Capítulo 15.
Apenas Samantha abrió los ojos un fuerte dolor de cabeza la golpeó, mareándola ¿Qué fue lo que pasó? Apestaba a alcohol y su cabeza no paraba de dar vueltas. Estaba desorientada por decir lo menos, pero todo se le hacía extrañamente conocido.
‹ ¿Dónde estoy...? › pensó, teniendo pequeños flashbacks de lo ocurrido ayer mientras veía el conocido techo del cuarto de invitados de los Scott.
— Vaya, ya despertaste —escuchó una muy conocida voz a su lado.
— ¿Aylin...? —eso sonó más como un quejido de dolor por culpa de la resaca que como una pregunta.
— ¿Quién más? —se burló, sentada en la silla con las piernas cruzadas mientras miraba su celular, el cual estaba conectado al enchufe que había en el escritorio.
‹ ¿Cómo terminé así...? › se preguntó, sin siquiera saber qué hora era, pero aún estaba oscuro. Cerró los ojos, decidiendo que fuera un sueño o lo que sea, prefería seguir en este y no enfrentar la realidad en un rato, una realidad donde estaba sufriendo una fuerte resaca por culpa de sus malas decisiones en la vida.
Aylin suspiró al ver a Samantha enrollarse cual burrito con las sábanas de la cama. Tal parece fue buena opción dejarla quedarse con la cama, de todas formas no tenía sueño.
— ¿Qué hora es...? —preguntó Samantha, sintiéndose incapaz de dormir otra vez.
—...—miró la hora de su reloj— 5:38 am.
Samantha abrió los ojos, sin terminar de acostumbrarse a la tenue luz del cuarto— ¿Por qué estás despierta a esta hora?
Ante esta pregunta, Aylin finalmente levantó su mirada del celular para mirarla— Oh... ¿Eso? —sonrió con cierta malicia— La verdad es que me gusta más ser la cuchara pequeña —admitió con un tono burlón.
Ser la cuchara grande con alguien que ni siquiera era su amante era un tanto incómodo, principalmente porque el cabello de Samantha era muy largo y eso le dio calor; le daba igual que faltara poco para que acabara noviembre y que fuera otoño, su cabello le dio calor. De cualquier forma, cuando despertó no tenía más sueño, así que no tenía necesidad de seguir en esa posición.
‹ ¿"Cuchara pequeña"? › repitió Samantha en su mente, un tanto confundida ante la imagen mental que esta información le causó, una imagen mental un tanto extraña por culpa del alcohol que quedaba en su sistema.
— Ahora, es mi turno de preguntar —ignorando lo que Samantha pensaba, Aylin dejó su celular en el escritorio y se sentó de manera correcta— ¿Por qué te pusiste a beber de esa forma? —cuestionó, luciendo sorprendentemente seria.
Ella... ¿Realmente debería decirle? Después de todo, Aylin era...
— Matt y Amber estaban juntos en la fiesta, cuando se lo reproche él me dijo que estaba siendo una celosa y tuvimos una pelea...—admitió, bajando la mirada.
— ¿Frente a todos? —cuestionó, sin creérselo. Asintió— ¿Por qué no te fuiste a tu casa?
— Porque mis padres están de turno en el hospital y el chofer está de cumpleaños, así que tuvo el día libre...
— Ya veo...—dijo, con una exagerada pose pensativa.
Como Aylin le había hecho varias preguntas ella también tenía derecho a hacerle unas cuantas preguntas ¿No?, ella podía recordar qué había pasado ayer, así que— Si estabas coqueteando con Mike, ¿Cómo terminaste con una chica...? —se atrevió a preguntar.
— Todo es porque se arruinó el momento gracias a cierta personita que estoy viendo ahora mismo —le reclamó de manera pasiva, confirmando que ellos sí estaban coqueteando—. Me la tope en la fiesta, comenzamos a coquetear, pasó lo que pasó y luego todo se arruinó —resumió de manera vaga.
— O sea... Tú eres bisexual —resumió en su mente, decidiendo que ya no quería pensar más. Su cabeza dolía.
— Siempre lo he sido —sonrió. Siempre había sido bisexual, había sido de esa forma desde que su alma existía como tal, y realmente no le importaba.
— Y... te acostaste con una chica anoche porque "arruiné" tus planes con Mike...
Asintió— No iba a estar con alguien que ni siquiera es capaz de decir que "no" a una petición como la que hiciste ayer —sonrió, volviendo a reprocharle sus acciones pasadas.
‹ ¿Acaso estás tratando de hacerme sentir culpable? › pues sí lo estaba intentando no estaba funcionando— ¿Cómo se supone que todo se arruinó todo con esa chica? —cuestionó, intentando desviar la conversación de sus acciones en la fiesta.
De no ser por los restos de alcohol en su sistema Samantha nunca le habría hecho una pregunta así a alguien que ni siquiera sabía si podía llamar "amiga".
— Eso fue porque cuando estaba con ella, ella dijo el nombre de su ex para luego echarse a llorar y todo eso fue jodidamente incómodo —admitió como si nada.
— No parece que te molestara el hecho de que dijera el nombre de su ex...
— No, en realidad eso mató todo mi interés por ella —confesó, y entonces notó su mirada de confusión— Samantha, cuando estoy con alguien me gusta que sólo piense en mí, y si eso no es posible por lo menos espero que si va a gemir algo ese algo no sea el nombre de otra persona. Espero que recuerdes eso —bromeó.
‹Tiene mucha energía a esta hora› pensó, un tanto nerviosa. Sus defensas contra Aylin estaban bajas a esta hora— Pero, tu libro no decía nada de eso...—aunque, ahora que lo pensaba, eso explicaba ciertas situaciones en ese libro.
Aylin sonrió ante estas palabras— La vida de una persona está condicionada por muchas circunstancias ajenas a su elección, tales como su país natal, la época en que nace, el lugar donde crece y, por último, sus padres y familiares.
Incluso si tenía el mismo nombre, las mismas memorias, la misma apariencia...
— Esta vida y la anterior son completamente diferentes. Es natural que no actúe de la misma forma.
Incluso si eran idénticas en aspectos tan obvios, esas vidas habían sido completamente diferentes, todas sus vidas lo habían sido. Esperar a que en esta vida se comportara de la misma forma que la vez anterior era absurdo.
‹Sin embargo, no espero que lo entiendas› pensó para sí— En fin, ya son las 6 de la mañana. Mis hermanos tienen clases y si no me voy ahora la niñera me va a cobrar muy caro por dejárselos toda la noche —declaró, desconectando el cargador del enchufe, su celular ya se había cargado por completo.
— Está bien, voy a llamar a mi-...
— No es necesario —la cortó de inmediato—. Tú necesitas descansar, y yo sólo irme a casa y asegurarme de que Yona no hizo algún desastre en mi ausencia.
—...—realmente la chica que estaba viendo ahora mismo era la misma que leyó en el libro. Aylin le tenía fobia a deberle algo a los demás incluso aquí— Está bien —cedió, sin tener fuerzas para luchar con una persona tan obstinada. No a esta hora. No con ese dolor de cabeza—. Gracias por cuidarme cuando estaba borracha.
— No hay de qué —sonrió, guardando su cargador en su riñonera, lista para irse—. Por cierto, deberías tener más cuidado donde y con quien te emborrachas, eres demasiado linda y alguien podría intentar aprovecharse de ti —comentó con cierta burla, guiñándole el ojo.
Esta actitud la puso de los nervios— Tienes que estar bromeando.
— No, de hecho, lo digo muy en serio —se rió, cerrando la puerta en el momento justo para evitar la almohada que Samantha le lanzó.
‹Esta idiota›. Pensó, girándose para darle la espalda a la puerta, de mal humor por culpa de la burlona forma de ser de Aylin. El hecho de que pudo escuchar sus risas tras la puerta sólo la molestó más. ‹Una vida pasada...›.
Era un tanto extraño interactuar con Aylin sabiendo que venía literalmente de un libro, un libro diferente a este. Ese libro era completamente diferente a este, el cual era muy predecible...
‹Me pregunto si se siente cómoda aquí...›
— Cuando estoy con alguien me gusta que sólo piense en mí.
Al recordar esa frase, Samantha cayó en cuenta de algo ‹Eso significa que ha hecho esto antes...›
Y de no ser porque ella apareció y los interrumpió, lo hubiera hecho con Mike.
‹Qué molesto›.
...
Hora del meme del día~
¿Tienen ideas para más memes? (☞゚∀゚)☞
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