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Sarah camino hasta sentarse en el asiento al lado derecho de Nobita, ninguno de los dos hizo el esfuerzo por mirarse a los ojos aun cuando se morían por hacerlo, sin embargo aunque poca la cercanía que tenían aquella mescolanza de emociones se calmaron.
El timbre sonó y su hermano fue invadido por un montón de chicas que querían algo con él, por el rabillo del ojo vio como Nobita se levantó y salió del salón por lo que antes de que alguien la detuviera lo siguió por los pasillos hasta que lo vio parado frente a una de las máquinas expendedoras de los pasillos
Sarah calmo su respiración antes de hablar— creí que esperarías para salir junto con los demás...—le dijo, Nobita negó mientras se daba la vuelta con dos bebidas en sus manos.
—Si estás inscrita en el colegio siempre podía verte más tarde u otro día—respondió Nobita mientras le extendía una de las bebidas, cuando Sarah se acercó a tomarla y rozo sus dedos con los de Nobita la sensación de añoranza volvió a atormentarla.
—No lo entiendo... —murmuro Sarah limpiándose algunas lágrimas que se le escapaban—porque siento esto—agrego, Nobita guardo silencio el mismo estaba sintiendo lo mismo y tampoco lo entendía.
Nobita levanto su mano y extendió su palma, Sarah la miro por unos momentos antes de hacer lo mismo y las juntaron—tampoco lo entiendo—dijo Nobita mientras limpiaba las lágrimas del rostro de Sarah con su otra mano.
En ese momento nuevamente los sonidos de alrededor se desvanecieron y una voz resonó en sus oídos en medio de esa quietud
"si morimos, prométeme que me buscaras cuando reencarnemos" la voz claramente era de Sarah sin embargo la joven nunca abrió su boca.
"te buscare no importa si me toma mil vidas...juro que volveremos a estar juntos" la siguiente claramente era su voz sin embargo el nunca abrió su boca para decir algo.
Sarah se mostró algo preocupada, Nobita lo noto y la abrazo—no sé qué pasa...creo que lo mejor es que vayamos a ver a Doraemon—
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Por otro lado Flock al fin se había separado de él montón de las chicas que buscaban una cita con él y ahora se encontraba frente a Gigante y el resto.
Suneo le sonrió con algo de burla—eres muy popular—le dijo escuchando como el joven rubio soltaba un suspiro muy exasperado—que te parece si nos ponemos al día en mi casa—
—Muero por escuchar las aventuras que tuvieron luego que nos despedimos—dijo Shizuka muy emocionada ante la idea de escuchar historias fantásticas.
—Realmente no me ha sucedido nada tan impresionante—dijo Flock mientras se rascaba la parte trasera de la cabeza— ¿vieron a donde se fue Sarah? — pregunto notando que no estaba en el salón.
Shizuka negó—no pero Nobita tampoco está por lo que es más que seguro que estén juntos....tal vez salieron a hablar afuera—
Flock suspiro y asintió mientras salía a buscarla siendo seguido por el resto y de un extremadamente silenciosos Gigante que como siempre tenía celos de la popularidad que gano el joven rubio apenas en su primer día.
Caminaron por un par de minutos hasta que los encontraron abrazados frente a la máquina expendedora, sin embargo antes de que pudiesen acercarse se quedaron paralizados debido a que desde la posición en la que se encontraban podían ver que Sarah claramente había llorado.
Gigante se adelantó a todos ellos y jalo a Nobita de la parte de tras de su camisa se parándolo de la joven—que le hiciste—reprocho con enojo el joven corpulento
Sueno se acercó con algo de miedo—calma de seguro hay una buena explicación—dijo el joven si bien no se llevaba muy bien con Nobita e incluso disfrutaba molestarlo sabía que Nobita nunca le hacía algo a alguien que no lo hubiese molestado primero.
Sarah empujo a Gigante lejos de Nobita—él no me hizo nada, si estaba llorando era... por la emoción de volver a verlo—dijo mintiendo un poco no queriendo decirles la verdadera razón y de ese modo no preocupar a su hermano.
Flock asintió, él sabía que Nobita no le haría nada a su hermana—calmémonos un poco... —dijo caminando hacia ellos—Suneo nos invitó a su casa—dijo mirando a su hermana.
Sarah suspiro—no les importaría si los alcanzo más tarde —dijo con una mirada de disculpa—lo que pasa es que viniendo para acá vi algo que quiero comprar—agrego dando una excusa para ir con Doraemon.
Las miradas de todos fueron hacia Nobita—también lo siento...mi madre me dijo que hoy tenía que regresar directo—todos soltaron un suspiro y asintieron.
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Más tarde ese día los dos jóvenes ya se encontraban sentados frente a Doraemon—eso no es posible—dijo el robot niñera luego de escuchar como los dos jóvenes al parecer tenían alucinaciones las cuales estaban interconectadas—sin embargo creo que hacerles una revisión no estaría demás—dijo mientras se metía las manos en su bolcillo y sacaba los que parecían ser dos camillas inter conectadas con una pantalla sobre ellas—recuéstense en ellas—cuando los dos jóvenes lo hicieron una luz amarilla paso por sus cuerpos y los análisis aparecieron en la pantalla—todo parece estar bien a excepción del hipocampo—menciono viendo como aquella región del cerebro mostraba lecturas anormales—para obtener un mejor análisis enviare un pequeño pulso eléctrico de ese modo influenciaremos que lo que sea que los aqueje vuelva a suceder—les dijo y ambos jóvenes asintieron.
Nobita se miró ya no llevaba la ropa que solía llevar cuando estas visiones sucedían en su lugar vestía unos pantalones de cuero y una cota de malla, cuando intento moverse se dio cuenta que sus manos estaban encadenadas y dichas cadenas se encontraban atadas a dos caballos.
Un hombre vistiendo una sotana con una enorme cruz roja dibujada en ella se le acerco—eras uno de los caballeros elegido por la iglesia...uno de los ungidos por dios—varios gritos indignados se escucharon, fue entonces que vio a por lo menos una docena de personas viéndolo con odio en sus ojos—sin embargo dejaste que la bruja te sedujera— fue entonces que su vista se dirigió a su costado y ahí vio a Sarah atada a un tronco muy golpeada y con su ropa destrozada, la ira lo invadió sin embargo por mucho que lucho por liberarse e ir a ayudarla las cadenas permanecieron firmes.
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Sarah abrió los ojos sintiendo como cada parte de su cuerpo gritaba en dolor agonizante—bruja—murmuro con algo de dolor, ella no era una bruja lo único que hacia era investigar las plantas y en base a ello les daba un medicamento a la gente que se encontraba enferma, su vista viajo hacia el joven atado de manos a los caballos, antes de conocerlo nunca creyó en el destino ni en magia...en el momento en el que se vieron varias vidas pasadas en las que estuvieron juntos llenaron sus mentes, quien diría que su alma gemela estaría en el grupo de los encargados de darle muerte...el intento protegerla, sin embargo eran muchos y terminaron siendo capturados.
Un hombre con el rostro cubierto por una capucha se acercó a la base del tronco en el que estaba atada con una antorcha.
El hombre con la sotana con la cruz en ella la miro fijamente—últimas palabras amante de satanás—le dijo sonriéndole de manera burlona.
Sarah giro su rostro completamente hacia Nobita—nos volveremos a encontrar...y esta vez estoy segura que viviremos en paz— la antorcha cayo en la base de su tronco y pronto su vista se inundó en llamas
—lo haremos y cuando suceda juro que no fallare en protegerte—dijo Nobita, justo antes que los caballos que lo apresaban corrieran en direcciones opuestas y los despedazaran
Tanto Nobita como Sarah se levantaron de golpe de las camillas muy sudorosos y con una expresión aterrada.
Sarah se levantó y prácticamente se lanzó a lado de Nobita—tu estas bien...—dijo muy preocupada aun sin poder diferenciar el recuerdo con la realidad.
Nobita asintió—tranquila, lo que vimos no fue más que una ilusión—dijo intentando calmarla—no hay modo en el que eso sea real—agrego abrazándola con fuerza, intentando que la imagen de ella atada a un tronco se vaya de su cabeza.
Doraemon los miro con seriedad—aquello no fue una ilusión...según los datos lo que vieron era un recuerdo—ambos jóvenes se mostraron sorprendidos—"como van las cosas parece ser un caso de reencarnación, pero eso es imposible ya se ha probado que tal cosa no existe"—pensó el robot niñera sin saber qué hacer.
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