—Jungkook, quédate quieto. —masculló Jimin mientras intentaba mantener el hielo sobre la cabeza del mayor, pero este quería apartar su mano y se movía inquieto sobre el banco—. ¡Jungkook!

El mayor alcanzó a tomar la cintura del menor y lo atrajo hacia sí, lo rodeó con ambos brazos, y escondió el rostro en el pecho del rubio, quién se ruborizó furiosamente y quiso escapar por no sentirlo correcto, quizás le había afectado demasiado el golpe.

—Lo siento, Jiminnie. —murmuró el pelinegro, y al menor le pareció raro que él usara ese apodo después de tanto tiempo, años, de antes de que saliera del armario oficialmente y ambos fueran buenos amigos.

—Jungkook, suéltame.

El pelinegro lo pensó un momento hasta que finalmente liberó el abrazo, y miró con lástima a los almendrados ojos de Jimin.

El menor soltó un suspiro, su expresión cambió a una triste, y acomodó con una mano el hielo sobre la parte posterior de su cabeza y la otra mano dejó caricias en los cortos mechones de su sien.

—Sabes, Jungkook, voy a ser honesto contigo. Hace un tiempo, cuando nos llevábamos mejor y éramos amigos, me gustabas muchísimo. —confesó Jimin—. Y esperaba que cuando saliera del armario, me aceptaras y estuviéramos bien, pero… No fue así, te alejaste de mí, por más que te rogué, literalmente, para que no me dejaras, igual lo hiciste… y, eso me decepcionó bastante, Jungkook, me dolió.

El pelinegro vio a Jimin apretar sus gruesos labios con algo de dolor.

—Pero, desde hace unas semanas, quizás meses, he notado que quizás no eres tan hetero, y tal vez lo que sentía por ti, ¿Revivió? O quizás nunca se fue en verdad. —sonrió de forma penosa, las lágrimas brillaron en sus ojitos y no pudo evitar pensar que se sentía un idiota por llorar por eso—. Pero, por más que yo sienta algo y que tú también… sé que de todas maneras no vas a querer nada conmigo porque no eres gay… no quieres problemas, es entendible, así que yo, no voy a volver a molestarte, y estaba pensando dejar el equipo también, así me alejo de ti.

—Jimin, no. —Jungkook buscó su mano, sin embargo, Jimin la apartó. Tuvo que estirar el brazo y tomarlo bruscamente, acariciándola en su pecho mientras unía miradas con el menor—. Sabes, creo que necesitaba escucharlo para darme cuenta, pero, sí, me gustas, también me gustas, y… estuve suponiendo, salir con chicos en algo nuevo para mí, ¿Entiendes? Y creo que no podría empezar a salir contigo de un momento a otro, pero… ¿Cómo decirlo? Eres valioso, quiero que te quedes. Si al final de todo es lo mismo salir con un chico o con una chica, no importa, eres la persona que más me gusta, opino que podría ¿Intentarlo? Pero, tiene que ser lento, y solo si también quieres, por supuesto.

—¿A qué te refieres con “intentar”? ¿Intentar ser gay? —Jimin quería reír, aunque también llorar.

—Jimin, en serio lo haces parecer más difícil de lo que siento que es… Lo que digo es que me gustas, yo te gusto, ¿Podemos intentarlo? N-no tenemos por qué ser algo aún… quiero, nada más si es contigo… no me identifico como gay, pero soy gay para ti, por ti.

Jimin no sabía que responder, y frunció sus labios de nuevo. Los ojos de Jungkook fueron hacia ellos y el rubio supo lo que haría incluso antes de que se inclinara hacia adelante, llevará una de sus pálidas manos a la nuca del menor y acercara sus rostros, atrapando sus labios con los propios.

En la puerta de los vestuarios, los cinco idiotas que espiaban tuvieron que apartarse para festejar con saltos, bailes, gritos ahogados y con mucha alegría de que su plan haya funcionado.

El plan tres fue un éxito.

[🏳️‍🌈]

Jungkook y Jimin comenzaron a llevarse más que antes, y el mayor había pedido ir lento, así que, durante semanas comenzaron con un contacto físico leve y suave, tomarse de las manos, abrazos flojos y pequeños besos de solo labios. El rubio estaba más feliz cuando el mayor daba un paso más.

Como la primera vez que tomó su mano cuando terminaron los entrenamientos, frente a los otros que quedaron riendo como colegialas en los vestuarios, cuando ambos se fueron en la moto de Jungkook a sus casas, Jimin lo abrazaba por la espalda con fuerzas y el pelinegro escuchaba su risita de tonto que tanto lo enamoraba siempre un poco más.

O cuando lo besó por primera vez en público, y claro que no faltaba que alguno de sus amigos los viera, en este caso fue Hoseok, pero hubieran pasado desapercibido de no ser porque se puso a aplaudir y a llorar de la alegría.

Taehyung siendo el mejor amigo de Jimin, era quién escuchaba cada cosa que el pequeño quería contar, y como todo chismoso, lo mandaba al grupo de “Jikook mis papis”. La primera vez que Jungkook le dijo Te amo al pequeño Jimin, este grupo enloqueció en emojis y corazones mientras el rubio casi llora.

Y Jungkook se había vuelto suave y dulce, y nadie esperaba eso del mismo tipo que solía hacer comentarios homófobos por algo tan tonto por unas nalgadas entre compañeros.

Y hablando de los momentos de las nalgadas luego de los partidos…

El grupo de amigos descubrieron que Jungkook era ridículamente celoso, al punto en que había escrito en una hoja “Propiedad de Jeon Jungkook si lo tocas mueres” y lo había pegado sobre el trasero del rubio.

—Kook… Me estás dejando en vergüenza. —comentó Jimin, rojo, mientras se quitaba el papel de las nalgas.

—Está perfecto que sea tuyo, pero el culo de la suerte es nuestro. —dijo Seokjin, valiéndole poco y nada las órdenes de Jungkook, nalgueó a Jimin, seguido de él, uno por uno los demás le siguieron, para después reír por la expresión de disgusto del pelinegro.

—Son todos unos pésimos amigos.
—Y tú un pésimo gay, y nadie te dice nada. —acusó Namjoon, yendo a las duchas en sus boxers negros y con una toalla en mano.

—¡Soy un buen gay! Diles, Jimin…

—Jungkook es un buen gay. —afirmó el rubio con diversión, dejando un beso la coronilla del mayor haciendo que este riera.

—Lo que cambia el amor. —comentó Yoongi.

—¿Será el amor o la homosexualidad lo que te cambia? —preguntó Hoseok desnudo en los vestuarios.

—¿Es que eres idiota? Uno nace homo, Hoseok. —dijo Namjoon.

—¿Cómo te va a cambiar algo que siempre tienes? —preguntó Taehyung de forma retórica.

—Porque las cosas cambian, evolucionan. —Hoseok hizo unos movimientos raros con sus manos—. Como tu polla, naces con tu polla, pero crece, y cambia, cabrón ¿O tienes micropene de un bebé?

—¿Quieres ver qué tan micropene, idiota? —Taehyung sonrió desafiante.

—No es debido comparar algo biológico, como el miembro masculino que es afectado por las hormonas, a una orientación sexual que no se sabe que la provoca, pero tiene más que ver con la conciencia y el aparato psíquico que con la polla. —explicó Yoongi.

—Te cosió, abotonó y clausuró el ano Hoseok. —dijo Seokjin.

—Sigue siendo un disgusto verte desnudo. —habló Jungkook mirando al exhibicionista del pelirrojo—. Las cosas no cambian tanto.

—Ah, como si estuviera tan mal mi polla.

—Hay mejores. —comentó Jimin en tono descarado—. Como la de mi Jungkook.

Los demás comenzaron a soltar sonidos agudos y molestos por la parejita, hasta dejar a Jungkook ruborizado, Jimin también, pero por más que estuviera como un tomate no actuaba avergonzado.

Finalmente, el pelinegro optó por esperar a Jimin junto a la moto, y el rubio lo dejó marchar porque sabía que quizás era demasiado para él.

[🏳️‍🌈]

H

abían pasado casi dos meses de que se habían reconciliado y habían comenzado un “algo” aunque no tenían ningún nombre, preferían eso, antes que nada.

Terminó de cambiarse y salió de los vestuarios hacía el estacionamiento de la escuela, acompañando de Taehyung y Yoongi, quienes tardaban menos que los otros dos para poder estar listos.

Estaba hablando normal hasta que sus palabras fueron interrumpidas por la imagen que llegó a sus ojos.

La moto de Jungkook estaba decorada con unos tontos globos amarillos, él estaba sonriente cargando un casco igual al suyo solo que en vez de azul, era de un amarillo pastel, pero lo principal de todo era el cartel que estaba en la moto, escrito en letras grandes y claras.
Park Jimin, ¿Quieres ser mi novio?

El rubio sintió las lágrimas en sus ojos.

—¡Si! ¡Mierda, sí! —gritó Taehyung con voz grave asustando a Jimin—. Anda puto, ve con tu hombre, coño. —empujó a su amigo y con una risa tonta el rubio fue corriendo hasta los brazos del pelinegro, quién lo abrazó con firmeza.

—Claro que quiero, Jungkook, claro que sí. —susurró Jimin junto al oído de su novio.

Taehyung estaba grabando todo con su celular, listo para ser enviado al grupo.

—Se viene la boda, chicos. —canturreó Taehyung y cambió a cámara selfie grabándose a sí mismo con sus mejillas rojas por la emoción—. Plot twist, la boda es mía con Yoongi. —dijo tomando la mano del pelimenta alzándola frente a la cámara, Yoongi besó el dorso de su mano y Taehyung se apartó con una mueca de asco, haciendo al otro reír.

Volvió a enfocar a la pareja, quién ahora se besaba apoyados en esa moto eléctrica.

—Voy a tener que conseguir un nuevo mejor amigo, creo que lo he perdido. —dijo e hizo una cara triste.

Sin dudar, sería un video que pasaría en la boda de aquellos tortolos que por fin se iban a amar como debían.