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- todavía estamos a tiempo de regresarnos. - Sirius me dice, una vez que nos encontramos en la entrada de su casa. - podemos regresar a casa de James y mejor cenamos con los chicos.
- tu familia te quiere ahí y... tu también quieres verlos. - le dije mientras tomaba de su mano. - no pienses en mi, no pienses en lo incomoda que puedo llegar a estar... piensa en ti.
- no puedo pensar en mi y no pensar en ti. - fue tierno aquello, pero no era lo que necesitaba ahora. - solo estemos... un rato.
- te da curiosidad saber lo que es ahora de sus vidas sin ti, lo se y créeme, a mi también me causa curiosidad. Quieres hablar con Regulus y estar bien con el y también quieres ver a Andy entonces... adelante.
- de acuerdo. - me da un beso antes de entrar. - aquí vamos, no es como que pueda ser yo mas una desgracia de lo que ya lo soy. Pero en el momento en el que te hagan algo, yo me voy.
- me voy contigo, no lo olvides. - reí.
- nos vamos, cierto. - entrelaza sus dedos con los míos. - estamos juntos en esto.
- ¡Sirius! - por supuesto que la primera persona que mis ojos iban a ver recién cruzáramos esa puerta, iba a ser Felicia. La chica de en sueños de Sirius al menos ante los ojos de sus padres y su hermano. - que bueno que viniste, en mi vida creí que te iba a volver a ver por acá.
- un milagro, supongo. - este dice y voltea a verme. - vine con Lily.
- cierto... tu novia. - dice mientras voltea a verme. - entonces ¿ya es oficial, eh? - ella me pregunta y yo asiento con la cabeza. - vi que serás Head Girl, Lily. Felicidades.
- muchas gracias. - dije con una risa incomoda. - si, supongo que este será un año con mas retos por así decirlo.
- no hay nada mas emocionante que aquello. - ella dice y toma de la otra mano de Sirius. - por favor, necesito que me acompañes para que saludes a mis papás. Ellos te han extrañado y mucho.
- vamos Lily. - me dice Sirius y me alegra que en ningún momento me soltó la mano. - te voy a presentar también a los demás.
- solo um... ¿dónde esta Andromeda? - le pregunté a Sirius, pero fue tan fácil que me escuchara Felicia a pesar de que medio susurré.
- ella no esta invitada obviamente. - la miré con confusión. - ella se ha casado con un hombre nacido de muggles, es claro que forma parte de este evento.
- yo soy nacida de muggles, en cambio Regulus ha invitado a Sirius. - dije muy seria, porque este tema la verdad es que si me hacía sentir algo mal pero no lo suficiente como para hacerme menos. - sabiendo que me traería.
- digamos que yo te he ayudado con ello. - ella confiesa y suelta de la mano de Sirius para detenerse y mirarnos de frente. - le dije a tus padres que sigue en pie lo de casarnos.
- sabes que no es el caso. - Sirius le explica, pero se que es mas que nada para explicarme a mi y que no me haga ideas erróneas.
- lo sé, pero ellos pensando aquello, no van a tratarte como trataron a Andromeda que fue... bueno, horrible.
- ¿y qué hay de mi? ¿cómo quién creen que vine? - pregunté.
- tan solo la chica que Sirius ha invitado para hacer enojar a sus padres como suele hacer siempre. - ella le dice mientras le agita los hombros. - el típico dolor de cabeza. - ella voltea a verme. - no quiero decir que tu causes dolor de cabeza, Lily. Solo... es una expresión.
- lo entiendo. - odio esto, no se en que momento creí que podría ser lo suficientemente fuerte como para tolerar esto. - okay bueno... si quieres ve a saludar a los padres de Felicia en lo que yo voy al baño.
- si quieres te acompaño. - este me dice.
- no, vayan. Yo no tardo. - fingí una sonrisa y me he volteado para buscar del baño porque bueno, no deja de ser una casa.
¿Dónde rayos estaría el baño? Seguí caminando hasta que encontré el único lugar que parecería un baño pero parecía el de Hogwarts o cualquier establecimiento grande. Literalmente habían mas de tres baños, por lo cual, entré al primero que vi desocupado y no hice nada. Tan solo me senté y esperé un rato en lo que... me sentía segura conmigo misma.
Respiré hondo y traté de mostrarme como la persona fuerte que he intentado ser toda mi vida. Pero era difícil, muy difícil. Mas ahora que estoy en una casa donde seguramente todo mundo me odia y esta Sirius, teniendo a la señorita perfección como la persona linda que nos ha ayudado a que estemos a gusto esta noche y que Sirius mas que nada pueda tener una cena normal con sus padres. Y de nuevo me entraba en sentimiento, sabiendo que yo no puedo ofrecerlo eso y que jamás podría ser parte de este mundo por el por mas que así lo quisiera.
Que no es el caso, y se que el tampoco lo quiere, odia a estas personas. Pero si tanto las odia ¿por qué es feliz al saber que puede pasar una noche aquí? ¿es acaso la curiosidad genuina de saber que tan diferente su vida sería si el estuviera saliendo con Felicia? No lo sé, pero pensar en todo esto tan solo me hace sentir muy mal. Mis ojos empezaban a llorar y no quería que fuese así.
Solo escucho como varias chicas entran al baño y quiero pensar que se quedan viendo en el enorme espejo de enfrente, como si fuera los lavabos.
- ¿vieron a la chica con la que ha llegado Sirius? - una de ellas dice, y de inmediato han captado mi atención.
- claro que si, es la única con un cabello de zanahoria en toda la casa. - se ríen en cuanto ella dice aquello. Creí que lo peor de mi era mi sangre, no mi cabello. ¿Qué tiene de malo mi cabello?
- es evidente que la trajo tan solo para que su madre se enoje, es Sirius... el no tiene novias.
- cierto, lo intenté por mucho tiempo. - una de ellas ríe. - solo logré besarlo alguna vez.
- ¿tu lo besaste a el? ha, pues el me ha besado a mi. El me robó el beso. En la penúltima gala de estas de hecho.
- desearía yo haber sido la que estuvo con el. - dice una tercera y me daban tantas ganas de salir de aquí y ver esos rostros. - lastima que el sea un hombre destinado a otra mujer.
- Felicia es la mas suertuda de nosotras por ello. - suspira hondo una y no pude evitar sentir tantos celos. - es evidente que Sirius lleva toda su vida enamorado de ella. Si tan solo me besó porque ella ese año estaba con otro sujeto.
- ¿si crees que lo haya hecho para que ella este celosa? - la otra comenta. - no tiene sentido, según se, ella le quitó la virginidad a el ese mismo verano. - oh por Dios, no quiero seguir escuchando todo esto. Abrí de la puerta para salir del baño y las tres chicas me miran, para nada bonito tengo que admitir.
No supe que decir, que hacer, si moverme de ahí o no. Tan solo me les quedé mirando pero lo que en mi mente parecía ser algo intimidante, por fuera lucía como estaba por llorar.
- Regulus Black sigue disponible. - escuché una cuarta voz al fondo del salón y las tres volteamos a donde una rubia muy pero muy hermosa se muestra sentada en un sofá. No me iba a preguntar en estos momentos porque el baño enorme tenía un sofá adentro. - y seguramente buscando una pareja para bailar esta noche. - las tres chicas voltean a verse entre ellas y se van lo mas rápido posible del baño. Dejándome el espacio libre para ir a lavarme las manos. - de nada.
- ¿perdona? - voltee a verlo.
- dije de nada. Por haberte ayudado a que las arpías se fueran. - no tenía nada que decirle, ni siquiera se quién es y no quiero saberlo. - deberías defenderte.
- ¿no eres tu una de ellas y que también quieres con el?
- ew, por supuesto que no. - ese desagrado captó por completo mi atención. - soy Narcissa Malfoy.
- hermana de Andromeda. - dije sorprendida, porque claro que se de ella. Solo que nunca la había visto en persona. - hola.
- nadie en toda mi vida me había reconocido por ser la "hermana de Andromeda". Wow, eso es nuevo. - dice esta y enciende de un cigarro, lo cual me hace pensar el porque esta aquí en el baño. - si, ella no vino a la fiesta.
- no, por su pareja.
- como es el caso contigo y con Sirius. - dice sonriéndome y la mira con confusión. - los rumores vuelan.
- me suena mas a que Regulus te lo ha dicho. - no me lo niega, por lo cual, me confirma que es cierto. - escucha, yo no busco problema con ninguno de ustedes y...
- no me importa realmente lo que pase entre tu y Sirius si te soy honesta. Realmente no me importa.
- pero a sus padres si. - dije cruzándome de brazos.
- ellos creen que va a desposar a la chica esa castaña. - dice levantando ambos hombros. - ¿qué mas da? tu disfruta.
- ¿estas de mi lado?
- no estoy del lado de nadie. - ella ríe. - solo... aprovecha esta situación. Que Walburga y Orion quien fingir esta noche que todo esta bien con Sirius para que así decida quedarse en la familia y seguir con... bueno, tu sabes con que. - no, a decir verdad no lo sé.
- ¿cómo voy a aprovechar eso?
- sencillo, ellos no saben que tu sabes eso. Ni Regulus. - entonces ella sabe que Regulus en efecto me ha invitado para fastidiarme.- tu se amable, saluda a todo mundo, demuestra les a todos que Sirius esta contigo y que te ama y hasta fastidia a la niña esa Felicia. Hoy... hazla tu noche. No podrían hacerte nada porque te digo que se traen ese propósito entre manos.
- gracias. - dije de lo mas confundida. - ¿tu no me odias por mi sangre?
- como te dije anteriormente... realmente no me importa. - me nace el sonreírle, y es que ella ha sido la persona mas amable conmigo en toda la noche. - ahora sal, que quiero estar sola.
- bien. - no planeaba arruinarle su paz ahora que me ha dado la confianza que necesitaba y justamente, al yo salir del baño, Regulus se encontraba afuera esperándome. - ¿pero por qué no me sorprende?
- ¿cómo te la estas pasando? ¿ya has hecho amigas ahí en el baño? ¿conociste a las chicas? si, ellas han tenido mas momentos memorables con Sirius que tu me imagino. - lo miré con una sonrisa pero porque en serio me daba tanta risa que tratara de hacerme sentir mal. - ¿no te has puesto a pensar cuantas chicas de aquí se han acostado con el? debes sentirte de lo mas celosa... quizás hasta incomoda.
- ¿por? - levanté ambos hombros. - el ahora esta conmigo. - la sonrisa de Regulus desparece de inmediato. - es mi pareja y... yo planeo casarme con el, Reg.
- no me llames así.
- ese es mi plan, al menos. - dije levantando ambas manos. - pero hey, ¿quién sabe? primero necesito la bendición de tus padres.
- eso jamás en tu asquerosa vida pasaría. - Regulus obviamente, todo molesta empieza a hablar de esa manera, pero ni tiempo nos da de seguir con esta conversación cuando Sirius llega por mi y me toma de la mano.
- nos vemos luego. - le sonreí y me fui de la mano de Sirius.
- tus padres son las mejores personas que he conocido en mi vida. - Sirius me dice. - literalmente creo que amo mas a tu papá que a ti. - le pegué en cuanto el dijo eso. - por ello no quiero que conozcas a mis padres. Son realmente las personas mas feas que hay en este mundo.
- esta bien.
- y te digo que... espera ¿qué? ¿estás bien con ello?
- es tu decisión y yo la respeto. - le dije mientras le daba un beso en la mejilla. - lo que tu quieras que hagamos... se hará.
- okay... um... - este sonríe. - wow. - me toma de la cintura con una mano y une de nuestros labios, lo cual estaba esperando demasiado que pasara. Abracé de su cuello y correspondí aquel beso que evidentemente, una vez que nos separamos, todo mundo estaba viéndonos. Todos... en especial Regulus molesto.
- no fue tu decisión mas inteligente de hacer en estos momentos. - le dije sin dejar de mirar a nuestros alrededor. - todos deben odiarte ahora.
- no pueden odiarme mas de lo que ya lo hacen. - y me vuelve a besar.
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