No eres él
Caminabapor el lugar, tenía que ir arriba para armar nuestra ruta de escape, no creo que esto salga bien, pero la verdad es que no creo que todos salgamos vivos de este lugar, de hecho, en esté plan todo puede salir mal, todo tiene que salir perfecto, yo haré que salga perfecto. Llegue al último piso y me subí a la parte más arriba que había y le dispare al edificio más cercano que había, después lo probe, me subí en él y me moví un poco, no me caí, así que creo que está bien, supongo, además no es muy lejos, como unos diez u once metros, además lo puse un poco más abajo, así que, si nosotros tenemos algo con que deslizarnos, llegaremos más rápido, así que lo veo bien. Caminé devuelta, toqué a la puerta y ellos me abrieron.
- ¿Todo listo?
- sí, todo parece bien, podremos huir, aunque no prometo nada.
- lo hiciste bien Miranda – me puso su mano en su hombro.
- no fue nada, era mi trabajo – empezó a sonar una alarma.
- ya están aquí, ahora, actívalo – él doc toco unos botones.
- listo, palancas activadas, ahora vayan rápidamente, no sabemos cuánto tiempo podremos aguantar – Todos salieron, yo me quede con Gabriel adentro, seguramente para dejar que todos pasaran.
- ¿Lo tienes listo?
- claro que sí, todo está listo, técnicamente funcionara, pero no es que esté muy seguro.
- ¿Qué cosa? ¿Hay algo que no nos estás contando?
- puede que sí, no sé sí te dije, mi cabeza está en las nubes, pero yo tuve la idea, para no hacer el cuento largo, vamos a intentar tener los poderes de nuestro enemigo, la fuerza y la regeneración, sin que nos convirtamos en sus marionetas, supuestamente ya está.
- ¿Lo han probado por lo menos? – ellos dos se miraron.
- solo hay una, así que no, no importa si sale mal, hay que arriesgarnos.
- es muy riesgoso, pero la vida es muy aburrida sin riesgos, hagámoslo ¿Quién lo probara? – Gabriel bajo la mirada.
- yo, yo lo haré, el capitán se hunde con su barco, así que me quedaré.
- ¿Le dijiste a Juliana? – él no dijo nada, es obvio que no – eso no importa, vámonos, tenemos que salir ya – yo salí del cuarto y Gabriel salió conmigo.
- por favor no se lo digas a Juliana.
- no lo haré, no puedo, no tengo tiempo y no me tocaría a mí, si no a ti, pero bueno, eso no importa, ahora lo único que importa es la palanca, rápido vamos.
- tienes razón – él corrió y yo le seguí.
Luego de unos minutos de correr, llegamos al lugar, Gabriel lo empujó, pero no pudo moverla, así que le ayude, le empezamos a mover, pero muy poco, al parecer una litera se cayó adelanté de la puerta, pude pasar mí cabeza, pero nada más, miré alrededor, todo el lugar era un desastre, varias camas tiradas, armas en el suelo, luego vi mí objetivo, la palanca, saqué mí cabeza y le informe a Gabriel y empujamos más fuerte, pero no todo era felicidad, una horda de zombis venían para acá, así que deje de empujar, le dije a Gabriel que le pegue con el hombro y eso hizo, mientras el le pegaba a la puerta, yo active una granada y la lancé, rápidamente le ayude a empujar, solo con un golpeé lo abrimos lo suficiente y entramos el cuarto y después que entráramos la granada exploto. Salí a ver si había algún zombi, pero no, al parecer la explosión hizo un hueco en el suelo y todos los zombis caían por el hueco, espero que Ivana y los otros estén bien. Volví a entrar al cuarto, Gabriel tenía su arma preparada, pero yo le hice señas que la bajara, no era necesaria y eso hizo, los dos fuimos a la palanca y el la activo, luego escuchamos un sonido, seguramente activamos algo, pero no es momento de preguntarse cosas, hay que ponernos a salvo, así que salimos de nuevo del cuarto, no pudimos devolvernos porque le hice un hueco al suelo, Gabriel me regaño, pero no le puse atención, me estaba preparando para lo peor, porque está misión tiene que ser perfecta, todo tiene que salir perfecto. Cuando íbamos a doblar una esquina, escuchamos pasos, cuando nos dimos vuelta resulto ser mí papa, pero no era más mi papa, era un zombi. Vino corriendo hacía nosotros, yo no pude dispararle pero Gabriel sí, pero se regeneraba el daño, quizás no tan rápido como él otro, pero lo hacía; con una mano empujo a Gabriel hacía la pared y con la otra me agarró de la camisa y me lanzo cerca del hueco, por suerte no me caí, pero estuve cerca de hacerlo; me levanté y entre a la habitación, no quería que me empujara y que yo cayera al hueco, él me siguió adentro, yo le disparé en el pecho, pero al parecer no le importo y siguió intentando pegarme, pero no podía, yo era más veloz; se dio cuenta que no podía atraparme, así que agarro una litera y la empezó a levantar, yo sabía que lo iba a tirar, así que cuando lo lanzó, yo ya estaba afuera de la habitación. Apunte a la puerta, esperando a que saliera por la puerta, pero no fue así, él rompió la pared cerca de mí y me agarró de un brazo y me volvió a entrar al cuarto, me lanzó contra una pared y cuando me quise levantar, el me pego un puño y me levanto del cuello y me empezó a ahorcar con una mano y con la otra agarró la mano donde tenía mi arma, para que no le pudiera disparar, aunque fuera un zombi, tiene la inteligencia de él. Poco a poco perdía fuerzas y veía más borroso, por suerte Gabriel le disparó en el cuerpo, sin darme, eso hizo que mi padre zombi me soltará, tosí un poco y levanté la mirada, miré a mi padre y vi que ambos estaban batallando, al parecer se le acabaron las balas a Gabriel e intentaba recargar y mi padre no lo dejaba recargar, cada vez que él atacaba, Gabriel lo esquivaba y le pegaba donde fuera; miren en mis bolsillos y encontré un pequeño cuchillo que siempre llevaba, lo agarre fuerte y ataqué por detrás a mí padre, salté a su espalda y se lo clavé en el cuello, eso hizo que mi padre le dejará de prestar atención a Gabriel y me intentara atrapar, le saqué el cuchillo y me solté antes de que me agarrará; le di el suficiente tiempo a Gabriel para recargar y cuando lo solté, él le disparó y se alejó un poco, mi padre cayó al suelo, pero no estaba muerto, de echo cogió impulso para correr donde estaba Gabriel, lo agarró de la cintura y lo llevo contra la pared rompiéndola y llevándolo a otra parte. Yo lo seguí, lo llevo al otro extremo, del lugar, pero no lo lastimó mucho, solo rompió la pared y ya, siguió corriendo, hasta llevarlo lejos. Cuando llegué, mi padre le intentaba pegar a Gabriel, pero no pudo, Gabriel esquivó cada golpe y se alejó y yo le disparé en la cara, pero no le dio importancia y se regeneró. Cómo vio que no nos podía hacernos daño, por ahora, le pego a la pared, haciéndole un hueco, agarro un pedazo de la pared y se lanzó a Gabriel, le pego en el pecho y lo hizo caer; yo me preocupé y me distraje, no le vi sangre, así que creo que está bien, pero me distraje y mi padre aprovecho para acercarse a mí, me pegó en la cara, luego me empujo contra la pared y me quitó mi arma y me la lanzó lejos, luego me pego en el estómago y todo el aíre se me fue, me pego unas cuantas veces en la cara, me rompió la nariz y me dejo en el suelo, yo me intenté levantar, pero mi padre me pateó en la barriga y caí al suelo. Él se fue y yo lo seguí con la mirada, no podía levantarme, solo podía ver, hasta que me recuperará; mi padre agarró a Gabriel del hombro y lo tiró por una ventana, luego se acercó a mí, se agachó y aplastó mi cabeza con su mano, hacía presión, pero creo que se cansó, porque me levantó y me puso contra la pared, me agarró de la cabeza y me golpeaba contra la pared, luego de unos tres o cuatro golpees contra la pared paro y yo escupí sangre, que suerte que no me rompió un diente. Me agarró de la cabeza y volvió a presionarme.
- por favor, para – no podía hacer nada más, me dolía todo – padre, por favor pará – él empezó a ser menos fuerzas – te quiero – él me soltó.
- ¿Miranda? – me miró a los ojos, se veía normal.
- ¿Padre? – yo lo abracé fuerte - ¿Eres tú?
- claro que sí – él me abrazo, yo lo miré y sonreí – te quiero hija – él recibió un disparo en la cabeza y calló al suelo, Gabriel tenía su arma y seguramente le disparó, caminé hacía mi arma, la agarré y me acerqué a Gabriel.
- ¡¿Qué demonios te pasa, ese era mi padre?! – me acerqué a él con mi arma.
- lo siento, pero él ya no lo era, lo siento, pero era mentira.
- ¡¿Crees que so estúpida y no reconozco a mi padre?! – no dijo nada - ¡maldito!
- Miranda, cálmate, no dejas que te engañe.
- ¡Maldito, mi padre se había recuperado, ya era humano otra vez y tú lo mataste! – le apunté con el arma - ¡ahora te haré lo mismo – Gabriel se veía asustado, intentaba hablar, pero no soltó nada coherente y yo me reí – tranquilo, es una broma – me reí más fuerte – sé que no es él, sé que él ya está muerto – él me miró confundido.
- ¿Qué demonios, todo era una broma?
- no, no lo era, en realidad era una venganza, recuerdas cuando me dijiste del suero, pues me vengue, a mí no me ocultas algo tan importante, esperó que esto te sirva en el futuro como consejo.
- si es que tenemos alguno, pero si todo era una broma ¿Por qué le pediste a tú padre que te soltará?
- pues, no sabía que hacer, era más fuerte que yo, así que lo que hice es decirle que parara, para distraerlo y sacar un pequeño cuchillo para que me soltará, pero él me soltó, me pareció raro, así que le seguí la corriente y cuando le disparaste aproveche para asustarte.
- vaya, pues lo hiciste bien, por un momento pensé que todo acabaría mal y me matarías.
- ¡Maldita sea, me la creí! – dijo mi padre o alguien que se parecía a él – pensé que había funcionado, normalmente funciona, pero veo que ustedes son inteligentes – él se levantó, aún tenía el hueco de la bala que Gabriel le dio – me sorprende, así que yo voy a seguir con mi primer plan y matarlos y no esperar que se maten entre ustedes – él se regenero – como nuevo, vamos a jugar.
Él intento pegarnos, pero ambos lo esquivamos, primero me intento pegar, así que lo esquivé y entre a una habitación, entré a un huerto, o lo que se suponía que era uno, porque no había una sola muestra de vida, todas las plantas habían muerto, solo había muerte, pero no es momento de ver el lugar, mi padre me seguía y tenía que correr, me alejé un poco y le disparé otra vez, pero no paró, así que le puse cara enfrenté de él, deje de correr y esperé su primer golpe, intento golpearme en la cara, yo lo esquivé y le disparé en las piernas, esté cayó y yo aproveche para patearlo en la cara, lo intenté patear otra vez, pero él me agarró del pie y me hizo caer, se puso arriba de mí, yo le pegué en la cara y me intente soltar, pero él me agarraba de la pierna, le disparé en la cara, pero eso no basto, intentaba morder mi pierna, pero le disparaba en la cara y le destrozaba la boca, sin boca no me podía morder; con el tiempo, Gabriel vino y le disparó en la mano y yo me pude soltar y salí corriendo de este lugar, tengo una pequeña idea.
- ¡Gabriel sígueme! – volteé a verlo, estaban peleando, Gabriel golpeaba mi papa y esquivaba su contra ataque.
- dame un momento – él esquivó un golpe de mi padre y lo empujo y se cayó en un huerto, o lo que era un huerto, ahora solo queda tierra y mala hierba – ya estoy libre – corrió hacía mí - ¿Qué hacemos?
- solo sígueme – mi padre se levantó – no peles hasta llegar.
- ¿sabes a dónde vamos?
- claro que sí.
Ambos corrimos, en realidad no sabía a dónde ir, pero era fácil, encontrar una ventana, mientras corríamos metí la mano en mi bolsillo, para ver si tenía un explosivo, lo bueno es que sí lo tenía. Luego de correr donde fuera, encontré una ventana bastante grande, para que cupiera mi padre, paré y Gabriel paró conmigo.
- ¿Cuál es el plan? – yo sonreí.
- esté – señale la venta - ¿Entiendes? – Él movió la cabeza de manera afirma – ahora, necesitamos un palo o algo así – él volteó y me dio una pala.
- esto servirá ¿Qué haremos?
- atacar y tirarlo de aquí ¿No te quedo claro? – yo me reí
- más o menos la verdad...
Creo que me distraje un poco, mi padre llego y se lanzó encima de mí, yo quedé abajo y él arriba, por suerte no solté la pala, así que puse el palo de la pala en su boca, para que no me mordiera y lo aparte un poco de mí. Con un poco de ayuda de Gabriel lo aportó de mí, así que me salté un poco y Gabriel le disparó, se volvió a regenerar, como siempre, pero está vez estamos listos. Le hice señas a Gabriel y ambos le intentamos tirar, pero no logramos mucho, era más fuerte que nosotros, empujo hacía atrás a Gabriel, haciéndolo caer para atrás, luego me agarró de la cabeza y abrió su boca y se acercó a mi cuello, no me podía soltar, pero era el momento perfecto. Agarré la granada y la activé y se la metí en la boca, después, con la pala, lo aleje de mí, le pegue en la cara y eso hizo que me soltará, luego lo empuje para atrás, le clavé la pala en el pecho y lo empujé al borde, rápidamente le saqué la pala del pecho y le pegue en la cara, haciéndolo caer. Mientras caía, la granda explotó y me lanzó para atrás, la bomba estaba un poco lejos de mí, así que solo me lanzó
- ¡Miranda! – Gabriel se acercó - ¿Estás bien? – le hice un pulgar arriba.
- he estado peor ¿Me ayudas? – él me ayudó a levantarme – gracias.
- para eso están los amigos – empezamos a escuchar pasos, eso significa que son zombis - ¿Te puedes parar? – lo intenté, pero estaba débil y mareada.
- apenas me pude salvar de la puta explosión ¿Tu qué crees?
- no es momento de contar chistes – él me cargo – vámonos – él me arrastraba y yo agarraba el arma – yo el vehículo y tú la torreta.
Él me arrastro y yo les disparaba a los zombis, no podía dejar que me tocaran o a Gabriel, al final salimos del lugar, casi sin ningún rasguño, porque uno me agarro de la pierna, así que le pateé en la cara varias veces, hasta que se soltó. Cuando salimos del lugar, Gabriel me soltó y cerró la puerta, pero eso no lo detendrá por mucho tiempo, Gabriel y yo corrimos, hasta llegar a la habitación, la sala del control. Entramos y cerramos con seguro, luego volteé y vi el lugar, estaba simón, él doc y ambos hermanos, pero no vi a Ivana, eso solo significa una cosa.
- ¿Dónde está Ivana? – nadie respondió, eso significa una cosa.
- lo siento, se murió – le puse mi mano en su hombro.
- ¿Es cierto? – dijo con una voz quebrada.
- lo siento, pero es verdad – él empezó a respirar rápidamente.
- no es momento de llorar – cerró los ojos fuertemente – cuando todo esto acabe, voy a llorar, ahora, necesito calmarme – su respiración se calmó - ¿Cómo va Juliana?
- no lo sé, aún no ha activado la palanca y él laberinto no tiene cámaras, así que no los puedo ver.
- ¿Y si les paso algo? – dijo algo preocupado.
- tranquilo, aún hay tiempo, recuerda que es un laberinto, pueden estar perdidos, no te preocupes por ahora, estarán bien, Juliana es fuerte.
- gracias doc – Gabriel lo abrazo – si ella muere yo te mató.
- ¿Yo por qué? – Gabriel soltó una pequeña risa.
- solo es una broma – lo soltó – bueno chicos, preparémonos, en cualquier momento esto acaba.
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