Interior de la biblioteca
-Entre tanto, los dos chicos estaban tratando de no verse muy enredados con los golems que les estaban bloqueando las salidas de varios túneles que conformaban el interior del bajo mundo, el moreno estaba usando sus fuegos en manos en clara idea de alejar lo más posible a los mencionados mientras que su compañero estaba usando una lanza que él mismo invoco para apartar a los mencionados de la distancia en la que estaban.-
Fu: bien, ¿y ahora?
G: A mi señal, hay que intentar alejarlos más.
-Y en medio del silencio los golems intentaban ponerles la mano encima de no ser que el moreno sutilmente colocó la llama debajo de la dichosa mano provocando que los mencionados se apartasen de golpe en medio de desgarradores gritos, Fudou por su parte aprovecho de moldear la lanza en un escudo que lanzó hacia ellos con intención de noquearlos lo más posible ya que sus cuerpos eran enormes y difíciles de derrumbar de alguna u otra forma su resistencia era muy dura de romper, así que solo optaban por alejarse lo más rápido que pudieran a pesar de ser perseguidos por los mismos.-
Fu: veamos que nos deparará más adelante.
G: no podemos confiarnos todavía, la cámara debe estar repleta de individuos que no hemos visto.
Fu: gran hora que llegas a decirlo...
-Pero en medio del camino dos golems llegaron a bloquear el paso de los dos, estaban de espaldas evitando que ellos pudiesen ver sus caras, intentaron ver alguna fisura para ir al menos pasar aunque los movimientos de sus brazos daban a dotar que alguien más estaba delante de ellos, apenas con un hilo de energía el moreno abrió los ojos de golpe, no tanto como su compañero que practicamente de la nada creó otra lanza para separar a los golmes que obstaculizaban el paso llevándose la sorpresa que no esperaban.-
Fu: ¿y este quien....?
-No dejó a mucho explicar, solo pudo sentir sus energías que eran totalmente ajenas de lo que su vista quedó un tanto fija en el individuo, su pálida piel dejó relucir los pocos rasguños que ha logrado obtener en el camino, y es que, el albino al momento de entrar no ha tenido mucho tiempo para ser atendido además de que Kabeyama le había advertido que dos intrusos habían logrado penetrar en el ambiente sin permiso y que debía de estar al pendiente en el camino los demás seres creyeron que se había tratado de el como uno de los intrusos y por ello intentaron interceptarlo de manera brusca que no resultó del todo bien para ellos, tampoco para el albino pues las horas que fueron pasando sus niveles de poder iban cayendo cada vez más, a lo que hasta ahora ha podido avanzar a menos de ver como le bloquearon el camino. El moreno había quedado sorprendido, alegre pero asustado, no tardó mucho para ir acercándose al albino que a penas pudo percatarse de sus presencias.-
G: ¿S-shiro? Estas bien?
F: ¿Goenji? Eeh si estoy bien, ¿que hacen ustedes aquí?
Fu: lo mismo que tú.
-Otros golems se fueron acercando alrededor de ellos no con buena cara y tampoco buena vibra, cada uno de ellos portando su arma en manos listo para atacar de alguna u otra manera en aquel espacio tan acortado en el que se encontraban.-
Fu: no has gastado tus energías ¿verdad?
F: de hecho no tanto, pero si las usara ahora mismo no tendría tanto efecto como hace unas horas.
Fu: me temía eso... No me dejará de otra.
-Entere los golems que se acercaban cada vez más a ellos 3, el moreno intentaba acercarse lo más posible al albino sin querer hacerle algún daño especial pues todavía sentía esas llamas abrazarle de cuerpo completo, eso significaba que el día ya estaba llegando, esas llamas empezaron a cubrir sus brazos en un claro brillo dorado con naranjos que ahuyentaba un par de pasos esos enemigos.-
G: por favor, retrocedan un poco.
-Soltó el moreno que se estaba quedando frente a los dos, el albino por su parte solo quedó un poco confuso ya que en cuanto la energía ajena comenzaba a manifestarse un poco más sentía como si sus venas palpitaran de una forma extraña, no era como las veces anteriores que tuvo que dejarse notar o al menos apaciguar para evitar que aquello pudiese salir, pero ahora no sabía porqué estaba tan fuerte la sensación, incluso cuando vio al moreno lanzar la primera braza de fuego al suelo para rodearlos a todos aquellas palpitaciones se hicieron más fuertes, un poco dolorosas, un poco crecientes, se fueron expandiendo una que otra vez por su cuerpo en ver aquel fuego rodearles, los gritos de los golems por el susto que llevaban en el proceso resonaban como ecos dentro de una cueva vacía de la cual solo la oscuridad puede abrazar, reírse y acobijar en un suave abrazo a todo quien pudiese necesitar su consuelo para aliviar su dolor, su sangre manchara sus ropajes pero no su alma, ni siquiera cuando necesitan pedir disculpas aquella vez tardara en ser juzgados por sus errores.-
-El albino seguía retrocediendo ante el miedo que esa sensación le traía aunque no sabia si eso que continuaba creciendo por sus venas hasta que de un momento a otro dejo de escuchar la voz de una mujer cantando en voz baja, las sombras se alumbraban con el compás de un instrumento, adelantando las siluetas con ojos brillantes en blanco deparando en toda esquina de donde estaban todos, nadie las podía ver, todas esas sombras parecían sufrir mucho por el afán de querer ser vistos sin tener mucha fuerte, a menos de que se dieron a conocer frente al albino quien al loa puede sentir, los puede oír, los puede ver, la voz de la mujer continuaba aumentando, el albino retrocedió un par de pasos hasta que la pared llego al contacto con su espalda pudo sentir las frías manos de cada individuo acudiendo a su ayuda, en medio de aquel campo abandonado, cuchillas de flores, filo de hierva, el río carmín corría libremente hasta su cauce, el cielo oscurecido permanecía con una suave luz redonda que los observaba encaminando su sendero, la letra de la canción era profunda, casi como viniendo de la misma voz del albino que susurraba inconsciente, esa voz de la mujer ya no estaba, las sombras se movían algo alegres por los alrededores en una danza que tranquilizaban al albino en compañía de esa melodía.-
Fu: ¿oye estas escuchando?
-Las palabras del joven guerrero saco de los pensamientos al albino, quien parpadeando un par de veces notando a unos perplejos compañeros que le miraban extrañados.-
F: ¿q-que paso?
Fu: tenemos espacio libre.
F: ¿verdad? Que bue-.... Y esas caras?
Fu: mira.
-El albino despacio se levanto de donde había caído para ver con un callado ahogo que alrededor estaba cubierta de una capa gélida aprisionando hasta los hombros a los golems, los picos de hielos brotaban del techo y de algunas paredes, los arcos tenían picos helados simulando ser dientes, el frío era opacante del calo que el moreno podía dar en el momento, lo mas raro era que ese hielo era de color negro, como el carbón y ceniza, el silencio era totalmente desgarrador como para dejar escapar un frío aliento.-
F: ¿q-que a pasado?
Fu: no lo sé bien, estabas viéndote asustado por el fuego o algo parecido, luego caíste al suelo y empezaste a susurrar algo.
G: de eso de la nada ese hielo negro emergió de las paredes aprisionando a casi todos.
F: c-cielos...
Fu: aaah bueno ya que, no tenemos mas tiempo que perder, es hora de movernos antes de que llamen a más refuerzos.
-Los dos asintieron con la cabeza antes de ver a uno de ellos avanzar, pero el moreno no quitaba la mirada de encima del albino, por lo,que temeroso se le acerco.-
G: ¿te sientes bien?
F: eeh... Si... Supongo... Eewh... M-mejor apuremonos.
-Acelerando el paso el moreno no tuvo de otra que suspirar levemente cabizbajo alado del albino, entendía que no era momento de tener conversaciones porque a demás las criaturas que se fueron manifestando a la ofensiva tenían una clara intención de asustarlos o por lo menos alejarlos de su destino, los poderes de Fudou eran algo curiosos con respecto a invocar armas de la nada y al mismo tiempo identificar una pelea pero mas allá de eso no se ha visto lago más que por lo menos quiera ser algo más, no obstante salir do de ese contexto dos ogros no muy contentos estaban frente a ellos dispuestos a darles el primer golpe de no ser que unas cuchillas llegaron a noquearles casi traspasando sus cabezas frente a ellos, incluso el albino quedo perplejo, pero mirando de donde salieron de toparon con gran sorpresa.-
Tora: al fin! Mi señor no vuelva a darme un susto de esa forma!
-Los dos estaban ahí mismo, el Peliverde sosteniendo al pelimorado que estaba a nada de tener que caer en algún momento al suelo de no ser que estaba apoyado por el Peliverde para avanzar, pues se notaba que en el camino había perdido mas fuerza de lo que se estipulaba en el camino, pero los dos seres llegaron a acercarse a los suyos para ayudarlos en lo posible de avanzar, ya tendrían su explicación y por lo tanto solo quedaba ir entre el largo pasillo, de persecución en persecución, enfrentando ogros, golems, y toda criatura que viviese en bajo tierra por mas horrenda y satanica que se vea, hasta que por fin llegaron a las puertas de la biblioteca que no tardaron en abrir, pero de camino se toparon con los menos esperados.-
-Dentro de la misma estaban los mismos chicos de antes listos para estar en defensa y ofensa, pero al ver quienes estaban ahí mas que extrañarse quedaron algo confundidos, pero eso no quitaba que el de rastas este de buena cara, debajo de sus googles miraba fijamente a todos los presentes a brazos cruzados, el ambiente parecía ser un búnker para guerra.-
K: ¿que demonios están haciendo?
-Los demás no estaban tampoco de buena cara, las puertas se cerraron solas detrás de los nuevos individuos loa cuales se fueron acercando.-
Fu: ha miren a quien tenemos aquí. ¿Mucha lectura para los párpados?
K: creo que ni loa ogros pudieron operarte el cerebro.
F: aaah chicos, perdón que tengamos que venir aquí de esa forma, pero es sumamente urgente el venir aquí.
Haruna: ¿que tan urgente es?
F: bueno... En mi... Solo es una cuestión... No... Se de ustedes dos.
-Despacio giro su cabeza para ver al moreno que por unos segundos tubo un nudo en la garganta que por las miradas de todos no pudo contener mucho, respirando hondo esperaba que ahora las cosas no sean pesadas y menos teniendo al albino a su lado.-
G: esta bien.... Se los voy a decir...
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