Capítulo 47
Jungkook había estado teniendo más y más sueños extraños recientemente. A veces, cuando no se quedaba completamente dormido, se daba cuenta de que su inconsciente ya se encontraba mostrándole el paisaje de su escuela. La escena en el sueño era muy simple: El chico guapo de su clase, quién se había negado a utilizar uniforme escolar, corrió hacia él con una sonrisa y le dijo:
—Después de la escuela, vayamos a casa juntos.
Jungkook tenía la cara mojada cada vez que se despertaba. Vagamente sintió que esta escena era inusual. Su mente no se cansaba de mostrarle escenas de su juventud perdida, de su amor perdido y de la vida que ya no tenía.
≫────°❅•❄︎•❅°────≪
Jungkook eligió recientemente el regalo que quería para cuando cumpliera 31.
Taehyung había sido consciente de esto por unos días: Jungkook no había mostrado un buen estado de ánimo últimamente. Mientras Jungkook tenía en las manos la propaganda de un establecimiento, no se dio cuenta de que ya había otro cuerpo pegado al de él. Taehyung sostuvo a Jungkook en sus brazos desde atrás, y su barbilla se colocó suavemente sobre su delgado hombro:
—¿Qué estás mirando?
Jungkook, inconscientemente trató de ocultarlo pegándolo más a su pecho, Taehyung se percató de que estaba ocurriendo algo malo. El papel estaba arrugado cuando Taehyung se lo arrebató. La cara del doctor cambió de un estado normal, a un pálido aterrador y profundo, como si se le hubiera drenado la sangre. Sostuvo a Jungkook de los brazos, le dio la vuelta y lo obligó a mirarlo:
—¿Qué piensas hacer con este tipo de cosas?
El doctor le propinó varios golpecillos violentos a la hoja del servicio funerario.
Jungkook estaba enojado por lo que le había hecho, así que se ganó que le gritara:
—¿Eres un médico no? ¿No sabes lo que me está pasando? ¿¡No entiendes cómo voy a terminar!?
Su respuesta fue algo que esperaba, pero de igual manera no pudo creerlo. ¿Por qué parecía tan empeñado en lastimarlo? Taehyung hizo una bola con la propaganda y la tiró a sus pies:
—No quiero tener estas cosas en la casa.
Jungkook no retrocedió esta vez. Tomó la bolita del suelo y alisó lentamente las arrugas justo sobre la lista con nombres de cementerios importantes:
—Voy a vivir en uno de estos más tiempo que en cualquier otro lugar. Tengo que elegir uno bonito. Todavía me quedan cerca de 150,000 en mi tarjeta. Si no es suficiente, estaba pensando que me podrías ayudar. —La sonrisa de Jungkook se congeló sobre sus labios y el estado de ánimo que se mostró en sus ojos, de pronto era incierto. Parecía que no estaba seguro de su decisión, pero igualmente se la comentó—: Si el bastardo de Min Yoongi todavía quiere encontrarme, irás con él y le mostrarás mis cenizas... Por supuesto, no puedes dárselas. Aunque estés enojado conmigo para ese momento, no me dejes atrás. No me dejes con Yoongi.
Taehyung estaba acostumbrado a la vida y a la muerte, pero de igual manera no sabía lo asfixiante que un duelo podía ser.
—No te dejaré con él, nadie será siquiera capaz de poner una mano sobre ti.
Esa era la promesa de Taehyung.
Sabía que Jungkook estaba un poco cansado, se acostó en el regazo del doctor y dejó que le acariciara lentamente la cara:
—¿No piensas que hacer todo esto por mí es estúpido?
Taehyung besó su frente, besó su cabello y susurró:
—No es estúpido... Es por amor.
≫────°❅•❄︎•❅°────≪
A la Oficina de Seguridad Pública le tomó 48 horas determinar una ruta. Durante este período, Yoongi no cerró los ojos. La velocidad a la que su cuerpo decaía era visible a simple vista, e incluso requería de más dosis de la droga de acción rápida que tenía en el bolsillo.
Yoongi gastó mucho dinero para invitar a los expertos más avanzados de los Estados Unidos e incluso invirtió demasiado en el hospital federal, para cambiar el equipo de tratamiento por uno más avanzado. Pensó, que cuando fuera por Jungkook y lo regresara a casa, no demoraría en darle la atención necesaria para su horrenda enfermedad. Siempre pensaba en ello, desde que despertaba hasta que la hora de dormir... En darle a Jungkook todo lo que fuese necesario para mantenerlo con vida.
Yoongi esperaba junto a los monitores, aunque no se atreviera a usar demasiada fuerza física porque su corazón todavía le dolía. Era el tipo de dolor que podía sofocarlo hasta el punto de provocarle jadear y desmayarse. No quería crear una conmoción, y se tragaba entonces otra cápsula amarilla.
Antes de encontrar la posición de Taehyung con ayuda de la oficina general de seguridad, Yoongi reservó un vuelo en primera clase esa misma tarde para asegurarse de que la clínica estuviera preparada. La clase económica era muy pequeña y necesitaba espacio para estirar sus piernas. Yoongi estaba ansioso, pero los medicamentos le hicieron quedarse dormido inmediatamente después de despegar. Ya eran las 7 de la tarde cuando llegó al Aeropuerto Internacional, estaba lloviendo y el suelo todavía se encontraba húmedo. El gerente de la sucursal fue personalmente a entregarle una máquina de hemodiálisis.
Mientras esperaba por más noticias. No pudo estar tranquilo ni cerrar los ojos por un aproximado de tres días y dos noches.
Y sí, volví a clases. No sé si llorar porque tengo 500 tareas o llorar porque no he hecho ninguna.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro