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Terminó de escribir el mensaje y bloqueó su telefóno soltando un suspiro. Llevó una mano a su abultado vientre, acariciándolo con una sonrisa. A sus siete meses de embarazo ya no soportaba su barriga, pesaba demasiado, los pies se le hinchaban mucho y apenas y podía ponerse de pie por su cuenta. Siempre necesitaba ayuda de Jungkook, Seokmin o Dae para hacerlo.

¿Y por qué de Daehyun también? De seguro esa es una duda que llegó a sus cabezas.

Pues resulta ser que el pequeño Daehyun se había mudado con ellos desde que cumplió 9 años. Yoongi y su alfa decidieron irse a vivir a Estados Unidos, sin embargo, el niño no deseaba dejar su país ni mucho menos a su padre alfa, por lo que hablaron el tema y tomaron la desición de que el cachorro se quedaría a vivir con Jungkook.
Yoongi cada que tenía unos días libres viajaba a Corea, y en cuanto llegaban las vacaciones de verano, Daehyun viajaba a Estados Unidos para pasarlas junto a su padre omega y su alfa.

—¡Seokmin necesito que me lleves a la consulta! —gritó para que su hijo lo escuchara en la planta superior.

Segundos después un apresurado Seokmin bajaba entre tropezones las escaleras, abrochando su camisa y pasando las manos por su cabello para despeinarlo un poco.

El pequeño MinMin ya había dejado de ser ese niño de mejillas abultadas y aspecto adorable. Ahora solo podías ver a un apuesto alfa de 18 años, bastante coqueto y algo rebelde.

—Lo siento, tengo una cita ahora —miró el reloj en su muñeca—, de hecho, ya voy atrasado.

—Pero... —se detuvo al ver a su hijo casi correr hasta la puerta—. ¡Seokmin!

—¿Ahora qué? —exclamó, volteándose a mirarlo con algo de fastidio.

—Te pedí algo —profirió con el ceño fruncido y llevando ambas manos a sus caderas.

—No puedo ahora, dile a papá Jungkook que te lleve.

Jimin rodó los ojos. Esa había sido su primera opción, pero cuando llamó a su alfa este estaba en medio de una importante reunión. Aún así le dijo que lo esperara, que a más tardar dentro de 15 minutos estaría allí, sin embargo, no haría a Jungkook abandonar una reunión de su empresa si su hijo estaba ahí disponible.

—Jungkook está ocupado, ya le dije que me llevarías tú por mensaje —el menor abrió los ojos exageradamente—. Solo tienes que llevarme al hospital, después puedes seguir a tu cita. Estoy seguro que esa omega entenderá si le explicas.

—Ella me gusta mucho papá, no quiero que piense que soy irresponsable e impuntual —intentó razonar pero la ceja alzada del mayor le hizo saber que no había servido de mucho.

—¿Acaso una cita es más importante qué mi consulta? ¿No te preocupa el bienestar de tu hermana?

—Yo no pedí ningún hermano en primer lugar —refutó entre dientes, viendo a su padre abrir la boca sin poder emitir algún sonido. Sabía que había metido la pata, pero no era mentira lo que había dicho.

—No te vi quejarte cuando Daehyun vino a vivir aquí.

—¡Daehyun no es mi hermano!

—Eso no importa ahora, te sigues atrasando y se me hace tarde para mi consulta también.

—¡Ya te dije qué no puedo llevarte, papá! —exclamó en voz alta y Jimin dio un par de pasos atrás.

—¡Lee Seokmin!

—¡Ya déjame en paz, y deja de darme órdenes! —exclamó con su voz de mando haciendo que su padre se encogiera en su lugar y su omega chillara asustado en su interior.

De pronto se sintieron las feromonas enojadas con aroma a limón y miel, y el dueño de estas apareció por la puerta con el rostro rojo del enojo, se paró justo frente a Seokmin y levantó la mano para soltar una fuerte bofetada en su rostro.
Jimin abrió los ojos llevando una mano a su boca sorprendido, y el alfa menor miró de igual manera sorprendido a su padre. En todos los años que llevaban viviendo juntos Jeon jamás le había puesto una mano encima a Seokmin, al contrario, siempre abogaba con Jimin para que no lo castigaran o regañaran.

—En tu vida ¿me estás escuchando bien? ¡En tu vida vuelvas a utilizar tu voz de mando sobre tu padre! —casi gritó, apretando con fuerza los puños—. ¡¿Te crees qué porque eres un alfa ahora puedes hacer lo qué te de la gana?! ¿Te crees mucho por ser un alfa?

—N-no, no es así papá —murmuró negando con la cabeza con los ojos cristalizados, viendo a su padre omega temblar un poco detrás del gran cuerpo de Jeon—. Perdón.

—No es a mí a quien debes pedirle perdón —masculló de forma seca—. Espero que reflexiones bien sobre lo que acabas de hacer.

Profirió tajante desapareciendo del campo de visión de ambos. Jimin tenía ganas de abrazar a su pequeño, si, su pequeño, pues a pesar de que Seokmin es un adolescente ya, para él siempre va a ser su cachorro. En verdad quería abrazarlo y decirle que estaba todo perdonado, pero Jungkook tenía razón, Seokmin debía reflexionar, no podía ir usando su voz de mando con cualquier persona le ordenara algo, y mucho menos a él que es su padre y lo único que ha hecho es preocuparse y cuidar de él.

Soltando un suspiro siguió a su alfa, dejando a su hijo cabizbajo y con los ojos acuosos en medio de la sala de estar. Al llegar a la habitación tuvo que tapar su nariz debido a la carga de feromonas enojadas que estaba expulsando Jungkook.

El alfa estaba sentado en la cama con los ojos cerrados y respirando de forma profunda intentando calmarse. Y comprendía su exaltación, siendo el un alfa, ver que otro alfa utiliza su voz de mando sobre su omega era un claro reto y un golpe a su orgullo.

A paso rápido fue hasta él y lo abrazó, sintiendo los fuertes brazos envolver su cintura de forma posesiva y su rostro enterrarse en su pecho.

[...]

—Papá no me habla desde hace dos días —murmuró, perdido en algún punto de la calle.

Alfa y omega estaban sentados en un parque, y por primera vez no se habían gritado ni golpeado después de casi media hora juntos en el mismo lugar. Daehyun vio a Seokmin triste y no pudo decirle algo ofensivo o hacerle una broma de mal gusto.

—¿Qué hiciste ahora MinMin? —preguntó rodando los ojos, conocía a su hermanastro y por eso la pregunta.

—Utilicé mi voz de mando en papá Minnie, y papá Jungkook llegó en ese momento y lo escuchó todo —suspiró mirando el suelo—. ¡Auch!

Llevó una mano a su cabeza quejándose por el golpe que el menor le había dado en la nuca.

—¿Es qué eres tonto? Sabes que ni siquiera yo puedo decir algo sobre tu padre, y a mí papá me tiene en un altar desde que me presenté como omega —dijo mirándolo con una ceja alzada—. ¡Y para colmo! ¿Cómo se te ocurre usar la voz de mando en él? Eres un inconsciente, tío Jiminie está embarazado.

—Solo...estaba enojado y lo hice...él por primera vez me golpeó ¿sabes?

—Te lo merecías.

—Lo sé, DaeDae.

Recostó su cabeza en el hombro del contrario, sintiendo el olorcito a caramelo ingresar en su sistema. Debía decir que adoraba abrazarlo o estar cerca de él desde que se presentó como omega.
Había pasado un año ya desde que eso sucedió, según los doctores su lobo se había desarrollado a tan temprana edad por ser hijo de un alfa puro, o algo así decían. Él no lo comprendía muy bien, pero se había hecho adicto al dulce olorcito del chico.

—No me llames así, ya no soy un niño, tonto —se quejó empujándolo.

—Solo tienes 12, aún eres un bebé —se burló, viendo al omega fruncir el ceño mientras hacía un puchero.

—Un bebé no puede hacer esto —mordió con fuerza una de las mejillas del alfa, para después salir corriendo, mirando hacia atrás de vez en cuando para sacarle la lengua burlonamente al mayor.

—Reza para que no te atrape, porque desearás no haber nacido cuando lo haga, mocoso —exclamó corriendo detrás de él.

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3 días después.

Bajó de su auto, soltando un suspiro al ver a Seokmin hablar tranquilamente con Taemin desde fuera del auto del alfa mayor. Al parecer habían pasado algo de tiempo juntos y este había ido a dejarlo a casa. Una fuerte carajada de ambos lo hizo fruncir el ceño, sin embargo, sacudió un poco su cabeza y decidió no molestarlos.

Le dolía verlos juntos porque Seokmin desde ese día no había vuelto a hablarle. Había estado molesto el primer día, pero esperó después a que el chico se acercara a él para hablar las cosas, mas no fue así. Incluso el día anterior lo había visto entretenido observando un partido de fútbol en la televisión, y se sentó a su lado para intentar sacarle una conversación, no obstante, apenas se sentó el chico se puso de pie y se marchó sin decir palabra alguna.

Entró a su hogar, caminando cabizbajo directo a su habitación, ignorando de paso el saludo de Jimin, quien al verlo tan tristón y decaído terminó siguiéndolo al cuarto.

—¿Por qué estás así?

—Seokmin no ha vuelto a hablarme —musitó con tristeza—. Me excedí ese día, no debí haberlo golpeado.

—Jungkookie...

—Ahora estaba ahí fuera de lo más contento con Taemin —gruñó, si había algo con lo que no había estado de acuerdo Jungkook, era con el hecho de que Jimin haya perdonado tan fácil a ese imbécil, pero fue una desición de su omega y no podía hacer nada.

—¿Estás celoso? ¿Es eso? —preguntó, sintiendo ternura al ver al mayor hacer un puchero.

—A veces creo que son importar lo que haga él siempre va a preferir a Taemin, y lo entiendo, es su padre, pero...

—Mi padre eres tú, nadie más.

El rubio se adentró con cuidado a la habitación. No quería ser un chismoso, es solo que vio a su padre llegar cabizbajo a la casa y le había preocupado eso.

—Perdón por no hablarte estos días, yo...me sentía avergonzado, no quería que me vieras otra vez con esa mirada de decepción que noté en tus ojos ese día. Y perdóname tu también, papá Minnie. No debí usar mi voz de mando contigo, y puedes estar seguro de que seré el mejor hermano mayor de todos para la pequeña Soohyun.

Tocó el vientre abultado de su progenitor, recibiendo una sonrisa y un asentimiento por parte de este.

—Me alegra mucho tener unos padres como ustedes —los abrazó, sintiendo su cuerpo ser apresado también por dos pares de brazos.

—¿Hoy tocaba abrazo familiar y nadie me avisó? —un indignado Daehyun los observaba desde la puerta de la habitación.

—Ven aquí cachorro —pidió Jungkook sonriéndole.

—Ya no soy un cachorro, papá —se quejó, soltando un pequeño grito cuando su padre lo haló hacia ellos, incorporándolo en el abrazo.

—Los amo mucho, a todos.

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Aquí está el primer extra, espero que les haya gustado.
Quedan un par más, y como les había dicho, hay una pequeña sorpresa que de seguro no se imaginan, aunque con este cap pueden ir sospechando algo, leeré sus teorías.