
★彡[ᴘᴀʀᴛᴇ 2/3]彡★
Beomgyu se las ingenio para evitar a Jaegun por el resto de la tarde. Sabía que lo entristecía, pero después de oír las duras palabras de Yeonjun, se sentía culpable y disgustado, ¡no tuvo otra opción!
Los primeros días vio como el niño lo buscaba por todos lados y preguntaba por él a distintos profesores. Para la semana se quedaba esperándolo en su escritorio, dónde solían comer juntos, y para el mes Jaegun simplemente se rindió y dejó de buscarlo.
Pensó que todo estaba resuelto, Jaegun lo había olvidado, lo hería, pero era lo mejor para ambos.
—Ten un lindo fin de semana —el omega agradeció y se despidió con una sonrisa de sus colegas.
Durante todo el mes que evitó a Jaegun, Beomgyu se dedicó a observar a su cachorro a la distancia. Los días se habían vuelto vacíos y repetitivos. En las noches el omega no lograba conciliar el sueño, porque por su cabeza rondaban distintas preguntas que lo torturaban y lo hacían sentir vulnerable.
¿Qué hubiera pasado si…
… No se hubiera avergonzado de su embarazo, no hubiera abandonado a su alfa o si hubiera estado durante los primeros años de vida de su cachorro?
Seguramente hubiéramos sido la familia más bonita de todas.
Al llegar al portón de salida de la guardería se detuvo abruptamente debido a que su lobo empezó a gruñir.
«Nuestro bebé está sufriendo»
En uno de los escalones Jaegun lloraba silenciosamente, no queriendo llamar la atención de nadie, se veía tan indefenso y pequeñito que su corazón se estrujó.
Al carajo todo.
A pasos lentos, el omega se acercó hasta el pequeño cuerpo y tirando a la basura todo su arduo trabajo de evitarlo, susurró:
—¿Está todo bien? —el menor se tensó y lo observó en silencio durante unos segundos para luego lanzarse a sus brazos llorando, ahora sí, vigorosamente.
—¡Hyung lo busqué por todos lados, pensé que usted también me había abandonado! —hipo—Ro…rompió su promesa, ahora le crecerán las orejas. —Beomgyu lo abrazó fuertemente y asintiendo depósito un casto beso es su sien.
Volvió a decepcionar a su cachorro.
—Lo siento Jae, lo siento mucho.
—Hyung m-malo.
—Lo soy, lo siento tanto.
Pasaron unos minutos para que el pequeño cachorro lograra calmarse y pudiera hablar correctamente.
—Papá llegará tarde otra vez —murmuro abrazando el cuerpo de su hyung.
—¿Otra vez? —Interrogó. El niño asintió con su ceño fruncido y lágrimas secas en sus mejillas — ¿Y tus tíos ya no vienen por ti?
—No, tío Soobin se ofreció, pero papá se negó.
—¿Por qué?
—No lo sé, papi ha estado actuando extraño últimamente —el infante alzó la mirada para hacer contacto visual con el mayor y continuó—. El otro día papi se desmayó y tío Soobin lo llevo al doctor, me asusté mucho, pero papá dijo que no fue nada grave… yo sé que miente.
Su lobo —y tal vez también él— se preocupó por su alfa y rápidamente se puso de pie con el cachorro en brazos.
—¿Dónde vamos, hyung?
—Llamaré a tu padre para avisarle que te llevaré a casa, cariño.
Jaegun pego un salto de alegría asintiendo frenéticamente con una gran sonrisa en su rostro.
Cuando se dio cuenta de la hora ya era demasiado tarde, treinta minutos tarde. Caminó hasta su auto velozmente sin despedirse de nadie.
A mitad de camino su teléfono sonó recibiendo una llamada de un número desconocido. Yeonjun contestó preparándose para ser regañado nuevamente.
—¡Disculpe la demora, estoy yendo ahora mismo!
—Yeonjun, soy yo. —el mencionado freno de golpe su andar e internamente se enojó con su lobo por emocionarse.
—Llevaré a Jaegun a casa, puedes relajarte.
—No es necesario, estoy en cami-
—Ya estoy llegando a tu casa, te veo allí.
—No, Beomgyu no te muevas de ahí, ¿Beomgyu? ¿BEOMGYU? Mierda colgó.
Yeonjun subió a su auto y condujo lo más rápido que pudo.
Omega, veremos a nuestro hermoso omega.
—No, cállate.
[…]
Jaegun corrió hasta la entrada, miró a los lados tratando de encontrar a posibles ladrones y al notar que estaba despejado se puso de puntillas colocando la contraseña de su hogar.
—Ya puedes entrar, hyung.
El omega obedeció y se adentró con pequeños y tímidos pasos —Permiso...
Cuando el niño cerró la puerta tras su espalda, un delicioso aroma que no olía desde hace ya varios años invadió sus fosas nasales, provocando una profunda satisfacción a su lobo y a él mismo.
—Tome asiento, ¿Quiere algo de beber? —preguntó el cachorro imitando a su padre, Beomgyu rio por lo tierno que se veía y negó con su cabeza.
—¿Pasa algo, hyung? Hueles triste.
—No pasa nada, cachorrito—el menor asintió, no muy convencido ¿Por qué los adultos siempre mentían? —Dime ¿Por qué tu papá se estaba tardando?
—Papi dijo que estaba asiendo horas extras para tener más dinero.
—Ya veo…
Así pasaron los minutos conversando de temas triviales para matar el tiempo. Beomgyu se emocionó al conocer las adorables historias que el pequeño le contaba acerca de su padre y de él mismo, así fue hasta que un sonido en la puerta llamo la atención de Jaegun poniéndose de pie y corriendo en dirección a la entrada.
—¡Papi te extrañe! —el cachorro fue alzado por el alfa y este rodeo sus brazos sobre su cuello para luego depositar un sonoro beso en su mejilla. —¿Muchísimo?
—Sí, muchísimo, tan alto que papi omega pudo sentirlo desde la estrella del norte. —el alfa solo sonrió y abrazo el pequeño cuerpecito de su bebé.
—Jaegun —el infante salió de su escondite en el cuello de su papá y pataleo para que esté lo bajara.
—¡Papi, papi! Quiero presentarte al amigo del que te hable.
Y sí, Yeonjun había escuchado muchas veces historias del amado hyung de su hijo, pero nunca se imaginó que sería precisamente él.
—Mucho… gusto.
—Igualmente.
Jaegun ajeno a su entorno, sonrió y tomo las manos de ambos para él quedar situado en el medio, pensando que ahora su papá y Beomgyu se llevarían bien y podían ser todos juntos amigos.
—Iré por mis juguetes, hyung no te muevas de aquí, por favor —el castaño asintió con una sonrisa y lo vio marcharse por las escaleras.
—Creí haberte dicho que te alejaras de él.
Ahí vamos de nuevo.
—Lo hiciste, pero yo recuerdo haberte dicho que no quería hacerlo. —el azabache tensó la mandíbula y lo miró con sus oscuros y fríos ojos, muy diferente a como eran hace unos instantes —Porque eres tan terco, maldita sea.
—Yeonjun, escúchame por favor —el omega sujeto los brazos contrarios y se sorprendió mucho al ver que este no lo apartó.
—Yo quiero hablar, quiero explicarte muchas cosas ¿Si?
Beomgyu paso mucho tiempo pensando en las palabras correctas. Él quería sincerarse con el alfa, decirle cómo se sentía y también quería contarle su versión de la historia. Si no se fue cuando tuvo la oportunidad es porque quería hablar como una persona civilizada, sin gritos y amenazas de por medio.
—Eres un excelente padre.
—Trato de dar mi mejor esfuerzo para serlo, así que no es necesario que me lo digas —respondió fríamente.
El castaño soltó un suspiro y asintió, no podía enojarse, él estaba en todo su derecho.
—No diré que lo siento, sé que no quieres oírlo, así que te diré que estoy avergonzado por mi comportamiento de ese día.
—Deberías, tuviste el descaro de pedirme semejante cosa, aunque de todas formas no me obedeciste.
El omega asintió y bajo la cabeza a modo de arrepentimiento —Yeonjun ¿Podrías dame otra oportunidad? —susurró.
El contrario frunció el ceño y lo miró incrédulo ¿Es que acaso no había quedado lo bastante claro? —Creí que-
—No como su padre, como su amigo y si es posible también recibir tu perdón —murmuro cabizbajo.
Yeonjun no dijo nada, no tenía palabras. Si fuera por él lo echaría a patadas ahora mismo; no lo necesitaba, su lobo y el lograron sobrevivir sin el a su lado y estaba seguro de que podía seguir haciéndolo. Pero, por otro lado, su cachorro estos últimos días había estado deprimido y sin ánimos, lloraba seguido pensando que era odiado por su hyung.
Su lobo y él no necesitaban a Beomgyu, pero su bebé inconscientemente anhelaban el lazo de un omega y ambos estaban de acuerdo en que no deseaban volver a verlo sufrir.
—Bien. —farfulló.
El Omega alzó el rostro sorprendido, realmente pensó que tendría que rogar mucho más para poder obtener su aprobación.
—¡Muchas gracias, Yeonjun!
—No te emociones, si lo hago es por Jae así que no esperes que te perdone.
Beomgyu asintió frenéticamente. Tal vez le costaría un gran trabajo conseguir que Yeonjun lo perdone, pero por el momento está bien, podría estar cerca de su cachorrito.
PERDOOON POR LA DEMORA 😭😭
El capítulo está muy corto, pero prometo que el siguiente y el epílogo van a ser largos.
Gracias a las personitas que comentaron y dejaron su estrellita, me hicieron muy feliz <3
TE INVITO A LEER MI OTRO FIC YEONGYU ♡
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro