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17 [Encuentro juvenil]

Al día siguiente... Cerca del mediodía.

En el complejo Hyuga... Se podía ver cómo una figura se movía por su habitación, apenas vistiendo una camiseta negra y pantalones negros.

La chica rápidamente se dirigió a su armario para finalmente colocarse su chaqueta de siempre. Luego tomó la riñonera, revisándola con cuidado...

Traía armas, cables, algunos pergaminos, un fajo de papeles explosivos cubiertos con una banda de seguridad. También llevaba un monedero en su interior, junto a su solicitud, cuidadosamente doblada por la mitad en la parte rígida del accesorio...

Finalmente, se colocó la riñonera, ajustó la cinta de su pierna con el porta armas rápido, y finalmente tomó su banda ninja y se la ató al cuello.

—Estoy lista —se dijo a sí misma para finalmente caminar hacia la salida...

Sus pasos apenas se oían en el tablado mientras ella se daba valor a sí misma, pasando junto al patio de entrenamiento, donde estaban su hermana y su padre...

—¿A dónde vas, Hinata? —cuestionó Hiashi al verla.

Hinata solo se volteó a verlo mientras mantenía la calma.

—Buenas tardes, padre... Voy a entrenar —fue todo lo que ella respondió antes de dedicarle una mirada amigable a su hermana—. Buenas tardes, hermanita...

Sin más, la Hyuga continuó su camino, a lo que Hiashi solo frunció un poco el ceño...

—Ha cambiado... Y definitivamente sé que no va a entrenar... Esa mirada es la misma de aquel día. ¿Acaso está desobedeciendo? —pensó el padre, analizando la situación.

Hanabi, por su parte, la vio con una sonrisa.

—Suerte, hermana...

En eso, una figura caminó colocándose junto a Hiashi.

—Buenas tardes —dijo Hiroshi tomando su lugar—. ¿A dónde va la mocosa? Creí que no tenía misiones hoy.

Hiashi solo negó con la cabeza.

—Se fue a entrenar —contestó estoico.

Hiroshi solo levantó una ceja para finalmente no darle más importancia...

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Unos minutos más tarde... Aproximadamente media hora después, la kunoichi esperaba junto a la academia, sentada en el columpio...

—Los exámenes empiezan en media hora... A las tres de la tarde —pensó ella observando la academia.

—¡¡Buenas tardes, Hinata!! —exclamó Naruto llegando a la escena.

—Buenas tardes, Naruto —contestó ella con una sonrisa, la cual correspondió el rubio.

—¡Es bueno ver que has venido! Je, espero que nos vaya muy bien —comentó Naruto demostrando gran energía.

—Igualmente, ojalá que así sea...

—Oye... ahora... ¿dónde es que se debía firmar? —preguntó Naruto algo avergonzado mientras mostraba su solicitud sin firmar, a lo que Hinata no pudo evitar soltar una carcajada algo irónica, y más después de lo que había pasado para tener la suya firmada.

—¿En serio no lo has firmado? —preguntó ella aún riendo, cosa que hizo que Naruto se pusiera totalmente rojo de la pena.

—N-no, ¿me ayudarías? —contestó mientras frotaba su mano en su cabello—. Ya me dio pena...

La ojiperla se acercó a él suavemente para ayudarle. Luego de un momento, ambos se quedaron hablando de cosas irrelevantes, hasta que finalmente llegó Sasuke.

—Por lo que veo, ambos están motivados. Es bueno ver eso —pensó el Uchiha al ver la escena.

—Buenas tardes, Sasuke —saludó Hinata con una sonrisa mientras lo analizaba. No dudaba que vendría.

—Buenas tardes —contestó Sasuke con simpleza mientras empezaba a caminar hacia la entrada, siendo seguido por sus compañeros.

Finalmente, los tres se adentraron en la academia, caminando por varios pasillos. Tras subir la escalera, pudieron ver a bastantes genin de diferentes aldeas amontonados en la puerta de un aula. Al acercarse al salón, pudieron notar a un chico con peinado de tazón tirado en el piso; se notaba golpeado, y los dos responsables se encontraban en la puerta.

—¿Y ustedes pretenden presentarse en los exámenes chunin? Ustedes están muy débiles para eso —dijo uno de los dos chicos en la puerta; este traía el cabello muy puntiagudo.

Su compañero era otro chico con un flequillo y su cabello tapado por un gorro en el cual traía su banda ninja.

—Por favor... déjennos pasar... —dijo Tenten tratando de apelar a la razón, sin embargo, el chico de cabello puntiagudo le respondió con una bofetada en la cara, lo que la hizo retroceder y la calló.

—¿Qué dices? A ver si lo entienden... —empezó uno de ellos.

—Les estamos haciendo un favor a todos. Los exámenes chunin son muy difíciles. Nosotros hemos reprobado tres años seguidos, y para chicos como ustedes, esto será imposible —dijo el otro, continuando lo que su compañero había dicho.

Neji, por su lado, suspiró al ver a sus compañeros...

—¿Vamos a seguir aparentando que nos creímos el genjutsu? —pensó con aburrimiento.

En eso, el equipo 7 se acercó a la escena en silencio para ver detenidamente la situación.

Hinata se percató de la presencia del Hyuga, quien de paso le devolvió la mirada, encontrándose ambos cara a cara. Los ojos del Hyuga mayor estaban llenos de frialdad...

La ojiperla, de forma casi instintiva, agachó la mirada y juntó sus manos...

—Sabía que estaría aquí... Pero no pensé que me pondría así... Siempre es difícil verlo —pensó Hinata mientras se observaba las manos; le temblaban, sentía un pequeño ataque de ansiedad en su pecho, era como un vacío en el que podía escuchar incluso su propio corazón latir de forma acelerada—. Cálmate... Ya estás aquí, no te doblegues ahora...

Por otro lado, los dos ninjas que impedían la entrada continuaron con su discurso.

—Ser chunin equivale a ser capitán de un equipo pequeño, y eres responsable por sus muertes. Unos mocosos como ustedes no sirven aquí —continuó el chico de cabello puntiagudo, a lo cual Sasuke solo suspiró antes de reír.

—Tienes algo de razón, supongo que hablas desde tu experiencia como mediocre... Pero yo pienso pasar por ahí, así que nos harían un gran favor quitando ese genjutsu para que la gente pase. A diferencia de ustedes, hay gente aquí con futuro —comentó Sasuke a modo de burla...

Este comentario llamó la atención de todos los genin presentes en aquel sitio.

—Oh... así que te diste cuenta... —dijo el que tenía la banda ninja en su gorro.

—Vaya... Jeje... Así que tenemos a un sabelotodo —agregó de forma burlona el de cabello erizado.

—Este tipo de cosas solo engañarían a un mediocre. Claramente estamos en el segundo piso —continuó Sasuke.

—¿Eh?... ¿En serio?... —pensó Naruto mientras volteaba a ver a Hinata para preguntarle, solo para encontrarla totalmente fuera de sí—. ¿Por qué de repente se nota rara?... Su mirada está por los suelos...

En eso, el cartel que decía 301 pasó a decir 201, a lo que los dos genin que tapaban la puerta se burlaron.

—No lo hacen mal, pero solo era de fijarse —contestó uno de los dos genin antes de lanzarse contra Sasuke.

El chico lanzó una patada directa al Uchiha, quien se dispuso a intentar bloquear el ataque, pero instantáneamente el chico de peinado de tazón y grandes cejas se había puesto en medio; había frenado ambos ataques a gran velocidad usando solo sus manos, cosa que sorprendió a todos.

—¡Es rápido! —pensó Naruto.

—Su velocidad es asombrosa... sin mencionar su fuerza —pensó Hinata, quien había levantado la mirada; el inicio de una posible pelea la había sacado de su trance—. Si no me equivoco, es del mismo equipo que Neji...

La ojiperla dirigió su mirada al otro Hyuga, que esta vez terminó por ignorarla.

—Primo Neji... —pensó Hinata mientras sentía su mano temblar y aquel vacío... Se sentía bastante angustiada con su presencia. No era como los demás Hyuga, él sí era alguien que apreciaba... Eso hacía más difícil verlo.

—¿Quiénes son esos tipos? —pensó Naruto al ver la fuerza de Lee y luego mirar a sus acompañantes, donde su mirada se posó sobre Neji—. Ese chico... Esos ojos... Se parecen a los de Hinata...

Sasuke no estaba menos sorprendido por la acción del cejudo; de hecho, no entendía cómo había bloqueado su ataque con tanta facilidad.

—Ha detenido mi patada con una sola mano... ¿Concentró chakra en sus manos? —analizó el Uchiha mentalmente, pero finalmente los pensamientos de todos fueron interrumpidos por la voz de Neji.

—Oye, Lee, acabas de romper la promesa que nos hiciste hacer. Fuiste tú quien dijo que era mejor tratar de no llamar la atención— comentó el Hyuga de forma frívola, ante lo cual su compañera negó con la cabeza.

—Ya empezaste otra vez— dijo la chica con los moños en su cabeza.

El cejudo se quedó en silencio antes de ponerse recto y algo rojo de vergüenza.

—Sí, es solo que... bueno, jeje...— contestó sin siquiera poder buscar una excusa, por lo que se veía apenado.

Sin más, el Hyuga desvió su mirada en dirección a Sasuke.

—Oye tú, dime tu nombre— dijo el Hyuga refiriéndose al Uchiha, quien se volteó a verlo fijamente.

—¿¡Por qué siempre Sasuke!?— exclamó mentalmente Naruto ante la pregunta del Hyuga.

—Es de mala educación preguntar sin antes presentarse— contestó Sasuke con frialdad.

—¡Tú le preguntaste el nombre a Gaara sin presentarte primero!— pensó Naruto, algo fastidiado por el ego de su compañero.

Sasuke, por su lado, había notado los ojos de aquel chico, lo que instintivamente le hizo voltear levemente la mirada para observar a Hinata, quien permaneció callada, por no decir incómoda, ante la presencia de aquel Hyuga.

—Eres uno de los novatos, ¿verdad? ¿Cuántos años tienes?— siguió Neji, a lo que Sasuke ni siquiera le regresó la mirada.

—No tengo por qué contestarte— finalizó Sasuke.

Ambos Genin se dieron la vuelta para no dirigirse la mirada el uno al otro.

—¿¡Por qué nadie se interesa en mí!?— balbuceó Naruto mientras colocaba su frente contra el muro.

—N-no digas eso... yo sí me intereso en ti— contestó Hinata, tratando de animarlo, a lo que el rubio se tiró al suelo abrazando la pierna de la ojiperla.

—Al menos te tengo a ti— exclamó el rubio mientras soltaba un gran torrente de lágrimas tontas, y Hinata se quedó paralizada y más roja que un tomate.

Esta escena no le causó ninguna gracia al otro Hyuga, quien solo se volteó en otra dirección al ver la escena.

—Me sigo preguntando cómo siquiera la recomendaron— pensó para sí antes de empezar a retirarse.

Finalmente, el equipo 7 se retiró del lugar, Sasuke como siempre con su cara de póker, mientras que Hinata se mantenía rojiza y arrastraba a Naruto, que se había aferrado a su pierna sin dejar de llorar con sus ojos de plato... Tras caminar un poco, Sasuke finalmente se volteó a ver a su compañera.

—Hinata— empezó el Uchiha.

—¿Eh?... ¿Ocurre algo, Sasuke?— preguntó ella algo tímida.

—Dime, sabes quién era ese tipo, ¿verdad?— cuestionó el Uchiha mientras la miraba a los ojos, por lo que la Hyuga terminó agachando la cabeza, algo apenada.

—Él... e-es mi primo Neji Hyuga... él fue el mejor de su generación— contestó de forma corta y concreta. Se veía un poco nerviosa al hablar del tema.

—Ya veo— contestó el Uchiha antes de seguir su camino —. Me lo imaginaba, sus ojos son iguales.

Naruto se levantó del suelo dando un salto para después mirar a su compañera. Estaba algo preocupado.

—Así que eso era... ¿Pero por qué le asusta? ¿Qué no es un familiar?— pensó el Uzumaki.

El equipo continuó su recorrido. Estaban cruzando por un gran salón cuando de pronto...

—¡Oye, tú, el Uchiha!— exclamó Rock Lee desde lo alto de un balcón en aquella habitación, antes de saltar dando algunas volteretas y aterrizar a metros en frente del equipo.

—¿Qué quieres?— contestó Sasuke sin darle mucha importancia.

—¡Mi nombre es Rock Lee! Y te reto a una pelea, Sasuke Uchiha— dijo el cejudo mientras señalaba al pelinegro.

—Vaya, qué interesante, ya sabías mi nombre.

—¡Pelearé contra ti! ¡Quiero probarme contra el heredero del legendario clan Uchiha! ¡Suena a un buen desafío!— declaró el cejudo mientras se colocaba un brazo en la espalda y el otro al frente en una pose de pelea, mientras pensaba: *Tal vez también rete a la heredera del clan Hyuga, pero no creo que haya tiempo*.

—¡Siempre es Sasuke!— exclamó mentalmente Naruto, mientras mordía el cuello de su chaqueta.

—A pesar de conocer el clan Uchiha, ¿quieres enfrentarte a mí? Das muestra de ser un ignorante— se burló Sasuke antes de sonreír y colocarse en pose de batalla —. Voy a enseñarte el verdadero valor de mi clan.

—¡Eso espero!— contestó Lee emocionado —. ¡Qué suerte! ¡Podré enfrentar al mejor de los novatos!

—¡Espera! ¡Yo me encargo del cejotas! No creo que me aguante más de cinco minutos— exclamó el rubio dando un paso al frente.

—Naruto... No deberías pelear con él— dijo Hinata, tratando de detener a Naruto, a lo que este no pareció prestarle atención.

—¿Eh? ¿Quién eres tú?— preguntó Lee, algo confundido e incrédulo —. Yo no quiero pelear contigo, solo quiero enfrentar a Sasuke Uchiha.

Naruto, al oír otra vez el nombre "Sasuke" de la boca del cejudo, sintió cómo una vena se le hinchaba en la frente, por lo que se lanzó furioso contra él.

—¡Ya verás!— pensó Naruto mientras empezaba a ejecutar sellos manuales, todo esto antes de que Hinata pudiera siquiera tratar de frenarlo.

Sin embargo, Lee, con un simple movimiento de Taijutsu, lanzó a Naruto contra una viga, dejándolo fuera de combate.

—Ugh... ¿Por qué a mí...?— pensó Naruto mientras sus ojos daban vueltas sobre sus órbitas.

—Estabas muy distraído y atacando sin pensarlo. Te recomiendo nunca atacar así— comentó Lee.

Hinata inmediatamente corrió en dirección a Naruto y se colocó junto a él, mirándolo más de cerca.

—¿Estás bien?— preguntó ella, algo preocupada, mientras lo acomodaba en el suelo.

—¿Viejo Hokage, es usted?— preguntó Naruto, quien se notaba mareado, a lo que Hinata lo ayudó a apoyarse en la viga.

—El que avisa no es traidor. ¡Ustedes no son rivales para mí! ¡La razón es porque soy el Genin más fuerte de Konoha!— exclamó Lee sin despegar la mirada de Sasuke.

—Parece divertido... Entonces... ¡Te haré comer tus palabras!— exclamó Sasuke antes de prepararse para correr directo al cejudo.

—No me gusta esto... Me preocupa que Sasuke pueda resultar herido... Además, tenemos que apresurarnos. Pronto se acabará el tiempo para registrarnos en los exámenes— pensó Hinata, mientras Naruto se apoyaba en su hombro para sentarse en el suelo.

—¿Qué le pasa a ese chico...?— pensó Naruto, apenas recuperándose del golpe que había recibido.

La chica siguió observando la pelea sin despegar la vista...

—¡Cinco minutos serán suficientes!— exclamó Sasuke con gran confianza antes de lanzarse en dirección al cejudo.

—¡Ahí viene! Lo siento, maestro, tal vez me vea obligado a romper sus reglas— pensó Lee antes de empezar a moverse —. ¡Huracán de la hoja!—

Lee lanzó una patada que a duras penas Sasuke es capaz de evitar, seguida de otra más, la cual intenta frenar con sus brazos, pero es lanzado al aire sin tener éxito en su bloqueo, para luego caer al piso.

—Esos movimientos... —pensó Hinata mientras observaba la pelea.

—¿¡Qué demonios pasó!? ¿Cómo rompió mi guardia? —pensó el Uchiha volviendo a colocarse.

—Se levantó, ¡lo sabía! —pensó Lee emocionado.

—Parece... que es una oportunidad perfecta para usarlo —pensó Sasuke con una sonrisa, mientras sus ojos empezaban a cambiar.

Hinata se vio sorprendida al notarlo; los ojos de su compañero eran rojos con pupila negra y dos aspas en cada uno.

—¡Es justo como en el puente! —pensó la ojiperla.

—Ese es el Sharingan —analizó Lee.

—Aun así... no creo que vaya a funcionar, Sasuke... —pensó Hinata mientras se colocaba de pie.

—Sea cual sea su truco, lo descubriré con esto —pensó el Uchiha, antes de intentar atacar nuevamente.

Sin embargo, Lee le lanza una poderosa patada en la mandíbula, tal es la fuerza que lo levantó del piso y lo elevó varios metros...

—¿¡El Sharingan no detectó nada!?... ¿¡Qué clase de técnica es!? —se cuestionó Sasuke mientras permanecía suspendido en el aire.

—Según lo entiendo... el Sharingan puede entender los Ninjutsu, Genjutsu, y Taijutsu, pero... para ser capaz de evitarlos en pelea... requiere coordinación del cuerpo... y ya que el Taijutsu es combate cuerpo a cuerpo, la velocidad de ese chico supera la velocidad de reacción de Sasuke; aun si logra verlo con el Sharingan... —analizó la Hyuga frunciendo el ceño, sabía que eso no era bueno.

—¡Mi especialidad no son los Ninjutsu ni Genjutsu! —exclamó Lee.

—¡Sasuke! Ten cuidado, es un experto en lucha cuerpo a cuerpo —exclamó Hinata mientras se preparaba para correr; sabía que tenía que ayudar a su compañero.

El cejudo salta a gran velocidad quedando debajo del Uchiha que aún se mantenía a gran altura.

—Tu amiga tiene razón, lo que usé contra ti no es más que Taijutsu, por difícil que te resulte creerlo —explicó Lee mientras estaba a espaldas de Sasuke.

—¿¡Qué quieres decir!? —exclamó Sasuke.

—Por mucho que tus ojos puedan leer mis movimientos, tu cuerpo es muy lento para hacer algo al respecto —respondió con simpleza el cejudo antes de empezar a desenvolver sus vendas, las cuales parecían cobrar vida para envolver al Uchiha...

Hinata dio un salto mientras trataba de llegar para detenerlos, sin embargo...

De la nada, un molino de juguete voló por los aires y se clavó en la pared, de paso atorando las vendas de Lee.

Al ver esto, el cejudo dejó caer a Sasuke, donde Hinata, aún en el aire, apenas pudo tomarlo de la muñeca; al final ambos cayeron al suelo, apenas logrando amortiguar la caída...

—¿Qué tipo de chico es ese? —pensó Naruto mientras se limitaba a observar.

—¡LEE, ES SUFICIENTE! —exclamó una gran tortuga, la cual estaba a algunos metros del lugar de la pelea.

—Estuvo cerca... No estoy muy segura, pero esa técnica era peligrosa —pensó Hinata mientras ayudaba a su compañero a sentarse en el suelo y luego miraba a Naruto. Finalmente, suspiró aliviada.

—¡LEE! ¡TE HE DICHO QUE ESA TÉCNICA ESTÁ PROHIBIDA! —exclamó la tortuga, a lo que Lee se colocó en frente de ella.

—¡Lo siento, lo siento! —se disculpó mientras hacía varias reverencias.

—¿De dónde salió esa tortuga? ¿Será su maestro? —pensó Naruto mientras se acercaba al resto de su equipo.

—Pe-pero no la iba a utilizar del todo... —se excusó Lee tratando de disculparse con la tortuga, quien siguió regañándolo...

Esto mientras los Genin del equipo 7 se reunían...

—Hey, Hinata... ¿las tortugas pueden ser maestros ninja? —preguntó Naruto con incredulidad.

Hinata se quedó pensativa con esta pregunta, igual de confundida que Naruto.

—¿Supongo?...—

Finalmente, los tres volvieron la mirada a la escena.

—¡NO QUIERO EXCUSAS! ¡UN NINJA NO USA SUS MEJORES TÉCNICAS ASÍ! ¡PIENSA EN LAS CONSECUENCIAS DE ESO! —exclamó la tortuga, a lo que Lee bajó la cabeza.

—Sí, señor...—

—Bien... Entonces aparece, Gai-sensei. —Una vez el animal dijo esto, una nube de humo estalló sobre su caparazón.

Un hombre alto, con un spandex verde, chaleco táctico, cejas gigantes y el mismo peinado que Lee apareció de entre el humo, haciendo una pose extravagante.

—¡HOLA HOLA! ¡JÓVENES REBOSANTES DE ENERGÍA JUVENIL! —exclamó Gai-sensei.

—¡¿Y ese quién es?! —pensaron los tres genin al mismo tiempo mientras observaban la escena.

—Je, hola Lee —saludó el hombre mientras enseñaba su pulgar y sus dientes brillaban.

—¡Sus cejas son aún más grandes! ¡Casi tienen vida propia! ¡Y ese peinado! ¡Es aún más extraño que el otro, peinado de jícara y cejas de azotador! —exclamó Naruto.

—¡Oye! ¡Más respeto! ¡Gai-sensei es una de las personas más increíbles del mundo! —regañó Lee con una vena palpitando en su frente.

—¡Oh! Perdona por no haber visto su magnificencia. Estaba ocupado viendo cómo tiene más cejas que cara —contestó el rubio.

—¡Repite eso!

—Oye... Lee, tranquilo —dijo el cejudo mayor meneando su mano en señal de que se volteara.

—Sí, señor —contestó Lee volteándose a ver a su maestro.

Tan pronto como Lee se volteó a verlo, de forma repentina, el jounin le propinó un puñetazo en el rostro a su alumno.

—¡ERES UN PEQUEÑO IDIOTA! —Lee salió volando varios metros, mientras el equipo 7 se quedaba en shock por la extraña escena que presenciaban.

—¡¿QUÉ DEMONIOS LES PASA A ESOS DOS?!

El jounin caminó hasta su alumno lentamente. Este empezó a colocarse de rodillas para levantarse, con lágrimas en los ojos.

—Oh... Lo siento, Lee, pero tú me obligaste a esto... No sé qué voy a hacer contigo.

—G-Gai-sensei... —contestó al borde del llanto.

Entonces, se pudo ver cómo el jounin había empezado a derramar lágrimas.

—Oh, Lee... ¡No digas más!

Finalmente, ambos se abrazaron.

—Gai-sensei... ¡Perdóneme, por favor! —contestó el alumno entre lágrimas.

Ambos cejudos lloraban mientras, a su costado, una playa se formaba en un bello atardecer.

—¡Sensei!

—¡Lee! ¡OH! ¡DIVINA JUVENTUD!

El mar detrás de ellos chocaba con la costa de la playa mientras ambos se abrazaban con más fuerza.

El equipo 7, por su parte, se sentía como si estuviera viendo una obra de teatro de mal gusto.

—Oohh... Necesito lavarme los ojos —pensó Naruto.

—¿Neji es del mismo equipo? —pensó Hinata con los ojos como platos. El contraste era aterrador.

—¿En serio perdí contra esa cosa? —pensó Sasuke, sintiéndose ridículo—. No vuelvo a aceptar una maldita pelea así...

Finalmente, los dos cejudos se colocaron en pie mientras Gai tomaba de los hombros a Lee de manera firme.

—Tranquilo, tranquilo... Solo fue un lapsus... Los jóvenes pueden cometer errores —comentó Gai mientras aún lloraba, incluso la tortuga lloraba con aquella escena tan juvenil.

—¡Perdóneme, sensei! Usted es tan bueno conmigo.

—Bueno... Hasta eso... La manera en que se abrazan es muy dulce, ¿no? —comentó Naruto, ahora riendo, a lo que Hinata solo inclinó la cabeza con incredulidad.

—Sí, es muy dulce... Pero ¿cómo es que algo puede ser tan dulce y bizarro a la vez?... —soltó la Hyuga con una gran gota de sudor en la frente.

Le parecía de las cosas más lindas, era como ver a un padre y a un hijo muy cariñosos... Casi sentía envidia... Pero a su vez, se sentía perturbada... Un pequeño pensamiento invadió su mente...

Ella y Hiashi haciendo eso...

¡MALDITOS PENSAMIENTOS INTRUSIVOS! ¡ESO ERA MÁS ATERRADOR DE SIQUIERA IMAGINAR!

—Tendre pesadillas...— Pensó ella...

Los dos cejudos continuaron...

—Oh, Lee... Estás atrapado entre dos estampas, eres demasiado grande para ser un niño, pero no tanto para ser un hombre...

—Gai-sensei, usted es tan sabio...

—¡Bueno! ¡Ya basta! ¡Quiero verte darle 500 vueltas a la cancha de entrenamiento! ¡Demuéstrame de qué estás hecho! —exclamó el cejudo, apuntando su índice al horizonte, donde se veía el sol de aquella playa soleada y las olas golpeaban con más fuerza.

—¡Sí, Gai-sensei!

—¡Corre hacia el atardecer, Lee! ¡Da lo mejor de ti y sufre... pero no te despeines, eh? —finalizó el jounin, volteándose con su sonrisa y el diente brillante.

Lee se limpió las lágrimas y sonrió al atardecer, también sonriendo con aquel diente brillante.

Esto último había sido la parte más ridícula, dejando a todo el equipo 7 recubierto por una sombra de incredulidad.

—Creo que voy a vomitar arcoíris... —pensó Hinata.

—¡Andando! —finalizó Gai, empezando a caminar.

—¡Sí, señor! —contestó Lee antes de seguirlo.

—¡Esperen un minuto! ¿A dónde van? —exclamó Naruto, saliendo de su incredulidad.

—Cierto... ¿Y los exámenes chūnin? —preguntó Hinata, también recobrando la compostura, con un dedo en el mentón y mirando al techo.

—Oh... Sí, me había olvidado, jeje... —contestó Gai antes de frotarse la nuca—. Muy bien, Lee, no solo ignoraste las reglas durante un combate, sino que también te distraíste de los exámenes chūnin, por lo que eso requiere una reprimenda un poco más severa, ¿no crees?

—¡Sí, señor!

—Bien, ¿qué tal 5.000 vueltas? —comentó Gai con una sonrisa.

—¡Inmejorable, señor!

Esto simplemente dejó al equipo 7 desconcertado.

—Eh... Creo que ya no sé cómo debo reaccionar... —comentó Hinata.

—Sí... Pero hey, ¿qué te parece la tortuga que habla, Hinata? —comentó Naruto, tratando de desviar el tema.

Finalmente, después de aquella escena tan extravagante, Gai se volteó para ver cuidadosamente a los genin.

—Vaya... Creo que estos son los chicos de Kakashi, señor tesorero de Konoha... Y esa niña... no hay duda, debe ser la prima de Neji —pensó el jounin antes de voltearse a verlos.

Los tres notaron la mirada del maestro...

—Y bien, chicos, ¿cómo está Kakashi últimamente? No ha hablado mucho de ustedes, ¿de casualidad no les habló de mí?

—¿Conoces a Kakashi? —preguntó Sasuke, a lo que el jounin rió.

—¿Que si lo conozco? Jejeje...

En un santiamén, antes de que alguno de los genin pudiera siquiera notarlo, el tipo ya se había colocado detrás de ellos, dejándolos fríos.

—Las personas de Konoha nos conocen como "los eternos rivales": 50 victorias, 49 derrotas. Soy más fuerte que Kakashi —declaró el cejudo con una sonrisa, para después señalarse a sí mismo.

—¡¿Es más rápido que Kakashi?!... ¡No parece humano! —pensó Sasuke al ver al jounin.

—Siento los problemas que ocasionó Lee, mis más sinceras disculpas —agregó Gai.

Los tres estaban realmente sorprendidos, a lo cual el jounin sonrió.

—En fin, jovencitos, será mejor que se dirijan a registrarse. ¡No querrán quedarse fuera! —Dicho esto, el jounin lanzó un kunai al juguete que tenía atorada la venda de Lee, quien empezó a colocarse las vendas nuevamente, mientras Naruto se percataba de las heridas y cicatrices que tenía debajo del vendaje.

—¡Puedes hacerlo, Lee! ¡Mucho éxito! —exclamó Gai antes de desaparecer.

Lee terminó de vendarse las manos en poco tiempo, para después voltear la mirada al Uchiha

—Sasuke, deja que te diga una cosa. He venido aquí solo para comparar mi nivel, y lo que dije antes era mentira. Yo no soy el más fuerte de los genin de Konoha. El verdadero está en mi equipo y pienso derrotarlo. ¡Sasuke, eres uno de mis objetivos! —explicó el cejudo mientras terminaba de atarse las vendas.

Hinata se quedó fría ante aquellas palabras; ya sabía de quién hablaba. Finalmente, vio cómo Lee le apuntó con el dedo.

—¡Y lo mismo va para ti! Heredera Hyuga, pienso ser mejor que los tres —exclamó el cejudo antes de retirarse rápidamente, sin esperar una respuesta.

Hinata estaba en shock, sin saber cómo sentirse realmente. No se sentía rival para él, y si Neji era superior como él decía, simplemente no tenía oportunidad.

Tras esto, Naruto dio un suspiro, colocó sus manos en la nuca y recostó su cabeza entre ellas.

—El clan Uchiha no es tan bueno como decían —declaró con simplicidad, lo que hizo que Sasuke lo fulminara con la mirada.

—No deberías decir eso —contestó Hinata mientras miraba al suelo—. Aunque, tal vez esto sea bueno para los tres. Subestimar al oponente puede ser un grave error. A los tres nos sirve como lección.

Sasuke se quedó en silencio, meditando la situación.

—Te ha humillado —burló Naruto antes de colocar una mirada seria—. Ustedes también vieron sus manos, ¿verdad?

—Mira quién habla —contestó Sasuke a lo primero.

—Sí —confirmó Hinata, entendiendo a qué se refería con las manos.

—Se nota que el cejudo ha estado entrenando muy duro, incluso más duro de lo que hemos hecho nosotros. Eso es todo lo que quería decirte. Supongo que tu clan o sangre no importa si no das lo mejor de ti —analizó Naruto mientras miraba al techo, cosa que resonó en sus dos compañeros.

—Tienes razón —admitió Hinata. Al mirarse a ella misma y a su primo Neji, podía notar el claro ejemplo de lo que decía su compañero. Sin duda, Neji se había esforzado mucho más que ella, siendo la "heredera del clan". Su sangre no lo era todo para seguir adelante.

Por su parte, Sasuke solo sonrió mientras apretaba su puño, emocionado.

—Me gusta, definitivamente el mundo es muy grande. Los exámenes Chūnin serán mejores de lo que imaginé —contestó Sasuke, ganándose la mirada de sus compañeros—. ¡Vamos los tres! ¡Naruto, Hinata! Nos haremos más fuertes.

Ambos también sonrieron y luego asintieron con la cabeza.

—¡Sí! —exclamaron al unísono.

Fin Capítulo 17

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