Capítulo 23:
Luego de cumplir con su perpetua y agotadora labor, el sol se agazapo en el seno del horizonte, desapareciendo de la percepción de todos para cederle el paso a su mejor sustituto, la luna.
Blanca y sublime, la circunferencia difusa se encontraba en su mejor posición en el cielo, irradiando un ostentoso resplandor.
Resguardarse bajo la dadivosa ala nocturna siempre era una opción a considerar, gracias a que cualquier presencia era ínfima bajo su velo.
En un oscuro pasillo, aislado de cualquier colectivo o individuo, se encontraba refugiado bajo las sombras el anciano que habitaba en la gran montaña sipya. Alakazam.
Se encontraba sentado sin más, levitando por sobre la tierra empleando sus poderes psíquicos para conseguir aquello... Reproduciendo este efecto sobre una carta de papel asalmonado impregnada en esencia de rosas.
A su lado, se encontraba Lucy. El amigable y sereno pokemon al que Gallade había conocido en su primer día en el continente.
Rápidamente se puso nerviosa entre tanta oscuridad y al ver que su único acompañante no reaccionaba ante su presencia, simplemente estaba inerte y ni siquiera los párpados de su tez estaban trabajando.
La pequeña se acerco a paso lento hacia Alakazam y rápidamente lanzó su pregunta, intentando no colapsar o tartamudear en el proceso.
- Disculpe S-señor... - corto todavía más la distancia entre el contrario y con sus cortas alas toco el dedo del pie izquierdo de alakazam. - ¿Es usted el que me cito a venir a este oscuro callejón sin salida a plena mitad de la noche? Espero que se trate de algo importante -
Intento hablar con propiedad, disimulando su inherente terror.
Alakazam solo provocó más tensión al abrir los ojos y posteriormente encarar a su acompañante.
- No. Yo fui citado aquí por una persona de la cual desconozco su identidad.
Pero expresó por medio de la presente, que era un asunto de vital importancia -
Lucy sacó su carta de entre su plumaje, esta rebosaba de la misma insólita fragancia natural y su apariencia era un calco idéntico de la de Alakazam. Mismo tipo de papel y tipografía.
- ¿A ti también te dieron una de estas? -
El anciano asintió y con un banal pensamiento inclino la carta hacia lucy usando sus poderes psíquicos.
- Eso quiere decir que al parecer nuestro anfitrión ha solicitado la presencia de varios pokemon. Pensé que únicamente se trataba de mi por mi relación con el clero. Pero no comprendo que podría buscar o necesitar alguien de ti, pequeña -
Una tercera voz interrumpió la charla entre Alakazam y la pequeña Natu. Era fría, áspera y llena de prepotencia, elegancia y propiedad.
De las sombras, Sableye anunció su llegada.
- Es un honor tenerlos aquí acompañándonos. Aunque a decir verdad, el anciano tiene razón. No tengo idea de porque esa pequeña nos serviría de algo en una operación tan arriesgada -
- ¡Sableye! No asustes a lucy. Ella es muy paranoica, pero la cite porque como tu dijiste. No podemos confiar en nadie del castillo según tus rebuscadas conclusiones.
Ella no está relacionada para nada con el reino, más allá de su amistad ferviente con Audino. Por eso mismo la invite también a ella -
Lopunny imitó las acciones de Sableye, revelando su identidad de entre las tinieblas. La simple presencia de la chica fue suficiente para sosegar toda inseguridad que residía sobre lucy, quien suspiro pesadamente.
- ¡Que susto! Casi me matas de un infarto lopunny. Traernos a todos aquí en plena noche, en un callejón donde a duras penas y uno puede caminar por tanta falta de iluminación... Con un mayor de edad extraño y un exconvicto con complejos genocidas.
Aunque a decir verdad, ahora tiene sentido el porque la carta que me enviaron era rosada y tenía una tipografía tan pulida y propia. La escribiste tu - Comento lucy.
Lopunny le dio la razón con la cabeza.
- está bien está bien... Debo admitir que le dimos una atmósfera un tanto misteriosa a todo esto. Aunque a decir verdad, eso fue idea de Sableye - lanzó una mirada sutil pero evidente hacia el pokemon de tez morada. Este solamente comenzó a sonreír con malicia.
- Basta ya de rodeos. ¿Por qué me llamaron aquí a mitad de la noche y que es lo que necesitas lopunny? Eres amiga de gardevoir y te aprecio mucho por cuidar de mi muchacha, pero enserio, si querías decirme algo pudiste haber ido a la montaña a decírmelo en persona. Sabes que siempre estoy ocupado -
Lopunny suspiro con cierta pesadez. Junto las dos palmas de sus manos para aplaudir y despertar la atención de todos sus acompañantes.
- De acuerdo, les explicaré que sucede.
La cuestión es que... Sableye y yo llegamos a una conclusión algo rebuscada pero que podría tener sentido.
Hoy en la tarde, el castillo atestiguo nuevamente un ataque de los presuntos aliados de Gengar.
No sabemos quién protagonizó el ataque, pero en medio de la escena del crimen encontramos un teléfono con varias grabaciones almacenadas dentro de su galería.
En una de esas, pudimos ver que un pequeño pokemon llamado Pichu estaba en busca de su compañera Litten.
Al parecer intentaron ser secuestradas hace nada, dicho explícitamente por el mismo Lucario.
Luego la grabación se cortó -
Lopunny se quedó en silencio para cederle la palabra a su compañero Sableye, quien era el que había descubierto todo y estaba encabezando la nueva operación.
— después de que la grabación se cortara, vimos otro de los videos grabados y nuestro pequeño amiguito se encontraba caminando en la playa a tempranas horas de la mañana.
Luego enfoco la cámara a un cuerpo descompuesto y después de esto hizo énfasis en Chesnaught quien al parecer fue secuestrado por un pelotón de Ariados.
Pero le preguntamos a Chesnaught y no sabía nada al respecto.
Todo esto denota que el presunto secuestro de Chesnaught junto con el cuerpo fueron simples jugarretas por parte de alguien que pretendía alejar a Lucario de litten y Audino. Después de todo, solamente él puede detectar la presencia irregular y las intenciones hostiles de un pokemon a través de su aura, es un radar viviente.
El mismo lo dijo explícitamente en otra grabación.
Está claro, Audino y Litten descubrieron algo importante, lo suficientemente importante como para verse obligadas a estar cerca del pokemon que puede sorprender a cualquiera.
Pero en la escena del crimen no se encuentran ni Lucario, ni Audino ni litten.
Tengo la idea de que quizás, aquella escena en la playa no fue más que un truco para conseguir que Lucario se apartará de las chicas.
Una vez que este fuera apartado, nadie podría protegerlas y entonces fueron secuestradas exitosamente.
Buscaban reanudar algo que intentaron una vez y que fracaso precisamente gracias a Lucario; es algo que también se deja explícito en las grabaciones, intentaron secuestrarlas y fracasaron.
Al ver que sus tácticas no funcionaban, buscaron un señuelo para alejar al pokemon más problemático y así poder proceder con el secuestro.
Porque Lucario no responde, han pasado varias horas y no se lo ha visto en todo el día.
Le preguntamos a la princesa Gardevoir cuando regreso del viaje y nos comentó que Lucario no tenía nada pendiente en su agenda.
Tampoco hay señal alguna de Audino o Litten. Todo esto solo reafirma nuestra rebuscada teoría —
Sableye observo a los dos pokemon fijamente con sus hipnóticas gemas antes de concluir con el encuentro.
- Necesitamos gente que no esté afiliada al reino, gente en quien podamos confiar. De ti nadie sabe nada excepto la princesa y la dama aquí presente – Señalo al pokemon de tipo psíquico con su dedo índice, posteriormente reprodujo este movimiento con la pequeña lucy. – Y en ti podemos confiar porque eras amiga de Audino y puedes proporcionar información relevante, ¿Qué me dicen? ¿Están dentro de la operación? –
Lucy rápidamente asintió con la cabeza mientras que por otra parte, Alakazam dudaba de las palabras del pokemon siniestro. Si hablaban de confianza, él no tenía motivo alguno para tener certidumbre de sus palabras.
- A decir verdad todo cuadra... pero no me parece algo lógico que tú, un homicida sucio y despiadado tenga el descaro de tener dudas sobre los guardias del castillo siendo que son más rectos que tú.
Sinceramente no entiendo como Lopunny rápidamente te entrego su confianza – El pokemon suspiro con pesadez. – Los ayudare, pero no te voy a quitar el ojo de encima sableye... Solo hago esto por Lopunny –
La confusión, el desconcierto se apoderaba de su cuerpo y de su consciencia de forma escalonada cada vez que sus pensamientos se esclarecían y el discernimiento nuevamente recobraba las fuerzas dentro de sí... Abrió sus ojos a un ritmo pausado para encontrarse con un panorama totalmente distorsionado y turbio, a duras penas era capaz de identificar el lugar donde se encontraba confinado.
"Una celda... ¿Estoy en la cárcel?" Pensó al asimilar los barrotes que germinaban frente a él.
Trato de mover los brazos sin éxito alguno... No podía percibir de ellos nada más que un cosquilleo que se hacía más inquietante conforme su visión se definía. Llego un punto en el que aquella vibración que emanaba de sus extremidades transmuto en algo totalmente abrumador. Con esto también pudo reafirmar su hipótesis.
¿Dónde se encontraba? Estaba colgado en una posición vertical totalmente forzada y artificial, plantándole cara a los ya mencionados barrotes que separaban su celda de un prolongado pasillo... ¿Los muros? Aparentemente la edificación había sido erigida en cimientos de cieno y las paredes amoldadas con el húmedo barro repujado de la dadivosa madre tierra.
Lanzo una mirada desconcertada hacia el suelo, donde lo único que pudo percibir fue una vista cortada y muy limitada de sus extremidades, las cuales aparentemente estaban enlazadas con dos cuerdas peladas a dos columnas de madera que se extendían de forma vertical hasta que se perdían de su campo de visión, presumía que quizás estas incluso sobrepasaban su cabeza pero no tenía capacidad alguna para corroborarlo gracias a la contraproducente postura.
Nuevamente lanzo una mirada desconcertada, esta vez hacia los laterales de la habitación donde solamente se encontró una pared de tierra seca, labrada con el mismo material del que estaba compuesto la superficie que se encontraba pisando.
Pudo encontrarse con sus brazos totalmente adormilados, incapaz de moverlos y estos estaban ligados a una enorme soga que a su vez, estaba anclada a un enorme boquete donde sobresalía un anillo de metal que interrumpía su pulcra circunferencia para cortarse y tomar la forma de un anzuelo, el mismo estaba conectado a la soga que ataba los brazos del pokemon.
"Presumo que este arnés extraño está anclado a la pared por medio de ese agujero, enganchándolo por la parte de atrás, es una trampa algo ingeniosa a decir verdad. Me resultaría relativamente sencillo escapar, pero mis brazos no me quieren responder"
Pensó.
- ¿Hola? ¿Gallade? ¿Gardevoir? – Comenzó a mover el resto de su cuerpo con desesperación, intentando zafarse de la trampa. - ¡Alguien sáqueme de aquí! ¡¿Qué clase de broma de mal gusto es esta?! –
Exclamo con una vigorosa voz. Lucario se quedó callado y espero a recibir una respuesta... Pero solamente pudo escuchar como su propia voz rebotaba entre los estrechos cimientos del pasillo.
Un desgastado y añejo durant, emergió de las sombras... Se encontraba en otra celda que encaraba a la de Lucario. Su mirada tétrica rápidamente incomodo al pokemon al que se estaba dirigiendo.
- No se quienes sean esos tales pokemon de los que me hables... Aquí solo vas a encontrar prisioneros viejos y podridos como yo, todo por nuestras transgresiones contra las leyes de la colmena –
- ¿La colmena? – Pregunto Lucario mientras entrecerraba sus ojos para intentar aclarar más su visión y evidenciando su desconcierto.
Durant asintió.
- Exacto... Cuéntanos, ¿Cuál fue tu crimen? ¿Qué regla rompiste? Seguramente eras un turista despistado que no estaba familiarizado con la isla y por eso terminaste aquí... Como puedes ver, aquí solamente hay pokemon del tipo bicho, por lo que quizás eso explicaría que hace alguien como tu encerrado tras estos barrotes –
Lucario suspiro pesadamente antes de soltar su respuesta.
- Escúchame... Yo no tengo idea de que es "la colmena" – Hizo un énfasis en esta palabra para las comillas que no podía expresar corporalmente por la incapacidad de sus brazos – Mi nombre es Lucario, soy el descendiente del clero del reino de Brozodia, afiliado del reino de Alveria y futuro prometido de la princesa Gardevoir... -
- ¡Ah chingar! ¿Y que hace alguien de un clero extranjero metido como prisionero en otra nación? Bueno... No importa el título que tengas en otras tierras, aquí en la colmena no significas nada para Escavalier – Respondió durant para darse la espalda y recortarse sobre los helados barrotes de hierro.
- ¡¿Pero que creen que están haciendo?! Fueron ustedes quienes transgredieron las líneas, yo no.
No tienen derecho alguno para entrar a mi futuro país, hacerse pasar por uno de mis compañeros usando las sucias ilusiones de una ramera y después arrestarme sin explicación alguna... No entienden la gravedad de todo esto.
No me interesa si este es un país grande o pequeño, esto significa la guerra –
Estas palabras despertaron nuevamente el interés del esclavo por la charla. Rápidamente durant se incorporó de nuevo y observo a Lucario.
- ¿Dices que estas aquí porque la alta comisión invadió el país al que estabas afiliado y te arresto sin motivos aparentes? Cielos, eso es algo extremadamente raro. Pero a decir verdad, creo que no te puedo cuestionar, después de todo, aquí solo llegan prisioneros del tipo bicho. Si eres de otro grupo, eso es porque probablemente la colmena se está metiendo en asuntos extranjeros y que no involucran o deberían involucrar a los de nuestra especie. Sinceramente esto es bastante interesante –
Ambos pokemon se callaron en cuanto escucharon como las ruidosas puertas del pasillo se abrían lentamente a causa de su exorbitante peso.
Lucario rápidamente disimulo un estado inconsciente, dejando caer su cabeza hacia abajo siendo está detenida por su propio cuerpo inerte, mientras que Durant simplemente cerro sus ojos sin mayor dilación.
- Este es el pasillo de los prisioneros... Hasta el final, hay una pequeña bodega donde guardamos distintas cosas de uso confidencial. Lo único que tienes que hacer es descargar las cajas y llevarlas hasta la bodega. Acomódalas por orden alfabético según con las letras que tienen etiquetadas al reverso. ¿De acuerdo? –
- No hay problema jefe, solo descargo las cajas y cobro el cheque, puede contar con nosotros –
Ambos pokemon escucharon la conversación intrigados, al parecer un trabajador estaba recibiendo indicaciones por parte de otro empleado del sector.
"No sé por qué... pero siento que una de esas voces ya la he escuchado antes" Pensó Lucario mientras abría sus ojos disimuladamente para tratar de identificar la identidad de uno de los trabajadores.
Al pasar este frente a su celda, Lucario solo pudo observar cuidadosamente sus pies... Unas extremidades largas y verdes que fueron cortadas de su vista por el movimiento del usuario para reanudar la continuidad con una prolongada cola repleta de hojas plegadas.
- ¿Acaso es quien creo que es? – Lucario se preguntó a sí mismo para después abortar su actuación y llamar al usuario por su nombre... - ¡Sceptile! ¡Sceptile! ¡¿Eres tú?! –
Sceptile, fue un pokemon que trabajo en conjunto con Gallade en su empleo de mudanzas, pertenecientes a la empresa de Mudanzas Gengar. Acompaño al pokemon protagónico en una mudanza fatídica que resulto en una nueva oportunidad laboral para Gallade. En ese corto tiempo, Sceptile tuvo la oportunidad de conocer a varios de los futuros compañeros de Gallade, entre ellos estaban: Gardevoir, Lopunny de quien cayo enamorado profundamente y el más importante de todos... Lucario.
- ¿Qué? ¿A caso es quien creo que es? – Sceptile rápidamente reconoció la voz de Lucario y prescindió de su labor para dirigirse hacia la celda de Lucario... Las hipótesis de ambos pokemon habían sido certeras.
El pokemon de tipo planta llevaba sobre su cabeza una boina gris, de aquellas que se hicieron muy populares por los años 60. Entre su boca, llevaba consigo un pequeño trozo de rama el cual estaba masticando de forma sofisticada.
- ¡No puede ser! Lucario, ¿pero qué estás haciendo tu aquí? – Exclamo con efusividad, bastante contento por haberse reencontrado con el pokemon por azares del destino, rápidamente sujeto los barrotes con sus manos... - Dime, ¿Cómo esta Gallade? Espero que le vaya de maravilla en su nuevo trabajo... A decir verdad tampoco soy muy fan de mi corto salario, pero algo genial de trabajar en una empresa de mudanzas internacionales es que puedes viajar a cualquier lado del globo... El mes que entra tengo asignada otra mudanza en Alveria, voy a ver si aprovecho mi tiempo libre para pasar y saludarlos a todos.... Y aparte de eso... ¡¡ ¿Qué estás haciendo en la prisión de la colmena?! –
- Bueno... primero que nada, también me alegra mucho verte sceptile... de hecho puedo decir que probablemente encontrarte aquí es lo mejor que podría haber pasado.
La cuestión es que estoy atrapado en esta sucia prisión porque los de la colmena irrumpieron en Alveria y me secuestraron. Todo por motivos que desconozco.
A decir verdad necesito salir de aquí como no tienes idea... Audino se encuentra en peligro y es indispensable que pueda escapar de aquí para protegerla –
- ¿Pero porque te traerían aquí? – Susurro sceptile.
- Sospecho que es porque la colmena está en una alianza con los insurgentes del reino de Brozodia... Lo sé porque después de que te retiraras, luego de la fiesta de navidad y lo que paso con Sableye, capturamos a una Zoroark... después alguien se infiltro y la ayudo a escapar.
Esa misma noche, Audino y litten intentaron ser secuestradas... obviamente me percate por mi aura y fui a rescatarlas. Cuando llegue, entre esos perpetradores se encontraba Zoroark. Obviamente me encargue de hacerlos polvo con mi mega evolución, pero cometí el error de no apresarlos y solo lanzarlos al mar.
La cuestión es que después de eso, Audino me conto que necesitaban usar a Litten como herramienta para extorsionar a Gallade por haber descubierto algo, algo muy delicado que podría poner en jaque toda la operación de los insurgentes... La cuestión es que al final me separe de ellas y termine mordiendo el anzuelo... Me hicieron creer que tenían cautivo a uno de mis compañeros y resulto ser Zoroark usando sus sucios trucos de ilusiones...
Luego apareció un Heracross con Mega evolución y creo que le rompí o directamente inutilice sus brazos de por vida, pero creo que el cambio fue justo ya que tampoco tengo fuerzas para mover mis brazos, de otra forma escapar de aquí seria sencillo con una esfera aural –
Durant nuevamente se introdujo a la conversación.
- ¡Alto ahí chico! ¡Para tu tren! –
Ambos voltearon a verlo.
- ¿Me estás diciendo que fue Heracross quien te ataco? –
Lucario asintió con la cabeza.
- En efecto, pero no solamente fue el.... En la escena también se presentaron un Beedril y un Pinsir. Quizás si hubieran sido pokemon comunes los podría haber noqueado sin más al igual que los Ariados que actuaron como anzuelos, pero los tres tenían capacidad para mega evolucionar.
Mega Heracross me dejo debilitado con un movimiento de venganza y sus compañeros gandayas se aprovecharon para rematarme usando una combinación simultánea de sus movimientos más poderosos.
¿Por qué? ¿Sabes quiénes son? – Hizo hincapié en su pregunta. Durant rápidamente asintió.
- En efecto... La colmena funciona con una jerarquía algo estricta. En la cima se encuentra la reina Vespiqueen, pero esta última falleció hace años a causa de un exceso del virus de Pokerus en su cuerpo. Es una enfermedad muy rara que es benéfica, pero cuando esta se presenta en exceso puede ser mortal.
Luego de la reina de la colmena, sigue el líder bélico. Es el que se encarga de dirigir y comandar todas las acciones ofensivas o defensivas de la colmena, la mente maestra, el estratega y el pokemon bicho con más prestigio en toda la isla... Siempre que algo le sucede a la reina, esta elige a una sucesora de cualquier especie y el líder bélico asume el mando hasta que la designada obtiene la edad suficiente como para ascender al trono.
Luego del líder bélico viene su guardia especial... son los pokemon insignia que el designa específicamente para protegerlo a él y a la reina. Siempre son los más fuertes de toda la colmena, insuperables en sus habilidades, reflejos y táctica.
La tradición dicta que estos guerrilleros especiales son los únicos que tienen o deberían tener el privilegio de mega evolucionar, por lo que se les otorga una mega piedra no antes de ser probados en la arena.
Por lo general son 4, dos que son designados para proteger al líder bélico quien este caso sería Escavalier y los restantes a la reina.
Son soldados muy especiales que rara vez se despegan del líder a menos que la situación sea de una gravedad que lo amerite. Por lo que enviar a Heracross, Beedril y Pinsir a irrumpir en otra nación para secuestrar a una figura importante es algo que ya de por si es riesgoso, si ese es el caso y la colmena esta aliada con tus detractores... debe ser porque realmente lo que sea que descubrió tu amigo, es algo de importancia intrascendente.
De normal no te pediría que escaparas, pues estaría traicionando a mi patria... Pero en tu lugar, yo ya estaría empacando mis cosas –
Lucario rápidamente retomo la vanguardia en la conversación.
- Alto ahí... Dices que eran 4 pokemon los que tienen capacidad para mega evolucionar, ¿entonces porque solamente me atacaron entre 3? –
- Porque solamente existen 4 especies en el reino de los bichos con la capacidad para mega evolucionar... esos son los pokemon ya mencionados y los Scizor. Pero no se presentan pokemon de esta especie desde hace décadas, sobre todo con el aumento masivo de los scyther y su odio desmedido hacia el color rojo –
El rosto de lucario evidencio una expresión de sosiego y calma, que se mezclaban de forma promiscua con una pisca de ingenio. Ya tenía una idea de cómo escaparía de aquel lugar, tenía que hacerlo rápido antes de que los pokemon de Escavalier lograran concretar con su cometido, que muy probablemente sería el de matarlo o torturarlo.
- ¡De acuerdo! No hay tiempo para tonterías. Tengo un plan para escapar de aquí y no solo consiste en esperar a que mis brazos me hagan caso.
¡Sceptile! –
El pokemon mencionado se apuntó a si mismo con el dedo índice, como si estuviera inseguro de su rol.
- Si tu... Necesito que vayas hasta Alveria y les notifiques todo esto a los hermanos scizor. Cualquier otro pokemon de cualquier otro tipo tendría muy difícil el acceso, pero una especie tan cotizada como los scizor en esta nación, seria recibida con los brazos abiertos. Cuéntales todo lo que escuchaste con discreción y avísales... ellos son la única esperanza que tengo para poder escapar de esta pocilga.
Mientras tanto yo tratare de ubicar en donde se encuentran los objetos de los reclusos para poder recuperar mi mega piedra, que también me la arrebataron... ¿Estás de acuerdo con esto? –
- ¡Wow wow! Para el tren amigo – Exclamo mientras las palmas de sus manos se inclinaban hacia adelante. – No puedo dejar mi trabajo, lo necesito para mantenerme y a mis padres ancianos... Además si renuncio así como así, se negaran a darme transporte y en esta isla no seré precisamente bienvenido por mucho tiempo.
Necesitaría esperar un mes para poder llegar al reino según lo programado –
Lucario negó con la cabeza.
- Es que no hay tiempo, no puedo quedarme haciendo una pose T como en los memes durante un mes, no tengo idea de que pretendan sacar de mí, de lo que le puedan hacer a Litten y Audino si yo no estoy para protegerlas o incluso lo peor... Gallade está siendo extorsionado, necesita que Litten este a salvo para poder desvelar su descubrimiento. Soy una piedra angular en todo este movimiento. Si logro salir de aquí y llegar con ellas a tiempo, podríamos ponerle fin a esta anarquía.
Porque realmente Gardevoir y yo no hemos concretado nuestra labor todo por las abrumadoras oleadas de crímenes que no dejan respirar a ninguno de nosotros.
Deja ese sucio trabajo de cargador de cajas y apóyanos, ayuda a tu amigo Gallade... Si formas parte de nosotros, tu salario será infinitamente mejor que el que tienes ahora o que el que tiene cualquiera de tus conocidos, así que no te preocupes por el dinero que yo te prometo que no te será un problema.
Sceptile suspiro con pesadez para después asentir.
- De acuerdo, te ayudare... -
- Una cosa más... No dejes que nadie además de ellos dos se entere de la operación, sinceramente no se en cuantos podamos confiar, por lo que preferiblemente que sea algo secreto –
Lucario logro percibir inconscientemente el movimiento y pensamientos de varios pokemon quienes se acercaban hacia el calabozo... Era nada más y nada menos que Pinsir, uno de los guardias especiales de Escavalier quien estaba patrullando.
- ¡Rápido! ¡Todos disimulen! –
Nuevamente, lucario fingió estar en un estado inconsciente, dejando caer su mirada hacia el suelo. Sceptile rápidamente se alejó de su celda y sujeto una pesada caja de cartón entre sus dos manos para seguir caminando. Durant solo tuvo que agazaparse para tener una cuartada conveniente.
Se pudo escuchar como el sonido metálico de la puerta raspaba con las rocas del suelo.
- ¡¿Ya terminaste de mover el equipo?! ¿Por qué tardas tanto? Era para que ya terminaras – Exclamo el pokemon totalmente encolerizado, sceptile estaba depositando la primera caja en el almacén.
- Disculpe jefe, es que comencé a sentirme mal de la cabeza y opte por reposar unos segundos... no amanecí muy bien hoy – Se excusó.
- Si si... Yo nunca despierto de buen humor y no es excusa para estar de holgazán. ¡Apúrate que no te pagamos para que te duermas! Todos tus compañeros de descarga ya terminaron y tu ni una caja has movido.
Pokemon incompetentes, eso es lo que son. Voy a reportarte con la empresa, ahora sigue trabajando –
Pinsir salió de la habitación azotando la puerta con vehemencia contra la pared. Lucario suspiro pesadamente al ver que el aura del mismo ya se había salido de su rango, sinónimo de que ya no se encontraba en el sector.
- A decir verdad, estaba nervioso de que el resto de los prisioneros nos delataran, pero están todos muy callados –
- Ellos no te van a delatar Lucario. Todos los prisioneros aquí le tenemos un odio desmedido a Escavalier. Cualquier persona que intente derrocarlo o atentar contra él, es más que bienvenida a este círculo amistoso –
- De verdad, es algo que les agradezco mucho a todos... Escavalier ahora es un enemigo de Alveria, por lo que en cuanto consiga salir de esta isla, les prometo que vamos a derrocarlo y los sacare yo mismo de este agujero... - Aquel comentario fue dirigido hacia todos los prisioneros del calabozos. Muchos asintieron en señal de gratitud y otros respondieron con susurros para no despertar la atención de los guardias.
Ahora lucario se había ganado la devoción, respeto y congregación al pokemon de lucha.
- De acuerdo Lucario... Simplemente voy, les aviso a los hermanos scizor y ya está... ellos vendrán a por ti, a sacarte de esa basura sin represalia alguna. ¿Pero en que transporte viajo? –
- Todas las noches hay un pokemon de tipo insecto que renta barcos para dar tours por todo el archipiélago. Solo tienes que dejarlo inconsciente para que no te delate y hurtarle uno. Aprovecha que el sol no está brillando ahorita para hacerlo directamente. Olvídate ya de las cajas y vete – Comento Durant.
Sceptile asintió.
- Nos vemos Lucario... Daré mi mayor esfuerzo... Y gracias, gracias por hacerme formar parte de algo más grande que ser un simple descargador de cajas. A decir verdad siempre estuve algo celoso de que Gallade hubiera tenido esa oportunidad, finalmente me toca y no la desperdiciare – Sceptile realizo una reverencia con sus manos extendidas para después de aquello, dejarse caer por una de las ventanas del calabozo... su agilidad le permitirá hendir el viento y ejecutar ostentosos y sutiles saltos de árbol en árbol. Ya no le era un problema.
Oficialmente estaba retirado.
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