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Capítulo 35 | La seguridad

Días después me entero que el padre de Kyle no le contó sobre mi visita al taller. Se lo conté yo y él no podía creer que realmente hubiera ido a hablar con su padre.

Cuando le pregunté por la universidad, Kyle me confesó que lo de no querer ir a la universidad se lo dijo a su padre en un momento de enojo. Kyle quería que abriera los ojos y se diera cuenta de lo poco que confiaba en él para hacerse cargo de Jack cuando él no estuviera cerca. Al parecer, Paul realmente está haciendo un esfuerzo por hacer las cosas bien y que Kyle dudara de ir a la universidad le hizo darse cuenta de la poca seguridad que él le había transmitido todo este tiempo.

De todas formas, nuestra universidad se encontraba a pocas horas de nuestra ciudad, así que él no estaría tan lejos en caso de que Jack o su madre lo necesitaran.

Otra noticia sorprendente, por lo menos para Kyle y Jack, es que su madre está saliendo con alguien desde hace un tiempo, pero recién ahora decidió que era el momento para contárselo a sus hijos. En un principio, Kyle se puso nervioso con la noticia, no porque le molestara que su madre no se lo hubiera contado (un hecho que sí le molestaba a su padre), sino porque tenía miedo de que esa persona no tratara a su madre como ella merecía. Sin embargo, días después Kyle conoció al novio de su madre, David y sus miedos se esfumaron.

David es un hombre divorciado y tiene dos hijas mayores. Según la descripción de Kyle es un señor de cincuenta años que se abotona hasta el último botón del cuello de la camisa y hace crucigramas y juega al sudoku en su tiempo libre. Cuando se conocieron, David le habló de las segundas oportunidades y cómo sentía que él y Vanessa se merecían una oportunidad de nuevo en el amor. Kyle no profundizó más, pero se notaba que sea lo que sea que se dijeron en esa conversación, David logró obtener la aprobación de Kyle.

Una mañana, cuando voy a la casa de Kyle y conozco a David, yo misma veo la felicidad en el rostro de su madre cuando está cerca de él. David tiene el cabello canoso, ojos claros y un rostro amigable. También tiene un muy buen sentido del humor y se nota que congenia bien con Jack.

Estoy en la casa de Kyle porque Jack jugará su último partido de baloncesto con el equipo del instituto e iremos todos a verlo. Es un partido importante porque si ganan recibirán la copa del campeonato. David está ayudando a Jack a armar su bolso mientras le cuenta anécdotas de cuando él iba a ver a sus hijas en competiciones de natación.

Vanessa está terminando de arreglarse en su habitación mientras Kyle y yo estamos en el salón. Estoy sentada en su regazo, mi cabeza está apoyada en su pecho y observo de forma distraída como él está mirando un video de baloncesto en su celular.

Kyle ha vuelto a hablar con sus compañeros de baloncesto. Ellos ya no tienen partidos oficiales ya que las clases terminaron, pero le insistieron a Kyle con que volviera a jugar con ellos cuando se juntaran a hacerlo en algún lugar. En cuanto a Austin, no había posibilidades de que se lo cruzara ya que él estaba de vacaciones e, igualmente, no quería volver a jugar según sus amigos.

Kyle y Austin no volvieron a hablar desde la última vez. Kyle no quiere volver a hacerlo y Austin no volvió a insistir. De todas formas, las pocas veces que algo relacionado a él o Jess sale en una conversación, a Kyle ya no le resulta tan difícil hablar de ellos. No es algo que le guste hacer particularmente, pero es positivo que se permita hablar de ello si lo necesita.

Y me pone feliz que Kyle vuelva a jugar con sus compañeros del equipo. Recuerdo que cuando me contó que lo invitaron a jugar de nuevo lo hizo con cierto temor. En ese momento pensé que tenía miedo de encontrarse con Austin de nuevo, pero su temor era porque había pasado unos meses sin jugar y tenía miedo de hacerlo mal. Fue demasiado tierno verlo tan preocupado.

Lo único que pude hacer fue besarlo y asegurarle que iba a ser igual de increíble que siempre. Él no estaba muy convencido así que lo reté a que jugara un partido conmigo. No hace falta decir que él anotó todos los puntos y yo solo pude sacarle la pelota cuando use mis piernas y le di una patada.

A partir de ahí el juego se volvió más físico y Kyle aprovechó cada momento para tocarme y abrazarme. Finalmente, se apiadó de mí y me subió a sus hombros para que anotara por lo menos un punto. La cosa se puso un poco peligrosa cuando quise colgarme del aro con las manos y los dos caímos al piso.

—Kyle ―lo llamo.  

Kyle detiene el video y alza la cabeza para escucharme con atención. 

—¿Recuerdas cuando quise colgarme del aro de baloncesto y casi morimos?

Él alza las cejas sonriendo.

―Mis costillas me lo recuerdan cada mañana. 

―Mentiroso, ya no te duelen ―me quejo, aunque la verdad es que yo todavía tengo raspones en las piernas.  

Kyle toma un mechón de mi pelo y me lo coloca detrás de la oreja. Deja su mano en mi nuca mientras me mira.

―¿Sabes? Prefiero jugar al baloncesto con mi novia que con los del equipo.

Sonrío. Mi novia. Desde que Kyle y yo decidimos darnos una oportunidad, a él le encanta decir que yo soy su novia.

Tengo que admitir que una parte de mí se había hecho la idea de que él no sería un novio tan atento, dado que según Jess él no lo había sido en su relación, pero me había dado cuenta de lo equivocada que estaba y como no debía asumir que porque había sido de tal manera con una persona, también lo sería conmigo ahora.

Kyle es tan detallista que a veces hasta yo misma me olvido de que le he contado algo sin importancia de mí cuando lo trae a colación. Está pendiente todo el tiempo de que yo esté bien y cómoda con él. Tampoco puede apartar sus manos de mí, cada vez que estamos juntos, él necesita entrelazar mi mano en la suya o pasar su brazo por mi cintura. Cuando cenamos su mano se suele encontrar en mi muslo o en mi rodilla.

Maia y Dylan ahora se burlan de nosotros y me critican por todas las veces que yo me quejé de ellos dos cuando aparentemente Kyle y yo somos mucho peor, si no nos estamos riendo a carcajadas, nos estamos besando.

Vuelvo a concentrarme cuando Kyle ladea la cabeza ante mi silencio.

—Te gusta jugar más conmigo porque aprovechas para abrazarme mientras me enseñas cómo jugar ―le digo sonriendo. Y a quién quiero engañar, a mi también me encanta. 

Kyle se encoge de hombros.

―Contigo soy como Ratón con la comida, veo la oportunidad y la aprovecho.

Me río y aprieto el botón del celular de Kyle para ver la hora.

―Ya nos estamos por ir.

Él asiente.

―Estoy feliz de que mi padre venga a ver a Jack jugar ―me comenta―. Él estará muy contento.

—Sí, y también estará contento porque lo irá a ver Clara —añado con una sonrisa. Dylan la llevará junto con Maia.

Kyle se ríe.

—Lo sé, ¿Lily y Jean vendrán?

Resoplo.

—Claro que no. Pusieron alguna excusa de que tenían que hacer trámites para la universidad, pero sé que es porque Jean terminaría roncando si asiste. Ellas vendrán hoy a la noche a cenar con todos.

Trato de no pensar en el hecho de que Lily y yo no iremos a la misma universidad, ya estoy muy agradecida de que Kyle y yo coincidiéramos. De todas formas, sé que al principio va a ser difícil comenzar esa experiencia sin ella aunque no tengo dudas de que vamos estar la una para la otra a la distancia, por mensajes y videollamadas.

Kyle cambia su forma de mirarme. Me contempla en silencio y yo frunzo el ceño.

—¿Qué sucede?

Pestañea como si no se hubiese dado cuenta de su repentino silencio.

—Nada, solo... gracias.

Lo miro extrañada.

—¿Por qué?

—Por elegirme.

Mi corazón da un vuelco y lo abrazo con fuerza.

Estoy orgullosa de nuestra relación y de todo lo que ha avanzado Kyle este último tiempo. No solo respecto a nosotros. También se está permitiendo relacionarse de nuevo con sus antiguos amigos, volvió a trabajar en el taller y está dándole una oportunidad a su padre. Cada día veo como crece la seguridad en sí mismo. En esos días que la vida pesa demasiado, a veces necesita espacio para estar solo con sus pensamientos, pero también se permite exteriorizar sus sentimientos y hablar si lo necesita. No se aísla como antes.

Cuando David y Vanessa ya están en la sala y solo faltan diez minutos para salir, le digo a Kyle que iré a hablar con Jack, él me guiña el ojo antes de unirse a la conversación de su madre y David.

Toco la puerta de la habitación de Jack y él me abre con una sonrisa, con la misma energía que tiene siempre. Me dice que pase y corre a agarrar sus auriculares de su cama antes de que el gato los atrape. Acaricio a Whisky mientras Jack guarda sus auriculares en su bolso.

—¿Estás nervioso por el partido? —le pregunto.

Jack asiente.

—Habrá muchas personas, espero que ganemos.

—Estoy segura que sí —respondo y luego aclaro mi garganta—. Tengo algo que preguntarte.

Jack deja de ordenar sus cosas para mirarme con los ojos muy abiertos. He llamado su atención y ahora está mirándome con nerviosismo.

—Tranquilo, no es nada malo —continúo sonriendo—. Es sobre mi blog. —El hermano de Kyle se acerca a mí. No disimula la sorpresa en su rostro—. Bueno, sabes que estoy por ir a la universidad y estoy segura que no tendré mucho tiempo libre como tengo ahora. Me preguntaba si... ¿Te gustaría ayudarme con el blog? Ahora no solo doy consejos, sino que otras personas pueden contar sus experiencias y brindar sus propios consejos, lo que me lleva más tiempo organizar los mensajes y publicaciones. Voy a necesitar ayuda y me preguntaba si a ti te gustaría ayudarme.

Jack me mira boquiabierto como si no pudiera creer lo que estoy diciendo. Alzo las cejas porque no sé si le interesa o le parece una idea totalmente absurda. Cuando hablé con Kyle, él me dijo que Jack probablemente estaría encantado, ya que sabía que el blog lo había ayudado mucho. Luego de mi conversación con su padre, creía que Kyle tenía razón pero tal vez no le interesaba involucrarse.

—Por favor, no te sientas obligado a aceptar —me apresuro a decir—. Es solo...

—¡Claro que quiero! —El grito de Jack me sobresalta y apenas alcanzo a abrir los brazos antes de que Jack se arroje a mí para abrazarme—. ¿Es en serio? Pero, espera, ¿y si hago algo mal?

Se aleja de mí para mirarme con preocupación.

—No harás nada mal —le aseguro—. Te explicaré cómo funciona el blog y hay muchísimas cosas que se pueden hacer, solo me tienes que decir qué es lo que más te gusta. Sin compromiso, si te gusta puedes ayudarme y si no, no hay problema.

La sonrisa de Jack se ensancha y vuelve a abrazarme.

—¡Me encantaría, Amber! ¡Muchas gracias! Haré todo lo que tú me digas, trataré de hacerlo lo mejor que pueda.

En ese momento, Kyle golpea la puerta de la habitación de su hermano y nos avisa que es hora de irnos. Jack se aleja para colgarse su bolso en el hombro mientras que Kyle se acerca y entrelaza su mano con la mía. Jack me pregunta en voz baja si puede contarle a Kyle lo que le acabo de proponer y yo asiento con una sonrisa.

Kyle escucha atentamente a Jack como si él no supiera nada al respecto. Ya estamos subiéndonos al auto de Vanessa cuando Kyle da algunas ideas para el blog. Lo detengo cuando sus ideas son muy parecidas a las de mi prima y los consejos que quiere que dé son lejos de ser inocentes.

David y Vanessa se unen a nuestra conversación mientras la madre de Kyle conduce hacia el instituto. Yo sonrío y apoyo mi cabeza en el hombro de Kyle. Él me acaricia el brazo de forma distraída al tiempo que habla con su hermano de manera animada.

Mientras miro a Kyle, solo puedo pensar que es cierto que a veces no obtienes lo que deseas, a veces obtienes algo mejor.

Mucho mejor.

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