Parte sin título 10
Notas del cap:
Tenia ganas y en lo que sigo escribiendo, pues aquí andamos XD porque quiero y porque puedo XD
¡A leer!
10 - Cara a cara
Lo había escuchado a la distancia, el fuerte rugir de una de esas criaturas blancas que ahora, por algún motivo que no terminaba de comprender, llamaba Gaia. Parpadeo, dándose cuenta que estaba en un lugar en blanco. Escucho a sus espaldas un segundo rugido y, cuando volvió la vista, se vio a si mismo en medio de una ciudad que no conocía, repleta de vegetación como si esta fuera abandonada años luego de alguna clase de apocalipsis. Los edificios y vehículos estaban rodeados de naturaleza mientras que todo a sus alrededores estaba destruido, perfectamente oculto por la naturaleza, por verdes plantas y coloridas flores junto a aves que trinaban tranquilas y alegres alrededor
—¿En donde estoy? —se atrevió a preguntarse, caminando por aquel mundo destruido, encontrando sin embargo, personas a las que no alcanza a distinguir su rostro, avanzando, hablando entre si, sonriendo, riendo y pasando de el, como si el que luciera confundido y perdido no fuera la gran cosa
Volvió a escuchar una segunda vez el rugido llamándolo, no sonaba igual el rugido que creaba cuando lo llamaba a cuando rugía en intención de ataque a los monstruos negros. Lo sabia y también se preguntaba como es que sabia algo que no tenia sentido alguno a su forma critica de pensar. Pero ahí estaba el, confundido, avanzando entre las personas y las aceras destruidas, agrietadas que estaban decoradas tranquilamente con naturaleza dando un extraño sentimiento de calma que le había parecido en principio, realmente extraño
Por algún extraño motivo, también descubre que las personas que pasan de el, estaban caminando en su misma dirección con tranquilidad, rebasándolo y girando hacia el interior de una barda que separaba alguna clase de edificio. Curioso, descubre además que los suaves rugidos que alcanza a escuchar, venían en la misma dirección. Con esa cosquilla por querer saber lo que ocurre, perdido, pero guiado por su instinto, sigue al resto de las personas. Al pasar de la barda que cubría su visión, sus ojos se abren con sorpresa
En el medio de lo que parece un gran campo lleno de flores, hay en el centro de todo, una de las criaturas que conformaban a Gaia. Mas precisamente, aquel que estaba herido, teniendo como decoro, niños por todo su cuerpo, jugando sobre su cuerpo, algunos incluso durmiendo sobre sus patas a un par de pies de distancia del suelo, pero aquella criatura, un poco mas pequeña que a como las había visto, actuando tranquilo, relajado de estar rodeado de niños y, un poco mas apartado, a adultos hablando tranquilos, sonriendo, viendo incluso a sus hijos jugar como si estuviera jugando en un parque y no sobre una criatura como Gaia
—Te encontré —escucho una voz infantil que le hizo volver la mirada hacia atrás, descubriendo a la misma niña de cabello chino que siempre sueña y que le sonríe radiante en estos momentos, señalando a su costado— Atlantis dijo que quería hablar contigo y me pidió que te avisara —anuncia la pequeña tranquila. Eliot desvía la mirada en dirección de donde señalaba la pequeña, descubriendo con asombro, a otra de las criaturas de Gaia, observándolo con tranquilidad, pero de un modo fijo. Eliot sitio miedo, aun así, volvió la mirada a la pequeña
—¿De verdad me esta buscando? —pregunta, observando a la niña asentir
—Atlantis dice que no puede comunicarse contigo, así que me pidió que te pasara el recado —se expresa con tranquilidad y, por algún motivo, la necesidad de despertar he ir a verlo, nació en su pecho
—¿En donde lo encuentro? —pregunta a la niña que sonriendo, señala detrás de Eliot al monstruo de América
—Atlantis esta cuidando de América, aquí que puedes encontrarnos en
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El sonido del despertador lo alerta, pegando un brinco y sentándose en su cama. Se descubre en su habitación, en su hogar, con un día brillante y tranquilo. Eliot mira a todos lados, suspirando con fastidio... como odiaba cuando sus sueños eran interrumpidos y en especial cuando sentía que eran importantes
Un momento...
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—¿Aun nada? —pregunta Sedil cansado, sobando su entrecejo con cansancio, sentía que si no dormía, dentro de muy poco volvería a colapsar como hace unas semanas atrás. No quería llegar a eso, pero ¿Qué mas podía hacer? No había rastro de absolutamente nadie. No había rastro de los monstruos negros, no había rastro de los monstruos blancos que Eliot se aferraba a llamar como Gaia... todos habían desaparecido
Y lo pero de todo, es que aun no podían acceder a Chile luego del ataque que habían tenido. Las cosas se estaban complicando, aunque, no sabia si debía de agradecer o preocuparse de esta tranquilidad. Tiene la sensación de que es el silencio que presagia una catástrofe peor, pero quiere rezar junto con el resto de las personas, a que se trata del fin de la pesadilla y que ese silencio pesado que siente encima, es en realidad el silencio que hay tras haber acabado la tormenta
—¡Se donde están América y Atlantis! —escucho un grito junto al azotar de una puerta que hizo saltar a Sedil y a Kael de sus asientos. Mirándose entre ellos con sorpresa cuando descubren que Eliot ha sido el que ha entrado a mitad de una junta con los 6 grandes de Océanos
—Bueno —susurro una chica del grupo luego del pesado silencio que se instalo luego del grito de Eliot— Felicidades por descubrir dos continentes —susurra entre la pena y una burla que hace a todos los demás reír. Era obvio, si pensaban que Eliot se estaba refiriendo a los continentes
—¡No me refería a eso maldita sea! —grita avergonzado, sintiendo el ardor en sus mejillas por la vergüenza del momento, avanzando para ver únicamente a Sedil a la cara— Estoy hablando de Gaia —afirma— se donde encontrar a dos de los seis monstruos —gracias a esto, las risas y burlas que aun seguían, se callan abruptamente y vuelve el silencio pesado he incomodo
—¿Estas seguro de lo que estas hablando Eliot? —pregunta serio Sedil al escuchar sus palabras y observar su gesto igual de determinado
—Necesito que vengan conmigo, América esta herido por lo que se y Atlantis lo esta cuidando —explica
—No entiendo —susurra uno
—Esos monstruos —habla molesto Eliot— son las piezas destruidas de Gaia —explica al grupo ajeno a Sedil y Kael— cada uno ha tomado a un continente como su hogar pero, hasta donde tengo entendido, ya no se identifican solo con Gaia, sino con su respectivo continente
—Con el que han decidido quedarse —trata de asimilar Sedil, descubriendo la afirmación de su ahijado
—Cada monstruo esta protegiendo un continente —se dirige a Sedil— y el que esta protegiendo al continente Americano esta seriamente herido —mira al resto de los científicos— cuidado únicamente por el monstruo que debería de proteger nuestro continente. Atlantis
—No tiene sentido —es lo único que suena en la habitación, la suave voz de Kael, alegando lo que todos pensaban pero que nadie ha tenido el valor de decir
—Lo sé —dice Eliot— yo mejor que nadie lo sé —vuelve la mirada a Sedil— pero es la verdad y no tengo tanta imaginación para crear algo así yo solo (*)
—Tiene un punto —suspira Sedil cansado, se pone en pie para ver a todos los demás— contacten con la sede de América. Iremos en busca de esa criatura entonces
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Estaba oculto. Entre las fronteras de México, Guatemala y Atlantis. Entre el puente que unía a ambos continentes, se encuentra precisamente un pequeño pueblo recubierto de bosque a un par de kilómetros al lado de las carreteras que conectan ambos continentes. Era un pueblo, pequeño pero actualizado como todos los demás. Al menos, eso era lo que comprendía Eliot
Llegaron apenas un par de horas mas tarde, entrando con cuidado en el pueblo, encontrando con sorpresa un lugar que por demás, lucia destruido, pero, repleto en vegetación; tal y como lo había soñado, los edificios estaban destruidos en buena parte, el suelo agrietado con trozos desprendidos, autos chocados y todo inmovilizado. Sin embargo, absolutamente todo estaba cubierto por vegetación, plantas llenas de colores y delicioso aromas además de diversos animales que no se habían visto en mucho tiempo mas allá de los zoológicos donde son cuidados al ser especies en peligro de extinción
—¿Qué ha ocurrido aquí? —pregunta una mujer del grupo americano de Océanos
—Parece ser que aquí también ha habido una pelea —susurra uno de los científicos de Atlantis— ¿Creen que uno de esos monstruos negro o blanco haya aparecido aquí? —pregunta curioso
—Este lugar no tiene trasmisiones en vivo, así que, lo que sea que haya pasado aquí, nosotros no podríamos saberlo en tiempo real —explica Sedil, avanzando, todos, siguiendo a la cabeza a Eliot que parece saber hacia que dirección avanzar, aun cuando Sedil esta mas que seguro que jamás en su vida había traído a Eliot a una zona tan lejana de todo lo que ambos conocían
—¿Falta mucho? —pregunta otro— soy alérgico al polen —se queja con desagrado
—Tenderíamos que estar cercas —es todo lo que dice Eliot, avanzando en busca del camino correcto— ¡Es aquí! —grita emocionado, dejando de caminar y comenzando a correr con velocidad. Siendo seguido de cercas tanto por Sedil como por Kael y su grupo de investigación
... ... ...
La sensación se sentía asfixiante y desesperante en mas de un sentido, Eliot podía sentir la emoción de por fin llegar a su destino, de llegar a donde sea que lo estaban llamando, pero al mismo tiempo, el miedo y la inseguridad lo tenían al borde de un colapso nervioso al saber que podría estar exponiendo al peligro a gente inocente. No sabia que hacer, solo se estaba dejando llevar por sus instintos aun si eso fuera peligroso
En cuanto reconoció el mural que protegía la edificación, corrió, tal y como había visto en sus sueños, mas allá de las personas que no había visto hasta ahora, llego, dando vuelta en la misma vaya que había visto y, efectivamente, lo que vio, le sorprendió aun mas que sus propios sueños
—Increíble —susurra Sedil al saber que ha encontrado la misma imagen que su ahijado Eliot
Un grupo de niños jugando encima de los gigantes monstruos, uno recostado al total sobre la hierva, con sus ojos cerrados pero cuidando a los pequeños que estaban encima de su cabeza riendo y jugando, una niña estaba incluso acomodando una corona de flores sobre la cabeza de la gran criatura, una mujer, le estaba dejando una serie de panecillos dulces cercas, sobre sus patas, se encuentran otros tres niños, uno encima de su pata y dos a cada lado de una de sus patas, sonriendo divertidos y acariciando. Otros, un poco mas grandes que lucían de secundaria, cepillaban el largo pelaje del monstruo y, los más grandes, parecían curar con cuidado las heridas aun abiertas de la criatura que solo respiraba con tranquilidad, como si estuviera durmiendo
—¿Pero que diablos es todo esto? —susurra Kael sorprendido, el monstruo ha abierto sus ojos y elevado un poco su rostro para ver a los recién llegados y, de entre todo el grupo, la pequeña niña que estaba arriba de la cabeza del monstruo, colocando con cuidado la corona sobre su cabeza, eleva también la mirada y sonríe emocionada
—¡Viniste! —grita contenta, poniéndose de rodillas sobre la cabeza de la criatura, perdiendo el equilibrio y resbalando
—¡Cuidado! —gritan varios al mismo tiempo, pero, la criatura blanca ha sacado desde su cuello, algo parecido a un tentáculo blanco con el que atrapa a la pequeña y con cuidado, la deja sobre el suelo. La niña mira a la criatura y, luego de darle las gracias, corre en dirección de Eliot tomándolo de una mano y jalando con el emocionada
—Que bueno que por fin has podido venir —habla contenta la pequeña— soy Lilit y ese es América —saluda, señalando poco después a la criatura en la que anteriormente había estado subida y luego, señala hacia detrás de un edificio que Eliot reconoce como una escuela— y aquel es Atlantis, el era quien quería hablar contigo mas que nadie —explica
—Yo no veo a nadie ahí —mas ha tardado en hablar uno de los científicos que estaban reunidos, antes de ver salir de detrás del edificio un monstruo mucho mas grande que el que estaba recostado. Pocos lo han recocido como el monstruo que también ayudo a la pelea contra uno de los monstruos negros. La sorpresa en todos es grande, muchos se hacen hacia atrás, Eliot solo los observa con sorpresa y como, de aquel monstruo que ahora los miraba fijamente, una especie de lluvia ligera y lenta de pétalos blancos brotaba desde nubes inexistentes y caía grácil sobre todos, calmando su miedo y volviéndolo asombro ante lo que observan
—Que hermoso —susurra Sedil, tomando en la palma de su mano un grupo de pétalos que, ante su sorpresa, se han fusionado hasta volverse una pequeña flor blanca
—Es una muestra de tregua de Atlantis —habla de nuevo la pequeña Lilit— Atlantis dice que no le tengan miedo, no les hará daño —menciona, captando la atención de Sedil y Kael, poco después, las de el resto de las personas
—¿Puedes comunicarte con esas criaturas? —pregunta Kael sorprendido, mas aun cuando la pequeña asiente a la pregunta dada
—Eliot también puede, pero aun no lo desarrolla correctamente —explica, mirando al contrario que mira sorprendido, asintiendo
Es verdad que era una locura pero, entre la locura, Eliot podría comprender la lógica
—¿Porque solo ustedes pueden comprenderlo? —pregunta Kael a la pequeña que ahora es rodeada por una mujer. Su madre
—No somos solo nosotros —menciona la pequeña con un puchero— todos los seres vivos pueden comprender a Gaia —responde— pero Gaia no sabe comunicarse como nosotros lo hacemos, así que necesita que le enseñemos para que el nos enseñe a nosotros también —explica, sorprendiendo a algunos científicos, solo Sedil y Eliot asienten, apenas creyendo comprender las palabras de la niña pequeña
—¿Podrías trabajar como traductora pequeña? —pregunta Sedil a la niña que, mirando a su madre y luego, al monstruo de América, regresa su mirada asintiendo. Sedil agradece internamente y, luego de observar a ambas criaturas, y, después a su ahijado Eliot, suspira— ¿Por qué Eliot ha sido uno de los que parece reaccionar a su presencia? —pregunta, notando que ambas criaturas se miran entre si, siendo el monstruo en pie, el que avance estando por delante del que aun yacía recostado
Una suave melodía comienza a brotar, no es creada por algún instrumento o voz, sino es, parecido al sonido que imitan los ciervos, mas suave, mas melódico, como si estuvieran tratando de cantar y realmente estuvieran cantando. Todos, adultos y niños observan con sorpresa, con sonrisas tranquilas, disfrutando de aquello que era la voz de una criatura sin precedentes
—Atlantis dice que hay un lazo con Eliot —explica la niña, en cuanto la melodía que crea el monstruo se detiene, volviendo la mirada hacia los adultos— Atlantis dice que Gaia lo llamo a el primero, porque Gaia, antes de saber que seria Gaia, ya sabia de su existencia —explica, dejando en claro con el resto de las personas que no están entendiendo nada— Gaia y el ya tenían un lazo, tal vez desde que Eliot nació —continua la pequeña— Eliot debía proteger que Gaia naciera en este mundo por nuestra seguridad
—¿Asegurarme? —pregunta Eliot sorprendido— ¿De que Gaia naciera? —continua, sin terminar de creer en lo queque escucha, aun si sabe que es verdad, aun si, sin palabra alguna, sabia que ese era su responsabilidad
—El señor Sedil también era importante —explica la pequeña— pero Gaia parece tenerle aprecio a Eliot —finaliza, encogiéndose de hombros
—Otra pregunta —pide, mirando directamente a la gran criatura que se hacia llamar Atlantis— Cuando ustedes han peleado —expresa— cuando eran todos uno y eran Gaia y aun ahora, mientras ustedes se enfrentan a esas cosas negras —continua— ¿Por qué los ojos de Eliot se vuelven azules?
La pequeña gira a ver a Atlantis, este solo cierra sus ojos. Una vez mas, la melodía suena, suave, con tonos diferentes pero fácilmente reconocible como la misma melodía cantada de un modo diferente. Los sentidos de todos los presentes parecen relajarse, algunos adultos y niños ya comienzan a dormir cercas de América, los demás adultos que luchan por no sucumbir, intentan mantenerse despiertos, escuchando la voz de aquella criatura y como, parece ver por momentos a Eliot y luego a Sedil
—Ustedes lo llaman "Lazo simbiótico" — habla la pequeña confundida de las palabras— Atlantis dice que es algo parecido lo que ellos crean —afirma—. También es un lazo, pero es mas allá de lo físico o químico —intenta hablar— es espiritual —calla unos segundos, mirando a Sedil y luego a la criatura que responde al nombre de Atlantis— no entiendo —susurra para la criatura que solo suspira hacia la pequeña en un gesto que lucia ser pacifico
—Yo tengo una pregunta Atlantis —por fin, la voz de Eliot sonaba entre los comentarios del adulto y la niña pequeña. Ahora que todos le prestan atención a Eliot, este avanza, hasta estar delante de la criatura blanca que le mira curioso y calmo— ¿Qué son esas cosas negras que nos están atacando?
Hay silencio, Atlantis mira a la pequeña, apenas dando una suave y mucho mas corta melodía que hace a Lilit encogerse de hombros en cuanto mira a Eliot y Sedil
—No lo sabe
Notas finales:
*Pero yo si XD por eso estamos leyendo esta historia hahahah
Bueno, se que no parece que a muchas personas les interesa esta historia y, hasta yo les apoyo por momentos... a veces parece aburrida, pero en serio, se pondrá interesante cuando se vuelvan a leer este fic, abriendo acabado la saga... será algo así como la película 1 de destino final, unido y entrelazado con la 5 ¬u¬ algo así va a acabar este fic y el ultimo libro de la saga... por eso, aunque aburrido, quiero explicar varias cosas que, espero yo, si estén quedando claras
Hoy no tengo cabeza para pensar en datos extras asi que ya saben, si tienen dudas, yo respondo XD
¿Les ha gustado?
Que tengan lindo día
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