01.
H a b í a u n a v e z...
—Ya despierta, dormilón.
Me removí en mi lugar al oír su voz melosa. Abrí un ojo para adaptarme a la luz y pude sentir el olor a pancakes. Ella sin duda era una experta en la cocina.
—¿No es muy temprano? Vuelve a la cama. — pedí palmeando el lugar que era de ella.
—No. Tú tienes el día libre en tu empresa, pero yo tengo clases. Así que ahora acomódate y comamos juntos, ¿sí?
Su voz tan calmada hacia que cerrara mis ojos de manera automática.
—Está bien, cariño. — respondí al momento en que me incorporé para ver a la perfección hecha mujer justo frente a mí con mi camisa. Mordí mi labio al observarla. — ¿Y si olvidamos el desayuno y te como a ti? Te ves mucho mas apetitosa que esos pancakes.
—Mis pancakes están ofendidos por tu comentario. — negó con su cabeza mientras soltaba una risita. — hoy estaré casi todo el día fuera, debo hacer un trabajo con un grupo de compañeros.
Mi sonrisa se fue borrando lentamente.
—¿Otro trabajo, amor? — cuestioné arrugando mi nariz. No podía ser cierto. — ¿No crees que tus profesores les están exigiendo mucho? Los míos eran estrictos, pero no nos dejaban trabajos cuatro de los cinco días que estudiábamos.
—Ay, mi vida. Lo sé, ¿pero qué puedo hacer al respecto? Debo hacerlos si no quiero tener malas notas.
Pasé mi legua por mi mejilla internamente y asentí.
—Está bien. ¿Quieres que te vaya a dejar?
—No es necesario. — depositó la bandeja en la cama de manera cuidadosa y se acercó hasta a mí para abrazarme por mi cuello. — no estás enojado, ¿verdad?
—¿Debería estarlo? — le pregunté cerrando mis ojos al momento en que comenzó a pasar sus largas uñas por mi cabello. — sabes que no puedo estar enojado contigo. Es tu futuro. Quiero que también seas profesional.
—Eres lo mejor de mi vida, Jungkook. — besó cortamente mis labios. — eres el indicado para mí.
—Y tú eres lo mejor de la mía. — respondí al momento en que atacaba sus labios como un maldito desesperado. Ella a pesar de que intentó detenerme, se dejó llevar tanto como yo.
Joder, la amaba tanto.
Sus labios tenían el poder de hacerme olvidar todo.
La volteé para dejarla debajo y poder acceder de mejor manera a su cuello, para bajar lentamente besando sus piernas.
—No, no, amor. Debo ducharme para salir. — las cerró para que no pudiera tener mas acceso y sonrió de manera angelical. — lo juro que a la noche te recompensaré. — besó mi mandíbula — como a ti te gusta.
—Vale, te dejo ir. Eso me gustó. — accedí quitándome de encima y tomando un pancake para echarlo a la boca. — ¡esto está delicioso!
—No es por presumir. Pero todo lo que hago es delicioso. — guiñó un ojo para agarrar una fresa que había en un plato. — oh, papá quiere que vayamos a cenar. Mamá ya nos extraña.
Hani es hija única de un matrimonio excepcional. El señor Hong es un hombre muy amable, me aceptó de inmediato cuando Hani me presentó con ellos, dejando atrás mi miedo de ser rechazado por ellos al ser mayor. La señora Chayeon es lo mismo, una mujer espectacular. Ambos trabajan en la misma empresa, ella siendo mano derecha del presidente de la cadena de hoteles mas grandes de Corea, su esposo.
Jang Hotels & Resorts.
Yo no me quedaba atrás.
También estaba en mi camino al ascenso. Mientras estaba en la universidad era el ayudante del CEO de Samsung. No voy a mentir en absoluto; fue una época muy difícil. Él señor KiNam era demasiado detallista y perfeccionista, siempre estaba recibiendo constantes regaños de su parte, pero eso me ayudó a forjar mi personalidad y ser mucho mas responsable. Ahora soy vicepresidente de Lenay Cosmetics, una empresa que está haciéndole competencia a grandes marcas de perfumería y cosmética. Nuestras ventas han ido incrementando a tal magnitud de estar en la tercera posición a nivel mundial.
Increíble, ¿no?
Valió la pena todos los conocimientos adquiridos en esa empresa. Mis años estudiando ingeniería en ciencias de la economía no fueron en vano, tampoco mi maestría en finanzas. Todo mi esfuerzo tuvo su recompensa y ahora era un hombre exitoso en los negocios.
—Me parece perfecto. ¿Te parece bien el sábado?
—Mmh me parece el domingo...
La observé extrañado y respiré profundamente.
—¿Por qué no puede ser el sábado? Sabes que los domingos debo ir a ver a mamá y a Joonyi. — ella sabía eso y desde hace tres semanas que no iba conmigo para estar con ellas.
—Lo sé, lo sé. Pero me comprometí con Saerim.
—Y la semana pasada con Soyeon. Y la antepasada con Mina. ¿La otra semana con quien será? — inquirí molesto.
—Pero amor, no te enojes. No me gusta verte enojado. — hizo el amague de acariciar mi rostro, pero me alejé. Estaba siendo muy calmado ante estas situaciones que me generaban molestia y desilusión.
—No puedo evitarlo, Hani. Siempre hago el tiempo para estar con tu familia, ¿por qué tu no puedes hacer el mismo esfuerzo? — cuestioné frunciendo el ceño — Es el único día que puedo estar con ellas y sabes que no faltaré. Nunca lo he hecho y no lo haré.
Ella me miró y mordió su labio, para terminar asintiendo.
—Está bien. Estoy siendo una egoísta. — concedió y volvió a acercarse para sentarse a horcajadas encima de mí. — no estés molesto, ¿si? No arrugues esa frente. Solo es... siento que a tu madre no le agrado, también a Joonyi. ¿Te das cuenta que siempre que me acerco quiere jalar mi cabello?
—Mamá es feliz con todas las visitas. ¿Por qué crees eso? — pregunté mordiendo mi labio — Y Joonyi... ella no puede evitar hacerlo.
—Por la forma en la que me mira tu madre. — se encogió de hombros. Creo que mi cara de incredulidad es notoria. Hice una mueca sin quererlo.
—Eres la única persona que le he confiado sobre mi familia y te llevé con ellas, te las presenté y ellas siempre han estado feliz. — sentía las arrugas en mi frente. Dios, esto era increíble. Nunca se había quejado de esto y que justamente ahora lo hiciera me provocaba molestia.
—Quizás es solo percepción mía. Olvídalo, ¿bueno? El sábado iremos con mis padres y el domingo con tu madre. — besó mis labios y se levantó para dirigirse al baño. — te amo mucho.
Fue lo último que dijo para cerrar la puerta detrás de ella. Respiré profundo y me tranquilicé. Hasta el hambre se me quitó con todo esto. Miré mi celular para ver el contacto de Nabi ahí y dudé un poco en hablarle. No quería molestarla tan temprano.
Moví mi pierna inquieto, como si estuviera cometiendo algún tipo de crimen por estar hablando con otra chica. Un celular comenzó a vibrar que definitivamente no era el mío, asi que mi vista se fue a la mesita de noche en donde a Hani le estaban llegando muchos mensajes. Me acerqué cauteloso para ver sus notificaciones y me relajé al ver el nombre de Jiyeon ahí, su amiga.
—Ah, se me había olvidado mi celular...
Casi se me sale el corazón al escuchar la voz de Hani que me hago a un lado de manera rápida. Espiar el celular de tu novia es malo, pero fue algo que no pude evitar hacer.
—Eh sí... mmh, estaba vibrando mucho. Creo que tus amigas te estaban hablando.
Ella ojeó sus notificaciones y sonrió de manera abierta.
—Sí, es Jiyeon. Quiere que no demore.
—Pues entonces ve a ducharte, se te hace tarde.
Asintió aun con la sonrisa y se volvió a encerrar. Respiré con alivio y ahora fue mi celular el que vibró.
Mordí mi labio. ¿Necesitaba algo? Joder, claro que sí. Necesitaba muchas cosas, pero lo que mas quería ahora eran respuestas. Respuestas que estoy completamente seguro que ella podría encontrarlas junto a mí.
Si, me daba vergüenza ser ese tipo de chicos. Nunca me he considerado una persona posesiva o celosa, sin embargo Hani últimamente se ha comportado tan extraño que me pone en duda y me hace cuestionar
muchísimas cosas.
Solté una risa al leer el mensaje y negué divertido.
¿Estaba bien si lo hacía? En mi perspectiva no estaba haciendo nada malo. Ella ha decidido ayudar a un chico acomplejado e invitarla a un café es algo mínimo que puedo hacer.
Le confirmé y bloqueé el celular al momento en que Hani salía del baño envuelta en una toalla. Tragué duro al observarla. Ella sin duda es mi debilidad, algo tiene que me hechiza por completo y me hace olvidar todo, toda actitud extraña queda en segundo plano cuando poso en mis ojos en ella.
Carraspeé cuando vi su espalda desnuda al momento en que se colocaba su ropa interior y comenzó a vestirse tarareando una canción de G-idle, su grupo favorito. Peinó su cabello, se maquilló y por último se echó el perfume que podía estar oliendo todo el día.
—Tan preciosa siempre. — elogié poniéndome de pie para acercarme, tomar su rostro y besarla. Ella soltó una risita y me abrazó con fuerza.
—Nos vemos en la noche, ¿bueno?
Asentí y me separé de su anatomía. Ella tomó su bolso y se despidió, para salir del cuarto. Y aquí es donde caigo en la realidad y el vacío se vuelve asfixiante. Desde que compré esta casa siempre mi plan ha sido formar una familia con la mujer indicada, que para mí, esa persona es Hani.
Pero me pregunto, ¿ella quiere eso también? Y es algo que nunca lo he conversado a fondo. Quizás ella no está en mi misma sintonía, aunque me cueste aceptarlo y yo a toda costa quiero que ella sea la mujer de mi vida.
Es como forzar un zapato que sabes que no te queda, pero lo quieres porque es el mejor zapato que has visto en tu vida. Aunque a los alrededores puedan haber muchos más.
Resoplé al estar pensando estas cosas y me metí a bañar. Después debía ir con Nabi, esperando una confirmación que no sabía si iba a ser verdad.
¡HOLA!
HOY DOY INICIO CON ESTA HISTORIA CORTA Y QUE CONTENDRÁ CAPÍTULOS CORTOS PARA QUE PUEDAN DISFRUTAR.
Yo sé que ustedes aman tanto el cliché como yo, así que espero se entretengan, creemos teorías, nos riamos, suframos y todo lo que conlleva una historia 🤣.
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