[Antes de comenzar este capítulo, debo agradecer a las personas que me han apoyado,  y que por supuesto se sentirán aludidas en cuánto lean esto.]

Al día siguiente no he logrado despejar la niebla de mis ojos al conducir por la costanera levemente iluminada por las farolas que aun no se apagaban a causa del efecto Amanecer invernal.

Por la noche no me he presentado en casa de mi suegro, a Jessica le disgustó mucho y hemos vuelto a pelear por la mañana.

Estaba loca si pensaba que iría, le había dado en el gusto todo este tiempo para que John no atentase contra Papá, pero de alguna forma eso tampoco retraso el problema, solo lo empeoró, me he dado cuenta de aquello al verle ayer por la tarde.

Un rayo de luz atravesó mis pensamientos y me ha traído al pequeño detalle que viví ayer junto al efecto del alcohol, de seguro debí haberlo imaginado y terminé por creer que alguien me recogió y me envió en un taxi a casa. Sí, eso debió ser.

Ahora tenía más problemas que nunca, si bien el corazón me estaba pesando la cabeza le daba una buena pelea. Papá estaba muriendo poco a poco, mi suegro me tiene bajo su mirada y mi jefe debe estar a punto de cortarme en cubitos y merendarme.

Y aun ahora no puedo olvidar que al subir unos pisos y delante de este ascensor, Jesse podría estar, odiándome.

He pasado por el medio del piso de prensa, aplastando malas caras y mirando al frente, todos murmuraban a mis costados cosas que para mí no tenían valor ahora. Lo que el mundo pensase sobre mi existencia ya no tenía caso.

-¿Jefe? –Abrí la puerta de su oficina, cynthia estaba a su lado abotonando su blusa.- Puedo volver más tarde si desea.

Luis, mi jefe, me ha observado enfadado.

-No, no dejaremos para mañana lo que podemos hacer hoy, y además la basura pasará hoy por el canal. –Ha reído levemente y se ha levantado mientras observaba por el ventanal.-

He tragado con dificultad, pero no he dejado que mi temor ahora me consumiese, trataría de pedir una oportunidad nuevamente, ahora sí haría las cosas bien, esta vez sí.

-Puedo darle una buena explicación por la falta que tuve ayer.

Cynthia me ha observado entrecerrando sus ojos, no tenía ninguna intención de marcharse. Y tampoco había que ser muy inteligente para saber que esta chica estaba revolcándose con el jefe, no era novedad que alcanzase mi puesto en tan solo un año de trabajo, yo me demoré un poco más de tres.

-Danny, ya no necesito excusas en este canal, sino personal competente, y tú no estás dando el ancho.

He recargado mis manos en los muslos y he suspirado algo agotado.

-Sucede que mi padre está muy grave, no puedo abandonarle. Él podría estar muriendo ahora mismo y yo estoy aquí. Sólo nos tenemos el uno al otro, por favor, compréndelo Luis, más que mi jefe has sido mi amigo y tú sabes que todo lo que hago por este canal es de todo corazón.

-Pero la amistad no cubre el horario de trabajo. Yo te seré sincero Danny. –Se ha volteado a verme colocando un sobre azul sobre el escritorio, el sobre hablaba por sí solo.-

-Oye...no, ¡Por favor! –He sujetado mi frente con la palma de una de mis manos con agobio, creo que es lo único que podía sentir ahora.- no tengo nada más que ofrecerle a mi papá, no me quites la oportunidad, Luis...

Cynthia se me ha acercado, ha puesto una de sus manos en mi espalda y la ha acariciado.

-Luis, ¿Por qué no le das una nueva oportunidad?, la verdad no he visto a nadie que presente con tanto carisma las noticias como lo hace Danny, si lo cambias ahora a mitad de año la audiencia podría bajar.

Confundido he mirado a cynthia, ¿Desde cuándo me prendía velas?, hasta donde yo sé ella me ocultó el paradero de Jesse y yo por mis propias observaciones logré hacerme una idea, aunque jamás confirmé que ese fuese el lugar.

-¿Y quién le está corriendo? –Luis ha reído y luego ha sonriendo ampliamente.- estos son los pasajes para el nuevo proyecto.

Creo que cynthia resultó más impresionada que yo, se ha sentado a mi lado y ha abierto el sobre para leerlo.

-¿¡Cómo!?, ¿Porqué? –Ha alzado una ceja algo disgustada, lo he disfrutado por un segundo.-

-Porque es invierno y necesito un equipo cubriendo ese lugar, ¿acaso crees que las personas no tienen vacaciones de invierno?, bueno, por lo menos en chile es así y como Danny es mi empleado más leal lo he escogido a él para que se encargue.

-¿De qué trata Luis?

El sol ha iluminado la oficina, creo que nos hemos conectado por instinto.

-La temporada de la nieve ha llegado, la cordillera está nevada por doquier, los esquíes se preparan y los cabañas de agrado también, ¡Es momento de competir!, por eso mandaré un equipo de trabajo que cada día, junto al matinal, puedan mostrar las atracciones, se lancen por un risco o se caigan de un pino, ¡da igual!, el punto es hacer reír a nuestros televidentes, y atraerlos a la nieve. –Luis se ha recargado en el escritorio con gracia.- ¿Qué dices Danny?, tienes que aceptar.

He sonreído, no sabía por dónde comenzar a agradecerle, he tomado su mano y la he estrechado con fuerza.

-¡Claro que sí!, ¡No podría faltar a las vacaciones trabajadas! –He reído en unísono con Luis, pero a cynthia no parecía hacerle gracia.-

-Pero...Luis, ¿Dónde y cómo será el sistema allá?

-Bueno, irá el equipo del matinal, creo que son cuatro, Danny y Jesse la chica fotógrafa, creo que le extenderé su contrato, y bueno le pediré a esa chica que traiga consigo a algún amigo que le ayude a rodar un video para pasar el día sábado en el matinal, siendo este el día en que ustedes podrán divertirse allí y ya el domingo por la madrugada han de volver. Estarán sólo cuatro días.

-Pero no me has nombrado Luis. –Cynthia ha inflado las mejillas infantilmente.-

-Porque alguien debe quedarse aquí y dirigir las noticias, y esa serás tú.

-Sin más preámbulos, Danny, por la madrugada ustedes viajaran a la nieve para presentarse mañana por la mañana allá.

-¡Sin problemas! –Me he levantado.- ¿Los demás ya se han enterado sobre esto?

-No, pero tú te encargarás de dar la noticia y quién tenga dudas que venga a hablar conmigo.

Victorioso he asentido, le he dedicado una última mirada ganadora a cynthia y he salido tomando el mundo con una mano.

¡Podría descansar de Jessica, estaría alejado de mi suegro!, sólo debó ocuparme de dejar ha Papá con alguien de confianza para que este me espere en buenas condiciones.

He entregado la noticia rápidamente al matinal y he subido nuevamente a mi oficina cuando me he percatado de un pequeño detalle.

-Jesse también irá... -He renegado.- de ninguna forma conviviremos en un mismo lugar, Luis debió omitir información.

He marcado a la oficina oscura donde Jesse debía estar trabajando, las manos me han comenzado a sudar de alguna forma extraña, de pronto un sentimiento nuevo me ha atormentado, he vuelto a la adolescencia y no podía esperar a que contestase.

-Departamento de fotografía, habla Jesse.

He colgado como un estúpido al escucharla. Ni yo me reconocía.

-¿Qué sucede contigo amigo?

La voz de aquel imbécil me ha causado volver a aquel estado salvaje y primitivo que normalmente tengo.

-¿Jim?, ¿Qué haces aquí? –Le he observado de reojo.- estoy muy ocupado para atenderte.

-¿Y quién te ha dicho que vengo a verte a ti?

-¿Y por quién más estarías aquí?, de seguro quieres pelear por Jesse, ¿No?, pero claro que no lo harás, se corre el rumor de que eres un cobarde desde que salimos del último curso. –Me he mordido la lengua sin verle, me las debía y yo sabía cuánto le disgustaba que le dijeran eso.-

-¡Ah!, se ve que sigues siendo un niño. Qué lástima por ti que no avanzarás en el tiempo, pero bueno, no he venido por ti.

-¿Entonces? –Alcé ambas cejas.- porque aquí no hay nada que te pertenezca, creo que te ha quedado claro que tú no sacarás provecho de Jesse aun cuando estés con ella. Supuestamente. –Con las manos he formado comillas mientras rosaba los ojos.-

-Que yo esté con Jesse o no, no es asunto tuyo. Y bueno si tanto te interesa lo que me suceda, te informo que soy anfitrión de eventos y que tu jefe me ha contratado para un viaje a la nieve.

He fruncido el ceño, no podía ser que Jim también fuese, ahora también me estropearía la oportunidad de hablar con Jesse, ¿Hasta dónde la vida termina de ser complicada?, ¿Dónde está el jodido manual?

Pasé a un lado de él dándole un certero empujón con el hombro, la rabia que me invadía no podía ser menos, tomé el ascensor para llegar al lugar donde Jesse se encontraba, he tocado la puerta insistentemente.

-¿Danny que haces aquí?, estoy trabajando.

Jesse me ha intentado cerrar la puerta en la cara, pero me he machucado [apretado] los dedos contra la puerta por una buena causa.

-Escúchame por una vez en tu vida y no salgas huyendo. –Pedí mirándole a los ojos.-

La verdad es que en este efímero momento mil cosas he sentido, el tiempo se detuvo y la rabia desapareció, por primera vez después de ocho años he podido volver a observar sus ojos detenidamente. El desierto simplemente era más que un paisaje árido, también era la esperanza de encontrar un nuevo lugar a través de él, por eso no me iba a rendir con Jesse.

Si era necesario recuperarla en el holocausto o escondido lo haría, no me mantendría aquí a un piso de distancia sin detenerla nuevamente.

-Tengo que informarte algo, el jefe me ha mandado.

-¿Entonces tú eras el idiota que llama y cuelga?

No he dicho nada al respecto, era obvio que era yo, baje la mirada y en el mismo segundo la he levantado decidido.

-Escucha, Jess...

He acercado lentamente mi mano a la de ella que estaba sujeta al umbral de la puerta, su calor era el mismo de siempre, mi mano lo sabía, no iba a encajar en ninguna que no fuese la de ella.

-No digas nada Danny, ya no es necesario decir nada.

-Maldita sea Jesse...-Murmuré sin verla.- ¿Crees que es fácil?, ¿Que no quiero correr hacia ti?

Ella me ha observado con tristeza, supongo que ya sabía toda mi verdad.

-Oye...no he tratado de ocultar mi verdad, tan sólo no me has dado la oportunidad de contártela.

He echado un vistazo al salón de fotografías que estaba vacío y la he empujado levemente hasta dentro, cerré la puerta tras nosotros, he dejado el mundo afuera, ahora solo estábamos los dos y nuestras historias unidas en una misma oscuridad.

-Danny no lo comprendo... quieres estar conmigo aun ahora que tienes una Esposa...y...

Aun cuando no la podía ver he paseado mi dedo índice por sus labios, ella se ha callado y su respiración ha cambiado. Mi mano se ha deslizado por su espalda para atraerla hasta mí.

Estaba temblando, todo mi ser estaba involucrado en este tenue salón.

-Sé que me quieres Jesse...-acaricié su cabello levemente mientras nos balanceábamos al ritmo de la música que no existía, sólo nuestros palpitares.-

-Pero hay cosas...puertas que no se abrirán, montañas que están en tu camino, mil cosas Danny... el destino nos está alejando, te empuja lejos una vez más -Murmuró.-

He llevado una de sus manos hasta mi pecho, creo que lo notó, mi corazón estaba acelerado, corriendo en una carrera sin sentido, todo por estar aquí junto a ella.

-Pero tú estás aquí y ahora...Así que, ¿Quién puede detenerme si decido que tu eres mi destino?

En este momento, Jesse y yo éramos uno solo, no me importaba si un revólver me apuntaba más tarde la cabeza, esta era la chica que me enviaron para mí, fue creada a mi manera, el destino no era nada, sólo yo podía cambiar mi historia.