La diversión en el gimnasio donde se estaba realizando la fiesta tenia más ambiente cada segundo, el alcohol y las drogas comenzaron hacer efecto en algunos estudiantes. Ella, se alejó de la pista de baile dejando a sus amigas por un momento sin que se dieran cuenta. Se dirigió al baño donde tenía un maletín escondido, saco ropa negra(pantalón, camisa, tenis y pasamontañas) y comenzó a vestirse, se hizo una coleta para que el cabello no le estorbara, tomó un arma de grueso calibre, se colocó el radio comunicador y llamó a Ethan, él le dijo que todo estaba listo afuera. Luego ella se dispuso a volver al gimnasio, pero antes cerró las puertas de escape. Estaba ansiosa de ejecutar el plan que tenían preparado, el cual consistía en que ella se encargaría de secuestrar las 30 personas que necesitaban para extraerles los huesos restantes, sin embargo si había alguien que se resistiera o cometiera algo imprudente, ella misma lo asesinaria. Una vez que tuvieran seleccionados esa cantidad de personas, los llevaría a una camioneta que estaba afuera donde Ethan la estaba esperando para irse a su escondite y ahí extraer su tesoro: los huesos humanos. Ella, disparó al aparato de la musica para detenerla, cuando todo quedó en silencio  comenzó a gritar para que todos la obedecieran  apuntadoles con el arma, todo comenzaron asustarse.

—¡Todos levanten sus manos, él que no lo haga morirá aquí mismo!—gritó ella para que no pudieran tomar sus teléfonos y llamarán a emergencias.

Luego le ordenó a uno de los invitados que recogiera todos los teléfonos y los guardara en una bolsa plática que ella le había dado. Una vez que terminó, eligió al azar a las personas que necesitaba, les ordenó a otros dos  invitados que les taparan los ojos y amararan sus manos con cinta adhesiva, también que les taparan las bocas, todos la obedecieron con nerviosismo.
Luego les ordenó a todos que dieran vuelta a modo de que quedarán de espaldas, y  a sus secuentrados les ordenó que  caminarán hacia la puerta trasera del gimnasio donde estaba la camioneta. Una vez que todos ingresaron al vehiculo, ella se preparó para dirigirse al asiento del pasajero dónde pensó que Ethan estaría detrás del volante, sin embargo, se equivocó,  de la nada aparecieron cientos de policías quienes la rodearon y apuntaron con sus armas.

—¡Deja tu arma al suelo y luego levanta tus manos! —le ordenó el oficial Cardona.

Ella, no podía creer lo que estaba pasando. Pero no tuvo miedo, sino que estaba preocupada porque apresaran a Ethan, mientras el oficial se acercaba a ella para decirle sus derechos, le quitó el pasamontañas dejando ver su rostro, luego le colocó las esposas. Ella observaban al asiento del conductor de la camioneta a la espera que Ethan saliera quizás a su defensa, no obstante eso nunca sucedió nadie salía de la camioneta. Todos los secuestrados fueron rescatados y los llevaron a un lugar seguro, las personas que aún estában adentro salieron a observar lo sucedido. Todos quedaron con la boca abierta al ver el rostro de la protagonista de este suceso que atemorizo a muchos, sus amigas también no podían creer que ella hubiese sido capaz de hacer algo así.

El oficial, la empujó para que caminará. Ella al pasar por el asiento del conductor pudo ver qué este estaba vacío, supuso que Ethan quizás había huido, pero ¿Por qué no le aviso si tenía su radio encendida? Fueron muchas las preguntas que se hizo y la incertidumbre de no saber que había pasado con Ethan la mataba por dentro.