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➳[ ✦017✦ ]

Habían pasado dos días con normalidad, al menos así lo consideraba JiMin quién se despertó temprano como de costumbre para revisar algunos documentos y realizar llamadas de trabajo coordinando ciertas cosas tanto de su empresa como para la de su padre. Quería que todo saliera a la perfección el día del aniversario número 42 de la central de Park Global's para que sus padres puedan disfrutar de una agradable fiesta.

Estuvo como por dos horas en su despacho hasta que su madre apareció en el lugar.

―Buenos días, madre. ¿Descansaste bien?― Preguntó JiMin a su progenitora apartando su vista de la pantalla de la computadora para verla.

―Lo hice, ¿y tú?― Preguntó la mujer acercándose hasta donde estaba.

―Yo también.

―No lo creo― Murmuró al ver lo que su hijo estaba haciendo en la computadora. ―Tan temprano y ya estás trabajando. Eres igualito a tu padre, un adicto al trabajo.― Negó con la cabeza a la vez que una sonrisa surcaba sus labios recordando a su esposo. ―Debes descansar adecuadamente.

―Lo hago, es solo que mi reloj biológico no me deja dormir más tiempo de las 5:20 de la mañana― Comentó. ―No te preocupes por mí, ya me acostumbré a despertar temprano además puedo aprovechar el tiempo que tengo antes del desayuno para terminar las cosas pendientes que tengo.

―Siempre y cuando no te sobreexijas entonces está bien― Dijo antes de abrazarlo sacándole una sonrisa a JiMin.

JiMin asintió. ―Por supuesto, no te preocupes por eso, mamá.

Booyoung lo soltó sonriendo. ―Bien, entonces te dejo para que continúes pero ni se te ocurra saltarte el desayuno― Advirtió.

―Sí, no me lo saltaré.

Una media hora más tarde JiMin salió de su despacho para ir al comedor a desayunar junto a su familia o al menos casí toda, solo faltaba una persona junto a ellos para que su familia estuviera completa. Su padre.

―Hijo― La voz de la señora Park se dejó escuchar a la vez que ambos hermanos llevaron su mirada hasta su progenitora.

―¿Sí?― Dijeron ambos al mismo tiempo.

―¿Cuál de los dos?― Preguntó está vez JiHyun.

―Cualquiera de los dos― Respondió la señora Park a lo que sus dos hijos prestaron más atención. ―¿Alguno de ustedes podría ir a revisar los casinos? Su padre ha recibido un reporte de que hay quienes están causando problemas y quiere que alguno de ustedes vaya a revisar― Informó antes de dar algunos sorbos a su taza de café.

―Hoy tengo tiempo así que puedo ir― Comentó JiMin dejando su taza a un lado.

―Yo también tengo tiempo― Habló JiHyun antes de darle un mordisco a su pan.

―Tú siempre tienes tiempo, no sé como logras mantener tus negocios en pie sí casí nunca te veo trabajar desde que viniste a invadir mi casa.

―No es que no trabaje, es que tú no me has visto hacerlo, hyung― Se defendió el menor de los Park. ―Si no trabajara no podría haber llegado a estar en el Top10 de los Ceos más jovenes e importantes del mundo y mucho menos podría haberme posicionado en el Top3 de las mejores empresas con mayores ganancias de Estados Unidos, ¿no lo crees?― Arqueó la ceja mirando con una sonrisa de autosuficiencia y superioridad a su hermano mayor.

La señora Park junto a Yoongi seguían comiendi mientras observaban a ambos hermanos discutir. Era divertido.

―Eso es cierto― Aceptó JiMin, su hermano había logrado grandes cosas por su cuenta y sabía que se había esforzado para hacerlo pero actualmente no lo veía hacer nada por lo que creía que se estaba tomando unas vacaciones. ―Pero hablando enserio, ¿cómo trabajas? Realmente no te he visto a hacerlo desde que llegaste.

―Cada vez que me encierro en mi habitación suelo ponerme a trabajar, claro que no siemore pero sí la mayoría de veces. Además, como aveces me cuesta dormir uso ese tiempo para ver como van mis negocios― Explicó JiHyun antes de darle un sorbo a su taza de café. ―Y, hablando de trabajo, dentro de dos días debo viajar a Canadá para supervisar las pistas de patinaje y es necesario que asista ya que habrá una competencia entre mis chicos y los del grupo rival, “Liberté”.

―Ese es su mayor rival, ¿verdad?― Cuestionó JiMin con la ceja arqueada.

JiHyun asintió afirmando esto. ―Ellos están en el segundo lugar de los mejores equipos de patinaje. Por eso, no podemos descuidarnos y ellos lo saben, mis chicos entrenan bastante diariamente, día y noche sin descanso para seguir ocupando el primer lugar. Son jóvenes bastante talentosos y apasionados que estoy seguro lograran ser conocidos no solo en Canadá si no en todo el mundo.

―¿Algún día puedo ir ahí?― La dulce y curiosa voz de Yoongi llegó hasta los oídos de ambos hermanos quienes por hablar de trabajo habían olvidado que su madre y Yoongi estaban ahí.

Yoongi miraba a JiHyun con un leve brillo en los ojos emocionado ante todo lo que había escuchado.

JiHyun asintió. ―Por supuesto.

Yoongi sonrió feliz al ecucharlo y JiMin también lo hizo pero observándolo a él, encantado por su reacción tan alegre.

―Podemos ír juntos― Propuso JiMin.

―¿¡Enserio!?― Preguntó emocionado a lo que el mayor asintió. ―¡Genial!― Sonrió.

―Ya hablaron de sus cosas, así que, ahora me podrían decir, ¿quién de los dos irá a revisar los casinos?― La señora Park miró a sus hijos que por discutir se habían desviado del tema.

Ambos hermanos se miraron mutuamente. ―Iremos los dos― Respondieron entonces ambos al unísono.

Cada uno de ellos supervisaría un casino diferente para poder avanzar más rápido y terminar con ello lo antes posible.

―Bien― Asintió la señora Park llevando su taza de café a los labios para darle un sorbo.

―¿Puedo ir con ustedes?, no es que me esté quejando de estar aquí pero me siento un poco aburrido y, la verdad, siempre quise ir a un casino y jugar aunque no gane. Lamentablemente, nunca pude hacerlo tanto por los trabajos que dejaban en la Universidad como por falta de dinero. Con las justas me alcanzaba para pagar mis estudios y el alquiler del cuarto.― Comentó Yoongi, siempre que pasaba por fuera de algunos casinos, clubs y esas cosas, sus ganas de entrar y jugar eran fuertes pero, para su mala suerte, no podía darse el lujo de hacerlo ya que no contaba con el dinero suficiente para ello.

―¿Quieres ir con nosotros?― JiMin miró intrigado y curioso a Yoongi, sonriendo inconscientemente al hacerlo. Era imposible no perderse en él, en la forma en que sus pestañas se movían, el singular y hermoso color de sus ojos, esos labios tan acolchados y apetecibles, ese cabello algo desordenado y brillante muy acorde a él.

Realmente estaba hasta los huesos por Yoongi.

―No sabía que te gustaban estás cosas― Comentó JiMin. ―Hay cosas que aún no sé sobre ti.― Sonrió de lado. ―Espero poder ir descubriéndolas con el paso de los días.

―Entonces, ¿puedo ir o no?― Yoongi insistió en su pregunta.

―Por mí, está bien― Habló JiHyun ganándose una sonrisa por parte de Min.

―¿Y tú? ¿Cuál es tu respuesta?― Yoongi preguntó está vez dirigiéndose única y exclusivamente a JiMin.

―Por supuesto que puedes ir. Te lo dije antes, ¿no? Mientras estés aquí, eres libre de hacer lo que quieras e ir a donde quieras. Tú solo dímelo y te lo haré realidad y, en caso de que yo no este, puedes decirle a mis hombres que te ayuden con lo que quieres.

―Te tomaré la palabra― Yoongi sonrió al hablar. ―¿A qué hora se van? Para estar listo.

―A mi parece mejor ir tarde, a eso de las 18:30 o 19:00, ya que es cuando llega más gente.― JiMin tomó la palabra para responder a la pregunta hecha por el único dueño de su corazón. 

―Sí, la mayoría prefiere asistir cuando ya está por anochecer y quedarse ahí hasta altas horas de la madrugada.

―De acuerdo, a las 18:30 entonces― Murmuró Yoongi más para sí mismo que para los hermanos sentandos en la mesa.

―Son 3 casinos en total, hoy no podremos revisar todos― Comentó JiMin a lo que JiHyun asintió de acuerdo con él.

―Hoy solo revisemos dos, el que está cerca a la playa lo supervisaras tú, al que está por el centro iré yo, y ya mañana podemos ir juntos a revisar el último.― Propuso JiHyun.

―A mí me parece una buena idea― Habló la señora Park.

―Así lo haremos, entonces.― Aceptó JiMin dándole un último sorbe a su café. ―Ahora me paso a retirar, aún tengo algunas cosas que terminar― Dijo poniéndose de pie para caminar rumbo a su despacho donde tenía unos documentos que revisar acerca de la sucursal de Italia la cual planeaba abrir dos nuevas pastelerías, una en la ciudad de Verona y otra en Milán. Ambas ciudades eran puntos claves e importantes donde muchos turistas paseaban por lo que era una ventaja. Solo necesitaba firmar para dar su autorización y las nuevas pastelerías serían abiertas. Habían más ventajas que desventajas, además, ya tenían abiertas 10 pastelerías en el país italiano y les había ido bien por lo que aumentar dos más en ciudades que eran bastante conocidas y famosas no le vendría mal a su Grupo.

Después de haber firmado y sellado el documento, tuvo que digitalizarlo y enviarlo por correo electrónico a la auditoría para que se pusieran en marcha para encontrar locales adecuados y comprarlos para que las nuevas pastelerías pudieran ser organizadas y posteriormente abiertas. También le envió un mensaje a Taemin, su asistente y secretario, a través de LINE, avisándole sobre su decisión. 

Taemin se enojaría con él si no era uno de los primeros en enterarse sobre estás cosas. Quería estar siempre informado de todo lo relacionado con los proyectos, negocios e inversiones realizadas por PJ, alegando que era su mejor amigo, mano derecha, asistente y secretario, por lo que debería ser el primero en enterarse de todo.

━━━━━━━━ • ✿ • ━━━━━━━━

Unas dos horas después del almuerzo, JiMin observaba desde el marco de la puerta a Yoongi que se encontraba viendo una película en la Smart TV. JiMin no era fanático del terror pero a Yoongi parecía gustarle ese género, ni siquiera se asustaba en las escenas que a él le hacía cerrar los ojos con fuerza y eso que solo miraba un poco de reojo por estar más concentrado en observar al dueño de sus pensamientos y corazón desde muchísimo tiempo atrás.

Yoongi se veía tan lindo y hermoso ante sus ojos, estaba seguro que estaba sonriendo como un idiota mientras lo miraba pero simplemente no podía evitarlo.

Era jodidamente precioso.

Yoongi realmente se merecía el mundo entero y él estaba dispuesto a dárselo sí el menor se lo permitía.

Unos 15 minutos después, cuando la película terminó al mismo tiempo que Yoongi terminó de comer sus palomitas, JiMin finalmente se acercó a él ya que tenía algo que decirle.

―Hay algo que me gustaría hablar contigo, si no te molesta― JiMin tomó asiento a su lado en el sofá grande.

Yoongi lo miró con curiosidad surcando sus ojos. ―¿Sobre qué?― Preguntó.

JiMin tomó un poco de aire antes de hablar. ―Bueno, después de todo lo que has pasado por culpa de... ese imbécil― El solo mencionarlo le causaba enojo y desagrado. ―No sé si te parece bien pero... estaba considerando el hecho de contratar un psicólogo para que pueda, no sé, hablar contigo y ayudarte a no tener esas pesadillas que tanto te molestan por las noches― Explicó de manera tranquila esperando no alterar al menor.

Yoongi, por su parte, solo se mantenía en silencio escuchando y analizando cada palabra suya.

―Por supuesto, sólo si tú estás de acuerdo con eso, no quiero que te sientas presionado a aceptar― Retomó JiMin la palabra, tomando la mano del menor con cariño y delicadeza, mostrándole con ese pequeño gesto lo sincero que era respecto a sus palabras. ―Sabés perfectamente que lo que más quiero y deseo es que puedas estar bien, que te sientas cómodo y puedas estar tranquilo.― Hizo un pequeña pausa antes de continuar. ―Quiero que puedas liberarte de esas cadenas que aún te tienen atado y te siguen atormentando.― Apretó ligeramente la mano de Yoongi. ―Sé que no me necesitas para ello porque eres lo suficientemente fuerte y capaz de hacerlo por ti mismo pero... quiero poder estar a tu lado mientras lo haces, quiero acompañarte y cuidar de ti mientras tú sigues sanando. No solo física si no también psicológicamente.

Después de unos segundo en silencio, el menor comenzó a hablar. ―No lo sé... no había pensado en eso...― Comentó Yoongi luego de escuchar cada una de las palabras del mayor. ―Nunca he ido a uno así que... me siento algo nervioso― Confesó en voz baja.

JiMin le sonrió de forma cálida sin soltar su mano. ―Es normal sentirse así cuando acudes por primera vez pero poco a poco empiezas a sentirte más cómodo.― Comentó.

Él había tenido que ir varias veces luego de que secuestraran a su hermano menor frente a sus ojos sin poder ayudarlo. Aunque las pesadillas de ese día aún persistían pero no eran frecuentes.

―Ellos serán tus confidentes, van a escuchar todo lo que les digas sin juzgarte y van a ayudarte a que puedas ir dejando todo eso que atormenta atrás para que de esa forma puedas ir sanando por ti mismo. Además, yo voy a estar a tu lado en todo momento.― Hizo una pequeña pausa antes de volver a hablar. ―Nunca voy a dejarte solo, no de nuevo.― Prometió, no solo para Yoongi si no que también era una promesa que se hacía a sí mismo.

Min soltó un pequeño suspiro antes de hablar. ―Voy a pensarlo― Dijo Yoongi finalmente.

―Bien― Aceptó JiMin su respuesta dejando un pequeño beso en el dorso de la mano del menor. ―Piénsalo tranquilo y detenidamente. Yo respetaré cualquier decisión que llegues a tomar.

Yoongi esbozó una pequeña sonrisa ante las palabras y el gesto por parte del mayor sintiendo una calidez agradable en su interior.

Definitivamente, JiMin no había cambiado mucho, seguía siendo aquel chico amable, atento y cariñoso del que se enamoró en el pasado.

―Sigues siendo tan cálido como antes― Comentó Yoongi sin ser consciente de ello hasta que vio la mirada del mayor dándose cuenta de que lo había dicho en voz alta.

―¿Qué?

―Nada, nada― Negó Yoongi rápidamente algo apenado por haber dicho lo que pensaba en voz alta sin siquiera darse cuenta.

―Oh, vamos, dímelo de nuevo― Pidió el mayor esperando escuchar aquellas palabras nuevamente. ―Quiero saber que dijiste― Mejor dicho, quería asegurarse de que había escuchado bien.

―No dije nada― Volvió a negar Yoongi avergonzado.

JiMin hizo un puchero. ― Please honey, dímelo solo una vez más.

―No.

―Bien― Suspiró. ―Me rindo, no insistiré― Dijo dejando caer su cabeza en el respaldar del sofá antes de ver como el menor miraba hacia otro lado y aprovechando que estaba distraído le dio un beso en la mejilla y volvió a recostarse en el sofá con un sonrisa en el rostro. ―Hermoso― Murmuró para sí mismo.

En la tarde, alrededor de las 18:30, cuando el solo ya estaba casí oculto, los hermanos Park ya estaban por salir a supervisar los casinos. JiHyun iba acompañado de tres guardaespaldas: Jisung, Minjae y Hyunwoo en una camioneta que había alquilado solo por está vez ya que, a diferencia de JiMin, prefería usar motocicletas. JiMin por su parte, estaba en la sala de star esperando a que Yoongi bajara de su habitación ya que aún no terminaba de alistarse. Un par de minutos después, el menor hizo acto de presencia y, ¿para que negarlo? Se veía jodidamente lindo e increíble con esa ropa, bueno, siempre se veía bien.

―¿Me queda mal?― La dulce voz de Yoongi lo sacó de sus pensamientos, dándose cuenta que se había quedado mirándolo sin decir nada.

―No, no― Negó rápidamente. ―Te ves increíble― Dijo ligeramente sonrojado por no haber reaccionado rápido pero, ¿cómo podría no quedarse hipnotizado al verlo? Siempre lucía muy bien, muy lindo y encantador. Era demasiado para su corazón y su autocontrol vacilaba por momentos.

Yoongi sonrió, una hermosa sonrisa que solo hizo acelerar aún más su corazón. ―Por un momento pensé que no me quedaba bien.

JiMin se acercó hasta él. ―Yoongi, cariño, tú te ves bien con cualquier cosa que te pongas encima. Todo luce increíble si eres tú quién lo usa.

―No sé si estás siendo sincero o coqueto.

―Un poco de ambas― Confesó. Ambos se miraron y no pudieron evitar reír. ―¿Nos vamos?

Yoongi asintió. ―Vamos.

Por fortuna el trayecto no era muy largo, tan solo les tomaría alrededor de una hora y media, el tráfico no era tan intenso.

―¿Tienes que ver muchos casinos?― Yoongi miraba el camino con un ligero brillo en sus ojos, hacía mucho tiempo que no había dado algún paseo durante la noche y se sentía tan bien poder hacerlo finalmente, sintiéndose libre y tranquilo mientras la brisa nocturna lo envolvía con de una manera increíble.

―Hoy solamente uno, mañana JiHyun y yo iremos a ver otro más, en realidad no es tanta cosa, solo debemos asegurarnos de que todo esté medianamente en orden, hoy vengo yo de sorpresa y todos creen que "ya pasó lo difícil" y una dos semanas después viene la auditoria a supervisar todo cuando ya se relajaron.

―Entiendo, ellos creen que ya contigo y JiHyun revisando todo, están seguros y en dos semanas llega el verdadero "vengo a revisar todo". Un verdadero plan malévolo...

JiMin sonrió luego de escuchar las palabras del hermoso chico a su lado, dueño de sus pensamientos y corazón desde el día en que lo conoció, sin despegar su vista de la carretera. ―Es una forma de asegurarnos que siempre esté todo en orden y no solo porque, "vienen los jefes"― Y esto era no solamente en su negocio, muchos empleadores aplicaban ese método.

El viaje fue tranquilo y sin contratiempos, JiMin miraba a Yoongi quien de vez en cuando sus ojos se perdían entre la carretera, no era la única ocasión que viajaba con él, pues ya lo habían hecho varias veces cuando eran adolescentes, cuando todavía estaban juntos, pero sí era la primera vez que lo hacía en un trayecto largo solo ellos dos, puesto que antes siempre iban con muchos guardaespaldas.

Y pese que su mirada estaba fija en la carretera, su mente se encontraba en otra parte, atrapada en el pasado, cuando era un adolescente y estaba junto a él, en los hermosos recuerdos que tenía y atesoraba de esos días, antes de que todo se jodiera. Un nudo de ansiedad se apretaba en su pecho mientras recordaba la última vez que vio a Yoongi antes de irse al extranjero sin poder despedirse ni comunicarse con él. ¿Qué tanto daño le había causado al irse de esa forma?, ¿realmente lo merecía?, ¿realmente podía estar con él nuevamente?

La mano de Yoongi posándose sobre su mano libre, aquella con la que no conducía, fue lo que lo hizo mirarlo, conectándolo a tierra, a su presente.

―¿Qué pasa?

―Nada, solo pensaba en lo afortunado que fui al conocerte― Dijo tomando su mano entre la suya para acercarla a sus labios y dejar un beso en el dorso de esta. ―Y los muchos momentos junto a ti que me perdí mientras estuve en el extranjero.

―Las cosas siempre pasan por algo― Fue lo único que dijo Yoongi.

Sí, eso lo sabía, pero en el fondo deseaba que las cosas no hubieran sido así, que todo hubiera sido diferente y que jamás hubieran tenido que separarse.

―¿Te puedo hacer una pregunta?

―Supongo que sí― Respondió Yoongi sin dejar de ver el camino, la luz de la luna brillando sobre ellos e iluminando el camino.

―¿Me extrañaste?

Yoongi lo miró ladeando su cabeza sin entender a que se refería el mayor.

―¿Me extrañaste mientras estuve en el extranjero?

Yoongi tardó unos segundos en responder. ―Mucho.― Realmente lo había extrañado y echado de menos, pero la vida continuaba y decidió darse otra oportunidad en el amor.

Gran error.

JiMin sonrió débilmente. ―Yo te extrañé a cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo. No había un solo momento en que no estuvieras presente en mis pensamientos.― Le confesó. Siempre se había imaginado a Yoongi a su lado en cada momento, cuando iba creciendo, cuando estaba estudiando, trabajando, entrenando. Siempre. No había momento en que no pensara en él, en que no lo imaginará a su lado, apoyándolo y alentándolo a seguir, a no darse por vencido cada vez que se sentía perdido, cansado y vencido.

―Eso era obvio, soy difícil de olvidar― Dijo Yoongi con un tono presumido sacándole una pequeña risa al mayor.

―Eso es cierto. No existe forma alguna de negarlo― ¿Cómo podía ser tan fácil sonreír y sentirse muy cómodo a su lado? Solo Yoongi tenía ese mágico poder de volver a cualquier lugar como su zona segura mientras él estuviera ahí. ―Oh, mira, estamos por llegar.― Informó cuando la zona de hoteles, clubs, casas de apuestas y casinos se dejo apreciar, llena de luces y personas caminando por las calles. La vida nocturna era lo que más resaltaba en el lugar y es que parecía como si para ellos aún fuera de día.

JiMin le mostró la villa en donde iban a quedarse, un bonito hotel a base de varias villas a lo largo de la playa, estacionaron el coche y JiMin se encargó de pedir las llaves y las cosas. Yoongi sin embargo durante un momento se quedó en silencio.

―Oye, ¿y tus guardaespaldas?— Preguntó cuándo JiMin regresó con él con el acceso a la villa.

―Ellos llegaran en unos minutos. Vienen un poco atrás de nosotros a excepción de Félix y Changbin que ya están aquí, ya ellos vinieron un poco adelante para revisar y asegurar el lugar. Pero todos ellos nos alcanzarán en el casino.― Explicó JiMin antes de guiarlo hacia donde iban a hospedarse. Un vasto camino los llevó hasta un departamento muy bien acomodado y alejado de todos los demás. ―Vamos a disfrutar la estadía.― Dijo cuando llegaron. ―Dejaremos las cosas, iremos al casino y después, vamos por algo para cenar y volvemos aquí, ¿te parece?― Yoongi asintió de acuerdo.

El apartamento era precioso, elegante y por petición de JiMin había dos habitaciones. No negaba que deseaba dormir con él y amanecer a su lado pero sabía que Yoongi aún necesitaba tiempo por lo que consideró apropiada pedir un departamento con dos habitaciones para el menor pudiera sentirse más cómodo.

Yoongi, por su lado, miraba todo el lugar bastante sorprendido. ―Es muy bonito.

―¿Habías estado en uno así antes?― Yoongi hizo un gesto de negación, aunque tras un largo rato se quedó pensando.

―Hace años cuando hubo una fiesta de año nuevo realizada por uno de mis compañeros de la Universidad pero solo estuvimos en un solo lugar, no pude ver más a detalle el lugar.

JiMin sonrió y le dio un beso en la mejilla. ―Conmigo podrás hacer todo lo que quieras.― Le aseguró.  ―¿No estás cansado? El viaje gue un poco largo.

―Estoy bien, además me prometiste que iríamos a cenar.― Tenía un punto, y si existía algo que Yoongi no le decía que no, era a comer.

―Entonces dejemos las cosas y pongámonos en marcha.

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Su destino era el prestigioso casino de Jeju, un bastión de sus operaciones. El casino, adornado con una decoración opulenta, era un símbolo de su influencia en el mundo clandestino. Apenas entraron lo encontraron llenísimo, eran cerca de las nueve de la noche. El tintineo de los vasos y el suave murmullo de las conversaciones, el sonido de dados, maquinas de apuestas y juegos en un mismo lugar. Así como ese aroma a tabaco, alcohol y perfumes mezclados.

Con Yoongi a su lado, JiMin se movía con un aire de poder silencioso a través del piso del casino. Los jugadores, sin darse cuenta de sus verdaderas identidades, continuaron con sus actividades, ajenos a la presencia del primer heredero de la familia Park, dueños del lugar donde se encontraban. Sus ojos escanearon la multitud en busca de cualquier indicio de enemigos o empresas rivales que invadieran su territorio, una amenaza potencial para su dominio, o alguna cara conocida que no fuera de su agrado. Cada detalle fue escudriñado, cada rincón observado, mientras evaluaban si la fortaleza de la vigilancia de los Park permanecía intacta.

―Este es uno de los casinos más viejos de Jeju, inclusive creo que es de los primeros que la familia hizo. Aunque no deja tanto como los otros, creo que papá lo mantiene "por nostalgia".― Le explicó JiMin a Yoongi mientras le miraban el lugar, sin duda alguna a diferencia de los otros casinos, ese era más pequeño. ―¿Me esperas un segundo para hablar con uno de los gerentes?— Yoongi asintió, y al separarse de él pudo ver que Yeonjun y Soobin se acercaban a él, Félix iba junto a JiMin. ―Hagan que se sienta cómodo. No es una orden, es un pedido...― Murmuró JiMin mirando a sus guardaespaldas.

―No se preocupe, jefe. Ellos saben lo importante que es el joven Min para usted, no lo harán sentir incómodo...― Félix intentó tranquilizarlo.

―Más les vale que así sea― Murmuró JiMin para sí mismo caminando junto a su jefe de seguridad hacia donde se encontraban los gerentes.

JiMin hablaría con ellos y revisaría las cuentas junto a Félix, mientras que Changbin, Yeonjun y Soobin se harían pasar clientes y observarían todo detalladamente, asegurándose de que no haya ningún problema. Al mismo tiempo que acompañaban s Yoongi a explorar el lugar.

Cuando se acercaron a los gerentes del casino estos se mostraron sorprendidos de su presencia ahí, JiMin y Félix intercambiaron sutiles miradas para analizarlos si mentían o algo. Los pasaron a una oficina para tratar lo que fuera que tuvieran que decir. JiMin se notaba tranquilo, inclusive solo comentó que "pasaba por ahí y decidió dar una vuelta" sin hacerles ver la tormenta que se avecinaba detrás de su rostro tranquilo o de las auditorías de dentro de dos semanas. El gerente y él tuvieron una larga charla, compartieron actualizaciones sobre operaciones, finanzas y posibles preocupaciones. Cada palabra fue absorbida meticulosamente, cada matiz analizada minuciosamente, mientras evaluaban la estabilidad del casino.

Por ahora, todo parecía bajo control, y aunque le ofrecieron quedarse más tiempo, JiMin se negó por ahora sus cosas estaban terminadas, además allá abajo en la zona de juegos había un joven que, probablemente, ahora mismo se estaba muriendo de hambre.

―¿Ya te volviste adicto a los juegos?— Le preguntó a Yoongi quien estaba picando a algunos botones en una máquina tragamonedas, este sonrió al verlo negando con la cabeza.

―Changbin me apostó 4 dólares a que lograba sacar más dinero que él.— JiMin miró a su guardaespaldas quien se encogió de hombros.

―¿Y lo lograste?

—No, ahora le debo 4 dólares a él y otros 4 a Soobin.― Este sonrió nervioso rascándose la nuca antes de levantarse de su asiento. JiMin agradeció internamente que después de todo, sus guardaespaldas lo hicieran sentir bien. —¿Terminaste?

―Si, por ahora ya hemos terminado. ¿Quieres ir a cenar?— No era necesaria esa pregunta, pues el brillo de sus ojos lo decía todo. ―Conozco un lugar, ¿has probado la comida mediterránea?― Preguntó saliendo del lugar junto a Yoongi, siendo seguidos por sus guardaespaldas, pero Yoongi negó con la cabeza. —¿Griega? Bueno no importa, es muy rica, ¿quieres conocerla o prefieres algo más tradicional?

―Jamás voy a decirle que no a la comida coreana pero, dado que es más fácil conseguir comida por ahí, voy a elegir esta vez por tu recomendación.

―Respuesta correcta.

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