57
Namjoon esperaba en sus asientos, mientras cuidaba de que Taehyung y Jungkook no se levantarán para andar por ahí, estaban en el teatro de la escuela de Hoseok, el pequeño de ahora diez años estaba por presentar un número de baile de forma individual, frente a todos los padres y maestros de la escuela, no era el único que lo haría, pero a Namjoon no le importaban los demás, sólo su hijo, aún recordaba cuando celebraron su cumpleaños.
Hoseok estaba especialmente feliz ese día, y no sólo por celebrar su cumpleaños, no, había un brillo especial en sus ojos que no pudo comprender, festejo con alegría en casa de los Kim, con amigos cercanos, decoración y regalos, Jin estaba realmente emocional ese día, su primer bebé estaba creciendo, Namjoon no dejaba de decirle, que aunque cumpliera años, siempre sería su pequeño bebé. Cuando llegó el momento de apagar las velas, Jin le dijo que pidiera un deseo, entonces, ocurrió algo que se quedó plantado en la mente de Namjoon para siempre, Hoseok, miró a sus hermanos—quienes estaban atentos al pastel—, a Jin, quien estaba grabando el momento y después a él, cuando sus ojos se encontraron, pudo ver la plena felicidad, el pequeño sonrió en grande y dijo que ya lo tenía todo. Para Namjoon significó tanto, en esa pequeña frase había mucho implícito, por una parte el corazón puro de un niño que estaba feliz de tener a las personas que amaba a su alrededor y segundo, la gran responsabilidad que estaba dispuesto a adquirir, no sólo era querer a esos niños, sino darse cuenta que tenia una obligación mayor con ellos, que ser una figura paterna iba más allá, entendía ahora por qué todos a su alrededor le decían que era una labor muy difícil, debía guiar a esos niños, ser un buen ejemplo y enseñarles de forma clara y respetuosa cómo era la vida. Tuvo miedo, pero, estaba listo para hacerlo, prometiendo jamás cometer los errores de su padre.
—Amor ¿Me puedes ayudar? —dijo Jin llegando a su lado.
—Claro bebé ¿Qué pasa?
—Es Hobi, tiene algo así como pánico escénico y no quiere salir, intenté hablar con él, pero, me dijo que quería que fueras.
—Bien, ya vuelvo—sonrió antes de levantarse.
A medida que se acercaba tras bambalinas, se preguntaba que es lo que había sucedido, tomando en cuenta que Hoseok estuvo entusiasmado toda la semana con su presentación. No dejaba de hablar de ello, cada noche los sentaba en la sala y practicaba, entonces ellos aplaudían, se sabía esa coreografía de memoria. Entró, miró a todos los niños preparándose, busco con la mirada hasta que dio con Hoseok, quien se encontraba en un rincón mirando el suelo, suspiró al tiempo que se acercaba, se hincó para estar a su altura y le sonrió.
—¿Qué pasa hijo?
—¿Y si lo hago mal? —preguntó mirándolo con una mueca—. ¿Y si me equivoco y todos se ríen de mí?
Namjoon aligeró por completo el gesto, tomando al niño de los hombros.
—Has ensayado mucho para este día, es normal tener miedo Hobi, todos lo tenemos, pero, estoy seguro de que lo harás increíble, eres extremadamente talentoso y maravilloso, jamás ví a alguien que bailará con tanta pasión, papá y yo estaremos ahí, junto a tus hermanos, queremos verte, para nosotros ya eres un ganador, debes salir de aquí y demostrar todo el esfuerzo que has puesto. Lo harás estupendo, pero si te llegarás a equivocar, está bien, no importa, porque esto no te define, volverás a intentarlo, hasta que estés feliz con el resultado, y ¿Sabes que es lo mejor? Nosotros, tus padres, abuelos, tíos y hermanos estaremos a tu lado siempre.
Hoseok lo observaba con lágrimas en los ojos, se quedó en silencio unos momentos antes de sonreír y abrazarlo con fuerza.
—Te amo papá.
—Yo también te amo hijo, y estoy muy orgulloso de ti, sé que lograrás hacer cosas grandes y maravillosas, siempre me tendrás a tu lado para sostenerte.
Eran las palabras que jamás escuchó ni escuchará de su padre, pero, al decirlas, era como si se lo estuviera diciendo a sí mismo, por ningún motivo dejaría que ningino de sus hijos pasara por las cosas que él y Jimin pasaron, jamás, al ser padre, también estaba sanando esa parte de su infancia, era duro, sin embargo, abrazos como ese le indicaban que estaba haciendo un buen trabajo y había tomado una buena decisión.
—Iré a prepararme.
—Estaremos esperando en el público, nos verás porque somos los que más fuerte vamos a aplaudir.
Hobi limpio sus lágrimas y asintió, mucho más animado ahora que sabía que pasará lo que pasará, tendría a su familia apoyándolo de cerca. Namjoon lo vio unos momentos más asegurándose de que todo estaba bien antes de volver. Al sentarse al lado de Jin este le observó con una ceja alzada.
—¿Todo bien?
—Va a salir, está bien ahora.
—¿Qué le dijiste?
—Lo que cualquier padre que ama en verdad a sus hijos le diría, que estoy a su lado.
SeokJin tomó su mano y dio un apretón.
—Gracias, por amar de esa forma a mis hijos, en verdad gracias, ellos te adoran y eres excelente, los entiendes y tratas de hacerlos sentir bien.
—Porque también son mis hijos Jin y los amo, como te amo a ti, ahora somos una familia, y debemos estar unidos pese a las dificultades. ¿No?
—Tienes razón.
El festival fue increíble y la presentación de Hoseok fue maravillosa, ellos aplaudieron y sonrieron orgullosos de su hijo, al salir del teatro fueron a cenar, pasando un momento especial en familia. Ahora, Namjoon comprendía lo que era pertenecer a un lugar al lado de las personas correctas.
Cada viernes Jin y Namjoon escapaban de sus obligaciones como padres y trabajadores, salían de la rutina y tenían citas, los padres de Jin estaban especialmente de acuerdo en esas salidas porque podían quedarse con sus nietos que era lo que más deseaban, ellos, trataban de salir de la rutina, de hacer algo nuevo y cuidar su relación.
Pero, esa noche estaba siendo muy diferente y Jin lo supo desde que Namjoon le dijo que a dónde irían tendrían que llevar un traje formal, no sabía lo que tramaba, pero, a decir verdad ese misterio le gustaba. Namjoon estaba nervioso en el auto, Jin seguía las indicaciones que le daba, llegaron a las afueras, a una casa rústica, había buscado por meses el lugar perfecto, hasta que lo encontró.
—¿Aquí?
—Sí, baja.
Ambos bajaron del auto, la casa era grande, rústica y elegante, Jin no comprendió por qué estaban ahí, pensaba que irían a un restaurante, pero, no fue así, Namjoon tomó su mano, no lo guío a la entrada de la casa, sino a la entrada del jardín, dónde cruzaron la cerca, había un pasillo amplio lleno de vegetación, que los llevo a la parte trasera del lugar. Decir que estaba impresionado era un eufemismo, su boca se abrió, había una gran variedad de árboles, plantas y flores, era un jardín precioso, adornado con luces que formaban un arco, ahí, en medio de toda esa belleza había una mesa con la cena preparada.
—¡Esto es hermoso! ¿Dónde estamos? ¿Alguien vive aquí?
—Son muchas preguntas, ven, siéntate.
Namjoon había conocido a una anciana, a la cual ayudo a llevar unas compras cuando salía del trabajo, el despacho, al ver la casa quedó impresionado con la belleza de esta, así que le pidio el favor para que le rentara el lugar esa noche, tuvo que relatar su historia de amor y la razón por la cual aquella noche debía ser memorable y especial, Jin merecía un cuento de hadas, no algo convencional, ella aceptó gustosa, después de ese momento tuvo que prepararlo todo, ocupó la ayuda de Baekhyun, Chanyeol e incluso de su hermano, quien le decía si sus ideas eran buenas o malas, el resultado era maravilloso.
—Esto es hermoso—dijo Jin con una enorme sonrisa, sus ojos brillaban, esa noche en especial se veía fantástico.
—Aunque el lugar es hermoso, creo que tú lo eres aún más, opacas todo mi mundo Jin.
SeokJin enrojeció hasta las orejas, Namjoon no dejaba de hacerlo sentir especial día con día, le decía lo mucho que lo quería y lo feliz que estaba a su lado, podría decir sin lugar a dudas que estaba viviendo su auténtico cuento de hadas. Lo amaba, jamás había sentido aquel sentimiento tan reconfortante y cómodo, el amor verdadero, aquel que no era perfecto, pero, que llenaba los espacios vacíos de su ser.
—Siempre que hablas me apenas.
—¿Por qué? —rio por lo bajo—. Sólo estoy diciendo la verdad, te amo Jin, eres la persona más hermosa del mundo.
—También te amo, y eres la persona más sexy del mundo.
Namjoon soltó una ligera carcajada. —Espero que te guste la cena cariño.
—Amo comer, dalo por hecho.
Tuvieron una cena deliciosa, amena y especial, Jin se estaba dando cuenta que a medida que pasaba el rato, Namjoon comenzaba a estar más nervioso, no lo comprendía, pero él también se fue contagiando de aquel nerviosismo, cuando llegó la hora del postre, no sabía qué esperar.
—El postre está delicioso ¿Dónde lo conseguiste?
—Baek me ayudó, me dijo que era tu postre favorito.
—Pero, no es temporada de melocotones.
—Por eso disfrútalo—rio por lo bajo.
—¿Estamos celebrando algo en especial? —preguntó elevando la ceja.
—No, bueno, espero que en algún momento sea esta fecha algo especial para los dos.
—No entiendo—susurró.
Namjoon mordió su labio inferior unos momentos, con la mirada baja, el tiempo transcurrido no pasaba de unos cuantos segundos, pero, para Jin, quien sentía la adrenalina al tope, fueron como horas, lo observaba fijamente, y cuando Namjoon elevó la vista, pudo apreciar lo brillantes que estaban sus ojos, la forma tan hermosa en que lo veía, tan afable, verlo sin duda era como ver a la más brillante estrella, él siempre estaba alabando su belleza, sin darse cuenta que ante los ojos de Jin, no había ser humano más hermoso.
—Creo que vivía la vida de una forma miserable antes de encontrarte—dijo Namjoon con voz temblorosa—. La realidad es que no era mi culpa, la vida que estaba viviendo en ese momento era dura, jamás recibí un trato amable de nadie, hasta que llegaste tú, aún recuerdo el día que te Vi entrar al salón de clases, me preguntaba cómo alguien tan hermoso era profesor y no un modelo famoso, fuiste la única persona que realmente se interesó por mí, desde entonces ha sido así, y a veces, confieso que siento desdicha, poeque no sé si lo que yo doy es suficiente, hablo de que te amo tanto, que quiero darte el mundo entero Jin.
—Tú eres mi mundo entero Namjoon, tenerte es más que suficiente para hacerme feliz—susurró conteniendo la emoción que sentía.
—Es lo único que quiero hacer en la vida cariño, quiero hacerte el hombre más feliz del mundo, que todos los días te enamores de mí—sonrió con labios temblorosos, se levantó bajo la intensa mirada de Jin y se hincó a su lado, los ojos de SeokJin se abrieron en demasia y su mano cubrió su boca—. Kim SeokJin, la persona más hermosa y pura del mundo, mi universo entero, el padre de mis hijos y el hombre de mis sueños, quiero permanecer a tu lado por el resto de mis días e incluso más allá de eso, vivir tus anhelos, cumplir tus sueños y tomar tu mano atravesando la vida, las dificultades y las felicidades. ¿Me harías el honor de casarte conmigo?
SeokJin no podía creer lo que estaba escuchando, su corazón se detuvo, parecía una eternidad, sus ojos ardían debido a las lágrimas, sus manos temblaban, su cuerpo era un desastre, y su interior lo era aún peor, no sabía que sentir, no sabía cómo actuar. De lo único que estaba seguro era de que amaba a Namjoon y estaba seguro de él.
Namjoon abrió la cajita frente a él, era un anillo precioso, elegante y discreto, con un pequeño diamante, sollozo antes de asentir.
—Sí, claro que sí, siempre será sí.
—Te amo Jin—su voz se quebró al tiempo que colocaba el anillo en su dedo.
Jin se lanzo a sus brazos y beso sus labios, sin dejar de llorar. Su cuento de hadas estaba comenzando a florecer, estaba al lado del hombre que amaba y en quien confiaba. Todo era perfecto para dos almas que se amaban.
El proximo capitulo es el epílogo.
Vayan a hacer stream y apoyar a nuestro precioso Namjoon 💜
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