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Capítulo Ocho


Miro por la ventanilla como el auto se estacionaba en el estacionamiento de la casa de dos plantas. Bajó del vehículo con cuidado y cerró la puerta. Para cuando terminó de observar todo el lugar Miroku le tomaba el brazo y la llevaba al patio de la mansión en donde se celebraba la fiesta. Inmediatamente vio a Sango charlando con otras chicas y la castaña en cuanto la vio dejó la conversación y fue a recibirla.

-¿Qué se celebra?. - preguntó la azabache.

-Nada en específico. La familia de Miroku es así: celebran cualquier cosa o simplemente hacen una fiesta porque sí. - Sango la tomó del brazo y la guió hasta la barra. -Una Mojito para mi y para mi amiga una piña colada sin alcohol.

-¿Sin alcohol?. Ya soy mayorcita, Sango.

-Lo hago por otra cosa. - señaló con el dedo índice su estómago. Kagome se cubrió la zona con vergüenza. -¿Y bien? ¿Qué decían los resultados?.

-No lo sé. No tuve el valor para verlos y por accidente se fueron por el tragante del lavaplatos. - rió apenada y sonrosada. Sango traqueó sus dedos, claramente enojada.

-Eres un caso perdido, Kagome. - dijo la castaña. El muchacho detrás de la barra les sirvió las bebidas y Sango fue la primera en llevarse su trago a la boca. -En cuanto me acabe esto iremos a comprar pruebas de embarazo.

-Sango, por favor, no insistas. No estoy embarazada. No es necesario.

-Bueno, si no es necesario, no te importará que llame a Sesshomaru y le diga que es probable que estés embarazada y te niegas a hacerte la prueba por miedo de que te abandone. - cogió su celular y le mostró a Kagome el contacto del albino en la pantalla. Sango no mentía: iba a llamarlo.

-No, no lo llames por favor. - la de ojos avellana apagó el aparato. -Está bien, me haré la prueba pero debes prometerme que no lo dirás nada a nadie sea cual sea el resultado.

-Lo prometo. - dijo Sango.

-¿De qué hablan, chicas?. - Miroku se acercó al dúo de amigas. Kagome se puso nerviosa. -Kagome, pareces un tomatito. - bromeó el pelinegro.

-Ya déjala, Miroku. Está un poco estresada. El maldito de Sesshomaru le dejó mucho trabajo aquí. - mintió la castaña, bueno, no tanto, ya que si era verdad que Sesshomaru había dejado mucho trabajo luego de irse a París.

-Cuando quieras puedes pedirme una mano, Kag. No me importa. Hablando del Rey de Grecia...

-Miroku, es Rey de Roma, no Rey de Grecia. - contradijo Sango.

-Si pero Sesshomaru tiene aspecto de dios griego y por ello digo Rey de Grecia. Como sea, lo que decía, Sesshomaru me llamó y dijo que estaba tomando un avión y venía de vuelta a Japón.

-¡¿Qué?!. - se espantó Kagome.

-Tan poco es para que te asustes tanto, Kagome. Dijo que habían eliminado casi todas las escenas planeadas para su personaje y con las que habían filmado ya era suficiente y, como ya no tiene nada que hacer allá, viene de vuelta. Debe llegar mañana.

-¡¿Mañana?!. - vuelve a exclamar la ojiazul.

-Bueno, nos vamos. Kagome se ve cansada y yo tengo que levantarme temprano. Nos vemos mañana. - se despidió Sango de Miroku, llevándose a una Kagome paralizada.

-Puedo llevarlas si quieren.

-No, gracias. Pediré un taxi. - le lanzó un beso para calmarlo. -Compraremos un paquete de pruebas y te harás el test al llegar a la casa de Sesshomaru.

-Viene mañana... - susurra con la voz temblorosa. -¿Qué hago, Sango? Si estoy embarazada y me deja no sé que haré.

-Cálmate. Por cierto estoy vendiendo mi pent-house en el centro de la ciudad, tú sabes cual es. Coméntaselo a Sesshomaru y tal vez lo compre para ti y así estaré tranquila de que alguien podrá cuidarlo tan bien como yo.

-Lo haré. - susurró.

Un taxi aparcó justo en frente de ellas y ambas subieron. Sango le dijo al conductor a donde ir primero y luego le daría la dirección de la casa de Sesshomaru. El taxista asintió y puso en marcha el auto.

•••

Llamada entrante: Sesshomaru(el bro)

Inuyasha sonrió y contestó la llamada entrante de su hermano.

-Hey, ¿cómo estás, parisino? ¿Cat Noir y Lady Bug te han salvado ya de una akumatización de Hawk Moth?. - bromeó. -¿O fuiste tú el akumatizado por tu humor y berrinches de mierda?.

-≤Ya cállate, idiota. Desearía que fueras igual de ficticio que esos tíos que ni conozco. - contestó el albino mayor por el otro lado de la linea.

-Sólo jugaba. ¿Qué pasa? Para que me llames debe ser urgente.

-≤Llamé a Kagome esta noche y estaba algo rara. Como si estuviera ocultándome algo... No estoy muy seguro. ¿Sabes si algo le ha ocurrido?.

-¿Y yo qué voy a saber, tonto? Estoy en Hawai con Kikyo. Ni siquiera he hablado con Miroku. Llámalo a él o a su novia. - contestó de mala gana el pelinegro.

-≤Al final te la has cogido, infeliz. Te dije que ni a una secretaria más te cogías o conocerías mi furia al máximo. - dijo un enojado Sesshomaru.

-No. Dijiste eso cuando Kagome llegó al bufete, no con otras secretarias. Además, Kikyo vino solita a mis brazos.

-≤Eres un infeliz. A saber de dónde sacaste esa perversión. - Sesshomaru rió. Su hermano si que era un caso perdido.

-Del mismo personaje de donde sacaste la tuya. Sólo que yo disimulo la mía y yo tampoco simulo que se me cae algo para verle las bragas a Kagome. ¿Te suena de algo eso último? Mmm.

-≤Mis zapatos Gucci todavía apestan a vómito. - rieron ambos. -La perversión la sacamos de papá.

-El viejo me dijo que había ido a tu casa y conoció a Kagome. Dice que le pareció una chica encantadora y que esperaba el compromiso de ambos pronto. - mencionó el pelinegro.

-≤No me lo había contado...

-Entonces.

-≤¿Entonces qué?. - cuestionó incrédulo.

-¿Para cuando la fiesta de compromiso? Si te soy sincero estoy seguro que no faltará mucho para que ella te diga "Ay, Sesshy, mi amor, no nos hemos protegido estoy días y creo que estoy embarazada". - dijo y lo último lo mencionó imitando la voz infantil de Kagome.

-≤Payaso.

La verdad es que Inuyasha tenía razón. El los últimos encuentros sexuales de ambos él nunca se había puesto el condón y nunca le recordó o vio a Kagome tomarse la pastilla anticonceptiva. Un clic hizo en su cerebro. Tal vez ese era el motivo del nerviosismo de su amada.

-≤Inuyasha, tal vez sea eso.

-¿El qué, imbécil? No leo tu corrompida mente.

-≤Tal vez está embarazada y no quiere decirme por miedo a algo o miedo a mi reacción, no sé.

-Tienes razón. Imagina esto: se da cuenta de que está embarazada y como sabe que tienes un carácter de la más puta mierda ella...

-≤Inuyasha, resume.

-Bueno, ya. Directo al grano como te gusta. No te dice por miedo de que la dejes o le pidas que aborte. Las mujeres siempre son así.

-≤Mañana llego a Tokyo. Hablaré con ella. - dijo entre serio y animado. -¿Cuales crees que sean las probabilidades de que esté embarazada?.

-¡Yo que sé! No soy tu pene o algo así para saberlo.

-≤Y ni quisieras ser mi pene. Te dejo, hermano. Gracias por escucharme.

-No fue un gusto. Nos veremos en una semana.

-≤Pásate más tiempo allá. No hay problema y por favor trae a Kikyo con todas las partes pegadas al cuerpo. - colgó.

-No prometo... Ya colgó.

•••

-Ya pasaron los cinco minutos. - menciona Sango. Kagome asiente. -Ve a ver el resultado, Kagome.

-¿Yo? Ni muerta ¿Qué quieres? ¿Qué me de un infarto? Hazlo tú.

-Eres más dramática que Ayame y Kikyo juntas. - Sango se levanta de mala gana y toma la prueba entre sus manos. Observa a Kagome antes de ver el resultado y asiente. -Positiva. Estás embarazada.

-¡No inventes!. - Kagome se levantó de prisa y vio la prueba en las manos de Sango. Luego ambas vieron las otras doce que estaban sobre la misma mesa que estaba la primera. -¡Esta dio negativa!.

-Bueno si once positivas y una negativa no son un resultado que te complazca podemos ir al hospital o a una clínica a que te hagan la prueba. Lo malo es que el resultado demoraría un poco más... Creo.

-Sango, estoy embaraza.

-Lo sé y lo estoy viendo. Felicidades, amiga. - la abraza.

-Sesshomaru va a matarme. - murmura en los brazos de su amiga.

-Que negativa eres. Si Sesshomaru te abandona no debes tener miedo. Yo te cuidaré pero antes debo darle una patada en los huevos al maldito y luego nos iríamos a Las Vegas y viviríamos allí. Todo eso ocurrirá si Sesshomaru te abandona o te dice que abortes. Por cierto que ni se te ocurra abortar o tratar de tirarte por las escaleras para matarte o matar al bebé porque luego de darle la patada a Sesshomaru a ti te arranco las greñas por estúpida y miedosa. - comenta la castaña con ambas manos colocadas en su cadera y mostrando una amplia sonrisa.

-Gracias, Sanguito.

-No tengas miedo, Kag. Estoy al lado de Sesshomaru desde hace tiempo y puedo decirte que lo último que haría es abandonarte con su hijo en tu vientre.

-¿Y lo primero que sería?. - preguntó con lágrimas en los ojos.

-Besarte y decir lo feliz que está con la noticia. - volvió a abrazarla, transmitiéndole su felicidad. -No te preocupes. Date una ducha y duérmete tranquila para que mañana puedas decirle a tu novio que estás preñada como una perra. - bromeó. Kagome le proporcionó un codazo en el hombro a su amiga. -Era jugando, tonta.

-¿Te irás?.

-Sip. Miroku debe estar esperándome en mi casa. Ya tú sabes lo que ocurrirá esta noche. - le guiñó el ojo y abrió la puerta para irse.

-Que no se te olvide la protección. - avisó Kagome.

-Se siente más rico sin preservativo. ¿No lo crees, mamá?. - Sango y Kagome rieron. La castaña se fue y la pelinegra subió a la habitación para bañarse y luego lanzarse a la cama a dormir.

-No se va a enojar. Estoy segura. - dijo acariciando su vientre plano. Tal vez en unas semanas más estaría más gordita.

Día siguiente.

Apenas bajó del avión caminó apresurado al aparcamiento y arrancó el Mustang que el sirviente de su padre le había traído. Pudo ver desde el espejo exterior de la izquierda como Yura hacía su cara de ofendida. Rió y condujo lo más rápido que podía el auto.

•••

Al llegar a su casa se percató del ligero desorden en la sala y en la cocina. Al parecer Kagome trajo alguna visita y no lavaron las tazas de café ni acomodaron los cojines y la manta del sofá frente al televisor. Hizo un mohín enojado e ignoró el desorden en la cocina. Odiaba fregar a lo igual que su padre. Se dirigió a la sala y acomodó el pequeño desorden; cuando terminó se percató que en la mesa habían varias pruebas de embarazo.

Su corazón latió a más de 1.000 caballos de potencia que puede alcanzar un auto de carreras.

Su mano temblorosa cogió una y al observarla vio que era negativa. Suspiró. Algo en su pecho se abrió de repente, le causaba dolor esa sensación. Tomó las demás sin ver el resultado y las metió todas en una bolsa plástica y las arrojó a la basura.

Se sintió triste y mal. Estaba convencido de que Kagome estaría embarazada y él sería padre. Incluso ya estaba haciéndose ilusiones de como sería su bebé. Se sentó de mala manera en el sofá en posición indú y cubrió su rostro con ambas manos.

Sin percatarse estaba llorando.

Miró sus manos mojadas en ése líquido salado que desde la muerte de su madre no permitía salir. Estaba solido y ni siquiera sabía el porqué. Unos brazos finos y suaves lo abrazaron por detrás con calor y ternura. Miró hacia atrás y vio el resplandeciente rostro de su madre.

-No llores. - susurró. Odió recordar otra vez los hermosos ojos azules de su madre. -Ella te dirá algo que no sabes. - volvió a decir y en segundos y dos parpadeos ya no estaba. Miraba hacia la nada.

Observó el cuadro de él y su madre en la mesa del televisor y sonrió. ¿Qué quiso decir con esa última frase?. Corrió escaleras arriba y no paró hasta caer con cuidado sobre el cuerpo de Kagome quien continuaba dormida luego de que se le subiera encima.

-Kagome. - la llamó y no obtuvo respuesta. -Bella durmiente, es hora de despertar. - un gemido suave fue su respuesta. -¿Tengo que besar a la princesa?. - dijo y sin más la besó tomándola de las mejillas. Kagome abrió los ojos sorpendida

-¿Qué haces aquí?. - le preguntó. Se dio cuenta de su pregunta tan estúpida y en su interior se golpeó el rostro. -Cierto. Volvías hoy. - dijo acariciándole el rostro con ambas manos.

-Ya estoy aquí, linda. - sonrió.

-Tengo algo que decirte.

-Dime.

Kagome tomó aire. Sesshomaru se levanto sobre ella y se sentó a su lado. Kagome hizo lo mismo, sentándose al lado de él. Volvió a tomar aire y pensó en las palabras de Sango.

-"Sango tiene razón..."- pensó. -"Sesshomaru no es ese tipo de hombres.".

Suspiró y esta vez si se sentía capaz de decirle. Lo miró y sonrió con dulzura. Tomó sus manos y las colocó el su vientre; él enarcó una ceja. Una pequeña lágrima escapó de su ojo y justo cuando iba a decirle algo él se le adelantó.

-¿Estás embarazada?. - preguntó. Kagome pudo ver la ilusión en los ojos dorados. Fue cuando lo supo: Sesshomaru sería un gran padre.

-Sí. Llevo un bebé tuyo en mi vientre, Sesshomaru. - respondió.

Los brazos del peliblanco la envolvieron en un cálido abrazo. Escuchó sollozos por parte de él y su cuello se estaba mojando con sus lágrimas. Se permitió llorar de felicidad junto a su amor. Acaricio su espalda y cabeza. Observó hacia las ventanas del balcón y vio una mujer con el cabello blanco y los ojos azules un poco más oscuros que los de ella.

La observó incrédula. Le recordaba a alguien que había visto. Las cortinas se movieron con una ventisca y la mujer peliblanca de la ventana le sonrió y en un rápido movimiento sintió los labios de esa fémina besar su frente con ternura.

-Cuídalo. - la escuchó decir y desapareció. -Aún es un niño indefenso. - luego de eso no escuchó más su voz.

Entonces Kagome recordó quien era esa misteriosa mujer que había besado su frente con amor. Era la madre de Sesshomaru, la mujer que posaba junto a él en el retrato cuando era pequeño. Otra lágrima fina se escurrió de su ojo derecho y corrió por su mejilla hasta caer en su vientre. Ni Kagome ni Sesshomaru pudieron darse cuenta del hermoso brillo azul que se formó al caer la lágrima sobre la barriga plana de Kagome y de inmediato ese brillito fue difuminado con la dorada luz del sol.

-Quiero un varón. - le dijo Sesshomaru. Dejó de abrazarla y le sonrió mientras secaba sus lágrimas. -Que se parezca a mí y una niña que se padezca a ti.

Kagome sonrió. No podía con la ternura de su hombre. Volvió a abrazarlo con fuerza y amor.

-Sango está vendiendo su pent-house. Me dijiste qur fuera viendo algunos en venta y decidiera uno para cuando volvieras. - con su mano secó la última lágrima que surcaba el rostro de Sesshomaru. -Es hermoso y muy espacioso.

-Olvidé decirte que desde París abrí una cuenta para pagar los gastos del hospital de tu padre. Desde que llegué a allá todo que tenga que ver con el hospital es pagado por mí. Sólo hay que decirle a tu madre y hermano y abrir otra cuenta para ellos.

-Se lo comentaré a mi hermano más tarde y luego iremos a decírselo a mamá. ¿Desayunamos fuera?. - preguntó y Sesshomaru asintió.

-El Mustang de mi padre nos espera. Mi padre me envió un mensaje para ir a desayunar con él a su hotel a las nueve.

-Perfecto. Me prepararé enseguida y nos iremos rápido. - Kagome se levantó de la cama y fue cuando Sesshomaru se percató del tierno pijama de unicorno de su novia. Rió bajito y eso llamó la atención de Kagome. -¿De qué te ríes?.

-Nada. Sólo que te ves muy tierna con ese pijama. ¿Abrá alguna pareja de ese mismo para mí?.

-¿En serio te vas a poner algo así para ir a juego conmigo? ¿Qué le hizo París a mi amor?. - Kagome besó sus labios. -¿Y mis macarrones de chocolate?.

-En el auto. Por poco se me olvidan en el hotel. - Sesshomaru rió avergonzado.

-Y por eso tu pijama de unicornio va a ser de color amarillo chillón con púrpura. - Kagome hizo un puchero y agarrando un vestido rosa hasta las rodillas y unas sandalias blancas con decorado de mariposas se encerró en el baño.

-¡No me importa!. ¡Lo que sea por ti y mis hijos!. - gritó sonriente.

-¡Pensaba darte más de uno pero por gracioso ya no tendrás una camada completa!. - contraatacó desde el baño la azabache.

-¡No seas mala, Kag!. ¡Siete u ocho no hacen daño!.

-¡¿Siete u ocho no hacen daño?! ¡Tú lo que quieres es dejarme sin útero y sin vagina, tarado!. - exclamó.

-Con cuatro me conformo.

-Sólo cuatro.

Sesshomaru sonrió y salió rumbo a la cocina a preparar leche para Kagome y café para él.

-Sí, claro. Cuatro son insuficientes para mí. - dijo casi en un murmullo. -Éste macho le urge una camada completa para proteger a su hembra. - sonrió. Ya sonaba como un perro celoso y sobreprotector con su hembra.

Continuará...

Si soy sincera lloré un poquito con esto mientras lo escribía.
No me culpen por la aparición fantasmal de Irazue, culpen a la serie de Balthazar (la del forense) está bien buena por cierto.

Qué les pareció?
Al fin nuestra lady le confesó a su lord que estaba embarazada, o encinta como muchas suelen decir.

Espero comentarios de como les pareció y si una estrellita (si no es mucho pedir, claro)

Lxs leos y amo!!!

By: Mary__🌸

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