Se volvieron a burlar de él, no era sorpresa tampoco novedad pero no por eso dejo de molestarle...cada risa resonaba en su cabeza, cada comentario lo hería como nada lo había hecho estrujando su corazón al punto de que sintiera que se asfixiaba.

Aunque tapara sus oídos con sus manos las risas seguían presentes, cerrar los ojos no servía de nada pues los rostros torcidos en una mueca desagradable por la risa aparecían en su mente.

Gigante río mientras lo seguía de cerca luego de salir de la casa de Suneo—tú quisiste ir a ver la película a pesar de que Suneo trato que no fueras asique no puedes culparnos—dijo mientras se ponía las manos detrás de la cabeza y continuaba riéndose recordando todos los hechos vergonzosos que había visto del Nobi

—Eso, eso—dijo Suneo asintiendo totalmente de acuerdo—además si te manejaras con decencia nada de esto habría sucedido—agrego mientras pasaba su mano por su flequillo.

El chico con cara de zorro lo había seguido por una semana grabándolo en secreto, recolectando cualquier echo vergonzoso cometido por el en ese tiempo con la única motivación de enseñárselas a todos sus amigos y que se burlaran de el

Quería correr pero sentía que si lo hacia sus rodillas cederían y se caería, ya había sido humillado lo suficiente hoy como para caerse enfrente de ellos dándoles otra razón para burlarse de él, sin más siguió caminando hacia su casa a paso lento esperando que pronto Gigante y Suneo se cansasen de molestarlo y se fueran a sus casas.

Cuando al fin llego a su casa ya se había desasido de sus dos matones quienes lo abandonaron 1 o 2 cuadras antes de llegar a su casa debido a que Nobita no respondía a sus burlas cosa que los aburrió. Abrió la puerta de su hogar y camino hacia la planta alta donde se encontraba su habitación, Doraemon no estaba en su habitación debido a que se encontraba en una cita con Mii-chan.

Si ningún reparo se dejó caer en medio de su habitación esperando que la desagradable sensación que le produjo su humillación desaparezca, 10 minutos después su vista se fijó en su escritorio más específicamente en el cajón

—Necesito hablarlo con alguien...—murmuro mientras abría el cajón y viajaba en el tiempo a la época en la que su abuelita aún estaba viva, como si su cuerpo se hubiese puesto en piloto automático salió del escritorio y busco a su abuelita por la casa sin preocuparle ser descubierto, al parecer la suerte al fin le estaba sonriendo porque ni su madre ni su versión infantil estaban en la casa, un par de minutos después abrió una puerta corrediza y la vio sentada mientras tejía

—Tu...—murmuro la anciana girándose intentando reconocer el rostro del joven—eres el Nobita del futuro ¿verdad? —Nobita no dijo nada simplemente se acercó y lloro en el regazo de su abuelita—... ¿Qué paso? —le pregunto mientras acariciaba con cariño la espalda de su nieto.

—yo...ellos...—murmuro entre sollozos contándole lo sucedido a su abuelita, ella lo escucho y a pesar de estar muy enojada por lo que le hicieron guardo la compostura—Nobita no todo el que se hace llamar tu amigo lo es—Nobita se levantó muy confundido mientras limpiaba sus lentes—un amigo es alguien que sabe cómo eres, te conoce y hace el esfuerzo por entenderte...es un vínculo reciproco en el que recibes lo que das—

—... ¿reciproco? — pregunto el azabache ya un poco más calmado, su abuelita le sonrió mientras les revolvía el cabello un poco

—Si tú en una relación de amigos das respeto, tolerancia y cariño, lo menos que puedes esperar es que la otra persona responda del mismo modo...de otro modo solo estarían aprovechándose de ti—dijo su abuelita mientras se levantaba hacia uno de los armarios y tomaba el daruma que tenía guardado junto con un pincel y algo de tinta—dime tu realmente crees que ellos son tus amigos—

Nobita lo pensó un poco y noto que ninguno era realmente su amigo, la única razón por la que pasaba tiempo con Gigante y Suneo era porque ellos lo obligaban a hacerlo en toda su clase con la única que el comenzaba charlas era con Shizuka aunque con la última no estaba tan seguro que las cosas seguirían iguales después de todo ella también se rio de su humillación y lo lastimo en verdad

—Lo suponía—dijo su abuelita mientras suspiraba— Nobita tienes que prometerle a tu abuela que buscaras amigos de verdad— Nobita puso una expresión escandalizada en su rostro—las malas amistades deben ser cortadas, sé que es difícil encontrar un verdadero amigo pero estoy segura que lo conseguirás—

Nobita asintió entendiendo que ya era hora de que se haga respetar, su abuelita sonrió mientras le daba el pincel con algo de tinta a su nieta y colocaba el daruma frente a él.

—Tal vez esto ya sea algo anticuado en el futuro—murmuro su abuelita, Nobita negó rápidamente mientras le pintaba una pupila al daruma

—yo prometo que desde ahora me tomare las cosas más enserio, dejare de ser tan cobarde y no permitiré que nadie me pisotee—la expresión tan decidida en el rostro de su nieto la hizo sonreír

—recuerda que por más difícil que sea o las veces que caigas— dijo su abuelita empujando al daruma para que este vuelva a pararse por sí solo—se cómo el señor daruma y vuélvete a levantar—le dijo haciendo que el azabache recuerde la vez que se cayó en el patio y su abuelita lo ayudo—si caes siete veces levantate ocho—

14:00 p.m.

Nobita salió de la máquina del tiempo algo renovado luego de haber charlado con su abuelita, con sumo cuidado dejo el daruma en su escritorio mientras caminaba hacia su mochila y sacaba los cuadernos con los deberes qué tenía que hacer para el día de mañana

Fue difícil empezar a hacer los deberes, sus malos hábitos lo empezaron a atacar primero aburrimiento y luego llego el sueño quería abandonar su escritorio y echarse una siesta—soy un inútil...—murmuro dejando caer su cabeza en su escritorio, una de sus manos toco el daruma asiendo que reaccione y que se golpee las mejillas con las palmas de sus manos—nadie dijo que sería fácil...los malos hábitos son difíciles de superar, pero lo conseguiré—se dijo así mismo empezando con los deberes nuevamente.

15:30 p.m.

Doraemon entro a la habitación con una enorme sonrisa—mi cita con Mii fue genial—murmuro antes de dirigir su vista hacia el azabache y sorprenderse al verlo haciendo sus deberes— ¿tienes fiebre? —pregunto tocándole la frente, el ceño de Nobita se frunció rápidamente agito la cabeza entendiendo que era estúpido enojarse.

— ¿puedo pedirte un favor? —Pregunto Nobita, Doraemon algo renuente asintió— me podrías dar algo que me ayude con los deberes—el rostro de Doraemon se contorsiono en ira—espera antes que te hagas una idea equivocada no quiero algo que me dé haciendo los deberes—agrego tomando su cuaderno y le indico varios ejercicios que estaban incompletos—quiero algo que me explique cómo hacerlos para poder terminarlos yo mismo— Doraemon sonrió enormemente ante lo dicho por Nobita

Doraemon empezó a llorar—no creí que este día llegaría jamás—murmuro mientras metía sus manos en su bolcillo y sacaba un robot de unos 30 cm de extremidades y cabeza ovalada de color beige—este es un maestro particular del siglo XXII, los padres lo usan para que sus hijos puedan nivelar sus notas por lo que tiene conocimiento de escuela, colegio y universidad—

—Muchas gracias—le dijo Nobita cargando el robot poniéndolo en su escritorio—estos ejercicios no los entiendo, podrías explicarme como hacerlos— el robot se encendió y empezó a revisar los ejercicios a medias de Nobita

—El proceso es correcto, sin embargo en esta parte te equivocaste—le dijo señalándole un signo—aquí el signo debería ser un + y no un – es por eso que por mucho que intentes las respuesta no te sale—Nobita asintió cambio el signo y continuo con el problema esta vez terminándolo—ahora está bien...siempre debes recordar la ley de signos—el azabache asintió mientras continuaba con sus deberes con el robot vigilándolo.

Doraemon asintió con una sonrisa mientras se sentaba y leía algo mientras Nobita terminaba con sus deberes

16:30 p.m.

La puerta corrediza de la habitación de Nobita se abrió revelando a su madre—Nobita podrías ir a comprarme algo—la canasta de las compras se le escaparon de las manos cuando vio a su hijo sentado en el escritorio—haces tus deberes...—murmuro algo incrédula y muy feliz

Doraemon tomo la canasta—yo iré a las compras—dijo saliendo de la habitación, Tamako sonrió y también salió de la habitación

17:30 p.m.

—Buen trabajo—dijo el robot viendo como Nobita se estiraba en su silla antes de levantarse de la silla—le recomiendo que prepare su mochila para mañana de ese modo evitara cualquier olvido el día de mañana—Nobita asintió y lo hizo una vez acabo bajo las escaleras en busca de algo de comer

—Ya has terminado—le pregunto Tamako a su hijo quien asintió—he de suponer que tienes hambre, tendrás que esperar la cena ya está casi lista...sin embargo mientras tanto puedes—Tamako camino hacia la cocina y tomo el envase de yogurt—tener un vaso de yogurt hasta la cena—Nobita lo tomo con una sonrisa—ha y por cierto hijo, buen trabajo—le dijo con una enorme sonrisa alegrando mucho al azabache.

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Aquella noche su padre también lo felicito por haberse aplicado, realmente le agrado mucho la sensación de que reconocieran el esfuerzo que estaba haciendo por cambiar.

Eran la 7: 30 a.m. Doraemon se despertó estirando todas sus articulaciones robóticas cual gato una vez que el sueño abandono por completo su cuerpo su vista se fijó en Nobita—habrá que empezar...—se dijo así mismo sabiendo que el azabache era muy difícil de despertar, normalmente su lucha por despertarlo se extendía hasta las 8: 20 a.m. cuando el azabache al fin despertaba pero ya era tarde por lo cual nunca llegaba puntual al colegio—Nobita, Nobita despierta que ya tienes que prepararte para el colegio—dijo mientras lo movía, el azabache abrió los ojos y estiro su mano con pesadez hacia sus lentes, se los colocó y se sentó con la misma pesadez

—...ya te he oído—murmuro mientras se levantaba y caminaba hacia la planta baja arrastrando sus pies, una vez ahí entro al baño y se lavó la cara con agua helada despertándose por completo—tengo que acostumbrarme a levantarme apenas Doraemon me mueva—murmuro para sí mismo mientras salía del baño en dirección al comedor

—Vaya...—murmuro Nobisuke dejando su periódico en la mesa—te despertaste temprano —agrego levantándose y caminando hacia su hijo—así me gusta—le dijo con una sonrisa —ven ahora podrás comer con tranquilidad—

El fanfic se basa en el capítulo en el que Suneo persigue a Nobita y lo graba para indicarles a sus amigos todas las cosas vergonzosas que hace lo siento pero no recuerdo que numero de capitulo era

Daruma o muñeco de los propósitos como su nombre indica no es un amuleto que cumple deseos, si no uno que motiva y da fuerzas para conseguir un propósito bajo la filosofía de que el éxito llega siempre que hayamos fijado un objetivo, cuando hemos decidido nuestro propósito, debemos pintarle uno de los ojos y trabajar duro para conseguirlo, este amuleto nos motiva y nos ayuda a conseguir nuestro objetivo, pero naturalmente tenemos que poner de nuestra parte para ello. Y cuando consigamos nuestro propósito, deberemos pintarle el otro ojo en señal de agradecimiento, momento en el que nos invadirá un sentimiento de satisfacción, de consecución, de trabajo bien hecho indescriptible.