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Capítulo 7

Chanyeol pensó que no era posible que estuviera pasando esto otra vez.

- ¿Se puede saber qué es eso?

- ¿Un portátil?

- No te hagas el listo conmigo, Park Chanyeol, sabes lo que te estoy preguntando.

Sí, Chanyeol lo sabía bien.

- Es mi fondo de pantalla, ¿qué quieres?

- ¿Y qué se supone que es?

- Es un dibujo de Rivendell por Alan Lee.

- ¿Y qué ha pasado con mi foto?

Chanyeol suspiró. Toda aquella situación le recordaba a su primer día de clase, excepto que las tornas habían cambiado y ahora Baekhyun se estaba quejando porque su hermosa cara no era lo que adornaba la pantalla de su ordenador. Pero es que el alto no podía dejarla allí durante más tiempo.

Después de aquella sesión de fotos, algo había cambiado. Ya hacía tiempo que Chanyeol se sentía distinto cuando miraba a Baekhyun, no era sólo su ídolo barra amor platónico adolescente, si no que se estaba convirtiendo en algo más que Chanyeol no quería o no sabía identificar, bien por miedo o bien por simplemente no haberse parado a analizar sus sentimientos.

Sin embargo, aquel día no pudo más que reconocer lo que le pasaba. Ya que era el que más tiempo necesitaba de preparación, lo habían tenido yendo de un lado a otro durante un buen rato y no había sido capaz de ver ni hablar con ninguno de sus amigos. Cuando por fin se vio libre de aquellas manos que trataban de mejorar su aspecto y pudo ver a Baekhyun, casi se quedó sin respiración.

Baekhyun se veía demasiado bien vestido con una chupa de cuero parecida a la que le habían puesto a él mismo, vaqueros claros rotos y una camiseta blanca con un logotipo estruendoso pero que a él le quedaba bien. El pelo rubio había desaparecido, se lo habían teñido de un tono rosa que a Chanyeol le recordaba un poco al batido de frambuesas que preparaba en el Lightsaber, y lo habían peinado hacia atrás, dándole un aspecto que Chanyeol no supo bien cómo calificar, pero que sabía que le estaba arruinando la vida.

Modelar solo no fue demasiado complicado, la asistente del fotógrafo, una chica alegre con gafas y hoyuelos, lo ayudó bastante a relajarse y a encontrar las expresiones adecuadas. Incluso cuando una vez se quedó mirando a la nada mientras pensaba en lo guapo que estaba Baekhyun, el fotógrafo captó su expresión, elogiando la naturalidad con la que posaba. Chanyeol pensó que simplemente se había quedado con la boca abierta como un imbécil, pero si al tipo le valía, mejor para él.

Modelar con Baekhyun no fue tan fácil. Cada vez que lo miraba con aquellos ojos seguros delineados en negro, sentía que el corazón se le aceleraría tanto que al final, todo el mundo acabaría enterándose de que estaba alterado. Hubo un momento en el que sus manos se rozaron y el alto pensó que algo debía estar mal con él realmente porque no era normal que hubiera sentido un chispazo que aún podía notar en el dorso de su mano. Y no, sabía que no había sido electricidad estática. Apoyarse en el otro, mirarse a los ojos y simplemente, estar cerca de Baekhyun lo alteraba y tenía que estar luchando continuamente contra su cuerpo para que los fotógrafos no lo notaran.

Mientras Baekhyun había estado modelando con Sehun, intentó calmarse. Posar con Sehun no había sido ni la mitad de difícil que con Baekhyun, de hecho, fue hasta sencillo y no muy diferente de modelar solo, únicamente tuvo que tener en cuenta apoyarse de vez en cuando en Sehun o mirarlo para algunas fotos. Sin embargo, estas acciones hechas con Sehun eran fáciles, mientras que con Baekhyun se volvía tímido e inseguro.

Baekhyun también parecía más cómodo con Sehun que con él, observó con algo de amargura, pero suponía que no era fácil para él modelar con su fanboy. Chanyeol se entristecía cuando el más bajo lo llamaba así a pesar de los ya meses que llevaban siendo amigos. Sentía que jamás sería capaz de librarse de aquella etiqueta y, aunque en un principio no le había dado importancia, ahora le dolía pensar que Baekhyun nunca podría verlo de otra manera.

De hecho, cuando volvieron a casa y Baekhyun lo mencionó, reaccionó de forma estúpida fingiendo ser un fan incapaz de contener su felicidad porque estaba dolido. Si creía que Baekhyun lo había animado a ir a aquella sesión de fotos porque lo estaba comenzando a aceptar como un igual, sus esperanzas se habían visto machacadas por aquellas palabras. No pudo evitar, no obstante, que parte de la verdad saliera de su boca cuando le dijo que siempre lo había encontrado guapo. Porque no sólo era que fuera físicamente atractivo, si no que su personalidad chulesca y su sarcasmo finalmente lo habían conquistado.

Se había enamorado de Byun Baekhyun.

Por eso, y sabiendo que Baekhyun no lo veía de la misma forma, decidió cambiar las fotos de sus fondos de pantalla. Para no ver su cara rodeándolo, para no tener que recordar cada vez que la viera que ahora que verdaderamente sentía algo real por Baekhyun como persona y no como modelo, él jamás podría verlo de otra manera.

Por eso no entendía por qué Baekhyun se molestaba al ver que había cambiado sus fotos. Lo había invitado a ir a su casa para explicarle unos conceptos nuevos de Metodología de la Fotografía que se había perdido por ir a una entrevista en directo a la radio matutina, y fue cuando descubrió que había cambiado las fotos. Tan sólo conservaba una que Baekhyun no había visto, en su ordenador de sobremesa que tan sólo encendía para trabajar con sus fotos y jugar a rol online. Era una foto sin editar del photoshoot en el que había participado porque la asistente del fotógrafo pensó que era bonita y se la mandó por e-mail, a espaldas de su jefe. La foto era él junto a Baekhyun, mirándose a los ojos. Chanyeol la recordaba bien porque había sentido deseos de besarlo en aquel momento, pero el sonido del obturador le había recordado que estaban trabajando. En la foto, parecía que Baekhyun lo miraba con la misma adoración con la que él lo miraba, y de hecho, la mujer le había dicho que los shippeaba o algo así.

Pero su sobremesa no estaba encendido, Baekhyun sólo había visto su portátil y no estaba contento con el cambio.

- ¿Por qué quitaste mi foto? -volvió a preguntarle, apartando un mechón de pelo rosa de su frente. A Chanyeol ese pelo le seguía haciendo daño a muchos niveles.

- Pensé que no te gustaba que tuviera tu foto de fondo -se defendió. Sabía que no le estaba contestando realmente, pero le dio igual. No pensaba decirle que había quitado sus fotos porque se había enamorado de él.

- Técnicamente, nunca dije eso.

Chanyeol estaba planteándose si le habían dado un cambiazo de cerebro a Baekhyun, cuando le llegó una notificación al teléfono y lo desbloqueó, haciendo que el modelo exclamara asombrado.

- ¿Me cambiaste por un fondo de Pokémon? -lo acusó con el dedo antes de arrebatarle el teléfono de las manos y empezar a trastear con él.

Chanyeol lo observó boquiabierto volver a poner la foto de su primer photoshoot con la gorra de fondo, sonriendo satisfecho al devolverle el aparato.

- Ya está -canturreó, feliz-. Si mi fanboy más fiel no me apoya, ¿qué será de mí?

- No creo que yo sea tan importante -bufó Chanyeol, dolido en su fuero interno. Iba a lavarle la boca con lejía si volvía a decir aquella palabra.

- Sí que lo eres.

La sinceridad de las palabras de Baekhyun lo hizo girarse a mirarlo, aturdiéndose con la mirada franca que encontró en sus ojos. No supo qué contestarle y Baekhyun pareció avergonzarse un poco, porque tosió y le preguntó por lo que habían dado en clase.

Chanyeol lo dejó estar y comenzó a explicarle lo que habían dado en clase. El resto de la tarde transcurrió de forma normal, aunque Baekhyun rechazó amablemente la invitación de la señora Park para que se quedara a cenar, alegando que se había levantado muy temprano y que tenía muchas ganas de llegar a su casa y tirarse en la cama. Se despidió, mirando a Chanyeol intensamente durante exactamente dos segundos antes de desaparecer calle abajo.

- ¿Se te ha declarado y lo has rechazado o algo así?

Chanyeol casi se atraganta con la pasta de dientes.

- Claro que no -le respondió a su hermana cuando se hubo enjuagado-. ¿Qué te hace pensar eso?

- El cómo te mira, claro está -le dijo como si fuera algo obvio mientras se inspeccionaba las uñas-. Yo que tú le echaría el lazo antes de que descubra que no tienes ningún encanto.

- Eres muy alentadora, ¿lo sabías?

- Por supuesto -le sonrió con suficiencia y se fue, pero sus palabras lo dejaron pensativo. ¿Baekhyun lo miraba de manera especial?

No pudo pensar mucho en ello de cualquier manera, la fecha para entregar el trabajo se acercaba y, aunque se pasaba el día mirando a Baekhyun, sacando sus fotos a escondidas y observándolas, sólo era capaz de pensar en cómo hacer que se vieran bien y que su profesor le pusiera una nota alta.

Cuando al fin pudo entregarlo, se sintió a la vez orgulloso y vacío. Sabía que había hecho un buen trabajo captando la cotidianeidad de Baekhyun tal y como le pedía el trabajo, pero a la vez sentía que había perdido algo importante, la excusa de poder mirarlo y mirarlo durante horas sin tener que pararse a pensar en qué decir. Ahora que ya no tenía el trabajo, volvía a ser simplemente un fanboy.

De hecho, tenía hasta miedo, ya que el profesor había dicho que las mejores fotos de cada uno serían expuestas en el Salón de Actos de la facultad cuando hubiera corregido los trabajos, y Chanyeol temía la reacción de Baekhyun cuando viera que le había estado sacando fotos a escondidas.

- Chanyeol, voy a ir a violar a tu hermana esta tarde.

- ¿Qué?

Baekhyun bufó.

- Al fin, llevo más de media hora hablándote -le recriminó- ¿De verdad has reaccionado ante lo de Yoora? Porque créeme, no me van las tetas.

- No creo que vayas a ir a violar a mi hermana, sólo estaba pensando.

- ¿Pensando? ¿En qué?

En ti.

- Nada, Baekhyun, creo que el trabajo me ha agotado mentalmente.

El mencionado alzó una ceja, incrédulo, pero el profesor entró en clase y no pudo indagar más. Sin embargo, Chanyeol sí que tenía una última pregunta.

- ¿Dónde está Sehun? -señaló el asiento vacío a su derecha.

- Tenía algo esta mañana... No recuerdo si era modelaje o entrevista -se encogió de hombros Baekhyun. Chanyeol emitió un quejido.

- Esta tarde me tocará explicarle lo de hoy...

El profesor carraspeó, mirándolos fijamente y Chanyeol captó la indirecta y cerró la boca, lo que no evitó que siguiera emitiendo quejiditos. Sehun era un buen estudiante pero también era un dolor en el trasero a la hora de explicarle cosas, porque era de los que preferían hacer las cosas por sí mismos y no le gustaba verse obligado a pedirle ayuda a nadie. La perspectiva de tener que explicarle las clases del día, ya fuera en persona o por Skype, lo deprimía casi.

Un golpecito en su mejilla izquierda lo hizo despertar y salir de la autocompasión en la que se estaba regodeando, mirando en la dirección en la que vino el golpe. Baekhyun tomaba apuntes diligentemente y no parecía ni darse cuenta de lo que estaba ocurriendo a su alrededor. Sin embargo, cuando miró sus propios apuntes para empezar a hacer algo por su vida, descubrió una bolita de papel arrugado. Nervioso, la deshizo, leyendo el mensaje que contenía y notando cómo su corazón se aceleraba.

Esta tarde salimos.

Estaba confuso, eufórico y algo nervioso. Miró a Baekhyun, quien ahora lo miraba de reojo con una sonrisa en su bonita cara. Rápidamente garabateó una respuesta y le pasó el papel lo más discretamente que pudo.

¿Y Sehun?

Chanyeol no admitiría jamás que casi chilla como una colegiala cuando sus dedos se rozaron al coger la respuesta de la misma mano de Baekhyun.

Que le den. Tengo un programa de radio a las cuatro que dura una hora pero después soy todo tuyo, fanboy.

Y, por primera vez, a Chanyeol no le importó que lo llamara fanboy. De hecho, cuando la clase acabó y se fue a casa después de que Baekhyun le dijera la dirección del edificio donde iba a participar en el programa de radio, estaba pletórico. Era una cita, puede que no se hubiera dicho abiertamente, pero en su fuero interno, Chanyeol lo consideraba una cita.

Por eso, planeó su aspecto en el camino a casa. Camiseta, pantalón, gorra; nada escapó a su planificación hasta que mentalmente dio con el conjunto perfecto. Sin embargo, el destino, el karma o alguna divinidad no quería ponérselo tan fácil, y el obstáculo vino en forma de su adorada madre.

- ¿Que has hecho qué?

- Estaban llenas de polvo de estar en la estantería, Chanyeollie, había que lavarlas.

- ¿Pero todas mis gorras a la vez? Nunca entras a mi cuarto, ¿por qué hoy?

- Es más fácil lavarlas todas a la vez, además ¿por qué es tan importante? Entré para dejarte la ropa limpia, además vi una en tu armario que estaba limpia.

No. Oh dios no.

- Puedes ponértela, es muy bonita y hace mucho que no te la pones -le sonrió su madre, dando por zanjado el asunto.

Sí, era cierto. La gorra que estaba guardada, casi escondida en su armario hacía mucho que no se la ponía. Desde que entró a la Universidad de Seúl, no se había puesto esa gorra, la gorra que había promocionado Baekhyun en su primer trabajo como modelo. La había guardado para evitar ponérsela y empeorar su imagen delante del modelo, a pesar de que era su favorita.

Si Chanyeol, en algún momento, pensó que simplemente podía no ponerse la gorra para salir a la calle, estaba muy equivocado. Se duchó y se arregló como había pensado, metió su móvil, llaves y cartera en los bolsillos del pantalón vaquero que había elegido e intentó escabullirse sin ser visto, fracasando estrepitosamente. Después de la discusión con su madre, ésta no toleró que saliera sin una gorra puesta, así que le colocó la cosa en la cabeza antes de murmurar por lo bajo algo parecido a 'tanto problema para que ahora no te pongas una gorra'.

Resignado, Chanyeol se dirigió a la parada de autobús, rezando por que Baekhyun no reconociera la gorra que llevaba puesta. Porque si lo hacía, sabría que no era casualidad que Chanyeol la tuviera.

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