Notas de autor: No es necesario que reproduzcan la canción. Alguna vez dije que diría qué canción me había inspirado. Ustedes dirán "ni tiene nada que ver con la trama" y les doy la razón JAJA. Pero así es esto, uno se inspira hasta de una mosca volando

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El fin de semana había pasado de forma... extraña. Extraña porque ninguno de los dos esperaba pasarla tan bien luego de cómo lo iniciaron. No hubo silencios incómodos y aunque no volvieron a tocar el tema del beso, la sinergia que tenían hizo que las pláticas y risas fluyeran. Y así, en un abrir y cerrar de ojos, el fin de semana estaba por terminar.

Al ser el último día en la cabaña decidieron despertarse temprano y ponerse algo abrigado para salir a ver el amanecer, luego caminaron un poco, siguiendo una ruta que no habían seguido los dos días anteriores y por último extendieron una manta en el césped, debajo de un frondoso árbol para tener un picnic improvisado.

—Agradezco que hayas sido tú quien se ofreció a hacer los sandwiches. —Comentó Lawliet luego de haber tomado uno de la cesta que habían dejado en medio de ambos. Lo desenvolvió con dificultad al llevar guantes.

—Tenía que hacerlo —respondió frotándose las manos. El sol ya estaba en lo más alto pero el aire le seguía congelando los huesos—. Luego de ver cómo preparaste el chocolate caliente ayer, ni loco dejaba mi desayuno en tus manos. —Rió un poco.

—¿Qué tiene de malo mi chocolate? —Frunció el ceño, haciendo un puchero.

Light volvió a reír mientras desenroscaba la tapadera del termo para tomar en ella un poco del café caliente que habían llevado.

—Elle... se te evaporó dos veces el agua. —Comentó meneando la cabeza.

—Bueno, es que eso de esperar a que el agua hierva aburre a cualquiera. —Se encogió de hombros antes de darle una gran mordida al sandwich. Light soltó una carcajada.

—¿Qué dirían tus compañeros si supieran que al más sobresaliente de la carrera se le quema el agua?

—¡Tu sandwich tampoco está tan bueno! Tiene mucho... —se relamió los labios, volteando rápido hacía el pan que tenía entre las manos, buscando algún defecto— Está muy... le falta... —balbuceó sin encontrar las palabras. El castaño alzó una ceja, retándolo a finalizar— ¡Espera que lo termine y te diré lo que tiene mal!

—Lo dudo. Yo todo lo hago perfecto. —Dijo levantando el mentón de forma engreída a son de broma mientras encogía los hombros.

Elle sonrió disimuladamente, viéndolo de reojo y continuó comiendo. Aunque fuera "broma", nunca lo había visto actuar como un presumido hasta este fin de semana, y le quedaba tan bien que si no lo conociera se atrevería a decir que esa fanfarronería era algo natural en él. Era como si todos los meses previos no lo hubiera conocido realmente, nunca lo había visto tan relajado y, aunque no había querido mencionarlo para no traerlo a conversación, la urticaria que siempre le veía en las manos estaba menos irritada.

—Es una pena que tengamos que irnos. —Comentó Elle, extendiendo las manos hacía atrás para usarlas de apoyo.

—Sí... —murmuró como respuesta, tragando saliva.

Light se había tomado en serio el creer que por ese fin de semana esa era su realidad, y no quería pensar en que esa burbuja estaba a punto de explotar. Por tanto tiempo se acostumbró a adaptar su personalidad de diferentes maneras, siempre dependiendo del entorno, de lo que los demás esperaban, y había olvidado cómo era solo ser él. De hecho no creía estar seguro de cómo era él realmente, ¿cuál de todos esos Light Yagami tenía su verdadera esencia? Este fin de semana descubrió cosas de sí mismo que no sabía; descubrió que le pueden dar risa las cosas más tontas, descubrió que no siempre tendría una respuesta a todo, y entendió que no importaba cuánto lo intentara, nunca podría quedar bien con todos.

—¿Te parece si regresamos a la cabaña para descansar un rato antes de irnos? —Sugirió Lawliet, metiendo la basura y restos de comida en la cesta que habían llevado—. No me quejaría del sueño que tengo si tan solo hubiéramos logrado ver el amanecer.

—Para eso tendrías que haberme hecho caso cuando te dije que ese no era el Este. —Respondió Light, poniéndose de pie mientras meneaba la cabeza.

Elle hizo un puchero pero se reservó cualquier comentario, ya habían discutido bastante sobre los puntos cardinales a las cinco y treinta de la mañana.

De vuelta en la cabaña, Lawliet se quitó el abrigo y lo dejó en el perchero, luego dijo que se daría un baño. Light mientras tanto se quedó en el recibidor, comenzó a quitarse el parka y los guantes despacio y con la misma lentitud caminó por el lugar, paseando los ojos por cada rincón. Rozó con los dedos las paredes de madera y sonrió al ver la cocina donde un día antes Elle había fracasado en preparar un chocolate caliente. Iba a extrañar ese lugar, lo que había vivido y sentido. No diría que fue del todo liberador, de alguna forma la realidad que le esperaba había estado picoteando algún rincón de su cabeza, pero se dio cuenta de cuán reprimida había estado su autonomía, y había sido reconfortante recuperarla un poco. ¿Qué película deberíamos ver? ¿Prefieres que vayamos a caminar o encendemos una fogata frente a la cabaña? ¿Qué quieres comer? Preguntas simples pero a las cuales había respondido cómo quería sin temor a equivocarse o ser juzgado.

—¿Estás bien?

La repentina voz de Elle viniendo de atrás lo hizo dar un respingo y voltear como acto reflejo, encontrándose a su amigo con el torso desnudo, algunas gotas de agua goteando desde su cabello y bajándole por el pecho, tan solo una toalla blanca rodeándole la cintura. Light tragó saliva.

—Sí... es solo que me asustaste... —Balbuceó, relamiéndose los labios.

Otra cosa que había descubierto era lo mucho que le gustaba el torso de su amigo. Porque claro, los dos eran hombres, Elle no tenía problemas en andar sin camisa por la cabaña.

Siempre creyó que él simplemente no era una persona con un apetito sexual alto, Teru había contribuido con esa idea. No de mala manera, no, su nov... ex siempre le dijo que era normal y estaba bien. Sin embargo, si el otro día no se hubiera avergonzado de su propia piel, él hubiera continuado hasta donde fuera que ese beso los llevara.

—¿Estás seguro que estás bien? —Preguntó de nuevo Elle, acercándose un poco al verlo pálido.

—¡Sí, sí! —afirmó con la cabeza.

Al tenerlo a pocos centímetros se sintió tentado, de terminar el fin de semana de la misma forma que lo empezaron, un beso que le recordara que no hay vuelta atrás. No obstante, en fracción de segundos llegó a la conclusión de que eso no sería justo para Elle y que de alguna forma de su parte sería como huir, darle a ese beso la responsabilidad de decisiones que debían ser solo suyas. Así que dio un paso hacía atrás.

—Creo que también me daré un ducha. —Continuó luego de unos segundos, acto seguido caminó en dirección a su habitación y desde la puerta dio un último vistazo a su amigo.

oOo

Light suspiró apretando los puños. Antes de dejar la cabaña había encendido el celular y la cantidad de llamadas perdidas tanto por parte de Teru como sus padres era impresionante. A pesar de ser un universitario, si sus padres decidían castigarlo estaría de acuerdo, no dar señales de vida el fin de semana entero no había sido lo más sensato, pero no se arrepentía.

Le pidió a Elle que lo dejara frente a la casa de Teru, era al primero que debía enfrentar. Lawliet insistió en esperarlo pero él le insistió que se fuera, regresaría solo a casa, una mochila no era una carga tan pesada, además caminar le ayudaría.

Elle se había ido tras ponerse el casco de nuevo, ahora solo le quedaba a él la parte difícil. Casi se echó para atrás cuando el comunicador instalado a un lado del portón le pidió identificarse, luego de hacerlo el portón comenzó a deslizarse hacía un costado. Tragó saliva, debía cruzar la extensa vereda del patio delantero, sin embargo a mitad de ella Teru estaba esperándolo, de brazos cruzados y sus labios formando una línea horizontal.

—Pensé que no ibas a tener el valor de darme la cara. —Mikami escupió esas palabras con toda la rabia que sentía.

—Teru... tenemos que hablar... —tembló, sintiéndose pequeño. Era como si esa parte de sí mismo que había descubierto a kilómetros de distancia lo hubiera abandonado en ese momento.

—¿¡Hablar!? ¿¡Hablar de qué!? —no solía alterarse a menudo pero había pasado el peor fin de semana de su vida, lleno de incertidumbre, celos y resentimiento— ¿¡De que mi novio se fue con otro!? ¿¡Que preferiste irte con tus "amiguitos" en lugar de quedarte conmigo!? —Acortó la distancia, respirando agitado y su rostro rojo de furia.

Light parpadeó. —Tú dijiste... tú dijiste que dabas lo nuestro por terminado...

—¡Porque pensé que te quedarías conmigo así como yo siempre estuve contigo! —su voz se quebró, por sus ojos asomaron las primeras lágrimas cuando lo tomó con desesperación de los brazos— ¿no te das cuenta que te amo? Podemos intentarlo de nuevo.

El contrario flaqueó, las piernas le temblaron. La cercanía de Teru, su calor, su mirada suplicante, eran demasiado. De pronto los recuerdos le jugaron en contra, su compañía, su apoyo... Teru no había sido un mal novio. Podría haber cedido en ese momento como muchas veces antes, sin embargo no podía luego de haber besado a Elle, no era correcto, su moral no se lo permitiría.

—Lo siento, no...

—¿¡Por qué no!? —Lo interrumpió desesperado, zangoloteádolo un poco— ¡Yo te amo, Light!

—¡Pero yo no! —Farfulló, abrumado por la situación, no obstante al segundo siguiente inhalo aire— Yo no, Teru...lo intenté pero no...lo siento...

Sin embargo no existió la reacción que esperaba.

—Lo sé... —dejó caer la cabeza en un signo de derrota.

—¿Lo sabes?

Light no tuvo tiempo de procesar su confusión, de pronto Mikami levantó la cabeza y lo jaló hacía él con desesperación, capturándolo en un abrazo.

—¡Pero podemos seguirlo intentando! —Lo apretó con fuerzas, intentando buscar sus labios.

—¡No, Teru! —movió la cabeza de un lado a otro de forma errática, echando el cuerpo hacía atrás— ¡Lo hemos intentado por casi dos años y no ha funcionado!

—¡Porque no has puesto de tu parte! ¡Si lo intentaras!

Eso le caló, por supuesto que lo había intentado, por eso había terminado cediendo a la idea de vivir juntos aunque no estaba seguro.

—¡Que no! —Le puso las manos en el pecho e intentó empujarlo pero zafarse no era tan fácil.

—¿¡Por qué no!?

—¡Porque no quiero! —Fue liberador decirlo a viva voz y con todas sus letras, pero Teru no parecía escuchar razones. Su cerebro iba demasiado rápido y en un acto desesperado lo llevó a escupir otra verdad— ¡Me besé con Elle!

El forcejeo se detuvo al instante, los brazos de Mikami cayeron y sus ojos se abrieron por completo.

—¿Qué...?

Light tragó saliva, arrepintiéndose de sus palabras. No es como si pretendiera mantener lo ocurrido en secreto, pero hubiese preferido que Mikami entendiera que lo de ellos estaba terminado porque no lo amaba y porque ninguno se merecía estar en una relación así.

—Lo que escuchaste... —aunque levantó el mentón, su voz y sus pupilas temblaron sin poder evitarlo— Besé a Elle...

—¡Me dijiste que irían todos pero solo fuiste con él, ¿verdad?! —se llevó las manos a la cabeza y dio media vuelta, respirando agitado mientras comenzaba a caminar en círculos— ¡Por eso no dudaste en irte! ¡Porque ibas con él!

—No, Teru... las cosas no fueron así. Déjame explicarte... —fue detrás de él, intentando tomarlo del hombro para hacerlo voltear. Quería que hablaran, que dejaran las cosas claras, que lo escuchara— Lo mío con Elle no tiene nada que ver con lo nuestro...

—¿Lo tuyo con Elle? —giró de forma rápida, haciendo que el otro diera un paso hacía atrás de la impresión— ¿¡Lo tuyo con Elle!?

—Me refiero a...

—¡Eres un...! —Teru apretó la mandíbula al igual que los puños, su cuerpo no estaba pudiendo contener toda la rabia que sentía.

Light creyó que era pertinente acercarse para intentar calmarlo. Sin embargo, en el preciso instante que dio un paso hacía adelante, un golpe lo hizo tambalear hacía atrás.

—¡Fuera de mi casa! —el castaño ni siquiera había terminado de recuperarse del shock, no esperaba esa reacción y solo había atinado a llevarse una mano a la mejilla cuando Mikami ya lo había tomado de los hombros para hacerlo girar y empezar a empujarlo a trompicones por todo el jardín— ¡Vete de aquí!

Teru le dio un último empujón que casi lo hace caer al suelo, acto seguido le cerró la puerta en la cara.

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Notas de autor:

Aquí sí me voy a descoser, las disculpas del caso. Resulta y resalta que a la mayoría de fickers lo que nos emociona al escribir nuestras historias es la atención que dicha historia recibe. Años atrás, no recibir la atención esperada hubiera hecho que yo dejara cualquier historia. Afortunadamente ya estamos en 2024 JAJA. Me doy cuenta que por mucho esta es de mis historias que menos recibimiento ha tenido, no sé si es la trama o si los tiempos ya no son los mismos, ya que a mí último oneshot de la serie de songfics ni quien lo pelara. 

Si es por la trama es comprensible, está lejos de ser la próxima maravilla que va a venir a revolucionar la literatura. Reconozco también que su avance es lento quizá. Sin embargo, aún con todo y que pasa desapercibida, ya llevamos mas de 200 votos y eso me emociona. Les digo, por suerte ya estamos en 2024, hoy por hoy no dejaría una historia por falta de apoyo y mientras exista una persona que me lea, yo seguiré publicando, así que muchas gracias a quienes le están dando una oportunidad a esta historia. 

Siguiente, quiero confesarles que este iba a ser el último capítulo xd pero pasaron cosas JAJA. Desde un inicio quería capítulos cortos y éste ya llevaba 2k palabras. No tengo problemas con los capis largos pero sentí que iba a quedar muy cargado, así que una vez más decidí cortarlo. El siguiente sí será el último, o no(? 

Uff estas notas de autor casi son un capítulo extra. ¡Cuidense mucho y gracias por leer!