Luego de por lo menos una hora en la que exploraron el mundo resolvieron problemas desde matemáticos hasta simples preguntas llegaron a lo que parecía ser un enorme castillo.

—así que al fin llegamos—murmuró Ochaco sonrió realmente se había divertido—realmente me asuste al inicio— murmuró recordando cuando tuvieron que luchar con una mujer de las nieves, sin embargo luego de responder algunas preguntas su cuerpo simplemente se movió sólo derrotándola

Nobita sonrió—también me divertí—la castaña sonrió realmente le alegro el echo de que al parecer Nobita haya disfrutado su presencia.

Varias letras empezaron a descender del cielo formando una oración

a. Si lanzamos 100 veces, ¿cuál es la probabilidad de pasar de 7 m. en 88 ocasiones?

Es la pregunta que apareció frente a los dos chicos, Ochaco se llevó la mano al mentón mientras pensaba cuál sería la manera correcta de responderlo—¿alguna idea?—preguntó mirando a Nobita mismo que suspiro

—realmente no soy bueno en los problemas de probabilidad —murmuró algo avergonzado, Ochaco le sonrió mientras negaba levemente con su cabeza.

—está bien…no existe alguien en el mundo que pueda decir que es bueno en todo— murmuró mientras ponía su mano en la mejilla de Nobita sonrojándolo—tampoco soy buena en ese tipo de problemas pero juntos…—Nobita la miro a los ojos esos ojos que no lo miraban como alguien tonto o un desperdicio de tiempo, esos ojos que lo miraban con tanta fe y cariño que lo hipnotizaron—estoy segura que podremos hacer lo que sea—Nobita asintió

Luego de 45 minutos de prueba y error resolvieron el problema juntos

n: nº de repeticiones = 20               
B(10,0′87) {p = P(acertar) = 0′87                      }
q = 1 − p = P(no acertar) = 0′13
a.
P(x > 7) = P(x = 8) + P(x = 9) + P(x = 10) =
= (10) (0′87)8(0′13)2 + (10) (0′87)9(0′13)1 + (10) (0′87)10(0′13)0 = 0,8692
8 9 10
b.
n p
B (100⏞ ; 0⏞,87) {n · p = 87 > 5 → N
n · q = 13 > 5
0,6736
P(x > 88) = P(x′ > 88,5) = P (z >  ) = P(z > 0,45) = 1 − ⏞P( z  < 0  ,45  ) =
= 0,3264

“la respuesta es correcta” dijo una voz robótica “el siguiente objeto que los ayudará con su misión es… ” frente a ellos apareció una katana y una calzaba

Ochaco tomó la calabaza dejándole la espada a Nobita, ambos entraron al castillo en donde encontraron a un enorme dragón mismo que al verlos empezó a atacarlos encendiendo el piloto automático de los cuerpos de los jóvenes.

Nobita lo esquivo antes de saltar hacia su cabeza enterando se espada en su nuca, el dragón grito de dolor y se movió bruscamente expulsado a Nobita mismo que dio una voltereta en el aire y cayo al suelo con elegancia.

De la calabaza de Ochaco salieron cadenas que apresaron al dragón permitiendo que Nobita  pueda volver a atacarlo esta vez se barrió por debajo de él e incrustó su espada en su estomago haciéndole una gran herida.

—¡ ahora! —grito Ochaco haciendo que las cadenas lo tiren hacia la calabaza una vez dentro las misma se sello

<felicitaciones jóvenes héroes, gracias a ustedes la paz regreso al mundo> una luz los rodeo regresándolos al mundo real.

Nobita se acostó en el suelo de su habitación—eso fue muy divertido—dijo con una enorme sonrisa
Ochaco se dejó caer a su lado—me divertí mucho gracias por invitarme—dijo dejando salir un suspiro—me preguntó que hora es…—

Nobita miró hacia su ventana notando que aún había mucha luz—no parce ser muy tarde…¿tienes que irte? —preguntó algo triste

Ochaco negó mientras se acomodaba de modo que quedó al lateral de Nobita con su cabeza descansando en su pecho en donde pudo escuchar los latidos acelerados de su corazón poniéndola feliz—no es eso…eso solo que me preguntaba si aun podría quedarme aquí contigo—un suspiro feliz se le escapó—realmente me gusta estar contigo—

Nobita sonrió genuinamente feliz—son las 15:30…que te parece si salimos a dar un paseo—

Ochaco asintió—me parece una idea genial—dijo mientras se paraba y tomaba de la mano a Nobita ayudándolo a levantarse.

Los dos chicos salieron  de la casa mientras charlaban y ocasionalmente reían.
—¿repetiremos esto? —preguntó con algo de tenor de qué está sea su única salida juntos.

Nobita la miró antes de sonreír—por supuesto que lo haremos…me gusta mucho estar contigo—Ochaco sonrió con un tenue sonrojo por la respuesta.

El tiempo juntos pronto se terminó y Ochaco regresó a su hogar temprano tal y como se lo prometió a su madre, mientras que Nobita regresó a la suya con una agradable sensación en su pecho…aquella fue la primera vez que se divirtió tanto y nadie estuvo echándole en la cara sus defectos.

Cuando al fin llegó a su hogar y entró se topo con Doraemon—te divertiste con Shizuka…—le preguntó con una sonrisa.

Nobita negó suavemente—no pudo venir por que estaba ocupada—mintió mientras se sentaba en el tatami—asique invite a Ochaco —agregó con una sonrisa cuando menciono el nombre de la castaña —fue muy agradable estar con ella—
Doraemon se sorprendió antes de sonreír—me alegra mucho que estés haciendo más amigos—

Al siguiente día

Los chismes de su pelea con Gigante se habían extendió como pólvora, cada joven con el que se cruzaba cuchicheaba sobre ello.

Nobita suspiro—espero y esto no me traiga problemas…—murmuró antes de que un puño duro como una raca se estrellara en su cara.

Gigante río—enserio creíste que no me iba a cobrar por lo que hiciste ayer…—dijo viendo como el azabache intentaba levantarse—…esto aun no ha terminado—finalizó antes de irse en dirección al colegio.

Nobita se levantó y sus lentes cayeron al suelo destrozados—maldita sea…—no podía ver nada, bueno si veía pero no eran más que borrones lo que es igual a nada—estúpido Gorila…—dijo mientras cerraba su puño dejando un pequeño espacio por el cual ver—al menos de este modo podré regresar a casa—

Durante el camino de regreso varias personas lo miraron raro hasta que al fin llegó y para su mala suerte se encontró con su madre en el pasillo principal.

El rostro de Tamako se contorsiono en ira antes de que la misma se vea opacada por la preocupación—¿ que sucedió? —preguntó mientras lo tomaba de la mano y lo guiaba hacia la sala.

Nobita suspiro—alguien pateo un balón con demasiada fuerza y golpeó mi rostro— mintió de la mejor manera que pudo—mis lentes están rotos…es mi culpa por no estar alerta—

Tamako negó mientras tomaba un sobre del botiquín el cual al partirlo se enfrió—los accidentes pasan…—murmuró poniéndole la compresa fría en el golpe—trata de estar más alerta—agregó mientras miraba con preocupación el golpe—llamaré al maestro para decirle que no iras…—

—iré al colegio—dijo Nobita interrumpiendo a su madre no quería darle la satisfacción de faltar a Gigante

La preocupación de Tamako creció—¿estas seguro? —Nobita asintió de manera firme—…está bien—murmuró mientras se levantaba y caminaba hacia el armario del cual sacó el par de lentes de repuesto de Nobita—…llamaré un taxi, aún no es muy tarde —dijo mientras le daba los lentes a Nobita

Díez Minutos después y con 20 minutos de retraso los dos llegaron al instituto entraron y llamaron a la puerta del salón.

—buenos días maestro le ruego nos disculpe, lo que sucedió fue…— dijo Tamako explicándole lo que había sucedido esperando que el maestro entienda.

El maestro frunció el celo antes de suspirar—está bien…pero solo por que veo que Nobita esta intentado cambiar—

Tamako sonrió e hizo una reverencia—muchas gracias maestro—dijo empujando levemente a su hijo por el espacio que el maestro le dejó para que entrará.

Una vez dentro todos lo miraron como si no fuera nada nuevo después de todo siempre llegaba tarde, todos a excepción de Gigante que lo miro con enojo