¿Así de fácil?
Honey sostuvo el papel en lo alto.
-¿Se... rindió?-Preguntó Hiro, asombrado.
La chica rubia miró a el chico pelinegro y después al papel varias veces, asintiendo felizmente.
-No... no puede acabar tan rápido. ¿O sí?
-Según eso si puede.-Argumentó Fred.
Wasabi negó con la cabeza.
-Pero ella había dicho algo sobre una tempestad. ¿Acaso se le olvido?-Preguntó, angustiado.
-Tormenta, de hecho. Pero es verdad, ¿Así como así se rindió?-Corrigió GoGo.
Fred se encogió de hombros.
-Tal vez... necesitaba tiempo y ya.-Comentó.
Hiro tomó la nota entre sus manos.
-No, no, no, no, no, no. Hay comillas en la palabra "Rendirme". ¿No han visto las películas? Esto siempre es algo malo.-Musitó.
La pelinegra asintió.
-Estoy de acuerdo con Hiro. He leído demasiado como para saber que esto siempre es malo.-Comentó.
-No lo sé, GoGo. Tal vez realmente se dio cuenta de que no necesitaba hacer esto y lo dejó. Punto final.-Exclamó Honey.
Ambos pelinegros sacudieron la cabeza.
-Es demasiado bueno para ser verdad.-Comentaron al unísono.
La chica rubia colocó ambas manos sobre sus caderas, cada una a un lado.
-Según ustedes, ¿Qué pasa después de este tipo de casos en sus libros y películas?-Preguntó.
GoGo entrelazó los dedos de su mano con los de Hiro y tomó aire.
-La rubia siempre es secuestrada.
(...)
-¿Tienes a Emma contigo?-Preguntó Wasabi, revisando la lista.
-Ajá.-Contesto Honey.
-¿Y los guardaespaldas de Fred?
-Seguridad doble.
-¿Te irás con uno de nosotros a tu casa y lo dejarás dormir contigo para que se aseguré de que estarás bien?
-Ya quedó acordado.
-¿Contacto constante con Baymax?
-Sipi.
-¿Números de emergencia?
-Si.
-¿Cerrarás todo con candados y...?
-Sabi, ya entendí. ¿Okay? Voy a estar bien. En serio. No necesitan hacer tanto para protegerme.-Interrumpió Honey, exasperada pero con una sonrisa.
El chico No-Ginger asintió.
-Esta bien. Pero la primera anomalía que detectes no dudes en...
-En llamar. Ya lo sé. Gracias.-Volvió a interrumpir.
Ambos sonrieron y Wasabi salió de el Ito Ishioka Robotics Lab con destino a su casa.
(...)
-Ya entendí, Hiro.-Contestó GoGo.
-Solo quería asegurarme de que tuvieras buenas noches, Tamy.-Contesto él desde el otro lado de la línea.
La chica esbozó una sonrisa y rodó los ojos.
-Creo que las primeras diez veces fueron suficientes para explicar tu punto.-Murmuró.
-Te amo, Leiko. Buenas noches.-Respondió Hiro.
-Saranghaeyo, Hiro. Sueña con los angelitos.
-Entonces sonaré contigo.
Tomago se sonrojó veinte tonos diferentes de rojo y colgó la llamada.
Se cambió a sus pijamas y bajó a la cocina por su cena.
Justo cuando prendió la luz, unas manos la sujetaron por detrás.
Una mano se enroscó al rededor de su boca, impidiéndole hablar o gritar.
-Si dices algo, te será más difícil tener alguna esperanza de vida.-Susurró una vos ronca detrás de ella.
Y después, su visión se tornó negra.
Odienme, son libres de hacerlo.
Espero sus cartas con bombas y chocolates envenenados pronto. ;)
Muchas gracias porque somos el #922 en Fanfic, nunca creí que llegaríamos tan lejos.
¡Las amo con toda mi alma!
Besos robóticos congelados:
-Valery
P.S. La nota de Jaimee está en multimedia, para las/los que no la pueden ver.
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