003
Jimin no podía dar crédito de lo que sus ojos veían.
Jungkook estaba ahí arriba, recibiendo gritos, comentarios obscenos y mucho dinero por sus “fans”. Estaba moviendo las caderas como una jodida sensualidad profesional.
El omega estaba embelesado, sorprendido, estupefacto. Juraba que esa imagen no iba a irse nunca de su cabeza.
Al finalizar la canción, Masked97 hizo una reverencia y bajó del escenario para caminar a sus alrededores, fue que entonces algunos omegas y betas del público trataron agarrarle el trasero o tocar su abdomen, mientras que otros dejaban billetes en sus bolsillos o pegados a su cuerpo.
Jimin no sabía qué sentir ni cómo reaccionar, dado que todo lo había tomado por sorpresa.
[ ꗃ lightsbar: masked97 ♡ ]
Cuando Jungkook salió por fin de su camerino, Jimin rápidamente salió de su escondite y lo siguió en silencio, manteniendo nuevamente una distancia prudente. Mirando el omega la hora en su celular —el cual guardo de inmediato— se percató que ya eran pasada las 10 p.m.
Todo estaba en absoluta oscuridad.
Jimin caminó en silencio bajo los faroles de las calles. A la distancia estaba Jungkook, yendo en dirección a su auto. Jimin pensó todas las posibilidades, incluso las más sorprendentes, pero en ninguna le encontraba explicación a lo que había presenciado. Sabía que el alfa era el tal "Masked97", pero, ¿"Masked97" era qué? ¿Un prostituto? ¿Un stripper...?
El celular del omega comenzó a sonar de repente, causando un sonido ensordecedor, por lo que se detuvo para contestar, pero la llamada ya había sido cancelada. No queriendo darle mayor importancia, se dispuso a nuevamente a guardarlo a la vez que alzaba su rostro en busca de Jungkook, pero el alfa ya no estaba.
Acelerando sus pasos para salir de aquella calle desolada, se cuestionaba el cómo alguien podía desaparecer así de la nada. Jimin mordió su labio nervioso, puesto que se topó con dos alfas borrachos que salían de un establecimiento. Deteniendo sus pasos abruptamente, miró a ambos sujetos avanzar hacia él.
—Hola, precioso. ¿Estás perdido? —dijo uno de ellos.
Jimin ignoró su comentario y dio vuelta en sus talones para regresar por el otro lado. Aún así, sentía como ambos hombres le seguían entre risas. Intentó inhalar hondo y mantenerse calmado, pues quería creer que estos no podían hacerle nada a un pequeño omega.
—¡Oye, detente y hablemos un poco! —le gritó el alfa que estaba más ser a de sí, poniendo los pelos de punta a Jimin, quien aceleró sus pasos—. ¡No huyas, lindo!
El omega apretó su mochila e intentó correr para salir de esa calle, pero no contó con que uno de ellos jalara de su brazo. Jimin los miró con el miedo evidente en sus ojos y olor, dado que no pudo contener sus feromonas.
Tratando de zafarse del fuerte agarré que tenían en él, miró a su alrededor, dándose cuenta que estaban solos.
Listo. Este sería su fin.
—¡Suéltenme! —suplicó el omega.
Pese a ello, el par se negó entre risas.
Para Jimin era tan molesto esto, que intentar defenderse era una perdida de tiempo. Sin embargo, en medio de su palpable temor, alguien apareció a. su rescate, todo fue tan rápido, que Jimin no pudo siquiera procesarlo. El chico frente a él estaba dándole golpes al par de alfas que intentaron sobrepasarse con él.
—¡Corre! —le gritó.
Parándose del frío suelo, tomó su mochila e hizo lo pedido. Jimin corrió lo más que pudo, llegando así a la calle principal, giró su rostro para asegurarse de que no hubiera nadie siguiéndolo, y dudando en sí volver a ver si el tipo que lo ayudó estaba bien, pero entonces su brazo fue tomado por Jungkook, el cual lo metió en un callejón llenó de cajas y botellas. Jimin elevó sus cejas cuando su boca fue tapada por el alfa.
Luego de haber echo gritar como nena a Park, Jungkook lo soltó, pero aún así mantuvo preso su cuerpo.
—¿Por qué me seguiste? —inquirió el alfa.
Se veía enojado y serio, y jimin no hizo más que tragar en seco.
—N-no te seguía… ¿Qué di-dices?
—¿Ah, no? Me has venido siguiendo desde la facultad, te vi en el bar y ahora aquí. Así que vuelvo a preguntar: ¿Por qué me seguiste? ¿Qué quieres?
Ok, todo se había ido directo a la...
Recordó al chico de antes, porque lo que intento slur del cuerpo de Jungkook, pero este se lo impidió. Jimin no sabía que excusa dar.
—¡Ok, ok, si te seguí! Pero tengo una buena razón para irme ahora, ¿sabes?
El alfa entrecerró sus ojos y detalló el rostro del omega rubio: Un pequeño flequillo, mejillas rojas, pequeñas pecas adornando sus pómulos y nariz, labios gruesos y ojos azules.
Lo había visto muchas veces en clases, pero jamás así de cerca.
Además, ganándole un tanto la curiosidad, no pudo evitar que tomar una sugerente respiración para inhalar el olor que portaba este.
Vainilla y Sándalo.
Ahora entendía porque todos los estúpidos alfas querían con él, pues, aparte de ser lindo, tenía dos aromas.
El alfa soltó sus manos lentamente, pero se quedó a su frente.
—¡Sé que no es momento, pero allá hay un tipo que quizás esté muerto por mi culpa!
—¿Qué?
—Por favor, acompáñame. —Jimin lo tomó de su brazo para que lo siguiese, llegando a donde anteriormente había sido amedrentado por el par de alfas.
—Se ven mal, pero no creo que estén muertos —murmuró, viendolos con desdén. —¿Tú los dejaste así? —inquirió, sorprendido.
—¿Yo? Ojalá. Fue un tipo que me salvó hace rato...
—Ya... —Se acercó a Jimin—. ¿Ahora si me dirás qué mierda hacías acá?
—Yo... solo quería saber de ti —admitió el omega.
—¿De mí? ¿Por qué demonios un extraño quisiera saber de mí?
—No soy un extraño, me llamo Jimin y soy tu compañero de la mayoría de tus clases.
—Si, ya lo sé —espetó con evidente molestia y desinterés.
El omega suspiró profundamente. Nada estaba saliendo de acuerdo al plan que ideó con Taehyung.
—Lo siento. Mis acciones no tienen justificación; perdón.
Jungkook la observó y después viró los ojos para pasar de él. Jimin corrió tras él.
—¡Oye! No me dejes aquí solo.
—Pide un taxi y pierdete, omega.
—A acá no llega ni el diablo, y me da miedo de lo que me pueda ocurrir... —musitó el omega viendo como salía una rata de de basura, por lo que se apresuró a estar al lado del alfa.
Jungkook entró a su auto, sin siquiera mirarlo.
—Buena suerte.
Dicho aquello, subió a su auto para irse.
Jimin lo vio alejarse, por lo que optó por el último recurso que le quedaba; llamar a sus padres. Tomando una bocanada de aire, empezó a caminar, en afán de alejarse de esos callejones, cuando el auto de Jeon hizo aparición frente a él.
—Tienes menos de 10 segundos para subir —sentenció Jungkook, sin mirarlo.
Ni corto ni perezoso, Jimin le hizo caso, subiendo en tiempo récord.
—Gracias.
El alfa soltó un suspiro y lo miró de reojo, y sin decir nada, antes de arrancar, cerró las ventanas y se permitió disfrutar en secreto de aquel cálido aroma.
🎀
referencias a los personajes de la historia:
Jimin
(imaginenlo con ojos azules y pequitas chiquitas)
jungkook
(en este fic no tendrá tattoos)
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