Nobita se sentó en su asiento ignorando las malas miradas que le mandaba Gigante, siempre se preguntó por qué lo odiaba parecía que su dolor le causaba diversión, el siempre fue así aún tenía recuerdos en los que el junto con Sueno lo molestaban.

Nunca llegó a entender cómo es que Gigante parecía no soportar su presencia o como Sueno parecía encontrar placer en dejarlo de lado o humillarlo.

Tanto Ochaco como Shizuka voltearon a verlo con miradas preocupadas por el golpe que tenía en su nariz, sin embargo Nobita sólo noto la de Ochaco y le dio una sonrisa tranquilizadora, Shizuka miro su interacción sintiéndose lastimada y algo celosa.

La sirena del receso sonó, Nobita se estiro en su asiento intento deshacerse de la pereza de su cuerpo-hola...-le dijo a Ochaco suavemente con una sonrisa.

Ochaco continuo acercándose a él con una silla-no te molesta si me siento a comer contigo-dijo a modo de pregunta, Nobita negó con la cabeza y movió su silla dejando espacio para ella, una vez se sentó su mirada se fijo en el moretón en su nariz en medio de sus ojos-¿Qué te sucedió? -preguntó mientras tomaba cariñosamente el rostro de Nobita con sus manos.

Un tenue sonrojo apareció en las mejillas de Nobita-...un troglodita me golpeó cuando venía al colegio-murmuró suavemente mientras cerraba los ojos por unos instantes disfrutando del tacto de Ochaco.

-¿te duele mucho? -pregunto, Nobita negó ambos seguían en su mundo completamente ajenos al echo de que Shizuka los miraba con incredulidad sin creer el echo de que de la noche a la mañana sean tan cercanos.

Gigante no vio nada de eso...no lo correcto sería decir que no veía nada más que el rostro Nobita-...renacuajo-murmuró acercándose a él ignorando a Ochaco debido ala visión de túnel inducida por la ira-como te atreves a venir al colegio-agregó con ira frente al escritorio de Nobita asustando a Ochaco.

-¿por qué abría de no venir? -pregunto irónicamente Nobita, enojado más a Gigante mismo que lo tomó de la camisa e intentó levantarlo, sin embargo cuando hizo eso Ochaco lo detuvo.

-n-no... nos molestes-dijo agarrando coraje para defender al chico que le gusta, Gigante la miro por unos instantes primero su rostro luego su pecho y finalmente sus piernas, suavemente soltó a Nobita mientras desviaba su rostro sonrojado-vete...-

Gigante se fue algo descolocado ella fue la primera chica de su edad en plantearle cara y sencillamente eso le gustó.

-no debiste hacerlo... que tal si ese troglodita te hacía algo-dijo Nobita muy preocupado.

Ochaco le dirigió un sonrisa-no podía quedarme viendo como algo malo te sucedía...-amar también es desear el bienestar de la otra persona-tu eres alguien muy importante para mi-agregó sonrojado a Nobita y sonrojándose ella-un amigo muy importante-rectifico aún era muy pronto para decirle esas cosas.

Los dos estuvieron juntos por el resto del receso conversando y riendo ignorando como dos personas los miraban.

La sirena sonó y Nobita camino hacia Ochaco-quieres que nos vayamos juntos-le dijo, ella asintió con una sonrisa tomo su maleta y salió del salón con el.

Gigante se acerco a Suneo mismo que al verlo dejó todo lo que hacía por miedo a que lo golpee-que se le ofrece gran Gigante-dijo con su habitual tono de lame botas.

Gigante permaneció con su rostro rudo a pesar de su sonrojo-que me puedes decir de Ochaco -

Sueno lo miro por unos momentos antes de suspirar al parecer su enorme amigo de había vuelto a enamorar el tipo realmente caía flechado con facilidad -estamos con ella desde la escuela...- Sueno continuó contándole lo que sabía de ella mientras que Gigante a base de la información creaba un plan para conquistarla.

Por otro lado Shizuka salió del salón con una única cosa en mente la cual era ir a su casa hornear un pastel y llamar a Nobita, estaba segura que si sentaban a conversar arreglarían el mal entendido que sucedió ayer.

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Sueno caminaba junto con Gigante-la verdad no creo que te haga caso...-murmuró Suneo sabiendo que la chica no se decidiría por su violento amigo.

-¡que dijiste!-grito Gigante, Sueno negó rápidamente con su cabeza intentando evitar que lo golpee-iremos a su casa...pero antes pasaremos por un regalo para ella-

Sueno suspiro y lo siguió hasta una floristería, Gigante entró y miro todos los arreglos decidiéndose por un ramo de margaritas-el paga-dijo Gigante señalando a Suneo antes de que el salga de la floristería como si nada.

La señora giro a verlo con una sonrisa-serían 1500 ¥ por la flores que se llevó tu amigo- Sueno soltó un bufido mientras metía su mano en su billetera y le pagaba a la señora.

Quince minutos después los dos ya se encontraban parados frente a la casa de Ochaco, Gigante se arreglo un poco la ropa mientras se acercaba a la puerta cuando estuvo conforme tocó el timbre.

Un par de segundos después la puerta fue abierta por la madre de Ochaco la cual le dirigió una mirada dura a Gigante-¿Qué se te ofrece Takeshi? -preguntó

El joven corpulento sonrió sin notar la incomodidad en el rostro de la señora-se encuentra Ochaco en casa-dijo imaginándose a ella saliendo y poniéndose muy feliz por la flores que le llevó.

La señora negó-no esta en casa ella salió...-dijo haciendo que el joven corpulento ponga un rostro de decepción

-una cosa más... no me gusta que estés cerca de mi hija-Gigante la miro conmocionado.

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Shizuka tarareaba una canción mientras colocaba la mescla en un molde-ya casi...-murmuró mientras ponía el molde en el horno-ahora solo me queda llamarlo... ¿me pregunto si se alegrara-agregó saliendo de la cocina hacia el pasillo en donde se encontraba el teléfono-hola...-dijo cuando el pitido seso.

-hola Shizuka...-dijo Tamako dese otro lado de la línea-eehh si quieres hablar con Nobita me temo que no será posible ya que salió-

Shizuka frunció el ceño-¿salió?... ¿A dónde?... ¿Con quien? -dijo, mientras apretaba con fuerza el cable del teléfono.

-con Doraemon y aamm... Ochaco me parecía que era nombre-respondió Tamako, el rostro de Shizuka se agrio antes de que colgará con violencia.