Verdaderos enemigos
Unos sujetos grandotes nos rodean, se ven amenazadores con tatuajes y barbas. Sip, nos van a partir la cara a ambos.
-No necesito tu maldita ayuda. -Niega Michael molesto poniéndose de pie, sólo lo intenta porque permanece recargado sobre la mesa de billar.
-No parece, además te ayudaré aunque no quieras. -contesto serio mirándolo sobre mi hombro.
-¿Por qué? -hace una pregunta tonta.
-Por Teo. Él se molestará si se entera que no ayudé a su novio cuanto estuvo en problemas. No pienso arriesgarme ahora que volvimos a ser amigos. -le explico ya que su cerebrito es muy pequeño para entender cosas complejas como éstas.
-¡Ya apareció un refuerzo de Michael! -dice uno de los gorilas que nos rodean.
-¡Matenlos! -ordena un tipo bajo con traje quien resulta ser el jefe de esos gorilas.
-Okey, somos 2 contra... -me tomo un momento para contar a nuestros enemigos -7 sujetos que son matones expertos, es muy justo. -ironizo rodando los ojos.
-Yo puedo contra ellos. -Mike logra ponerse de pie, debo reconocer que es bastante fuerte y rudo pero es imposible que pueda contra 7 hombres que deben estar armados, eso no lo dudo.
La charla se deja de lado y ellos nos atacan con palos y sillas del lugar ya que todos los que estaban en el bar se fueron. Mike y yo solo tenemos unos tacos de billas para defendernos.
Solo con el taco, Mike noquea a uno de los gorilas golpeando su cabeza contra la mesa de billar más cercana. Yo, por mi parte, peleo con dos de los sujetos usando mi taco como si fuera una espada de esgrima, luego de desarmarlos, los golpea con fuerza en sus rostros y estomago.
-¿Ahora sabes pelear? -pregunta Mike respirando agitadamente.
-Después que me golpeaste dos veces tuve que aprender a defenderme ¿No? -contesto sonriendo de costado.
Los minutos pasan y la pelean se intensifica, como lo había pensado... Mike ya no puede pelear ya que se encuentra muy golpeado; su frente está sangrando y tiene muchos moretones en sus brazos.
-¿Ya te vas a rendir? -le digo serio -Solo nos falta por derrotar a dos. -agrego como si no fuera gran cosa. Yo intento normalizar mi respiración por que me encuentro muy agitado, hasta ahora recibí golpes en el estómago, duele pero no me rendiré.
De repente una mesa vuela hacia mí y me golpea, arrojándome con fuerza al suelo, genial más golpes en mi cuerpo, estos son suficientemente fuertes para que ya no pueda levantarme.
-Perdón Mike, creo que le conseguiré otro novio a Teo. -hablo mirándolo. Él frunce el ceño y vuelve a repetir lo mismo -No pedí tu ayuda.
-¡Ian! -escucho a alguien llamarme, levanto mi mirada lentamente y miro a Jésica quien se encuentra parada en la puerta de entrada.
-¡No! ¡Vete ahora! -exclamo alterado, pueden lastimarla. No me perdonaría si pasara eso.
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