Royal Woods Michigan - Escuela secundaria - 8:00 a.m.

Podemos ver a nuestra protagonista, la cual se encontraba llegando a la escuela, junto con su amiga Betty, para luego bajar del auto y caminar hasta la entrada.

Linka: Oye, en verdad algún día me enseñarás a hacer eso. Yo quisiera aprender a conducir así, como tú. - dice la peliblanca algo emocionada, mientras veía como la pelinegra derramaba unas lágrimas estilo anime con una multa en sus manos.

Betty: Ay, no pensé que practicar Drift aquí, en una curva era tan peligroso y que peor aún, me pueden multar. Quizás te lo enseñe pero en otra ciudad, por qué aquí no se puede. - dice la pelinegra algo nerviosa, mientras guardaba la multa.

Linka: Alto, no escuchas algo. Suena como una gran multitud y son muchas voces. - dice la peliblanca algo confundida, mientras escuchaba como varios alumnos gritaban "pelea", para luego salir corriendo adentro de la escuela.

Betty: ¿Qué demonios está pasando?. Ahora quién se estará peleando allí dentro. - dice la pelinegra algo confundida, mientras salía corriendo detrás de Linka.

Al llegar hasta el pasillo, observan a Alan, el cual se encontraba levantándose del piso, para luego darle un fuerte rodillazo en el estómago a Cristian, el cual lo recibe de lleno, cayendo contra el suelo, con mucho dolor.

Alan: Haber, dónde quedó tu boca al decirle así a Linka. ¿Eh?, vamos aquí estoy. Dímelo otra vez en mi cara, infeliz. - dice el castaño bastante molesto, con algunas heridas y moretones en su rostro.

Cristian: Maldito muerto de hambre. Te juro que esto no se va a quedar así. Te voy a matar... Desgraciado. - dice el pelirrojo bastante adolorido y con algo de sangre cayendo por su boca.

Linka: ¿Qué rayos?. Alan, ¿Qué es lo que están haciendo?. Por qué se estaban peleando tú y él. - dice la peliblanca bastante preocupada, mientras miraba los moretones que tenía el castaño, para luego mirar al pelirrojo.

Alan: Este desgraciado, que anda de boca floja. Haber si sigue así, cuando le termine de romper el hocico. - dice el castaño bastante enojado, mientras se intenta lanzarse de nuevo contra Cristian, pero Linka lo detiene y lo separa de allí.

Director: Muy bien, muy bien, ya basta. ¡Aquí no es un torneo de lucha!, es una escuela. Así que respeten la institución. Connors, vaya a la enfermería y usted señor Rickets, debe acompañarme a mi oficina, ahora. - dice el director en un tono serio, mientras comenzaba a caminar.

Rickets: ¿Qué?, pero si el fue el que me golpeó primero. Por qué no se lo lleva a su oficina, también. - dice el pelirrojo algo molesto, mientras se levanta del suelo.

Director: Estás manchando mi piso. Así que date prisa. Y Connors, en un rato también hablaré contigo, así que muévete a la enfermería. Señorita Loud, lleve al señor Connors ahora mismo a la enfermería. - dice el director en un tono serio, mientras se marchaba con el pelirrojo a su oficina, al mismo tiempo que la bola de alumnos se iban de a sus aulas.

Minutos después, en la enfermería. Una enfermera se encontraba atendiendo las heridas del castaño, hasta que de pronto, está llama a Linka, la cual se acerca a ella.

Enfermera: Por favor, necesito que solo le limpies las heridas, necesito ir a la oficina del director. En seguida regreso. - dice la enfermera en un tono serio, mientras salía de la enfermería, al mismo tiempo que la peliblanca se sienta al frente del castaño, el cual se agarraba su brazo.

Alan: Antes de que me regañes. Déjame decirte por qué me pelee con Cristian. La razón por la que nos peleamos. Es por qué... No aguante que te dijera muchos insultos a ti. Y... Cuando te insulto de más, no me contuve y le di sus guamazos, hasta dejarlo como calcetín tendido. - dice el castaño en un tono serio, mientras alzaba sus puños, hasta que Linka le hace presión en una herida, haciendo que el castaño se queje del dolor. - Ay, ay, ay. No perate, que ahí me duele más.

Linka: Pues es lo mínimo que te mereces, por estar peleando. Ya sabes lo que te dijo el señor Gregory. Solo espero y te aguantes, los regaños que él, te va a dar. - dice la peliblanca con una sonrisa, mientras limpiaba algo de sangre.

Alan: Hmm... Siendo sincero. Nunca imaginé ver una sonrisa, así de bonita como la tuya. - dice el castaño con una mirada perdida, haciendo que la peliblanca se sonroje un poco. - Digo... Una sonrisa tan perfecta, digo... Una sonrisa muy... Contenta.

Linka: Hmm, no te preocupes. No trates de componerlo. Ya lo entendí. Muchas gracias, Alan. Gracias por defenderme, aunque fuera mi nombre. - dice la peliblanca con una sonrisa, mientras terminaba de limpiar las heridas del castaño, el cual se rasca un poco el cabello.

Alan: Jeje, no es nada Linka. Por qué... Cuando te vi por primera vez, yo... Me quedé tan... Pensativo. Y... Luego me dije a mi mismo que... La sonrisa y la felicidad de una chica tan bonita. Es algo realmente importante. - dice el castaño con una sonrisa, mientras tomaba la mano de la peliblanca, la cual se acerca a él, poco a poco.

Linka: Alan... En verdad solo defendiste mi nombre, por los insultos de Cristian... O... Hay algún otro motivo, por el cual te agarraste a golpes con él. - dice la peliblanca en un tono tranquilo, mientras se acercaba al castaño, el cual se sonroja levemente al tener a Linka tan cerca.

Betty: Chicos... Oh, interrumpo algo. - dice la pelinegra con una sonrisa, haciendo que ambos se exalten y se separen, para luego mirar a otro lado. - Jejeje, eso pensé. Cómo sea, ya están listos. Ya es hora de que vuelvan a clases.

Linka: Si, ya terminamos aquí. Vamos Alan y recuerda... Por más insultos que ese idiota nos deje caer. No te rebajes a su nivel. Él, es un loco con problemas de atención. - dice la peliblanca con una sonrisa, mientras se marchaba de allí. Al mismo tiempo que el castaño se baja de la camilla algo sonrojado.

Betty: Oye que fue todo eso. Acaso tú y Linka... Ya sabes... Ustedes dos están... Tu sabes. - dice la pelinegra con una sonrisa, mientras hacía señas con sus dedos.

Alan: ¿Qué?, ella y yo... No, no, no. Solo somos buenos amigos, es todo. Linka y yo, no nos gustamos. Es solo que ella... Se preocupa por mi, es todo. - dice el castaño con una sonrisa, mientras salía de la enfermería. - Yo haría lo mismo, si a ella le pasará algo.

Betty: Hmm, si claro como digan. Aunque yo no me creo eso, pero digamos que te creo. - dice la pelinegra con una sonrisa, mientras se iba de allí. Al mismo tiempo que la enfermera regresaba.

Horas después, en la cafetería de la escuela. Nuestra protagonista se encontraba almorzando junto con sus amigos. Hasta que de pronto, estos observan cómo 3 chicas, entran a la cafetería con caras de pocos amigos.

Betty: Diablos, son esas chicas. Que querrán ahora. Acaso, nos van a golpear o algo peor. - dice la pelinegra un poco nerviosa, mientras veían como estás se acercaban a un chico de lentes, el cual estaba demasiado asustado.

Sthepanie: Tu, pequeña lagartija de 4 ojos. Se suponía que tendrías mi tarea de álgebra para hoy... Y nunca llegó a mi, como habíamos acordado. ¿¡En dónde está!?. - dice la castaña mientras azotaba al pobre chico contra la mesa de la cafetería.

Chico: Yo... Yo... Yo pensé que era para mañana. Y por eso decidí dejarla para hoy. No creí que la tenías que entregar ahora. - dice el chico algo asustado, al mismo tiempo que la castaña comienza a levantarlo poco a poco.

Sthepanie: Ah, entonces no sabías que era para hoy. Hmm... Pero yo si se que los golpes que te voy a dar, son para ahora. - dice la castaña en un tono serio, mientras alzaba su puño, para luego darle un potente golpe en el estómago al pobre chico, el cual se aguanta el golpe como puede.

Linka: Rayos, tenemos que hacer algo. Esa chica no se puede aprovechar de los demás, por su fuerza. La voy a detener. - dice la peliblanca en un tono serio, mientras se levanta de la mesa, para luego ir hacia donde estaban las 3 chicas.

Betty: No Linka, espera no vayas. Te van a hacer daño, esas 3 locas. - dice la pelinegra bastante preocupada, al mismo tiempo que Alan, se levanta de la mesa algo preocupado.

Mientras tanto con las 3 chicas, estás estaban por darle una paliza a aquel chico, pero cuando la castaña estaba por darle un golpe al chico, su brazo es detenido por alguien. Quien no era otra que Linka, la cual mostraba una mirada seria y fria.

Linka: Ya es suficiente. No es justo que les sigan haciendo daño a varios chicos, por puro placer. Ya no pienso permitir, más de sus abusos. - dice la peliblanca en un tono serio, llamando la atención de las 3 chicas, las cuales observan oscuramente a la peliblanca.

Stephanie: Oh vamos, de verdad lo defenderás pequeña mocosa. Si sabes contar... Pues cuenta cuantas somos. Somos tres contra una. No hay forma que puedas ganarnos tu sola. O que... Vas a llamar a tu noviecito, que lo mandaron a la enfermería esta mañana, o a esa mocosa de cabello negro. - dice la castaña con una sonrisa, mientras se cruzaba de brazos.

Linka: En primera, Alan no es mi novio, es mi amigo. Y si lo mandaron a la enfermería, fue por algo que no te incumbe. En segunda, Betty es una gran chica y ella sin duda estaría a mi lado, en cualquier situación. Y en tercera... No te tengo miedo. - dice la peliblanca en un tono serio, mientras apretaba sus puños, al mismo tiempo que elevaba un poco sus brazos.

Scarlett: Uh, con que quieres pelear, eh pequeña rata blanca. Pues adelante, vamos. - dice la rubia con una sonrisa, mientras alzaba sus puños, pero cuando las 3 estaban por atacar a Linka, observan como un profesor iba entrando a la cafetería, lo que limita que estas pudieran hacerle algo a la peliblanca.

Isabella: Te salvaste por ahora,  Loud. Pero tarde o temprano, vas a morder el polvo y de verdad vas a sufrir. No sabrás lo que te golpeó. - dice la pelinegra con una sonrisa, mientras se retiraba con sus amigas, al mismo tiempo que Linka se acerca a aquel chico, para luego ayudarlo.

Linka: Mjm... Te encuentras bien, amigo. - dice la peliblanca con una sonrisa, mientras ayudaba al chico, el cual se acomoda sus lentes, sorprendiéndose de ver a Linka, quien lo estaba ayudando. - ¿Todo bien?.

Chico: Si, muchas gracias señorita. En verdad te doy las gracias. - dice el chico con una sonrisa, mientras estrechaba la mano con la peliblanca, al mismo tiempo que varios alumnos comienzan a murmurar, del como la peliblanca se había enfrentado sin miedo ante esos chicos.

Linka: No es nada. Pero te recomiendo cuidarte, esas chicas son algo peligrosas cuando están juntas. Te recomiendo ir por el pasillo número 3, pasas por el gimnasio y luego te vas por la puerta trasera. Es una buena salida, si no te quieres topar con nadie. - dice la peliblanca con una sonrisa, mientras regresaba con sus amigos. Al mismo tiempo que el chico se sentaba un poco sonrojado, mientras usaba su inhalador. 

Alan: Wow, bien hecho Linka. Me sorprendió que lo defendieras, pero te salvó la campana. De lo contrario, esas chicas no hubiera tenido piedad de ti. Hmm... Ah, si no me doliera el cuerpo, hubiera ido contigo. - dice el castaño algo adolorido, mientras se rascaba la cabeza.

Linka: Mjm, no te preocupes Alan. Mira... Que tal si saliendo de clases, te acompañamos de tu casa, para que le des explicaciones a tu mamá y luego vamos con el señor Gregory. - dice la peliblanca con una sonrisa, mientras terminaba de comer. 

Betty: Esa es una buena idea. Quizás intentemos justificar un poco, para que tu madre no te termine regañando de forma fuerte. - dice la pelinegra con una sonrisa, haciendo que Alan se ría un poco, para luego quejarse del dolor. Haciendo que ambas chicas también se rían.

Después de algunas horas de clase, llegaría la salida. Y por el pasillo de la escuela, Linka estaba en su casillero, sacando algunas cosas. Hasta que de pronto, este es cerrado bruscamente por Cristian, el cual tenía algunos moretones en su rostro.

Cristian: Vaya... Entonces es cierto, que eres la novia de ese pobretón, ja. Pobre de ti y de tus futuros hijos, que crecerán al lado de un muerto de hambre y de una mocosa de pantano. - dice el pelirrojo con una sonrisa, al mismo tiempo que Linka algo fastidiada comienza a caminar, con sus libros en las manos.

Linka: Déjame en paz, Cristian. Por eso es que te terminaron golpeando, por que no sabes respetar a nadie. Eres demasiado irrespetuoso, misógino e idiota. - dice la peliblanca algo molesta, mientras salía de la escuela.

Cristian: Ah, que sucede te duele que ofenda a tu estúpido novio, Linka. Por favor, quien va a querer ser novia, de ese muerto de hambre. - dice el pelirrojo con una sonrisa, mientras se recargaba en los casilleros.

Linka: Cualquier chica, sería afortunada de salir con alguien como Alan. Ya que al menos, el si tiene sentimientos. Y no tiene que estar de payaso, intentando llamar la atención, como otros lo hacen. - dice la peliblanca con una sonrisa, haciendo enojar al pelirrojo, el cual intenta ir tras ella, pero al ver que el castaño estaba cercas de allí, decide reservar su molestia.

Alan: Le diste justo en el clavo, bien hecho Linka. - dice el castaño con una sonrisa, mientras chocaba los puños con la peliblanca, para luego subirse al auto. - Oye, pero... ¿Por que Betty luce tan triste?, se la pasa mirando un papel, con esa cara.

Linka: Oh bueno, es que en la mañana, se pasó como 2 altos, y casi rompe un hidrante y por eso le metieron una multa de 500 dólares y esta llorando por que su mamá ya se enteró y bueno... Tú sabes lo que pasará después. - dice la peliblanca algo nerviosa, asustando al castaño, el cual se rasca la cabeza, para luego abrocharse el cinturón.

Alan: Te doy un consejo Betty. Usa la mayor ropa que puedas o... Usa una cacerola, por que... Va a ser muy duro, el castigo. Y lo digo por experiencia propia. - dice el castaño con una sonrisa, haciendo que la pelinegra se espante y encienda el auto, para luego irse de allí.

Un rato después, en la residencia Connors. Podemos ver una humilde casa, la cual se encontraba en unos suburbios. Por lo que Betty se estaciona afuera y los 3 chicos se bajan del auto, para luego caminar hacia la puerta.

Alan: Bien, antes de entrar, quiero decirles que mi hermano y mi mamá son algo metiches. Y si les hacen preguntas, la mayoría no las respondan, por que son muy incomodas, okey. - dice el castaño con una sonrisa, para luego abrir la puerta. - Jefecita ya llegué.

Sra. Connors: Oh, Alan que bueno que ya viniste. Y... Oh, que fue lo que te sucedió. Estás tan golpeado... Otra vez te metiste en peleas o boxeo. Jovencito, te dije que eso estaba totalmente prohibido en esta casa. - dice la castaña algo enojada, haciendo que el castaño se asusté. - Oh, no me dijiste que traías compañía. Mucho gusto... Soy Soledad Connors, pero pueden decirme Soledad. Que me digan señora, me hace sentir vieja y eso que apenas tengo 35 años.

Alan: Mamá... Ejem, ellas 2 son mis amigas. Betty la de la cola de caballo. Y Linka, la güerita de cabello blanco. - dice el castaño con una sonrisa, mientras presentaba a ambas chicas, las cuales saludan a la castaña.

Soledad: Es un gusto conocerlas, señoritas. Pero diganme, no se quieren sentar a comer. Ya está el almuerzo, casi listo. Solo falta poner la mesa. Hijo, arrima 2 sillas más para tus amigas. No hay que dejarlas sin comer. - dice la castaña con una sonrisa, al mismo tiempo que ambas se acercan al comedor.

Alan: Esta bueno, nomás deja le llamo a este chaparro... ¡Fredward!, Fred... Ven a ayudarme a poner la mesa. No te la pases de vago. - dice el castaño desde las escaleras, hasta que de pronto, se escuchan unos pasos y se ve a un chico de unos 13 años, el cual bajaba con unos apuntes en sus manos.

Fred: Yo, vago... Pero si te la pasas toda la noche jugando videojuegos y comiendo chucherías y... Y... Quienes son estas 2 bellas señoritas, que tengo al frente. - dice el castaño con una sonrisa, hasta que de pronto, recibe un leve golpe en la cabeza, por parte de su madre. La cual tenía un cucharon de madera en sus manos.

Soledad: Ellas son Betty y Linka. Son compañeras de tú hermano, así que respétalas por favor. Pero bueno, Alan ve a hablarle a tu hermana, yo debo terminar el almuerzo. - dice la castaña con una sonrisa, mientras que el castaño sube las escaleras.

Despues de unos minutos, en el comedor. Nuestros amigos se encontraban almorzando, al lado de la familia Connors. Y al lado de Linka, estaba una pequeña niña castaña con un conejito de peluche en sus manos.

Alan: Ella es mi hermanita pequeña, Kelly. No habla mucho, pero es una ternurita. Verdad que sí pequeña. - dice el castaño con una sonrisa, mientras le acariciaba el cabello a la castaña, para luego seguir comiendo.

Soledad: Bueno, ahora sí. Ya que estamos comiendo. Quiero que me aclares tus moretones, Alan. Por qué sabes que te prohibí, que te agarres a golpes sin motivo alguno. - dice la castaña en un tono serio, mientras comenzaba a comer.

Alan: Bueno, en la escuela hay un sujeto, que es peor que una patada en el estómago. Y... El estaba insultando a mi amiga Linka y... No me pude contener. Me lance contra el, y comencé a meterle una tunda de trompadas, hasta dejarlo con sangre y moretones. Pero... El se defendió y también me dejó su huella en el cachete. - dice el castaño con una leve sonrisa, mientras se agarraba su mejilla.

Fred: Ah, yo pensé que el te había partido la cara y que te había mandado a la enfermería, por eso. - dice el castaño con una sonrisa, hasta que Alan le da un zape en la cabeza. - Ay, duele.

Soledad: Sea como sea. No me gusta que pelees. Tú sabes muy bien, lo que pienso sobre la violencia en esta casa. Y peor aún, no quiero que regreses a ser boxeador de peso ligero. Sabes que no podía verte llegar a casa, lleno de sangre y moretones. Esas fueron duras experiencias que no me pude aguantar. - dice la castaña en un tono de preocupación, mientras se limpiaba la boca con una servilleta.

Alan: Tranquila mamá, te jure que jamás me iba a meter otra vez en peleas clandestinas. Y que iba a conseguir el dinero, de forma honrada. Trabajando y ganando el pan, día con día. - dice el castaño con una sonrisa, mientras bebía algo de agua, al mismo tiempo que Linka, dejaba salir una sonrisa, por sus palabras.

Betty: Bueno señora Connors. No queremos que se exalte, pero... Su hijo y nosotras, entrenamos con un maestro especial, que nos enseña artes marciales. Pero no es con el fin de pelear así de la nada. Si no para defendernos y aprender sobre el arte de luchar. - dice la pelinegra con una sonrisa, mientras comía.

Soledad: Hmm, si es para eso, de acuerdo. Pero... Al menos saben quién es su maestro o... Cómo se llama. - dice la castaña en un tono de curiosidad, mientras bebía algo de agua.

Linka: Se llama Gregory Smith, es un hombre que se retiró de las peleas, hace mucho. Es un gran maestro, pero todavía nos falta aprender mucho sobre él. - dice la peliblanca con una sonrisa, mientras miraba su plato. - Es un increíble peleador. De eso estoy muy segura.

Alan: Tienes razón. A pesar de que es algo serio y calculador, me cae muy bien el señor Gregory. Es un excelente maestro, de eso no hay duda. - dice el castaño con una sonrisa, mientras seguía comiendo.

Soledad: Hmm, Gregory Smith. Creo que oí una vez de él, pero ya casi no lo recuerdo. Solía escuchar su nombre en las calles o lo veía en los periódicos, pero nada más. Eso fue hace tantos años, que ya no lo recuerdo. - dice la castaña con una leve sonrisa, mientras continuaba comiendo.

Un rato después, en la mansión Smith. Nuestros amigos se encontraban bajando del auto, con sus cosas en mano. Listos para ponerse al día con su entrenamiento. Pero cuando estaban por ir al jardín. Estos observan al señor Gregory, el cual se encontraba en una pose de combate, con su bastón en mano.

El anciano con una mirada muy fría. Comenzó poco a poco a bajar su bastón. Para luego girarlo a una gran velocidad con una de sus manos y con una increíble rapidez, se dirige a un costal, él cual derriba con su cuerpo, para luego golpearlo en varios puntos con el bastón. Y después de eso con una patada, termina por romperlo en 2.

Rapidamente se voltea, y observa como 3 tablas, se paran de unas pequeñas plataformas. A lo que esté con una mirada seria, se acerca a ellos rápidamente y con un giro, logra darles unas fuertes patadas, que logran romperlas a todas en pedazos.

Alan: Cielos, como es que siendo tan viejo, puede romper tablas de esa manera. Hasta yo quiero aprender a hacer eso. - dice el castaño algo sorprendido, mientras veía como el anciano, hace una leve reverencia, para luego tomar su bastón y caminar hacia donde estaban ellos.

Gregory: Llegan algo tarde, pensé que no vendrían. Recuerden que la puntualidad es algo muy importante. Aunque bueno, ya saben que pueden avisarme si hay algún problema. - dice el anciano en un tono serio, mientras tomaba una botella de agua.

Linka: Una disculpa señor Gregory. Lo que sucede, es que fuimos a conocer a la familia de Alan, y nos quedamos a comer un poco, así que... Nuevamente les pido una disculpa. - dice la peliblanca algo nerviosa, mientras jugaba con sus dedos.

Gregory: No te preocupes, también se el motivo, por el que vienes golpeado, Alan. Te vi pelear con ese chico, por el pasillo de la escuela. Y la razón, es por qué estaba pasando por ahí, cuando fui a comprar algo de pan. - dice el anciano en un tono serio, mientras caminaba hacia su casa.

Alan: Vaya, pensé por un momento, que nos estaba espiando. Y además, usted sale. Por qué siendo sincero, jamás lo eh visto en las calles. - dice el castaño algo confundido, mientras veía como el anciano, se coloca una toalla en el cuello.

Gregory: Suelo salir a veces. La mayoría de noche, pero... Doy paseos por las tardes los domingos, o... Me voy a comer algo, los jueves. Cómo sea, quiero que se pongan muy atentos. Por qué el entrenamiento de hoy, será el doble de duro. Por llegar tarde y por pelearte, será el triple para ti, Alan. - dice el anciano en un tono serio, asustando a los 3 chicos, los cuales comienzan a seguirlo.

Minutos más tarde. En las respectivas zonas de entrenamiento, cada uno de los chicos, entrenaban a su propio estilo. Aunque en esta ocasión, el entrenamiento era mucho más duro.

Betty se encontraba intentando equilibrar nuevamente, en la roca que estaba en aquella laguna. Solo que ahora, llevaba un par de costales de maíz en sus hombros y una cacerola en la cabeza.

Alan llevaba algunas muñequeras, con las cuales se movía, pero era demasiado difícil lanzar golpes. Pues cada una de ellas, pesaban más de 5 kilos. Lo que limitaba mucho sus golpes.

Y ya por último con Linka. La peliblanca se encontraba con algo de dolor, mientras intentaba lanzar algunos golpes contra el señor Gregory, quien sin piedad alguna, contraataca de una forma aún más agresiva.

Linka: Ufff... Señor Gregory... Llevamos más de una hora de pelea. No cree que podamos parar un poco. Tengo mucha sed y ni siquiera se ha contenido con sus golpes. - dice la peliblanca algo adolorida y bastante cansada, mientras jadeaba.

Gregory: Lo lamento mucho, Linka. Pero créeme, me estoy conteniendo lo mejor posible. No quiero ser malo, pero mis entrenamientos son realmente duros, cuando me lo propongo. - dice el anciano en un tono serio, mientras se cruzaba de brazos.

Linka: Lo entiendo y... Se que usted puede ser un increíble maestro. Por eso, lo admiro. - dice la peliblanca con una sonrisa, mientras se levanta del piso. Al mismo tiempo, que bebía un poco de agua.

Gregory: Linka... Quiero que me digas algo. Y se muy sincera conmigo. Si algún día, tu familia te hace un daño que te deje muy mal. ¿Vendrías a vivir conmigo?. - dice el anciano en un tono serio, llamando la atención de la peliblanca.

Linka: ¿Vivir con usted?. Hmm, esa es una pregunta un poco difícil de contestar, pero... Usted me salvó la vida en una ocasión y aparte... Ambos nos hemos contado un poco sobre nuestras vidas. Así que... Es probable que... Si algo realmente malo me sucediera con mi familia, quizás me mude con usted. Pero hay algo que quiero preguntarle a usted. ¿Usted... Conoce a una persona que lleve la letra L y se apellide Harriet. - dice la albina en un tono de curiosidad, llamando la atención del anciano, el cual para con su entrenamiento.

Gregory: Hmm, si... En una ocasión, conocí a alguien con ese nombre. De hecho, fuimos buenos amigos. Y lo seguimos siendo, solo que ahora está trabajando fuera de la ciudad. Y... No volverá hasta dentro de unos meses. Pero me dijo... Que si necesitaba su ayuda, solo quería que llamara por su nombre. Así que... No te lo puedo decir. Pero lo que si te puedo decir, es que esa persona, en verdad te aprecia mucho, Linka. Te quiere como si fueras su hija. - dice el anciano con una sonrisa mientras miraba al suelo, para luego secarse el sudor.

Linka: Wow, eso... Si que no me lo esperaba. Ahora estoy realmente emocionada de conocer a esa persona. Me preguntó cómo será... ¿Fuerte?, con habilidades increíbles o... Alguna habilidad especial para algo. - dice la peliblanca con una sonrisa, mientras miraba al suelo, para luego seguir entrenando.

¿Qué pasará?, ¿Acaso Linka podrá conocer a L. Harriet?, ¿Cristian se vengara de Linka, por lo que pasó?, ¿Aquellas tres chicas, recibirán su merecido?, descubranlo muy pronto.

Continuará... Fin del capítulo 9, si les gustó dejen su voto, comenten y síganme para más y antes de irme le quiero mandar un saludo y un abrazo muy fuerte, a mi entrañable amigo y compañero JosueLucas54 quien es el que me dio la oportunidad de hacer esta gran obra, ahora sí un saludo muy especial y un abrazo muy fuerte a:

KarlaOreki
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CsarEduardoBarazarte
krloso130
TommyVercettiCJ
76Runaway
friazo11
Megalosiento
VegettoSparkle
Grave_Clobber

Bueno hasta aquí los saludos, yo me despido por ahora, mi nombre es PinBlack97 y esto es todo por hoy, les mando un abrazo muy fuerte, bye.