BOLDOGSÁG
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Mount Maunganui. 06/Dic/2024
Christine

Wyet, Willow y Whelan. Esos son los nombres de nuestros hijos.
Decidimos adoptar a Willow y Whelan hace un año, eran hermanos, sus padres biológicos habían muerto hace no mucho y querían separarlos, pero nosotros decidimos que podíamos adoptar a ambos, aunque nos advirtieron que sería complicado porque no eran unos bebés.
Willow tenía doce años, mientras que Whelan tenía cinco, solo un año más que Wyet.
Claro había sido complicado al principio y a veces lo sigue siendo y muchas veces me siento como la peor madre. Adler y yo tenemos discusiones, aunque las resolvemos rápido, nuestra especialidad es reconciliarnos.
Y Dios, criar a una niña de doce años era complicado, aunque no imposible, Adler hacía que luciera sencillo, pero no lo era.
Willow y Adler charlaban, ambos estaban sentados en la orilla del mar, mientras que Wyet y Whelan jugaban con Kat y Kit descansaba en mis piernas mientras observábamos el mar.
Después de un rato, cuando el sol comenzaba a caer Adler y Willow regresaron con nosotros. Él se sentó a mi lado, sorpresivamente Willow se sentó junto a mí y tomo mi brazo aferrándose a él. Whelan se sentó junto a Adler y se acostó sobre sus piernas mientras que Wyet se sentó junto a Willow y la abrazo.
—¿Mamá, papá? —La voz de Whelan nos hizo mirarlo. Mi corazón se aceleró y miré a Adler, él sonreía. Acaricio el cabello de Whelan y luego hablo.
—¿Qué pasa, pequeño? —preguntó. La calma en su voz era relajante.
—Te escuchamos, cielo— murmuré, aunque a duras penas logre que las palabras salieran de mi boca.
Un año y medio tuvieron que pasar para que Whelan nos llamara mamá y papá, sabíamos que no iba a ser fácil, pero estábamos dispuestos a aceptar ese reto, porque eso era.
Había sido complicado desde el principio, había traumas en ellos y en realidad no nos hablaron mucho sobre eso en el orfanato, pero por Dios, Adler sabía, los comprendía y eso ayudaba demasiado a comprenderlos.
—¿Podemos ver el amanecer por la mañana? —la curiosidad en su voz no se podía ocultar. Sonreí al escucharlo.
—Claro, nos levantaremos temprano y vendremos.
—Gracias— murmuró.
Después de otra hora regresamos a la casa. habíamos decidido alquilar la casa para pasar nuestro aniversario y navidad aquí. El clima era agradable y soleado, aunque estuviéramos en diciembre y era perfecto para mí, aunque Adler me hizo prometer que iríamos a Alaska o Rusia para el próximo año.
Cuando estuvimos en la casa los niños se dieron una ducha. Adler preparo la cena y vimos una película navideña de la cual él y Willow se terminaron quejando.
Finalmente los llevamos a la cama. Adler dijo que se ocuparía de los niños así que yo fui con Willow. Ella estaba cepillando su cabello.
—¿Puedo ayudarte? — le pregunte con curiosidad ya que su puerta estaba abierta. Asintió. Me acerqué a ella y tomé el cepillo, comencé a cepillas su larga melena rubia. Era una niña muy hermosa.
—Estoy muy agradecida con ambos— murmuró mirando su reflejo en el espejo. Le sonreí.
—Y yo estoy muy feliz de que estén con nosotros.
—Whel, él está muy feliz de que nos hayan adoptado.
—¿Y tú?
—Estoy muy agradecida con ustedes, de no ser por ustedes nos habrían separado— suspire y termine de cepillar su cabello. Me senté a un lado de ella, en el banco.
—Oye, quiero que seas feliz, no solo que estés agradecida, queremos que tengan una buena vida, que hagan amigos y se sientan como en casa con nosotros. Deseo un día verte lanzar un birrete al aire y con una hermosa sonrisa decorando tus labios.
—Me es complicado... es que, me preocupo mucho por Whel.
—Linda, esa ya no es tu responsabilidad, para eso Adler y yo estamos aquí. Ya no tienes que estar tensa por todo o preocuparte por cosas de los adultos, eres una pequeña muy hermosa. Prométeme que dejarás de preocuparte.
—Lo intentaré.
Asentí y besé su frente.
—¿Interrumpo algo importante? —ambas giramos en dirección de Adler, quien estaba en el marco de la puerta.
—Tranquilo. No pasa nada.
—Ya dormiré— aviso ella mientras se levantaba del banco—Muchas gracias.
Me dio una sonrisa amable y se acostó sobre la cama. Adler se acercó y la arropo.
—Descansa, linda. Ten dulces sueños, si pasa algo sabes dónde estamos.
Ella asintió y me acerqué para besar su frente otra vez. Adler copeo mi acción antes de dejarla sola. Fui a la habitación de los niños y besé sus frentes antes de regresar a la sala de estar.
—Ven hay que bailar— dijo Adler mientras ponía música en su teléfono.
Tome sus manos y ambos comenzamos a movernos al compás de la música, la melodía era suave y tranquila. Me gustaba.
—Nueve años juntos, señora Callen— sonrió mientras me observaba directo a los ojos.
—Y han sido los mejores— respondí envolviendo mis brazos alrededor de su cuello. Sus palmas acariciaron mi piel por debajo de la blusa. Pegué mi cabeza a su pecho, escuché sus latidos y disfrute del aroma que desprendía su loción mezclada con el olor salado del mar.
—Para mí también han sido los mejores. Te adoro, Chris, me haces muy feliz con solo tu presencia.
Sonreí al escucharlo.
Por supuesto, él también hacía que mi vida fuera muy feliz y que incluso los malos momentos tuvieran una parte buena y que las peleas tuvieran un final bueno.
Mi padre solía llamar a mamá «Mi Boldogság». Un día le pregunte qué porque lo hacía, que cual era el significado.
—Amo a tu madre, Chrissy. Ella me hace muy feliz y sé que yo a ella también. Ella es mi Boldogság. En húngaro significa felicidad y tu madre, ella es mi felicidad.
En ese momento hice un gesto al escucharlo ya que era pequeña y no comprendía la forma de amar de los adultos, pero ahora comprendía a mi padre.
Mi madre era su Boldogság.
Y mi Boldogság era mi familia y por supuesto, Adler.
En la vida es difícil encontrar a alguien que te amé, que esté dispuesto a hacer locuras por ti, que te respete y te de tu lugar, pero no es imposible, aunque vivimos en un mundo que muchas veces puede lucir cruel, no lo es o por lo menos no todo es cruel.
Hay cosas buenas, hay personas increíbles y lugares hermosos, no todo en la vida es sufrimiento, dolor y aburrimiento, tenemos que disfrutar y amar por igual. Aunque también tenemos que sufrir, es parte de la vida.
Pero la vida es hermosa. Mucho más cuando tienes personas increíbles en tu vida.
Más cuando esas personas son tu Boldogság.

FIN.

Bueno, muchas gracias a todos los que llegaron hasta aquí y amaron a los personajes y su historia, después de un largo tiempo me conmueve haber concluido con ellos.
Muchas gracias por llegar hasta aquí. Pronto nos veremos con "Luna Maldita" y "Shadow Agent" porque sí, Shadow no era un simple personaje.
Xoxo 💋