𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐𝟐ꨄ
El sonido del bolígrafo de Jake tamborileando distraídamente sobre su cuaderno resuena en el aula.
La voz del profesor se desvanece en el fondo mientras su mente vaga, repasando los últimos días.
Todo había cambiado tan rápido, la vida de Jake parece haber dado un giro completo de trescientos sesenta grados en menos de una semana, la ruptura no oficial con Heeseung, su inesperada conexión con Sunghoon, y la forma en que, sin darse cuenta, se ha dejado llevar por la calidez que el mayor le brinda.
Esa mañana había cruzado miradas con Heeseung en los pasillos del Campus.
Fue un encuentro extraño, casi surreal.
Ninguno de los dos habló, pero compartieron una sonrisa breve y cordial. No había resentimientos ni rencor; solo una silenciosa despedida entre dos personas que sabían que su tiempo juntos había terminado.
Jake sintió alivio, pero no podía negar que había una sensación de melancolía mezclada con gratitud por lo que una vez compartieron.
Sin embargo, es otro el que se adueña de sus pensamientos, ocupando cada espacio en su mente: Sunghoon.
Su sonrisa descarada, su mirada profunda, la forma en que lo había sostenido entre sus brazos esa noche en el sofá... Cada pequeño detalle de él es suficiente para que su corazón lata más rápido.
Jake suelta un suspiro suave, mordiendo el extremo de su bolígrafo mientras trata de concentrarse en la clase.
Pero es inútil. Cada vez que cierra los ojos, se ve a sí mismo con Sunghoon, riendo juntos, compartiendo el desayuno y disfrutando de esos pequeños momentos que comienzan a parecer demasiado perfectos para ser verdad.
"¿Qué estoy haciendo?", se pregunta, aunque una sonrisa involuntaria curva sus labios.
Es imposible no sentirse emocionado. La posibilidad de una nueva historia, una en la que tal vez él y Sunghoon encajen perfectamente, lo llena de un calor reconfortante.
El timbre finalmente suena, sacándolo de su ensueño.
Jake recoge sus cosas apresuradamente, deseando poder enviarle un mensaje a Sunghoon, aunque todavía no sabe qué decir.
Todo es nuevo, confuso y emocionante al mismo tiempo.
Mientras sale del aula, no puede evitar sentir que su teléfono vibra en su bolsillo. Lo saca y ve un mensaje de Sunghoon:
«Sunghoon: ¿Te veo después de clases? Te invito un café, siempre he querido probar tu favorito.»
Jake suelta una risita y, sin dudar, responde:
«Jake: Solo si me ayudas a elegir mi pedido, soy un desastre con los cafés.»
Con una sonrisa en los labios, guarda su teléfono.
El día se siente más ligero, como si todo estuviera encajando en su lugar.
Jake camina por los pasillos con un nuevo aire de tranquilidad.
Tal vez, después de todo, esa nueva historia con Sunghoon no es solo un sueño.
Sunghoon había pasado toda la mañana en el gimnasio, levantando pesas y corriendo en la cinta, pero ni el agotamiento físico ni la música que resonaba en sus auriculares lograban distraerlo.
Cada pausa, cada sorbo de agua, su mente volvía inevitablemente a Jake. Recordaba su cabello rubio desordenado al despertar en sus brazos, los suspiros nerviosos que dejaban sus labios, y esa chispa traviesa en su mirada cada vez que decía algo ingenioso.
Desde que conoció a Jake, todo se sentía diferente. La gente solía verlo como alguien inalcanzable, pero con Jake, todo se siente más fácil y natural, como si lo conociera desde siempre.
Los momentos juntos no se sienten forzados, sino genuinos y cómodos, incluso cuando comparten silencios. Ese pensamiento lo hizo sonreír mientras terminaba su rutina. Jake era... especial.
Después de ducharse, Sunghoon se viste sin prisa, eligiendo una camiseta negra simple y unos vaqueros desgastados. Mientras se peina frente al espejo, la ilusión de volver a verlo crece en su interior.
Hay algo en Jake que lo hace querer estar cerca de él, conocer cada detalle de su vida y ser esa constante que lo apoye en todo.
El día avanza lentamente, y Sunghoon decide que la mejor manera de acortar la espera es ocuparse con algo útil.
Pasa por una sala de lectura de su trabajo para leer, pero su mente sigue divagando.
Imagina a Jake riéndose, con las mejillas sonrojadas, como el día anterior cuando prepararon juntos el desayuno. La idea de compartir más momentos así le hace sentir una calidez que no había experimentado en mucho tiempo.
Finalmente, toma su teléfono y, sin pensar demasiado, escribe el mensaje que había estado queriendo enviar desde la mañana:
«Sunghoon: Te veo después de clases? Te invito un café, siempre he querido probar tu favorito.»
Apenas presiona enviar, se queda mirando la pantalla, ansioso por una respuesta. Cuando el teléfono vibra pocos segundos después, su corazón da un pequeño salto.
«Jake: Solo si me ayudas a elegir mi pedido, soy un desastre con los cafés.»
Una sonrisa amplia aparece en su rostro, y sin poder evitarlo, suelta una risa suave.
Jake tiene una forma única de iluminar incluso los momentos más simples. Sunghoon guarda su teléfono y sale de la biblioteca, sintiendo que, por primera vez en mucho tiempo, todo está yendo en la dirección correcta.
El resto del día pasa volando. Mientras conduce hacia el Campus para encontrarse con Jake, su mente no deja de jugar con la posibilidad de lo que podrían ser.
Cada distancia que acorta hacia él, lo acerca no solo físicamente, sino también emocionalmente, como si poco a poco, sin darse cuenta, Sunghoon estuviera cayendo por completo en los encantos del chico que ha cambiado su vida en cuestión de días.
Gracias por leer la historia ❤️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro