Lunes 14 de septiembre...

Jugamos un rato videojuegos, tengo que admitir que me destrozaron por completo, en mi defensa puedo decir que jamás había jugado antes. Vanja dice que soy una mala perdedora y eso son solo excusas.

Cuando toco el turno de enfrentarse entre ellos fue todo un problema, Vanja es súper competitivo y no le gusta perder, mientras que Daneb hacía trampa siempre que tuviera la oportunidad.

No importa el medio, solo el resultado, es lo que le decía al rubio cada vez que ganaba haciendo trampa y Vanja no dejaba de gritarle molesto. A la hora de ver la peli me dejaron elegir como recompensa por ser tan mala en los videojuegos.

Sentados sobre la cama, preparándonos para ver mi opción, me acomodé entre los dos chicos, lista para la peli, el rubio no paraba de quejarse de mi elección, opté por un clásico. "El Resplandor" la cara de Vanja fue épica cuando escuchó el nombre.

La verdad había sugerido primero"It"pero Daneb dijo que primero muerto que ver la película de un payaso asesino, no le gustaban los payasos y dudo mucho que lo hagamos cambiar de opinión. Hizo un escándalo.

-Creo que esto no es buena idea, mejor vemos una comedia-se queja por cuarta vez el rubio- ¿No quieres ver "chicas pesadas" o algo así?-dice con esperanzas, me sorprende que conozca esa película.

-No seas gallina Príncipe.

Se burla el castaño risueño, come otra cucharada de helado...es un barril sin fondo ¿como puede seguir comiendo después de tres potes de helados y una pizza?

-Es solo una peli-finaliza metiéndose otra cucharada en la boca.

-Lo dice el que casi llora cuando le dijeron que íbamos a ver "It"

Le roba helado.

-No sé tú, pero no me gusta la idea de ver una peli de terror en una casa donde mi única compañía son dos adolescentes igual de cobardes que yo. Como si fuera poco el único medio para defenderme es una cuchara de helado.

- ¿Y de qué te vas a defender para ser exacto?-le pregunto riendo de su comentario-No creo que te haga falta una cuchara-le digo y lo señalo de pies a cabeza.

Después de treinta minutos de protesta por parte de Vanja los cuales se me hicieron eternos nos pusimos a ver la peli. Yo me aferraba al brazo de Vanja mientras este se aferraba con fuerza al mío y gritaba a la misma vez que la protagonista, como si fuera él y no ella la que estuviera en la película.

A pesar de tener miedo su vista se mantenía en la pantalla y solo podía lograr decir frases poco coherentes a medida que avanzaba...corre...corre o sal por la ventana, ¿por qué no te vas?...eran las frases que más usaba.

Daneb no hacía más que burlarse de él y de vez en cuando le daba uno que otro susto, aunque estaba asustado ya que casi me deja sin brazo en la escena del hacha y la puerta. Al terminar la peli hubo un fuerte estruendo en la ventana, los tres gritamos y nos escondimos debajo de la sábana...

¡Todo muy valiente de nuestra parte!...

Al final nos quedamos dormidos en la misma habitación, nadie tenía el valor de dormir en una habitación aparte, mucho menos dormir en el piso, así que optamos por no probar nuestra suerte y dormir todos en la misma cama.

- ¡Ni muerta duermo junto a la ventana, así que quítate Van!-le doy con la almohada y lo empujo con mucha dificultad a un lado-Muévete.

- ¿Por qué yo?-pregunta abrazando la almohada- ¡Que sea él!

Señala a Daneb quién le saca la lengua desde el otro lado de la cama.

-Lo siento rubio pero yo voy junto a la puerta, para que me dé tiempo de escapar.

Se burla.

-Ya si algo yo te llevo flores y digo que eras una gran persona ¡Hora de dormir!-me abraza- ¡Que descanses príncipe y suerte con la ventana!-le dice a Vanja quién maldice en voz baja-buenas noches amor.

Depositando un beso en mi frente, no fue un gesto romántico más bien como si fuéramos hermanos. Me acomodo entre sus brazos y me envuelve su dulce olor a chocolate.

Martes 15 de septiembre...

Bit...bit...bit...bit...bit.

Ese sonido me está taladrando los oídos, es una alarma, no tengo idea de quién es, pero es insoportable.

La cama se sacude un poco, la persona de la cual estaba abrazada se mueve protestando con voz soñolienta y luego la alarma se detiene. Regresa a la misma posición, me acomodo en sus brazos. Todo se vuelve pacífico, regreso a mi sueño.

Dos horas después éramos un caos.

- ¡Muévete Daneb que ya es tarde!

Grita Vanja desde la cocina haciendo el desayuno.

- ¡Gala, ve a peinarte, tienes un nudo en el pelo!

Me grita, para luego volver al desayuno. Está de más decir que nos quedamos dormidos y vamos tarde a clases.

- ¡Daneb como no salgas del baño voy a ir y te voy a patear el trasero tan fuerte que no te sentaras por tres semanas!

Grita quitándose el delantal rosa y poniéndolo sobre la mesa.

- ¡No me importa que estés dando un concierto en la ducha o que estés desnudo!

Vuelve a gritar y pone un plato de tortitas en frente de mí, se ven deliciosas.

- ¿No pensaras ir vestida así?-me da una mirada de desaprobación.

-Pues sí, ¿qué tengo?

Me reviso preocupada, llevo puesta la misma falda de ayer, con la diferencia que tengo un camisa que me presto Daneb me queda ancha y la falda apenas se ve, la mía se mancho con helado.

-No está tan mal, ¿no?

-Ven aquí-me hace señas para que me acerque-Solo debes ponerlo así-dice metiendo la camisa dentro de la falda y lo coloca un poco inclinado-Mejor.

Me revisa y extiende su mano.

-Dame la liga-demanda, se la doy y me ata el cabello en una cola larga-Mucho mejor.

Mi pecho se encoge, los recuerdos de mi hermano y mi padre vuelven a mí por unos segundos, borro ese pensamiento y en mi interior le agradezco a Vanja por ser tan atento, aunque lleve dos horas gritando, que mal carácter puede llegar a tener.

- ¡Wow!

Exclama el castaño quien recién sale de la ducha con el cabello gateando, se sienta en la silla a mi lado y comienza a comer su desayuno.

- ¡Que bueno esta...!-dice saboreando sin parar de comer.

-Bell termina el desayuno y deja de jugar que vamos tarde-señala agarrando sus cosas, listo para salir- ¡Cariño coge tus cosas y Bell deja el desayuno que no llegamos!-grita abriendo la puerta de la casa.

- ¡Sí mamá!

Grita el castaño en respuesta dando el último bocado a su desayuno, me burlo de sus payasadas, agarro mis cosas. Ambos salimos hasta el coche donde ya el rubio estaba listo para conducir hasta el instituto ¿Se supone que las madres son así?

-No vamos a llegar a tiempo-se queja el rubio en el volante-Arréglate la camisa Bell...¿Qué haces?

Pregunta a Daneb quien tiene una libreta apoyada en el cristal de la ventana y escribe sin parar.

-Deberes, ¿qué más?

Responde con calma, cómo si no estuviera escribiendo a una velocidad sobre humana.

- ¡Mierda!

Van y yo protestamos a la vez recordando que tampoco los hemos hecho. Saco rápido las mías, me pongo a resolverlas mientras que Vanja no para de maldecir desde el asiento del conductor. Daneb termina rápidamente las suyas y me dicta las respuestas de algunas cuando solo quedan un par de cuadras para llegar.

El rubio y el castaño hacen una maniobra peligrosa e intercambian de asientos rápidamente con facilidad, sin detener siquiera el auto, yo me sujeto con fuerza del asiento y ruego por no morir. Vanja se pone hacer sus deberes, mientras que lo ayudo con algunas de las respuestas, mientras que Daneb conducía, lo cual probablemente fue el peor error de nuestras vidas.

Conducía como un lunático al cual estaban persiguiendo o algo así. Al llegar Vanja logró terminar sus deberes a tiempo, no me pregunten cómo, yo apenas sé que estoy viva. No había nadie fuera, las clases ya habían comenzado, en parte lo agradecimos, así nadie notaria el pequeño choque que le acaba de propinar Daneb al auto del director. Ni como hizo la maniobra más épica de la historia para estacionarse. Tanto Vanja como yo nos aferramos a nuestros cinturones de seguridad, como si nuestra vida dependiera de ello, nos bajamos apresurados, casi besamos el suelo.

-Me recuerdas que nunca más lo deje conducir.

El rubio señalando a Daneb quien se baja tarareando como si nada. Habíamos perdido el primer turno. Corrimos en busca de nuestra siguiente clase, historia, por suerte los tres asistíamos a ella. Al entrar los murmullos se apagaron, al parecer el profesor no ha llegado aún. Busco un asiento con la mirada, por suerte hay cuatro libres al final del salón. Caminamos hacia ellos y cuando estábamos a punto de sentarnos el profesor hace su estrada.

- ¡Hagan silencio y tomen asiento!-dice agitando unos papeles que lleva en la mano-Examen sorpresa.

¿Qué?...tiene que ser una broma. Solo ha pasado una semana desde que comenzaron las clases, que nos van a evaluar si no hemos dado nada aun...

Comparto mirada con mis amigos, Daneb ya se encontraba en uno de los asientos mientras que Vanja aún estaba de pie a mi lado. Me da una mirada y susurra una disculpa, antes de que reaccione se sienta junto al castaño.

¡¡¡Traidor!!!

Tomo asiento, resignada, fulmino con la mirada a Van quien no deja de murmurar que lo perdone. Una vez que tomo el examen lo reviso, doy gracias al señor por hacer que mi única forma de entretenimiento durante la suspensión haya sido el libro de historia.

...

Estamos saliendo de clases cuando de pronto se escucha gritos, nos miramos entre sí, corremos en su dirección, al llegar la escena es un tanto preocupante.

Una chica histérica está llorando en el piso mientras que es abrazada por otra. Nos acercamos despacio, no queríamos llamar mucho la atención. Busco la razón de su estado y la encuentro. Algunos salen corriendo, otros se quedan inmóviles observando. Siento como alguien me toma la mano, es Van lo observo y tiene la misma mirada que yo.

-Tengo un mal presentimiento sobre esto-tararea Daneb pensativo.

Giramos la vista en su dirección, no se ve asustado más bien analítico. Observa todo con cuidado como si buscara algo en la escena. Algo que no estamos viendo. Los profesores no tardan en llegar y nos piden a todos que fuéramos a la cafetería, todo el instituto está aquí reunido, dividido en grupos en diferentes mesas.

El mayor grupo se acumula alrededor de la chica que aún sigue llorando, sus ojos están hinchados y enrojecidos por las lágrimas, su maquillaje corrido y su cabello rojo totalmente despeinado. No para de llorar y abrazar a la chica rubia que está a su lado tratando de consolarla.

- ¿La conoces?-pregunto y me doy cuenta de lo absurdo que suena, es obvio, a diferencia de mí, él lleva estudiando dos años aquí- ¿Quién le podría hacer algo así?-pregunto mirando a la chica que se aferra a la rubia quien la consuela.

-Sí, la conozco, es amiga de Donna.

Me responde señalando a la rubia que la abraza y caigo en cuenta que es la misma chica que nos encontró en el salón de literatura junto al cuerpo de la profesora.

-Y sobre quien le haría algo así bueno es difícil porque...

-Cualquiera.

Lo interrumpe Daneb.

-Es insoportable, no me extraña que el asesino la tuviera en su lista.

Apoyando su cabeza en mi hombro.

-Ella definitivamente está en la mía.

Habla como si nada, Van y yo lo miramos sorprendidos.

- ¿Tienes una lista?¿Estoy en ella?¿Debería estar preocupado?

-No-se sienta correctamente-Ya te quité.

Le sonríe al rubio que se encuentra desconcertado. Yo también lo estaría, no quiero saber lo horrible que es chocar con el lado enojado de Daneb.

-¿Si estaba?-protesta el rubio.

No puedo evitar reír al ver la expresión de Van y quizás lo hice demasiado alto porque ahora todos nos están mirando.

- ¡Tú!

Escucho un grito y observo como la chica que lloraba se acerca con pasos rápidos hasta nuestra mesa.

- ¿Te parece gracioso?¿Fuiste tú, verdad? ¡Ustedes lo hicieron!

Sé que solo puede referirse a nosotros tres porque somos los únicos sentados en esta mesa.

Daneb observa la escena con calma y una sonrisa en su rostro. Él definitivamente no ayuda. Yo opto por callar y no meterme en más problemas de los que tengo.

-No fuimos nosotros-responde Vanja cruzándose de brazos-Estábamos teniendo un examen.

-Eso no me importa, fueron ustedes, son unos asesinos ¡Asesinos, son unos asesinos!-comienza a gritar histérica y patalear. No para de gritar y manotear mientras un chico se acerca y la sostiene.

Lo que faltaba...éste idiota.

Observo al chico que conocí mi primer día, el que se peleó con Vanja. Se me escapa una sonrisa poco discreta al ver que tiene la nariz rota y la ceja partida con uno que otro moretón. Su cara va de morado al azul, la cara de todos se distorsionan entre horror y molestia. Bien, quizás malinterpretaran mi sonrisa.

-¿D...de que te ríes zorra?

El chico molesto, molestamente sexy, me ve como si estuviera viendo un saco de basura.

-Cuidado con lo que dices Andrus-gruñe Vanja y el chico da un paso atrás, luego se recompone y vuelve a su antigua expresión-O tendré que romperte los dientes también.

Amenaza, descruzando los brazos, aprieta los puños. Pongo la mano encima de su hombro, tratando de calmarlo. Si, cuidado o se me olvidara mi voto de no a la violencia.

-Ya veo, así que esta es tu nueva zorrita, parece que ya te cansaste de chupar po...

Todos quedan en silencio al ver como una bandeja se estrella contra la cara de Andrus, haciendo que este caiga al suelo aullando de dolor, sosteniendo su nariz intentando detener la hemorragia. Para sorpresa de todos es Daneb quién sostiene la bandeja.

-A veces me pregunto cómo puedes caminar y respirar al mismo tiempo. El problema de las personas de mente cerrada como tú es que tienen la boca demasiado abierta.

Deja caer la bandeja a un lado. Se sienta como si nada hubiera pasado, la calma y la elegancia con la que ejecuta cada una de sus acciones lo hace ver mucho más casual, para luego mostrar una sonrisa dulce, digna de un psicópata.