He hablado con Bridget con respecto al asunto de andar de chismosa con mi hermano, le he dicho que no era necesario decir algo, pues solamente era algo estúpido y sin sentido, no es como si en verdad me fuera a juntar con Luke, ¿No?... Bridget se ha disculpado y ha dicho que de verdad le preocupo siendo su mejor amiga, la entiendo, la he perdonado, pero juro que si vuelve a decirle algo a Ashton me enojaré mucho, no tienen que preocuparse por una tremenda estupidez.

Es una lástima que ella y yo no tengamos alguna clase juntas.

Estoy esperando a que la clase de Historia de su comienzo, me he sentado en una de las mesas de al fondo pues esta clase me provoca mucho sueño, el asiento de al lado aún sigue vacío, no me interesa tanto quién se siente.

— ¿Puedo? —alguien pregunta a mi lado, alzo el rostro y observo a este chico, cuyas palabras que he llegado a intercambiar con él han sido "Hola y Adiós", creo que su nombre es Jeremíah, no estoy segura.

—Claro —digo con una sonrisa algo tímida en mi rostro, él me devuelve el gesto, pero justo cuando se va a sentar, alguien le toma del brazo haciendo que se aleje.

—Lo siento, pero este es mi asiento —dice aquella voz, siento mi cara arder de indignación, Jeremíah le mira confundido, luego a mí y solamente me limito a encogerme de hombros.

—Está bien —susurra el castaño tomando sus cosas y yéndose a otro lugar, me quedo quieta mirando al frente, agarro con fuerza mi plumilla y comienzo a presionar el pequeño botón de este.

—Hola —me dice él, apoya un brazo en la mesa, en su mano doblada reposa un lado de su cara y me mira.

No digo nada.

— ¿Te ha comido la lengua el ratón? —le escucho preguntar a lo que frunzo el ceño.

—Un ratón no puede comerse tu lengua, deja de ser tan tonto —opino y al instante me arrepiento pues él me muestra una de esas grandes sonrisas que suele dar.

—Tienes razón, es tonto, disculpa —se lleva una mano a la nariz y limpia la punta con el dorso de esta, como si fuera una maña despistada.

—Ajá —me limito a pronunciar, decido ponerle la fecha a la hoja en la cual voy a escribir, pero me sigue viendo fijamente, me digo que no debo devolverle la mirada, sé que eso es lo que quiere, pero es tarde; me encuentro viendo ese azul profundo.

—Deja de verme —le regaño a lo que él sonríe.

—Lo siento, pero a veces tiendo a quedarme viendo a las personas bonitas —no hago más que reír con sus palabras. Qué tonto.

—Eres Luke Hemmings —niego divertida—. De seguro eso es lo que le dices a tu reflejo todos los días —murmuro con la mirada fija en la hoja en blanco de mi cuaderno.

— ¿Disculpa? —se hace el ofendido, recobra su postura, se cruza de brazos y voltea su rostro para verme.

—Lo siento, pero a veces tiendo a decir lo que pienso —digo con el mismo tono que había usado antes, me obligo a mirarle para averiguar su expresión y me gusta lo que veo: Luke tiene una ceja alzada, sus ojos parecen dagas y eso me mata de risa. Sin dudas ha agarrado mi parodia.

—Eres muy chistosa —dice de alguna manera dolido, pero con sarcasmo. Pongo los ojos en blanco y agradezco que la profesora aparezca en la entrada.

—Hora de poner atención —indico, Luke abre la boca, pero la cierra sustituyéndolo por una sonrisa traviesa. ¿Ahora qué?

—Lo que tú digas, Darling.

💔💔💔

— ¿Podría por favor pegarte fuerte ahora mismo? —escucho preguntar a mi amiga, sonrío mientras niego y me siento a la par de ella en la mesa redonda. Todos cotillean, animadamente.

Miro a Tobías hablar con otros de la mesa. Y luego miro a Bridget, mi mirada a lo lejos atrapa los ojos azules del rubio observarme, me encojo de hombros por el escalofrío que recorre mi cuerpo y al fin decido mirar otra vez a mi amiga.

Bridget mueve los labios, pero no logro entender lo que dice.

— ¿Uhm?

—Otra vez te sentaste con Hemmings. —me reclama. Yo suelto un suspiro cansado.

—Es él quien decide sentarse conmigo, no yo —me cruzo de brazos y le miro resignada—. De todos modos no es como si fuera a ser amiga o algo más de él, es tonto.

— ¡Lo sé! —grita exasperada haciendo que algunos nos miren—. Sé que tú no tienes ninguna intención, pero él sí.

—No me interesa.

Eso es obvio, Hemmings tiene intenciones con cualquiera, no dudaría que yo fuera la siguiente, pero mientras sepa esto, prevendré todo, no quiero nada con él. Punto.

—Bridget, eso lo sé —le digo cuando noto que su expresión no ha cambiado. Le sonrío, toco su hombro con mi mano y le presiono amistosamente—. No caeré en las trampas de Hemmings, ya no soy tan tonta, no dejaré que alguien más me lastime.

Claro que no.