreglarme como un joven adulto normal, tratando pasar desapercibido. Abro la puerta y después la cierro, mi móvil está encima de la mesita en donde había dejado mis cosas antes de comenzar con la sesión.

Tomo asiento en uno de los muebles, pero antes cojo el celular. Me acomodo y desbloqueo el aparato tecnológico, para revisarlo y ver que más de cien personas comenzaron a seguirme en Instagram. Mis seguidores siguen aumentando, al igual que las notificaciones, y es por ello que mañana oficialmente tendré mi cuenta verificada en algunas redes sociales. Ahora solo me está faltando Twitter.

Me dirijo hacia la opción de Reels, veo cada uno de los videos que me aparecen y a uno que otro video le doy like, sin embargo, me detengo en uno, porque en vez de aparecer un video, es un post.

De una chica «hermosa». Su cabeza la tiene recostada en una fila de libros, su larga cabellera de color castaño claro está suelto. Trato de acercar más la fotografía para detallarla, y comprobar que sus ojos son azules, dándole una mirada desafiante. Sus cejas, labios, nariz cada parte de su rostro es perfecta, soy un hombre que le gusta apreciar la belleza femenina y no del mal sentido, porque cada mujer es hermosa, logrando destacar a su manera.

Su usuario en Instagram es sweetescritora_w, lo selecciono y directamente me envía a su perfil, el cual no tiene tantos seguidores a comparación con los míos. Reviso cada una de sus publicaciones, reels e IGTV, y descubro que al parecer es una escritora reconocida en una plataforma llamada Wattpad.

Ladeo la cabeza «¿Será que la sigo?». No lo pienso dos veces y presiono la casilla azul de seguir.

Si eres escritora entonces vamos a ver qué es lo que tanto escribes, porque la curiosidad mata al gato y si soy bastante curioso, así que busco en la app de Apple store, descargo la aplicación naranja, y en cuestión de tan solo unos segundos queda instalada. Con el tiempo he querido adquirir el ámbito de la lectura, pero en realidad muy poco tiempo me queda y es algo que quiero disfrutar sin necesidad alguna de estar presionado.

Me inscribo con mi correo de Gmail, pero en el usuario coloco un nombre anónimo para que no me vayan a reconocer, luego, busco como ella aparece en Wattpad y al parecer está registrada de la misma manera que lo está en Instagram. Una sonrisa pícara se forma en mi rostro al darme cuenta que uno de sus libros tiene escenas +18, vea pues «dulce» hiciste que me diera más curiosidad conocerte. Guardo sus seis libros en mi biblioteca privada, incluida una que acabo de actualizar hace algunos minutos, según en su muro de conversaciones.

Los seis libros son de dos trilogías, una se llama imposibles tentaciones y la otra brillando en la oscuridad.

Los seis libros son de dos trilogías, una se llama imposibles tentaciones y la otra brillando en la oscuridad. Organizo mis ideas y me decido a leer primero, imposibles tentaciones, obviamente. Lo comenzaré a leer cuando llegue a mi suite, porque no vivo en Nueva York solo vine por la sesión, realmente soy de Londres pero no tengo una ciudad donde esté establecido, porque mis viajes son constantes aunque estaba pensando seriamente si radicarme en Nueva York o Los Ángeles.

"La ciudad de la fama".

Me levanto y busco en el armario donde deje mi ropa. Me quito cada prenda del conjunto que traía puesto, mientras los ojos de esa chica no paran de pasar por mi cabeza, es que es divina con cara angelical e intimidante, pero detrás de toda esa fachada tiene su lado oscuro, su lado pervertido, porque para que pudiera escribir ese tipo de contenido, debe tener una imaginación excepcional.

Termino de cambiarme, así que guardo el móvil en la chaqueta. Salgo del camerino y me dirijo al estacionamiento en el que está mi motocicleta, la cual uso porque me gusta pasar desapercibido, ya que o sino vendrán más de veinte chicas en un momento por tan solo verme. Busco las llaves y las llevo en mi mano izquierda, me monto en la moto e incrustó la llave en el agujero correspondiente, la giro al lado derecho y se enciende la luz roja que indica que ya no tiene el seguro. El motor de la motocicleta ruge dándole suficiente adrenalina a mi cuerpo. Me coloco el casco, con mi pie derecho presiono el cambio y acelero, emprendiendo mi camino hacia el hotel.

«Querida dulce, será un honor leer tus libros», sí que lo sería querida.

Continuará...