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Capítulo 32

Janeth Blythe.

—¿Te conozco? —escuche la voz de Noah, yo estaba detrás de la pared. —¿Te equivocaste de casa?

—Que chistoso, Noah. ¿Dónde está Janeth?

—Aquí no está.

—Traje pizza, quiero hablar con ella.

—¿Ya son amigas otra vez?

—Intentó serlo nuevamente, yo fui quien arruinó la amistad. Yo quiero arreglarla.

—Nadie más lo hará, eso es obvio.

—Noah, ¿Esta Janeth? —la voz de Leslie se escuchaba algo irritada, la conozco bien se esta acabando su paciencia; Noah y ella nunca se llevaron bien.

—Esta castigada —la voz de Noah se escuchaba muy diferente —, y me caes mal.

—Y yo estoy completamente enamorada de ti, Noah, ¿Nos casamos? —sí, Leslie es muy sarcástica.

—Tengo novia.

Ok, tengo que salir de mi escondite.

Con pasos lentos camine hasta llegar donde estabas ellos, con mis brazos cruzados algo incómoda y confundida por el saber que Leslie esta aquí, en mi casa, con una pizza en sus manos.

Su short, sus tenis, una blusa y una chaqueta que le hacia lucir fresca y relajada; como siempre, y su cabello largo y oscuro se movía por el viento. Ella siempre ha demostrado que es bonita, y aunque mucha persona la odie por ser de cierta manera sincera se ha ganado muchas enemigas.

Todo por esa sinceridad.

Siempre hemos sido ella y yo, porque teníamos ese sentimiento mutuo de contrastar en todo sitio al que íbamos. Ahora ya no sucede eso. Porque ya no somos ella y yo, solo somos chicas aburridas. Sé que ella se volvió muy amargada, porque siempre me decía que ella era más odiosa con todos.

Estaba muy enojada con ella y realmente no me importaba que pasara con ella.

—Ahí estás —Leslie sonrió.

Noah me miró serio, está enojado. Conozco a Noah perfectamente y él es orgulloso y muy rencoroso. Cuando pasó lo de la fiesta donde mi amistad con Leslie se perdió, Noah estaba teniendo una cita, allí en la misma fiesta, se molesto tanto que dejó la chica y nos venimos a casa. Siempre me dijo que yo no perdí su amistad, él dijo; ella te perdió a ti y eso hizo que se perdiera esa amistad, yo la toleraba por ti, no porque me caerá bien

—¿Ya son amigas otra vez? —Noah tenía su ceja arqueada y sus brazos cruzados —pensé que la odiabas, ¿Te recuerdo cuando dijiste; odio a esa perra?

—No es necesario, yo recuerdo cuando dije eso —di un paso adelante para acercarme. —. Una vez me dijiste que cuando la tuvieras de frente le dirías...

—Te odio, eres la peor —completo Noah, él seguía viendo a Leslie —y sigo pensando que eres insoportable.

—Que lindo eres, tal vez salgamos a una cita, terminas con tu novia y nos casamos —Leslie le guiño el ojo a Noah, él me miró esperando saber que haré o diré —¿Quieres pizza, Noah?

No dijo nada, simplemente se fue, pasó a mi lado y pude sentir como jalo las puntas de mi cabello, él hace eso cuando algo que hice o haré le molesta, él siempre dice que se llama: advertencia Noah. Literalmente, tenemos nuestras fases de esa advertencia y todo.

Leslie se miraba nerviosa, me acerque a ella, con brazos cruzados, y quedé parada esperando que explicara que esta haciendo, aunque sé realmente que hace aquí.

—Hola —dijo ella.

—Hola.

—Traje pizza, sé que te gusta. Quería que habláramos.

—¿De qué?

—No tengo a nadie a quien contarle, bueno no es algo tan... Solo quiero desahogarme de tanta mierda que he pasado sola, y nadie se da cuenta.

—Y el destino te trajo aquí —no quiero ser grosera con ella, aun estoy molesta por lo que hizo pero tampoco la dejaré allí, le hice señas para que entrará

—Mi hermano pregunta por ti.

—¿Qué? —pregunté.

Subimos las escaleras para llegar a mi habitación, sé que esto es nuevo para ambas, porque estamos volviendo a entablar una conversación, pero Leslie a entrado a mi habitación tantas veces que siento que esta bien que ella esté aquí una vez más.

—Siempre me pregunta que porque ya no vas a casa. —Leslie dejo la caja de pizza sobre la cama.

—¿No le dijiste el porqué? —cerré la puerta de mi habitación.

—No, no tengo el valor, me diría muchas cosas.

—Bien.

—¿Cómo estás?

—De maravilla.

—Lo noté.

—¿Cómo estás? —pregunté.

—Como la mierda —Leslie se acercó a la ventana, ladeo su cabeza y sonrió —. Tu vecino sigue siendo ardiente y muy sexi.

—Ardiente y sexi es casi lo mismo —me acerque hasta llegar al lado de Leslie.

Jeison Charles, el primer Crush de Leslie, ella siempre a querido todo con él y él nada con nadie. Así definiría el tipo de relaciones amorosas de él.

El chico estaban sin playera, de espaldas con unos auriculares de diadema, viendo algo que tenía en sus manos, levantó la cabeza para ver a alguien que había entrando a la habitación, asintió y volvió a lo que estaba haciendo.

—Janeth, no lo mires con ojos de lujuria, tienes novio.

—Tengo novio —me aleje de la ventana para sentarme en la cama con mis piernas cruzadas.

—¿Puedo preguntar por nuestra amistad?

—¿Amistad?

—¿Seguiremos siendo amigas? Estos días he tratando de acercarme más, y me evades ¿Sigues molesta?

—No estoy molesta, realmente sigo algo desorientada.

—Siempre que te miraba entrar a un lugar quería ir y sentarme contigo.

—Antes pasaba horas esperando un mensaje tuyo, un mensaje donde te disculparas o algo, nunca llego.

—Extraño a mi mejor amiga. ¿Vamos a poder empezar desde cero?

—Tal vez.

Leslie asintió, una sonrisa triste, se alejo de la ventana y le dio una ojeada a toda mi habitación.

Estoy triste porque realmente quiero tener a Leslie otra vez, ella siempre ha estado conmigo y estos meses sin sus consejos han sigo un desastre, nunca habíamos estado molestas por tanto tiempo, y cuando nos molestábamos siempre nos alegrábamos con un helado.

Pensé que cuando ella hizo lo de aquella noche llegaría con un helado, o se disculparía, pero ella no hizo nada, solo se alejo.

—¿Puedo preguntar como llegaste a tener una platica con Isaí Müller y mágicamente se enamoraron? —Leslie se sentó en mi cama, también cruzó sus piernas.

—Ya preguntaste. —abrí la caja de pizza y saque un pedazo.

—Creí que el sarcasmo era lo mío. —ella también agarro un pedazo de pizza.

—Fue en la fiesta de bienvenida, conversamos un poco.

—Sigue.

—Y así comenzamos a encontrarnos en más de una ocasión, platicábamos y ya.

—¿Y las partes románticas?

—¿Cuáles partes románticas?

—¿Dónde se te declaró?

—Enfrente de un cementerio.

—¿Qué?, eso fue perturbador —le dio una mordida a la pizza —¿Dónde se dieron su primer beso?

—Oh, recuerdo eso muy bien, fue en la fiesta del partido de Noah ¿Recuerdas?

Leslie asintió mordiendo su pizza.

—Bueno, yo entre a habitación a vomitar, estaba muy ebria, Isaí estaba ahí, y bueno... dije cosas sin sentido, y yo lo bese.

—Janeth Blythe, por Dios, odio haber arruinando nuestras amistad y perderme ese momento, me lo hubieras dicho con miles de expresiones, ¡besaste a Isaí primero!

—Baja la voz. Yo estaba ebria, si hubiera estado con mis cinco sentidos yo no hubiera hecho eso.

—¿Dónde fue su primer cita?

—Primero estuvimos en un cumpleaños de un niño que no conocíamos —ella asintió con su ceño fruncido —, después caminamos hasta llegar a una venta de garaje; gastamos mucho dinero allí, luego fuimos al supermercado, compramos chatarra y terminamos en un parque lleno de niños.

—¿Han hecho algo romántico y cursi? —pregunto.

Hice un gesto pensativo, recordando mis momentos con Isaí, cuando chocamos y tiro su jugo en mi tarea, no, eso fue cero romántico. Cuando me llevo en su moto y dijo que era la primera en subir, eh, el parque abandonado, eso para mí fue tierno.

—Una vez, me llevó en su moto a un parque abandonado —confesé.

—¿Qué rayos pasa con Isaí? ¿Por qué no han hecho algo tierno? Espera —Leslie frunció su ceño —¿Isaí tiene una moto?

—Sí, y no es necesario que sea tierno, así como es esta bien.

—Bien, es bueno saber que aceptas como es, ¿Tus padres saben?

—Lo saben, y se me hace algo incómodo que sepan que tengo novio, porque mi papá no lo aprueba.

—Pero tu mamá sí, eso es bueno, ella entenderá y hablara con tu papá, será pan comido —agarro un nuevo pedazo de pizza.

Amarre mi cabello en un moño, abrace mis piernas, mire a Leslie, ella comía su pizza.

—¿Y si no lo acepta? —pregunté.

—Tú y él siempre estarán juntos, ¿Cuándo has visto que una relación se termina cuando los padres se dan cuenta y prohíben esa relación? Nunca, tal vez en algunos casos, pero aun siempre siguen a escondidas. Siempre, Janeth.

Silencio.

No dije nada y continúe comiendo otro pedazo de pizza. Creo que ella tiene razón, no creo alejarme de Isaí aunque mi papá odie la idea, al menos no estaré a escondidas ¿Verdad? Rayos.

Cuando llegue a casa mis papá venía enojado, y mamá muy pensativa. Ellos me dijeron que no querían que me volvieran a llevar a dirección por quejas y menos por no entrar a clases por estar con Isaí, y recuerdo que papá dijo:

—Que sea primera y última vez que me llamen de tu colegio para ponerme quejas, lo que me molesta, es que te estabas besando con ese tal Isaí.

Mierda, eso fue tan incómodo.

—Sé que Noah es tu hermano, lo amas aunque digas que odias algunas cosas de él —mire a Leslie —pero quiero que le digas algo.

—¿Algo?

—Su novia, la chica con la que él está saliendo, no sé cómo se llama.

—Beverly —dije —¿Pasa algo?

—Sí, he visto que Bianca siempre la mira mal.

Bianca, claro, la odiosa ex novia de Noah, sí, la que dijo que estaba embarazada y era más falso que los programas de televisión.

—¿Ahora Bianca es una loca psicópata y quiere hacerle daño a Beverly? —rodé mis ojos y sonreí.

—No creo que sea una psicópata, pero si escuche que ella habla mucho de esa chica, tal vez se peleen o algo, eso sería épico.

—Eso no sería épico, sería vergonzoso, para él, para ellas.

—Tal vez. ¿Crees que Noah realmente me odie?

—No, solo no te soporta.

—Solo me tolera por ti, lo escuche.

—Dijiste que estabas como la mierda ¿Por qué?

—Creo que mis padres se van a divorciar, vine aquí porque ellos estaban hablando sobre ese tema, no sabía dónde ir, me trague todo mi orgullo y dignidad para aparecer aquí después de todo lo que hice, mi hermano salió con sus amigos, estaba sola y decidí venir. Espero no te moleste, porque realmente me sentiría más de la fregada.

—¿Puedo preguntar porque quieren hacer eso? —ladee mi cabeza, Leslie tenía sus ojos agudos.

—Ellos han tenido muchos problemas últimamente, papá nunca quiere pasar en casa, y cuando él esta mamá sale, porque ella también trabaja, nunca se ven, creo que esa es la razón.

—¿Qué opinas al respecto?

—No lo sé, hoy estaban decidiendo si hacerlo o no.

Estaba apuntó de decirle algo muy importante para que no se sintiera mal, decirle que todo iba a salir bien, y que ellos solucionaran sus problemas, pero no dije nada. Noah había abierto la puerta y Jaciel estaba a su lado con su celular en mano.

—¿Ocupas algo? —pregunté.

—Papá te ocupa —eso fue todo lo que dijo, él se había ido.

Jaciel seguía ahí, levantó su mirada a Leslie, la miró sin ninguna pizca de interés, pero miró la pizza, él entró  agarro la caja de pizza.

—¿Puedo? —preguntó.

—Es tuya.

El salió con la caja con pizza y a lo lejos escuche que cerró la puerta de su habitación.

—Bueno, creo que tengo que irme —Leslie se levanto de la cama.

—Sí, es mejor.

—Te llamaré luego.

Asentí.

Cerré mi habitación, Leslie iba caminando a mi lado, se miraba incómoda, ella tiene mucho de no estar en mi casa, y ver a mis padres aquí creo que es mucho para ella. Aunque ellos nunca se dieron cuenta de lo que pasó.

Papá estaba ahí, hablaba por teléfono, mamá no estaba pero escuchaba que ella estaba hablando con Noah, ellos están en la cocina.

—Iré cuando pueda —dijo papá —, no, no sé cuando, hoy no puedo tengo cosas que hacer, papá también tengo una vida fuera de esa oficina, tengo familia...

—Leslie —dije, ella estaba viendo un florero, ella ama las flores.

—¿Sí?

—Vamos, te voy a acompañar a la puerta.

Ella asintió y caminamos hasta llegar a la puerta. Me despedí de ella con un simplemente “que te vaya bien, todo se va mejorar”. Eso había sido todo, ella se había ido.

Volví adentro con pasos lentos. Vamos Janeth, tú puedes, has pasado muchas cosas, un regaño nuevo de papá no es mucho. Me animaba mentalmente.

Papá estaba leyendo unos papeles, sus mangas estaban dobladas hasta sus codos, y él levantó su mirada hacia mí.

—Papá —dije.

—Sí, Janeth. —papá dejó los papeles sobre la mesa —. Vamos a conversar, creo que nos hemos descuidado un poco contigo.

—It's my life, It's now or never... —Jaciel traía sus auriculares y cantaba, él quedó parado viendo a papá —sólo venía, este, ¿Y mamá?

—Cocina —completo papá.

Jaciel quito sus auriculares y empezó a caminar a la cocina. Yo volví a mirar a papá, sé que esto no es la gran cosa, pero papá me pone muy nerviosa. Y esto me preocupa mucho. Me senté en el sillón, él ya estaba sentando.

—Así como hablé con Noah lo haré contigo —empezó —, y lo mismo que le dije a él te lo diré a ti, y en algún momento se lo diré a Jaciel, por la misma razón.

—Eh...

—¿Por qué no nos dijiste sobre ese chico?

—Por lo que piensan de él.

—¿Qué piensan de él?

—Dicen que se droga, que es problemático, que no entra a clases, entre otras cosas.

—¿Y es verdad?

—No, yo nunca lo he visto hacer esas cosas, él ha cambiando mucho.

—Lo estás defendiendo.

—Solo digo lo que es.

—¿Te gusta estar con él? ¿En algún momento te ha faltado el respeto? ¿Te trata bien? ¿Hasta donde llegan los límites? ¿Desde cuando empezaste a salir con ese chico? ¿Por qué mentiste?

—Son muchas preguntas...

—Y te haré más. Contesta.

—Sí me gusta estar con él, nunca me faltado el respeto y sí me trata bien, desde hace algunos meses, no mentí solo escondí el secreto.

—¿Y los límites?

Jodida mierda...

—Ah, él me respeta, y acepta hasta donde yo diga ¿Me entiendo?

—No. Sé más especifica.

—Si existen los límites entre nosotros, papá.

—No quiero ver ni una sola lagrima por ese chico, no quiero darme cuenta que estas haciendo cosas con él, menos que estas escapándote de clases, entregas tus tareas, cero distracciones. Y quiero hablar con ese chico.

—¿Qué?

—Ya escuchaste, si él te quiere, o quiere estar contigo que venga y hable conmigo, fácil.

—¿En serio? —asintió.

—Es eso o nada.

—Bien.

Mira a la ventana de la cocina, mamá estaba hablando con Jaciel, y Noah. Oh, Noah tenía un plato de palomitas, él estaba viendo todo mientras comía. Entrecerré mis ojos viéndolo, él sonrió.

—Pensé que ya no te hablabas con esa chica —volví a mirar a papá cuando él me habló.

—Larga historia.

—¿Larga historia?

—Sí, bueno, es que ella y yo tuvimos un pequeño inconveniente.

—Las cosas pequeñas terminan siendo cada día más grandes.

Papá se levantó del sillón, volvió a agarrar las páginas de papel y un lápiz.

—Cuidado con lo que haces. Límites, Janeth, límites.

—Los tengo, papá.

—Eso espero, aun falta que hablar.

Él paso a mi lado leyendo los papeles. Respire profundamente cuando se había alejado.

—oh, mierda —susurre.

—¿Qué dijiste?

—Eureka.

La risa burlona de Noah se escuchaba acercándose, lo mire caminar, un tazón lleno de palomitas, a él con una sonrisa burlona.

Se sentó a mi lado, comió una palomita y encendió el televisor.

—Oh, mierda —dijo, él se reía —Eureka, ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?

—Nada, no me hables, quiero pensar.

—¿Pensar? ¿Piensas? ¿Desde cuándo?

—Sí pienso, Noah, y mucho.

—Claro, en Isaí, el chico nerd.

Sonreí recordando que en casa hice creer que Isaí era nerd. Nadie me creyó.

—Oye, respétame, soy tu hermana, no te burles de mí. —me cruce de brazos.

—Yo soy el mayor.

—Cuatro minutos, Noah, supéralo.

—Cuatro minutos con diez segundos.

—Vaya, que especifico.

—Son cuatro minutos con diez segundos, que nos has vivido, respeta.

Rodé mis ojos.

—¿Cómo vas con Beverly? —agarre una palomita.

—Bien, ¿A qué se debe tu pregunta?

—Es bueno saber como te sientes con las personas que te rodean. —Noah hizo una mueca de confusión.

—Yo quiero saber que hacía esa aquí.

—Lo mismo de siempre.

—¿Quiere que sean amigas?

Asentí

—¿Qué le dijiste?

—Tal vez.

—Ah, no diré nada, es tu amiga, sabrás lo que haces.

—Ella es un tema aparte, me quiero enfocar en Isaí ¿Tengo que decirle que venga a hablar con papá?

—Tiene que hacerlo.

—¿Y sino quiere?

—Es eso o nada, palabras que papá dijo.

Suspiré. Tengo que hacerlo, agarre mi celular y le escribí diciéndole que me llamara que teníamos que hablar. Él no contestó al instante, así que tendría que esperar un poco más de tiempo.

—Lo hará, no creo que sea tan imbécil para que te pierda así de fácil.

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