❊22❊
- Tengo que írme a casa - hablé mientras terminabamos de lavar los trastes.
- Nooo... - me abrazó.
- Chris, no puedo quedarme, mi ropa del trabajo está allá.
- Porfavor... - dejó varios besos en mi mejilla.
- No puedo, no tengo ropa para mañana.
- Y vamos a buscarla temprano.
- ¿Cómo seria eso?
- Salímos más temprano para el trabajo, pasamos por tú casa, te cambias y nos vamos a la empresa.
- ¿Y qué le digo a mi Madre?
- Dile que llegarás tarde porque fuíste aver unos asuntos de la empresa..
- No va a creerme.
- Entonces...no sé, dile algo tú.
- Gracias por tu aporte.
- Al menos lo intenté.. - se separó - Voy por tú celular.
- Ok.
Marqué a el número de mi Madre, una vez que contestó, comencé a hablar.
- Erick, ¿Dónde estas?
- Mama, no dormire en casa hoy.
- ¿En dónde te quedarás?
- Conocí a un chico de clase alta, ahora es mi amigo y como ya es tarde, me quedaré.
- ¿De clase alta?
- Sí.
- Esta bién. Algún día nos lo presentas.
- Sí, sí, adiós - corté.
- No era tan difícil - dejé el celular sobre la mesada - Es muy fácil de convencer.
- Mientras tenga que ver con dinero, le va bién.
- Ok... ¿Qué hacemos ahora?
- ¿Dormír?
- Vamos - tomó mi mano, me hizo pasar por cada rincón de la casa para apagar las luces, luego fuímos a su habitación y cerró la puerta.
- Aún no entiendo porqué compraste una cama - me lancé sobre esta - ¿No era que querías los colchones?
- Aún los tengo, están debajo de la cama.
- Ah..¿Por qué la compraste?
- No lo sé, estaba aburrido y decidí hacerlo.
- Esta cómoda - giré para quedar mirando hacia el techo - Ven - palmeé a mi costado, él se acomodó con su pancita mirando hacia abajo.
- Así que ahora eres mí novio..
- Y sí, ¿No?
- ¿Es verdad lo de que ya pensabas que lo éramos?
- Bueno, nos habíamos besado y también tocamos nuestras partes.
- No cuenta si no te lo aclaran.
- Bueno.
- Para la próxima debes tenerlo en cuenta.
- Lo tendré, aunque no quiero que haya una próxima - sonrió.
- ¿No te sientes incómodo estando sin boxer?
- Es raro. Por sierto, ¿Tú me bañaste?
- Síp, lavé tu cuerpo en la bañera y cambié las sábanas, te recosté sobre la cama y te vestí.
- Eso suena feo.
- No te hice nada, menso - rozó su nariz con la mia - Te quiero - dejó un beso en la punta de esta.
- Yo también.
A la mañana siguiente hicimos el "plan" De Christopher, el cuál resultó muy bien.
Llegamos a la empresa y fuí directo a la oficina de Joel, Christopher se quedó charlando con Keiliany.
- ¡Erick!¡Te extrañé! - bromeó una ves que cerré la puerta.
- ¡Sí!¡Yo también! - continué la broma.
- Ten, corazón - me dió un folio - Es como el de ayer así que, ya sabes - se levantó de su escritorio y me gió hasta la puerta - Adiós, Amor mío - cerró la puerta.
Reí por la manera en que Joel trataba a las personas, me caía bien.
Observé a Christopher entrar a la oficina del jefe, y salió en menos de un minuto.
- ¡Psss! - lo llamé, se giró y al notarme se acercó a mi.
- ¿Qué hace...ah..claro, Joel.
- Síp, ¿Bajamos?
- Vamos - tomó mi mano.
- ¿Joel ya te trata como si fuéras su novio? - reí.
- Sí, ¿A tí?
- También, aunque lo es con todo el mundo, es así.
- ¿Y no tiene pareja?
- ¿Joel?, No, él nunca estuvo con nadie, al parecer nunca se enamoró.
- Que raro.
- Síp - salímos del ascensor en nuestro piso y cada quién fué a su oficina.
- Joooeeeel - llamé su atención una vez que cerré la puerta.
- ¿Qué sucede príncipe de mi corazón?
- Ya terminé - le extendí el folio.
- Falta media hora para que nos vayamos, vete antes si quieres.
- Ok - caminé hasta la puerta.
- Muchas gracias, Hermoso.
- De naaaaada - salí.
Tuve que esperar a que Christopher terminará, luego me llevó a su casa, me despedí y me fuí en mi vehículo hasta mi hogar.
- ¿Y el chico de dinero? - me preguntó mi Madre apenas entré a la casa observando detrás de mí.
- No vino, acabo de llegar de la empresa.
- Esta bién. Voy a ír a casa de Katy, tienes que venír.
- ¿A la casa de esa?
- "Esa" Tiene nombre y es tú novia, Erick.
- Bueno está bien, iré, solo espera a que me arregle.
- Ok - subí a mi cuarto, me dí una ducha y me coloqué un jean de color blanco con una pequeña avertura en ambas rodillas, era parte del diseño. Me puse una remera hasta la cintura de color negra, y luego el buso de Christopher de color azul marino, unos calcetines del mismo tono que la remera y unas zapatillas de diseño vans de color negro con borde, suela y agujetas blancas.
Arreglé mi cabello, tomé mi celular y bajé.
- ¿Y ese buso? - señaló la prenda nombrada.
- Lo compré cuando llevé a Katy de compras - mentí.
- ¿No es algo grande?
- No quería uno pegado al cuerpo.
- Está bien, vamos.
El chofer nos llevó hasta la casa de los gérmenes, como las llamó Chris.
- ¡Cielo!, ¡Qué hermoso verte! - me abrazó - Estás muy guapo - se separó.
- Gracias, supongo.
Luego de que mi Madre me obligara a saludar a la vieja, Katy me llevó a su cuarto casi arrancándome el braso derecho.
Me senté en su cama, era demasiado grande, 3 personas cabían aquí tranquilamente.
- Erick - llevé mi mirada a ella - ¿Por qué nunca me has besado?
- ¿Qué?
- Mama dice que si de verdad me amas debes besarme.
- Yo no te amo, te recuerdo que estamos obligados a estar juntos.
- Por eso, no tienes otra opción.
- No voy a besarte, me das asco.
- Eso es feo, Amor.
- No me llames así.
- Príncipe.
- ¿Qué?
- Quiero ír de comp..
- No - la interrumpí al instante.
- Bue - bufeó - Entonces - no me dió tiempo de realizar algún movimiento antes de que juntara sus labios con los míos, coloqué mis manos en su cintura y la alejé.
- No vuelvas a hacer eso - solté su cintura.
- Si no me llevas de compras voy a volver a hacerlo.
- No te llevaré hasta dentro de una semana, punto - mi celular comenzó a sonar, lo quité de mi jean viendo el contacto "Avellanita" en la pantalla, no pude evitar sonreír - Katy traéme helado y lo pensaré - asintió y salió como bala de la habitación, contesté la llamada una ves que me aseguré que ya estaba solo.
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