Haneul no tuvo la oportunidad de dirigirle la palabra cuando él ya la había tomado de su cabellera hacía la habitación que compartían. Algunos empleados eran testigo de lo que estaba sucediendo y sentían lástima por la chica, mira que adentrarse a su oficina sin el permiso de Park. Una total condena a tu sufrimiento.

Los gritos de Jimin se escuchaban por toda la mansión combinados con los sollozos de Haneul, ya ni siquiera se esforzaba por pedirle que la soltara, simplemente, lloraba y lloraba como una bebé. Después de todo, ella se lo busco. Lo peor de todo es que busco un mal momento para hacerlo enfurecer aún mucho más, con todo lo que había sucedido en su trabajo lo había cabreado demasiado.

—Me pone muy de malas Haneul que no me obedezcas, me suplicas que no te golpee más y tú misma vuelves a caer en el pozo—La lanzó a la cama con mucha fuerza. Lo observó deshaciéndose de su cinturón y el temor se apoderó de ella. Aún más.

Con movimientos bruscos logró su objetivo, se deshizo de todas sus prendas a pesar de que Haneul había puesto fuerza para que no fuera así pero era muy obvio que Jimin ganaría. Le dio la vuelta y con la hebilla del cinturón empezó a proporcionarle golpes a Haneul no solamente en su trasero si no por todo el cuerpo. Esta vez, la chica si gritaba por el dolor.

Como si aquello no fuera suficiente, la abofeteo y golpeó su rostro. Causando una herida en su labio al instante. Haneul tendría hematomas al día siguiente.

Y no solamente ella sufría, por otro lado, Kim Taehyung entró a su habitación después de una comida con sus padres para después simplemente deslizarse hasta caer al piso y en el acto, sus lágrimas corrían por sus mejillas sin que estas quisieran detenerse. Le dolía demasiado el tan solo pensar que su primer amor y mejor amiga se había ido a los brazos de otro hombre que no conocía y que era mucho mayor que ella. ¿Por que lo había dejado? ¿Acaso no lo quería? Esas eran las preguntas que atormentaban a Taehyung cada segundo. No podía sacarse de su mente a Haneul ni por un minuto, siempre la mantenía presente en su vida cotidiana.

Taehyung escondió su cabeza entre sus piernas reflexionadas mientras sollozaba tan fuerte que su cabeza empezaba a doler. Parecía que con todas esas lágrimas haría a Haneul volver a su lado, donde pertenecía pero no era así. Ella estaba con otro hombre que la trataba muy bien.

Si tan solo supieras Taehyung.

Los dos sufrían.

Los dos se encontraban en lugares distintos pero el sufrimiento era parecido. El de Haneul lo era mucho más por el dolor que le proporcionaba Park en cada parte de su cuerpo. Pero Taehyung no se quedaba atrás por que a pesar de todo, el dolor de un desamor también era horrible.

Jimin parecía no parar nunca, los hematomas estaban haciendo presencia en la piel suave y pálida de Haneul. Le dio la vuelta para observar su precioso rostro que a pesar de todas las lágrimas, se veía como arte. Según los pensamientos de él. Lanzó el cinturón al piso para después empezar a deshacerse de toda sus prendas y colocarse arriba de la chica justamente donde se encontraba su pelvis y sin remordimiento alguno. Abuso de ella. Una vez más.

Fue tan fuerte que a Haneul le dolía pero a Jimin le fascinaba y lo podía ver en su rostro. Todas sus esperanzas de que Park sería buena persona se fueron por la borda y en parte ella misma se culpaba por todo. Observó el rostro del culpable de su sufrimiento, las puntas de su cabello rubio se pegaban a su frente debido al sudor, sus labios gruesos se encontraban entre abiertos y se miraban fijamente. Haneul solo lloraba pero parecía que había entrado en shock mientras que Jimin disfrutaba de verla.

Cuando por fin termino, salió de ella para después tirarse a un lado de la cama.

—Espero ahora entiendas que no debes meterte en donde no te llaman, preciosa—Beso su cuello y segundos después, le había ganado el sueño.

El cuerpo de Haneul dolía horrible, era muy parecido a aquella vez que abuso de ella junto a Hoseok. Un recuerdo que no puede salir de su mente a pesar de luchar y luchar contra el.

Haneul salió de la habitación con pasos lentos, su mano derecha reposaba en su abdomen bajo mientras que con la libre se sostenía de la pared para tener el soporte y caminar. Pareciera que en cualquier momento sangraría por el dolor que sentía, en verdad no entendía como Jimin ocasionaba todo eso. Y tal como lo suponía, empezo a sangrar un poco por que en verdad fue tan horrible el momento y lo brusco que fue con ella.

La mujer que le había atendido la anterior vez, la auxilio cuando Haneul se quejaba mucho por el dolor que sentía en el abdomen bajo y la manera en la que sangraba. Se asustó demasiado y por su mente pasaron miles de torturas que pudo haber recibido la chica. La mujer pegó un grito cuando Haneul cayó desmayada al piso, logró sostenerla un poco para su cabeza no se golpeará fuertemente. Dos mujeres más subieron corriendo las grandes escaleras que parecían no tener un fin, inmediatamente llamaron a Jimin aunque tuvieran mucho miedo de despertarlo pero lo hicieron por que se trataba de la salud de Haneul.

Park se levantó molesto de la cama y con pasos torpes hizo presencia en el lugar donde se encontraba Haneul desmayada. Maldijo por lo bajo cuando vio sangre en su ropa y todos los golpes que tenía en su cuerpo.

—¿Que sucedió?—Preguntó, todavía con mucho descaro cuando él mismo le ocasionó todo aquello.

—No lo sé, pasaba por el pasillo y ella estaba aquí sosteniéndose hasta que cayó desmayada, señor Park—Respondió la mujer, la pregunta y el rostro de Park solamente era actuación por si los policías interferían en el hospital. Por supuesto, era más que inteligente.

La tomó entre sus brazos para bajar con ella al primer piso mientras le gritaba a sus hombres que encenderían la camioneta. Algunos si pensaron qué tal vez la chica fue violada por algún enemigo de Park. Si supieran que él mismo le hizo todo.

Una vez que llegaron al hospital, la colocaron en una camilla donde inmediatamente la adentraron a urgencias. La enfermera se quedó con Park para realizarle preguntas sobre qué le había sucedido a la chica o dando a entender si él mismo lo ocasionó. Por supuesto que Jimin se inventó una gran historia sacada de algún libro o película, diciendo que algunos hombres entraron a casa cuando él no estaba con su preciosa esposa. La enfermera se creyó todo pero aún así llamaría a la policía y tal cosa no le asusto a Jimin, él tenía controlada a la policía en todo el país.

Se desplomó en el asiento que se encontraba en los blancos y fríos pasillos del hospital. Esperando alguna respuesta de Haneul aunque sabía que todo estaría bien, solo se le pasó un poco la mano.

—¿Señor Park?—El doctor se acercó a él después de dos horas. El mencionado se levantó asintiendo.

—¿Todo bien?

—Si, todo está muy bien. Solo lamento decirle que su esposa tuvo un aborto espontáneo—Palmeó su hombro derecho, Park asintió fingiendo tristeza.

Ella si se encontraba embarazada, entonces...¿por que le habían dicho que no? No sintió ningún tipo de lástima hacía Haneul, se lo merecía después de todo.

Si, esos eran los pensamientos de Park Jimin.

Mientras él no se lamentaba el sufrimiento de su chica, Kim Taehyung si lo hacía. Seguía sufriendo y llorando por Haneul, el dolor que sentía era horrible por que ¿a quien no le dolería perder a su primer amor? Él pensaba y pensaba en la escena donde la observó besar a aquel hombre, se veían tan felices pero su rostro cambió cuando chocaron miradas. Eso fue lo que más le había dolido. Que Haneul no haya reflejado tristeza, dolor o arrepentimiento, simplemente lo miro seria y volteó su rostro hacía Jimin. Sintió su corazón desboronarse.

Tomó una foto que descansaba en el buró de su habitación, eran de ellos en la playa Haeundae de Busan con unas grandes sonrisas en sus rostros de lo felices que eran hace tan solo meses. Con mucho rencor la partió en dos y por primera vez decidió olvidarse de ella.

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