Capítulo 16
POV TRISH
No quería verla. No quería hablar con ella. Habían pasado más de dos meses y no se había dignado ni a llamarme ni a hablar conmigo. ¿Por qué iba a querer hacerlo ahora? ¿Qué le hacía pensar que yo si quería hablar con ella? Después de haber pasado tantos años juntas era triste, pero había sido muy rastrera la forma en la que se alejó de mí. No sabía si podía seguir considerándola mi amiga. Había sido muy canalla al dejar de hablarme después de lo ocurrido con Zayn y me parecía aún peor que hubiera seguido saliendo con él. ¿Sería por eso por lo que Louis y él se pelearon? ¿Por qué vio mal que después de todo, Zayn hubiera seguido juntándose con Ashley? No lo sabía, pero esperaba que me lo dijera pronto y se dejara de tantos secretos.
Ashley parecía estar incómoda en mi presencia. Se colocó el pelo detrás de la oreja y apretó con fuerza su carpeta contra su pecho. El aire corría más frío que nunca y no tenía ganas de seguir esperando.
-¿Sabes? Tengo cosas que hacer- murmuré sintiendo los labios a punto de tiritar y me marché.
-¡Espera!- corrió y se puso delante de mí, haciéndome frenar-. ¿Qué tal?
-¿Qué tal?- repetí sorprendida-. ¿Cómo tienes valor de preguntarme eso?- musité con gran repugnancia. No podía evitarlo.
-Sólo quiero saber cómo estás- respondió en un murmurllo, mirándose los pies.
-No. No quieres saberlo -mascullé sabiendo cómo era-. En realidad no sé ni para qué lo preguntas.
-Oye, ¡lo siento! ¿vale? -su carácter salió a la luz.
-¿En serio?- exclamé enfadada. ¿Cómo podía tener tanta caradura?-. ¿Cómo pudiste dejar de hablarme después de lo que pasó? Lo que más necesitaba en ese momente era una amiga y me dejaste sola.
-No es cómo te lo estás imaginando...
-Y lo peor de todo es que me dejaste por ese estúpido de Zayn. ¡Sigo sin poder creérmelo!
-¿Qué?- su ceño se frunció.
-Ya me has oído, Ashley. Lo sé todo, así que no te hagas la tonta. Sé qué has estado saliendo por ahí con Zayn y los demás.
-Trish, te juro que no sé de qué me estás hablando.
-¡Deja de mentir, Ashley! -estaba realmente molesta. Aún diciéndole que la había descubierto seguía negándolo.
-Te juro por Dan que no tengo ni idea de qué me estás hablando, Trish, por favor- me mordí la lengua, sin saber cómo contestarle a eso.
Dan era el chico al que Ashley más había querido en su vida y pero se tuvo que mudar a Canadá porque trasladaban a su padre y lo suyo no pudo ser. Sólo había jurado por Dan dos veces en su vida. Cuando me dijo que Nick me había engañado y cuando me confesó que la habían aceptado en Cambridge, porque cuando me lo dijo pensé que estaba de coña. Sólo dos veces y las dos habían sido verdad, así que no tuve más remedio que creerla.
-¿Me dejas explicarme?- me pidió.
Suponía que no perdía nada por escucharla y darle la oportunidad de explicarse.
-Vale, pero vamos a mi coche porque no siento las piernas.
Ashley asintió y me siguió sin decir nada hasta el lugar donde lo había dejado aparcado. Una vez dentro, con los brazos cruzados, esperé a que hablara. Estaba incómoda.
-No sé lo que te habrán contado pero todo eso que me has dicho es mentira- empezó-. Primero, no veo a Zayn desde que estuvimos todos juntos en nuestro apartamento. Y segundo, no iba a salir con él después de lo que te hizo. ¿Cómo puedes pensar eso? Ahora mismo me verás como una indeseable, pero no iba a caer tan bajo. Yo te sigo considerando mi amiga.
Oh, genial. Tomó aire y continuó.
-Si no he intentado contactar contigo no ha sido porque no quisiera. Te juro que quería hablar contigo y lo que menos quería era dejarte sola, pero...- se quedó callada, pensativa-. No tendría que estar diciéndote esto, pero te echo de menos. Mi madre, después de que la tuya y tú os fuérais del apartamento, me hizo prometerle que no te volvería a ver. Me ha obligado todo este tiempo a no mantener ningún tipo de contacto contigo. ¡Incluso me amenazó con que si lo hacía me enviaría a una universidad en Estados Unidos!
-¿Y tú simplemente aceptaste? -yo hubiera luchado por mantener una amistad tan buena como había sido la nuestra.
-Te juro que lo siento...
-Pero, ¿por qué? No lo entiendo.
Su madre siempre había sido buena conmigo y me había tratado como a una hija más. ¿A qué venía ese cambio de opinión? ¿Sería por Louis y Zayn? No. Seguía sin tener sentido.
-No es por ti, es por tu madre.
-¿Mi madre?- me sentía estúpida haciendo tantas preguntas.
-¿No lo sabes?- preguntó Ashley sorprendida. Debió notar mi estado de confusión respecto al tema y me lo explicó sin necesidad de pedírselo-. Tu madre y la mía tuvieron una pelea en uno de los desfiles. No estoy muy segura de qué ocurrió exactamente, pero a partir de entonces su relación fue a peor y ahora tengo entendido que se llevan fatal. No se aguantan y no se hablan. Esto pasó antes de que nos robaran. Ese día ya estaban enfadadas y no se hablaban. ¿Por qué te crees si no que tu madre se ha mudado a Cambridge? No tiene sentido. Sólo lo ha hecho para no tener que trabajar junto a mi madre en próximos proyectos. Por eso no podía hablar contigo, pero no he aguantado más. Han pasado más de dos meses y necesito a mi mejor amiga.
Mi mente estaba colapsada con tanta información recibida de golpe. Trataba de procesarla pero no me imaginaba ni me cuadraba lo que decía.
-No sé qué decir- reconocí.
-Di que me perdonas y que volvemos a ser amigas, por favor- me rogó juntando las manos.
-Si todo eso es verdad no tienes por qué disculparte -ella me miró medio sonriendo. Aunque no debería haber cedido tan fácilmente ante su madre, podía entender un poco por qué lo hizo.
-Entonces... ¿Volvemos a estar bien?- preguntó con esperanza en su tono de voz.
-Supongo... Si quieres- medio sonreí.
Hacía sólo cinco minutos no quería ni verla y ahora la estaba abrazando. Tenía que reconocer que también la había echado de menos, aunque antes lo negara. Habíamos pasado mucho tiempo juntas y me había acostumbrado a su presencia en mi vida.
-Lo malo es que ahora debemos tener más cuidado. No nos pueden ver juntas o mi madre me matará.
Otra igual que Louis.
-No te preocupes.
-Dios, ¡me has quitado!- se rió recostándose en el asiento con una amplia sonrisa en la boca-. ¿A que me llevas a casa?- preguntó poniendo ojitos de cachorrito.
Sentí una conocida sensación en el cuerpo y supe que la Ashley de siempre estaba de vuelta. Me sentía mal por haber pensado mal de ella pero mi madre me había confundido con sus suposiciones. Suponía que todo el torbellino de emociones y sentimientos que tenía mezclados me habían jugado una mala pasada.
-¿Dónde vives?- puse el coche en marcha y me puse el cinturón. Ella resopló.
-Con el pesado de Nick, en la casa de las afueras- murmuró aborrecida y yo suspiré pensando en mi situación.
-No te quejes. Por lo menos no vives con tu madre- ella se rió.
-Sí, bueno, tienes razón- encendí la radio y sintonicé mi emisora favorita-. ¿Sabes que tengo novio?
-¿Qué?- exclamé y pisé ligeramente el freno sin darme cuenta. Ella se rió por mi expresión.
-Te has perdido muchas cosas, Trish. Estoy saliendo con James- exclamó feliz.
¿Con James? ¿En serio? Él era el principal sospechoso del robo. Parecía tan alegre que no quise arruinarle el momento diciéndole algo que la decepcionara.
-Tú también te has perdido muchas cosas.
-¿Ah sí?- preguntó interesada.
-También estoy saliendo con alguien- la cara que puso fue de foto. No pude evitar reírme.
-¿Con quién?- exclamó. Me mordí el labio inferior, sin estar del todo convencida de si debería contárselo.
-... Louis.
-¿Qué Louis? -inquirió desconcertada.
-¿Cómo que qué Louis? ¿Eres tonta? ¿Qué Louis va a ser?
-Louis... ¿Louis? -musitó insegura.
-Sí, Louis- su boca se abrió, sorprendida. Pasó unos segundos en silencio. Su cara era todo un poema pero finalmente consiguió reaccionar.
-Detalles. ¡Quiero detalles!- exclamó con desesperación. Yo me reí.
Le conté todo, aunque omitiendo la mayoría de las cosas, como que le encontré comprando droga. Ella se mostraba entusiasmada conforme hablaba pero, en el fondo, no parecía estar muy interesada en lo que le contaba de Louis. La dejé en su casa, finalmente, y después tuve que buscar una ruta de vuelta con el GPS del móvil porque aún no sabía volver. Una vez en mi habitación, mi móvil emitió un sonido. Había recibido un mensaje de Louis.
" Esta noche nos vamos a las carreras!!!!! Ponte sexy ;) "
Mi cabeza se nubló. No tenía en mis planes salir esta noche y menos a las carreras.
" No sabes que mañana tengo clase? "
De verdad que no tenía ganas de ir.
" Venga, pequeña. Nos lo pasaremos bien ;) "
Él insistió y supuse que sería importante para él tenerme a su lado, por lo que acabé cediendo.
" Está bien... Pero cómo voy a salir de casa sin que mi madre se entere, inteligente??? "
" Ay, cariño... para qué está la ventana de Harry? ;) Nos vemos a las 11 ahí xx "
Louis quería que me rompiera una pierna, lo tenía claro. Comencé a sentir la emoción de las motos y sentí mi corazón latir con fuerza. Cuando fuera a salir tendría que ser muy cuidadosa para que mi madre no se enterase. Me tumbé en la cama agotada y dejé mis pensamientos fluir. Nunca pensé qué haría este tipo de cosas. Me iba a escapar de casa a escondidas para ir a unas carreras ilegales, y sólo porque sentía una increíble debilidad por un chico. ¿Qué estaba haciendo Louis conmigo?
*
Hacía una hora que le había dicho a mi madre que me iba a dormir. Llevaba todo ese tiempo metida en la habitación, esperando a que dieran las once. Cuando llegó la hora me asomé por la ventana. Al poco rato apareció Louis.
-Hola, pequeña- sonreí cual imbécil ante ese mote.
-Hola.
-¿Preparada para saltar? -murmuró feliz.
-No- respondí nerviosa.
No quería hacer esto. ¿Y si me caía al suelo? Entonces sí me rompería una pierna... O dos. Y los brazos y el cuello.
-Venga, pequeña. Estoy aquí para cogerte. No voy a dejar que te caigas, te lo prometo- extendió una mano para que me sintiera más protegida-. Es mejor que no lo pienses.
Sin pararme a meditarlo más tiempo, hice lo que me dijo y salté sin pensar. Mientras que mi cuerpo estaba en el aire me temí lo peor, pero en menos de un segundo me encontré en el suelo entre los brazos de Louis. Él se quejó. Se había golpeado la cabeza con el suelo. En ese momento apareció Harry por la puerta.
-¡Dios! ¿No podéis iros a otro lado? ¿Lo tenéis que hacer en mi habitación? ¡Qué asco!- Louis se rió debajo de mí, haciendo retumbar mi pecho.
-Madre mía, ¡no, Harry! No es lo que te estás imaginando -me levanté de golpe e intenté seguirle para explicarle lo que había pasado, pero Louis me agarró y me atrajo hacia él.
-No me gusta que no me saludes con un beso- me miraba serio.
Acercó su rostro con ansias y plantó sus labios sobre los míos. Me besó con desesperación, recuperando el tiempo que habíamos pasado separados. Me transmitió la pasión que habitaba en su cuerpo y yo se la devolví. Cuando estaba empezando a disfrutarlo, él se separó.
-Será mejor que vayamos yendo o no llegaremos a tiempo- me explicó tirando de mi cintura hacia las escaleras.
-¿Regresaremos muy tarde?
-No sé- estábamos llegando a la planta de abajo cuando nos encontramos de frente con Gemma.
-¡Trish!- me saludó, sorprendida por verme bajar del piso de arriba. Su mirada se endulzó-. ¿Cómo estás?
-Mira, Gemma, no tenemos tiempo. Nos tenemos que ir- Louis abrió la puerta principal y el frío de la noche me entró por las piernas.
-¡Otro día hablamos! Hasta luego- me despedí apenada. Me hubiera gustado quedarme a hablar con Gemma. Me parecía una chica muy simpática y entrañable. Me gustaría llegar a conocerla más a fondo.
-Adiós, Trish- me dijo con una sonrisa.
Remarcó mi nombre al despedirse para que Louis fuera consciente de que no se estaba despidiendo de él. Estaba segura de que Louis le producía dolor de cabeza de lo imbécil que podría ser y tendría que estar hasta las narices de él pero, por muy imbécil que fuera a veces, ese era uno de los motivos por los que me sentía tan atraída a él.
Me puso el casco en la cabeza, esta vez sin tener yo que pedírselo, y me subí detrás de él en la moto. Me aferré con fuerza a su espalda para evitar el aire frío. Tardamos quince minutos en llegar al lugar donde se iba a celebrar la carrera. Al llegar, ya me encontraba tiritando. Louis se acercó al centro de la pista, donde había un gran corro de gente. Todos hicieron un pasillo en cuanto vieron la moto de Louis acercarse. Me sentía intimidada por tanta gente a nuestro alrededor.
-¡Louis! ¡Louis!- gritaban.
Las luces me mareaban, me dejaban cegada. Miré a mi alrededor, buscando algún lugar oscuro donde descansar los ojos y vi a alguien de espaldas pero que, por su vestimenta, sabía perfectamente quién era. No me había dado cuenta de que si venía aquí me lo encontraría, a él o a cualquiera de los demás. Deseé con fuerza que no se girara, pero en cuanto lo pensé, Niall se dio la vuelta y sus ojos conectaron con los míos.
Mierda.
twitter: @PatriFlyingHigh
instagram: @fast.fanfic
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro