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Doraemon miro por última vez el álbum, y luego los dos jóvenes que parecían estar en su propio mundo—‘si decido intervenir probablemente pueda volver el curso del tiempo a lo que era’—pensó Doraemon mientras guardaba el álbum.
No conocía a Ochaco del mismo modo en el que conocía a Shizuka, sin embargo lo poco que vio le gustó, ella no se quedó con las manos cruzadas cuando parecía que Gigante iba a golpear a su amigo y si a pesar del obvio peligro lo hacía solamente demostraba lo mucho que le importaba Nobita.
—‘no creo que esté bien que me meta o diga algo, es normal que el futuro cambie’—pensó mientras se acercaba al par de jóvenes—‘supongo que será agradable ver como las cosas fluyen entre ellos ‘—
Nobita pereció casi hipnotizado por Ochaco tenía tanta ganas de volver a abrazarla pero no tenía ningún pretexto para hacerlo.
Ochaco sonrió—si quieres abrazarme puedes hacerlo—le dijo notando sus intenciones—siempre que seas tu no me molesta—agrego pasando su brazos por la axilas del azabache y lo atrajo hacia ella.
Nobita también la abrazo y dejó que su mentón descanse en la cabeza de la castaña. Doraemon se acerco hasta estar a unos pasos de ellos—me tengo que ir…me olvide que quede con Mii —dijo metiendo su mano a su bolsillo sacando la puerta mágica y la cámara de vestuarios—como ya acabaron los deberes les dejo estos inventos para que vayan a donde quieran lo que resta de la tarde—
Nobita asintió levemente sin dejar de abrazar a Ochaco, Doraemon simplemente se volteo y se fue la verdad era que no había quedó con Mii sin embargo creyó que lo mejor era dejarlos solos.
Nobita deshizo el abrazo con delicadeza—hay algún sitio que te gustaría visitar…—preguntó suavemente.
Ochaco negó con la cabeza—realmente lo único que quiero es estar aquí contigo—respondió caminado hacia la base de un árbol en la que se sentó—… te parece bien si simplemente nos relajamos y vemos las nubes—agregó golpeado levemente a su lado invitándolo a sentarse ahí.
Nobita simplemente sonrió y se acerco a ella—me parece perfecto—le respondió mientras se sentaba a su lado—…siempre me gusto mirar las nubes—agregó relajándose.
Ochaco recargo su cabeza en el hombro de Nobita—aquella parece un dorayaki—dijo señalando con su dedo al cielo
Nobita asintió —y aquella nube que se acerca rápidamente se parece a Doraemon—dijo riendo un poco.
Sopiha dejó escapar un pequeño suspiro satisfecho realmente esperaba poder estar a su lado el día siguiente y los que le siguieran a ese…realmente esperaba conseguir que el se enamorara de ella.
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Shizuka se sentó en su escritorio intentando que su tarea la distraiga un poco cosa que no consiguió ya que vio a Doraemon pasar volando con el gorrocoptero sin Nobita ni Ochaco, automáticamente se levantó de su asiento y salió de cosa a buscarlos—no podré estar tranquila hasta que los vea—murmuró para si misma mientras caminaba a paso apresurado.
Mientras los buscaba se encontró con Gigante el cual caminaba dando pistones muy enojado—¿sucedió algo…? —preguntó muy nerviosa.
Gigante dejó salir mucho aire por su nariz antes de contestarle—ese maldito de Nobita metiéndose donde no lo llaman—murmuró colérico.
Shizuka sonrió—sabes donde esta Nobita…—dijo rápidamente Shizuka confundiendo a Gigante—llevo buscándolo un tiempo…quedamos en que haríamos los deberes juntos, pero no se donde esta—mintió descaradamente.
—esta en la colina—Shizuka se dio me día vuelta y se fue corriendo—no puedo creer que te haya dejado plantada…—continuó solamente para notar que la chica ya no estaba—supongo que tenía prisa—
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Estaba muy cansada para cuando llegó al claro sin embargo no se detuvo y diez minutos después escucho unas risas que la guiaron hacia el árbol en el que estaban sentados los dos miopes.
—es hermoso no te parece—escucho decir a Ochaco mirando con una enorme sonrisa el atardecer.
—todo es hermoso cuando estoy contigo—escucho decir a Nobita para su sorpresa, incluso pudo ver el rostro sorprendido de él mismo tal vez no quiso hacer ese comentario.
—“lo arruino”—pensó sintiendo una extraña sensación de alivio—“tal vez no tuve que preocuparme tanto”—
Ochaco puso una cara sorprendida antes de sonreírle con cariño—me hace muy feliz que pienses así—
De nuevo aquella desagradable sensación regresó al pecho de Shizuka casi la hizo sentirse enferma, tal vez debería ir a donde estaban ellos estaba 100% segura que su presencia rompería ese mundo rosa en el que estaban, sin embargo al mismo tiempo su cabeza le dijo que no era correcto hacerlo.
Shizuka dirigió su vista hacia el cielo—no perderé—murmuró mientras se daba la vuelta y se secaba las lágrimas que se le habían empezado a escapar—no te lo dejaré tan fácil—agregó regresando se por donde vino, tenía que planear cómo volver a tener la delantera.
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