Eʟ sᴇɴᴛɪᴍɪᴇɴᴛᴏ ϙᴜᴇ ᴇs ᴄᴀᴘᴀᴢ ᴅᴇ ʀᴏᴍᴘᴇʀ ᴛᴜ ᴄᴏʀᴀᴢᴏ́ɴ, ᴇs ᴜsᴜᴀʟᴍᴇɴᴛᴇ ᴇʟ ϙᴜᴇ ᴛɪᴇɴᴇ ᴇʟ ᴘᴏᴅᴇʀ ᴅᴇ sᴀɴᴀʀʟᴏ.

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⟡ Im Yeon Sun ⟡

     ¿Que debía hacer? Seoyeon había desaparecido de mi vista para ayudar al amigo de su galán, mientras yo estaba aquí paralizada como una inútil, ¿Debía ayudarlos a subirlo? Yo estaba estudiando medicina, yo sabía que hacer en estos casos, pero aquí estaba sin moverme del lugar donde me había quedado hace unos minutos atrás.

     —¿Qué demonios ha pasado? —Escuché de parte de mi prima junto a una voz de asombro— Siéntate aquí, Jung Kook. —Ambos condujeron al Jeon mal herido al borde de mi cama, dejando caer la chaqueta de cuero que siempre llevaba encima a un lado de la cama— Yeonnie, necesito que busques el botiquín...

      —Salgan, yo me encargo. —La interrumpí saliendo de mi ensoñación— Llévate a Cookie o querrá comerse todo a su paso.

     —¿Estás segura?

     —¿Cuándo no le he estado? Por favor, salgan los tres —Le pedí amablemente, analizando lo que haría próximamente.

     Sí, me había vuelto loca.

     Ambos personajes salieron por la puerta dejándome a solas con un Jung Kook mal herido y que no se había movido ni un centímetro desde que lo dejaron en la cama. Le toqué tentativamente con la mano la frente sólo para encontrarme con una herida, por lo menos un par de pulgadas de largo que salía sangre a borbotones.

     —Vaya, es peor de lo que había pensado —Era una sola herida. Sin embargo, era muy profunda y necesitaría puntos le guste o no.

     —Estaré bien, chica fresa, no te preocupes —Intentó sacar ese lado conquistador tan característico de él, pero el dolor era tan intenso en su torso que fue imposible no dejar salir una mueca.

     Le limpié la herida con una
toalla húmeda que tenía dentro de mí mesita de noche, quitando la sangre sólo para que saliera más sin previo aviso. Una vez que la frente y la cara estaban claras del líquido pegajoso y rojo, procedí a pasar un paño húmedo que había buscado con desesperación segundos después junto al alcohol y el algodón, pasando por ella con el fin de desinfectar.

     —Esto va a doler —Le advertí con sutileza.

     Se estremeció ligeramente cuando toqué su carne, pero nada comparado con lo que yo había hecho.

     —¿Me vas a decir que te ha pasado? —Le pregunté poniendo algo de ambiente, todo estaba muy silencioso.

     —Nada, chica fresa. No me jodas ahora —Pidió en tono fuerte, como si yo me metiera en su vida diaria.

     —¿En serio? —Apreté el algodón más profundo en su herida y sin una pizca de remordimiento— No parece nada.

     Se quejó junto a una mueca en su rostro, prácticamente diciéndome “¿Cuál es tu problema?” y el más grande que tenía era que no me dijera el porque en mi propia cara.

     —Está bien, está bien. —Se rindió ante el fabuloso trato que le estaba dando y accedió a contarme, poniéndose primero cómodo— Me sorprendieron yendo mi casa cuatro tipos, me golpearon hasta que vieron a Yoongi llegar a mí —Puntualizó poniéndome a maquinar, ¿Su barrio era tan peligroso?

     —¿Cómo Yoongi sabía que estabas en aprietos?

     —Él no lo sabía. Se me había quedado mi identificación en la cafetería y él solo me la iba a llevar a mi casa hasta que se encontró con el pequeño espectáculo.

     —¿Por qué no me sorprende? —Murmuré rodando los ojos.

     Él me miró a través de sus largas pestañas y deslizó sus brazos alrededor de mi cintura tomándome por sorpresa, ¿Desde cuándo él tenía el deseo de tocarme? No tuve la oportunidad de responder, de replicar o de sonrojarme, él había tirado de mis caderas suavemente, haciéndome caer en su regazo.

     Di un grito ahogado ante el gesto, pero pronto mi boca se cerró por sus labios. Apoyé las manos en sus hombros, me perdí en la sensación de sus suaves labios. En ese momento, nada me importaba; ni el que estuviera besando a un chico en mi habitación, ni el que supiera un poco a hierro por la sangre que había limpiado de su rostro, ni el que mi familia estuviera en la misma casa donde estábamos nosotros, ni el que me había tratado como basura un mes atrás, nada de eso importaba.

     Con Jungkook sentía más de lo que podía expresar con palabras, como si estuviera siendo besada por primera vez, que lo llevaba todo a un nivel nuevo.

     Atrapó mi labio inferior entre los suyos y tiró suavemente con los dientes, lentamente alejándose, pero yo no había tenido suficiente, necesitaba más de él, nunca podría cansarme de este sentimiento. Así que apreté mi boca contra la suya de nuevo al sentir sus labios retorciéndose en una sonrisa.

     Esta vez me besó con más pasión dandose cuenta de que podía ir más allá y eso me aterraba. Mis dedos viajaron hasta el cuello por su pelo, enredándose en sus cabellos suaves.

     Mientras tanto, me acariciaba la piel bajo el dobladillo de mi camiseta con sus dedos callosos. Finalmente, su lengua trazó el labio inferior y con mucho gusto abrí la boca para dejar que explorara. Eché la cabeza para garantizar un mejor acceso a su boca mientras nuestras lenguas luchaban por el dominio y la pasión del beso nos hizo caer en el colchón.

     Yo encima de él.

     Gemí. Nos alejamos para cojer aire después de unos segundos, jadeando. Yo lo miraba a los ojos, tantas emociones estaban revueltas dentro de esos ojos color cafés. Algunos de ellos las podía reconocer, como la lujuria y la gratitud, pero otras se mantuvieron en secreto para mí. Con toda la conmoción no había notado que sus manos habían viajado hasta mi trasero.

     Ningún hombre... nunca me había tocado el trasero antes, ni siquiera Namjoon.

     Me sonrojé.

     —¿Qué pasa? —Preguntó Jungkook, divertido.

     —Nada —Me agaché para robarle otro beso. No me reconocía.

     Aunque mi intención no era enrrollarme otra vez con él, no me quejé cuando nos dio la vuelta para quedar él sobre mí.

     —¿Te gusta eso? —Me susurró dejando un rastro de besos con la boca abierta a lo largo de mi mandíbula a mi oreja.

     —S-Sí —Fue todo lo que salió de mi boca, mis dientes estaban masticando mi labio inferior para evitar que gemir.

     Jungkook continuó sus besos en mi cuello, lamiendo con su lengua caliente, chupando y succionando suavemente cuando encontró mi punto débil. Esta vez no pude reprimir mi gemido.

     Estaba bastante segura de que él dejó una marca allí, pero en este momento, ¿A quién le importaba? Me estaba divirtiendo demasiado como para pensar en el lado negativo. Él plantó un casto beso final sobre mis
labios hinchados, antes de caer a mi lado en la cama.

     —Eso fue... —Se calló antes de admitir que había sido muy extraño para ambos.

     —Intenso —Terminé por él, tratando de igualar el aliento.

     —Sí. —Estuvo de acuerdo, aclarándose la garganta— ¿Y que estaban haciendo antes de que nosotros llegáramos? —Desvió todo lo que hacía ocurrido anteriormente.

     —Viendo una película.

     —Ya veo. —El ambiente se había puesto extraño y ambos lo sentíamos— Gracias por curarme, atenderme... animarme —Su hermosa sonrisa sincera se hizo presente en su rostro.

     —No es nada, lo tomaré como una práctica.

     Me tomé el atrevimiento de ver los tatuajes de su brazo derecho, eran tan bonitos... Él no me había dejado admirarlos de cerca. Apostaba a que
tenía más, pero era muy probable de que jamás los vería, ni de cerca, ni de lejos.

     Me levanté de la cama para tomar una manta y cubrir a Jung Kook porque hacía un frío impresionante. No pude evitar sonreír al ver lo adorable que se veía al intentar no quedarse dormido, pero era inevitable, su cuerpo necesitaba descansar.

     ✓Primer error: Meterme bajo las sábanas junto a él en la misma cama.

     ✓Segundo error: Apagar la luz de la mesita de noche quedando completamente a oscuras en la habitación.

     ✓Tercer error: Hacer ruido de forma no intencional despertando a Jung Kook en el acto.

     ✓Cuarto error: Se acurrucó a mi lado para llevar su brazo al rededor de mi cintura sobre la sábana.

     ✓Quinto error: Disfrutar del momento que estaba viviendo justo ahora.

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¿Qué creen que pase ahora?

Los estaré leyendo en los comentarios🙈

Gracias por leer❤️